El documento describe la evolución del hoplita, el soldado de infantería de la antigua Grecia. Los hoplitas eran ciudadanos que formaban parte de las falanges, unidades militares organizadas que reemplazaron a los guerreros aristocráticos. Portaban armadura completa, incluyendo un gran escudo redondo llamado hoplon. Luchaban formando densas filas para protegerse mutuamente durante las batallas.
1. El Hoplita Octubre 2007 José Luis Lucas Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons
2. Hasta ese momento la guerra tenía un carácter limitado. Las aldeas se enfrentaban entre sí por un puñado de tierra u otros motivos, siendo los miembros de la nobleza de dichas aldeas quienes casi en exclusiva llevaban el peso de la guerra. Los combates en la mayoría de los casos concluían en una lucha individual (monomachia) entre sus campeones, siendo el vencedor el que se apropiaba del territorio o hacía prevalecer sus derechos sobre el motivo de la disputa. Para Aristóteles, la concepción militar de las primeras ciudades aristocráticas se basaba en la caballería y no en la infantería.
3. Con el inicio de la colonización se hizo perentorio cambiar la forma de lucha, pues los nativos de las tierras invadidas luchaban desordenadamente y sin reglas. Ello hizo que los nobles colonos tuvieran que formar pequeños ejércitos organizados (falanges) que tenían que pagarse sus propias armas, pues eran demasiada carga para el aristócrata.
4. De esta forma, la organización de la defensa de las ciudades-estado en falanges de hoplitas eliminó la casta de los guerreros profesionales, pues, mediante levas forzosas, toda la población masculina estaba implicada en la defensa de la polis. Estos hoplitas luchaban codo a codo con los aristócratas, pero no tenían derechos políticos. Poco a poco fueron reclamando más peso en las instituciones, lo que llevó a las reformas democráticas.
5. Así, a principios del siglo V el campo de batalla griego estaba dominado por el hoplita , un lancero con armadura completa cuya defensa principal era un escudo redondo de bronce. Normalmente era un campesino o un mercader (zeugita) cuyo principal interés residía en ser reconocido en una sociedad dominada por una aristocracia que tuvo que acabar doblando su rodilla ante un pueblo unido, que aspiraba a una igualdad política. Jarra del 510-500 aC
6. El equipamiento militar del hoplita no era barato y el equipo (panoplia) requería una importante inversión, aproximadamente unas cien dracmas áticas , que se ha estimado equivalente al salario trimestral de un obrero cualificado, inversión que, en la Atenas del siglo V, sólo podían permitirse los ciudadanos pertenecientes a una de las tres primeras clases censatarias. La palabra panoplia significa "colección de armas". Proviene griego πανοπλία, panhoplon, compuesta por pan (todo), y hóplon (escudo)
7. Los hoplitas se parecían a soldados de otras civilizaciones, pero el hoplita griego se diferenciaba por la mejora del armamento al desarrollar técnicas de forja más avanzadas, como la utilización masiva del bronce . Con este material se hacía el arma que principalmente caracterizó al hoplita y del que precisamente cogió su nombre, este es, su escudo, el hoplon o aspis koilè .
8. El hoplón se compone de un armazón de madera recubierto por una placa de bronce que era decorada con un emblemao pintura que identificaba al combatiente y a la ciudad por la cual se luchaba. Estas pinturas podían representar animales (serpiente, pájaro, león, etc.), figuras mitológicas (Gorgona, centauro, pegaso,etc.) o una letra (como la « λ » (lambda) mayúscula de Lacedemonia (Esparta)).
9. El hoplon se diferenciaba de otros escudos en que no se colgaba del cuello. Era redondo y tenía unos 90cm. Llegaba a pesar entre 6 y 8 kg. Sus grandes dimensiones permitían proteger la parte izquierda del cuerpo, y el lado derecho del compañero de fila que es la parte vulnerable, al ser la mano derecha donde se lleva el arma. Por su interior llevaba una abrazadera (parpax), para meter el brazo de forma que este quedara más sujeto, y un sistema de agarrado (antilabe), para poder asirlo con la mano.
10. La otra ventaja del hoplon era el aprovechamiento táctico que se hacía de él. Los hoplitas cargaban contra el enemigo formando en filas y columnas, de modo que cuanto más densas en profundidad eran estas filas, más fuerte era el impacto sobre el enemigo. Aquí el escudo era un arma terrible, pues se utilizaba para empujar mientras con la mano derecha, en la que se portaba la espada o la lanza, se aseteaba una y otra vez al enemigo.
11. El arma ofensiva característica de un hoplita era así una lanza de acometida denominada sarisa , hecha de madera de cornejo y punta y contrapeso de hierro o bronce , de unos dos metros y medio de longitud (que posteriormente se cambió por una jabalina).
12. El resto del equipo, las espinilleras (grebas), el casco metálico, la espada corta con un lámina de bronce de alrededor de 30 cm, de doble filo y una coraza de bronce, hacían en su conjunto del hoplita un guerrero formidable. La coraza de bronce se acabó sustituyendo por una casaca de lino o cuero que estaba reforzada por con piezas metálicas.
13. Todo el equipo en su conjunto podía pesar entre 35 y 70 Kilos. Por esta razón se necesitaba de la ayuda de personal que les ayudaran a portear el equipo cuando salían de campaña. Se sabe que los espartanos antes de la batalla de Platea llevaron consigo hasta siete ilotas como para ayudarles con el equipo.
15. Las representaciones iconográficas reflejan que la disposición de las tropas en falanges hoplíticas era una realidad atestiguada por lo menos desde mediados del siglo VII a.C, o incluso antes. Vaso de los guerreros, s. XII a.C., Micenas
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19. Después la falange se pone en movimiento al son del pífano; La lanza se cruza con la lanza, el escudo se pega al escudo; Y el uno se apoya en el otro, el casco al casco, el hombre al hombre. Los penachos se tocan con cimeras chispeantes. Al doblarse las cabezas, tan apretadas estás las filas. Ondulan las lanzas, entre las manos audaces. Sacudidas. Los pensamientos son rectos, el deseo es de batalla”. Homero, La Ilíada “ El combate estaba precedido por un sacrificio ritual (llevado a cabo por el diarca de turno) al que seguía un almuerzo ceremonial dónde quizás se consumiera más vino del habitual. Inmediatamente antes del combate se entonaba el Peán, canto de guerra en honor de Apolo (otros dicen que es una canción de marcha que ayuda a mantener el paso y otros se refieren a él como un grito o ululato de guerra).