5. En esta noche, no busquemos entre los muertos
al que está vivo. Dejemos que la suavidad del
ángel invada nuestra vida y veremos fácilmente
al que todo lo hizo bien y hoy vive: JESÚS.
La resurrección no puede escaparse de nuestra
vida sino que la llena y es la que alienta nuestro
caminar. Vayamos otra vez con las mujeres a
decir a todos los hombres lo que hemos visto.
Estaba anunciado y prometido, pero como tantas
cosas, lo hemos tenido que ver y hoy lo hemos
visto.
6. Que en esta noche estemos bien
despiertos y despertemos a todos
los hombres para que no termina
nunca, pues hoy llega al cielo
Jesús y en Familia Trinitaria salta
de alegría la creación entera.
Que sea noche de silencio para
que escuchemos al ángel que nos
ayuda a seguir el camino de la
vida y no de la muerte. No
busquemos en nuestros vacíos al
resucitado. El grito del ángel es
para nosotros que tenemos que
resucitar.
7.
8. Al pasear de
madrugada con las
mujeres que visitaron
el sepulcro, sería
bueno que vayamos
anunciando a tantos
hombres –y sobre
todo a los jóvenes-
que no busquen la
vida arrastrados por
el suelo. Que la vida
está en Jesús que ha
resucitado
9. Que nadie crea
que la vida se
compra o se vende
por cosas que
destruyen.
No miremos hacia
atrás, pues en lo
alto del cielo está
la razón de nuestra
vida que es Jesús
resucitado.
10. Que hoy nos deseemos
felices Pascuas. Que nos
deseemos que Jesús resucite
en nosotros. Que nos
ayudemos a quitar la piedra
de nuestros sepulcros para
ver que estamos vivos.
Iremos a nuestros sepulcros
a llorar a nuestros seres
queridos pero
encontraremos la misma
respuesta de esta noche: No
busquen entre los muertos
al que esta vivo
11. Por lo cual, esta es
también la noche
triunfadora de los
nuestros que ya han
llegado a la casa del
Padre. No olvidemos
que Jesús ha
resucitado y vive hoy
en nuestras vidas.
Que bien nos suena
la frase de Jesús:
YO SOY LA RESURRECCIÓN Y LA VIDA.