La gestión de proyectos implica planificar, programar, supervisar y analizar todas las acciones necesarias para cumplir un objetivo y entregar un producto que satisfaga las necesidades del cliente. Las fases clave de la gestión de proyectos son la planificación, programación, seguimiento y control, y análisis y evolución. La gestión de proyectos ofrece ventajas como abordar múltiples demandas del mercado, enfocarse en las necesidades del cliente, y aprender de cada proyecto para mejorar procesos futuros.