El imperio inca se ubicó principalmente en los Andes centrales, con su capital en Cusco. Tuvo una organización política y social jerárquica dominada por los incas. La religión inca era politeísta y adoraban dioses como el dios sol Inti y fuerzas de la naturaleza. La economía inca dependía fuertemente de la agricultura de cultivos como la papa y el maíz, usando técnicas como los andenes y canales de riego.