El documento explica cómo el ancho estándar de la vía de tren en Estados Unidos, que es de 4 pies y 8,5 pulgadas, se remonta a los carros romanos tirados por caballos. Los romanos diseñaron los carros para que las ruedas tuvieran la separación adecuada para no molestar a los caballos al galopar. Este ancho se mantuvo a través de los años en los caminos, carros, tranvías y ferrocarriles, influyendo incluso en el diseño de los depósitos auxiliares del