El documento ofrece recomendaciones para que los niños consuman más fruta. Sugiere tener fruta visible en la cocina, preparar platos de fruta de forma atractiva y creativa, no obligarlos ni insistir demasiado para evitar angustia, dar el ejemplo comiendo los padres fruta, preparar fruta en familia desde pequeños, y ofrecer fruta como única opción de merienda para que terminen probándola. El objetivo es que los niños incluyan la fruta como parte habitual de su dieta diaria.
3.
El consumo de fruta y verdura es el caballo de batalla de
muchos padres. Y no sin razón. Sus propiedades
nutricionales los hacen indispensables en la dieta
diaria, la Organización Mundial de la Salud recomienda
de forma general que niños y mayores consuman cinco
raciones de estos alimentos todos los días.
Los sabores ácidos son difíciles de aceptar para los más
pequeños, pero con paciencia y siguiendo una serie de
recomendaciones, se conseguirán que formen parte de
su ingesta diaria.
4. RECOMENDACIONES PARA QUE ESTE
PROCESO SE HAGA LO MÁS LLEVADERO
POSIBLE:
La vuelta al frutero. Las frutas han de estar visible a los
ojos de nuestros hijos. Si los niños ven la fruta, en un
momento de hambre, nos la pueden pedir y también,
como padres tendremos más a picar fruta entre horas.
5. La preparación del
plato. Hacer el plato
atractivo, jugar con las
frutas a hacer brochetas o
colocar trocitos de fruta de
manera divertida
(simulando, por ejemplo,
una cara) incitan a los niños
a ver este alimento como
más apetecible y a aceptarlo
mejor en su dieta diaria. Da
rienda suelta a tu
imaginación, busca en
internet, acude a foros de
cocina…, existen una gran
cantidad de ideas para
hacer originales tus platos.
6. No obligar ni insistir en exceso. La angustia excesiva de
los padres porque los niños no comen un determinado
alimento llega fácilmente a los pequeños. Intenta que
ellos no descubran este detalle y conciénciate de que es
una tarea difícil que lleva un periodo de adaptación.
Existen una gran cantidad de frutas, con distintos
sabores y formas. No te canses y cuando rechacen una
pieza, pruébala tú y enfatiza lo bueno que está. En otra
ocasión, habrá más suerte.
7. Los padres como ejemplo. Si los niños ven que sus padres
comen fruta, ellos la comerán también. En una familia
donde se come poca fruta y verdura es difícil que el niño
pida estos alimentos. Ante todo, debemos tener buena
predisposición hacia estos alimentos y hacer ver al niño
lo importante que es introducir la fruta en su comida
diaria.
8. Preparar las frutas en familia. Hacer platos sencillos desde
que son pequeños es una buena forma de que los
pequeños se diviertan y disfruten con la comida. En el
caso de la fruta es aún más fácil, ya que no se necesita
calentar por lo que desde los dos años podemos
preparar deliciosos platos de fruta.
9. La alternativa única. Llevar fruta a la salida del cole, como
merienda, es una buena forma de que el niño aprenda a
comerla. En los momentos que sabes que el niño tiene
más hambre ofrécele fruta, si el niño ve que no hay otra
cosa, terminará por probarla aunque no le guste
mucho. Y sobre todo, ármate de paciencia y pon la mejor
cara que tengas ante sus negativas.