Giovanni Segantini nació en 1858 en Italia. Comenzó su carrera como pintor de retratos pero luego se trasladó a los Alpes suizos, donde pintó escenas campestres crepusculares que capturan la inocencia perdida y una suave melancolía. Sus pinturas al aire libre reflejan su deseo de escapar de las ciudades y conectarse con la naturaleza. Segantini murió en 1899 a los 41 años.