1. Imaginario Neoliberal
Los cambios sociales, económicos, culturales y educativos que se
sucedieron desde 1989 hasta 2001 hicieron posible que de la mano de Carlos
Saúl Menem y posteriormente de Fernando de La Rúa, el pueblo argentino se
consolide en base a un modelo Neoliberal. La corriente que estos ex presidentes
defendieron se basaba en la liberalización de la economía, la reducción del gasto
público, el libre comercio en general, el abandono de obras públicas, la
privatización de empresas del Estado y el favorecimiento del sector privado.
El proceso de privatizaciones durante el menemismo se utilizaría para
disminuir el déficit fiscal en la medida que las empresas fueran entregadas como
parte de pago de la deuda externa, ya que esto favorecería a los agentes
económicos y a los gobiernos de países desarrollados y significaría un incentivo
para los interesados a nivel local; además el pensamiento del Estado era que
mientras más rápido se privatice, mas rápido se reduciría el déficit fiscal y todo
volvería a estabilizarse. Otra de las razones que respaldaron este proceso fue el
hecho de que el Estado argumentaba no contar con los fondos necesarios para
financiar las inversiones en tecnología que demandaban las obras de
modernización, por lo que la contribución por parte del sector privado capitalizaría
las mejoras previstas.
Estas acciones tuvieron consecuencias evidentes, la venta de propiedades
estatales ocasionó grandes cambios estructurales en la propiedad y una
2. concentración sectorizada de las riquezas. Hay que mencionar además, que todo
este proceso llevó a la desnacionalización del estado argentino puesto que todas
las propiedades fueron adquiridas por extranjeros, tales como españoles,
franceses, italianos, británicos y chilenos. Por otra parte, los trabajadores fueron
los más afectados ya que se perdieron muchos puestos de trabajo debido a los
famosos “retiros voluntarios”, esto consistía en obligar al trabajador a dejar su
puesto de forma voluntaria, pero en realidad era una forma de ahorrarse los costos
políticos que implicaba el hecho de despedirlos. En el caso de no aceptar o
resistirse ante tal atropello, los mismos eran perseguidos, amenazados y hasta
discriminados por los mismos empleadores.
En lo que respecta a Educación, durante los 90´ se sancionó la Ley Nº
24.049, la cual facultaba al Poder Ejecutivo Nacional transferir los servicios
educativos a cada una de las jurisdicciones que les corresponda, es decir, a las
provincias. Esto llevo a que fuera también este Poder quien regule las políticas y
estrategias que se plantearan dentro del Ministerio de Cultura y Educación, como
así también eran los encargados de analizar, evaluar y realizar un seguimiento de
la situación educativa. En otras palabras, el Estado desecha aquello que no
considera viable económicamente “la escuela pública” y se deslinda de las
mismas, cediéndoles la responsabilidad financiera del sistema a las provincias,
pero sin dejar de ejercer derecho en los lineamientos políticos, curriculares y
3. educativos que se debían impartir en las aulas, de esta manera se aminora el
gasto público y se centralizan los ingresos
Por otro lado, la ley Federal de Educación Nº 24195/93 establece que el
sistema educativo se encuentra constituido por instituciones privadas y estatales.
El Consejo Federal de Cultura y Educación establece tres niveles de
especificación curricular: El nivel nacional que establece los contenidos básicos
comunes, el Nivel provincial que elabora los diseños curriculares provinciales y el
Nivel institucional que se encarga de la elaboración del PEI. En lo que respecta a
la escolaridad, esta ley plantea una nueva estructura educativa; el nivel inicial
(obligatorio), el primer ciclo (1º, 2º y 3º año), segundo ciclo (4º, 5º, y 6º año) y
tercer ciclo (7º, 8º y 9º año). La primaria adopta el nombre de EGB (Educación
General Básica) y la secundaria paso a llamarse polimodal.
La reformulación del sistema educativo flexibilizó el régimen laboral de los
docentes haciendo caer considerablemente el valor de los sueldos, deterioró las
instalaciones escolares, aumentó la deserción en todos los niveles educativos y
proliferaron las instituciones privadas aranceladas. Además las tasas de
analfabetismo crecieron considerablemente, se redujeron los fondos destinados a
Educación, los contenidos curriculares carecían de calidad y los profesionales más
capacitados decidieron retirarse del sistema y hasta del país. Esta situación tuvo
como consecuencia que en 1997 se instalara frente al congreso la Carpa Blanca y
los docentes de todo el país se unieran para pedir una Ley de Financiamiento
Educativo y la derogación de la Ley Federal de Educación.