Los celtas procedían originalmente de Asia y se establecieron en Europa occidental en el siglo XX a.C. Para el año 1000 a.C. se habían extendido por las Islas Británicas, el norte de Francia, parte de Suiza e Italia. Su lengua era indoeuropea aunque se conservan pocos registros literarios. Para el siglo IV a.C. fueron desplazados del centro y norte de Europa por la llegada de otros pueblos germánicos.