La conductismo se centra en el estudio experimental del comportamiento observable y cómo el entorno influye a través de estímulos. La terapia cognitivo-conductual se basa en cambiar los pensamientos irracionales para modificar las emociones y sufrimientos, enfocándose en problemas presentes. La personalidad narcisista busca sentirse importante y admirado, mientras que la acrotomofilia involucra sentir deseo sexual hacia personas con algún miembro amputado.