Carlos V y Felipe II gobernaron un vasto imperio que incluía España, los Países Bajos, el Sacro Imperio Romano Germánico, y posesiones en América y otras partes. Ambos monarcas lucharon para mantener la hegemonía española en Europa frente a sus rivales Francia e Inglaterra, así como para detener la expansión del Imperio Otomano. Sin embargo, Felipe II finalmente perdió el control de los Países Bajos después de décadas de conflicto, y su Armada Invencible fue derrotada por