El documento describe brevemente diferentes técnicas de grabado como el aguafuerte, aguatinta y grabado a buril. Luego resume representantes clave del grabado a través de los siglos como Alberto Durero en el Renacimiento, artistas barrocos como Callot y Nanteuil, y Goya en los siglos XVII y XIX. Finalmente, menciona que París fue un centro del arte occidental en el siglo XX e incluyó grabados de Matisse, Rouault y Derain.