El documento resume las opiniones de Carl Jung sobre fenómenos paranormales y religión. Jung creía en la realidad objetiva de fantasmas y tuvo experiencias personales con ellos. Aunque usaba un lenguaje ambiguo públicamente, en privado era más explícito en apoyar una actitud religiosa y veía la liturgia católica como más cercana a la realidad religiosa del alma que la protestante. Jung también creía que los sueños podían involucrar visitas reales desde el mundo de los muertos.
Libro diseñado para apoyar en el estudio del Curso de Introducción a la Psicología Gnóstica como parte de la antecamara que impartimos en A.G.E.A.C.A.C. Sede Chapala
Ya Puede Descargar el Libro "Entre Cristo y Satanas" del Pastor y Ministro Aleman Kurt E. Koch. ReEditado por Ministro ElieZer Lara Montoya. El Doctor Kurt E. Koch fue un Ministro y Evangelista Alemán, quien, por espacio de treinta años dirigio sus Esfuerzos e Investigaciones hacia el campo de lo Psíquico, comprobando a través de su larga Experiencia y trato individual con centenares de Personas afectados por los poderes de las Tinieblas, cuyos efectos transcendían a sus Mentes y Organismos, en los que solamente Cristo es la solución para tales Problemas. En esta obra comprueba una y otra vez, que el sortilegio, la necromancia, el ocultismo y la magia, en sus diversas formas, conducen tarde o temprano a serios disturbios de orden Psíquico, y afectan especial e indefectiblemente la Vida Espiritual.
Dr. Kurt E. Koch
Sus observaciones fueron recopiladas en una obra científica titulada: "Seelsorge und Okkultismus" (Ocultismo y Cura de Almas") traducido por el doctor Samuel Vila. Estas y otras obras fueron motivo para que el Doctor Koch recibiera centenares de invitaciones a todos los Países Europeos a excepción de Rusia, y diera conferencias en veintiséis universidades europeas ante Teólogos, Científicos y Psicólogos. El Doctor Koch ha escrito además 27 libros y folletos que han alcanzado una vasta Circulación.
Este Libro es por lo tanto una llamada de Alerta y toque de atención al Pueblo Cristiano para saber discernir lo improcedente y Peligroso a fin de poder difundir la actitud que como Cristianos nos corresponde tomar ante tales situaciones. Capacitándonos también para enseñar a los Nuevos Creyentes sobre nuestra Posición, Liberación y Victoria sobre el poder de las Tinieblas.
Desde Niño vi que mi Madre entre sus Libros Antiguos había un Deshojado y Maltratado Libro, que al Conocer su Contenido, sentí un Fuego de parte del Espíritu Santo que me Hizo Libre y que principalmente me Instaba a Compartir este Material con el Mundo Entero. Libros y Lecturas como estas por desgracia están en Peligro de Extinción y es casi Imposible hallarlo en Librerías Contemporáneas, es por eso que me di a la Tarea de Varios Años de Buscarlo completo, traducir algunos Errores y Empaquetarlo para su Libre Distribución. Este libro es y debería ser una Lectura Obligada para Todo creyente con Ministerio.
Espero que este Material se de Bendición y Edificación a su Vida. Queda Estrictamente Prohibido Lucrar con este Material. Si usted es la Casa Editorial o Familiar del Autor, y, por algún Motivo desea que Retiremos este Material, haganoslo Saber que con Gusto atenderemos a su Demanda.
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Ya Puede Descargar el Libro "Entre Cristo y Satanas" del Pastor y Ministro Aleman Kurt E. Koch. ReEditado por Ministro ElieZer Lara Montoya. El Doctor Kurt E. Koch fue un Ministro y Evangelista Alemán, quien, por espacio de treinta años dirigio sus Esfuerzos e Investigaciones hacia el campo de lo Psíquico, comprobando a través de su larga Experiencia y trato individual con centenares de Personas afectados por los poderes de las Tinieblas, cuyos efectos transcendían a sus Mentes y Organismos, en los que solamente Cristo es la solución para tales Problemas. En esta obra comprueba una y otra vez, que el sortilegio, la necromancia, el ocultismo y la magia, en sus diversas formas, conducen tarde o temprano a serios disturbios de orden Psíquico, y afectan especial e indefectiblemente la Vida Espiritual.
Dr. Kurt E. Koch
Sus observaciones fueron recopiladas en una obra científica titulada: "Seelsorge und Okkultismus" (Ocultismo y Cura de Almas") traducido por el doctor Samuel Vila. Estas y otras obras fueron motivo para que el Doctor Koch recibiera centenares de invitaciones a todos los Países Europeos a excepción de Rusia, y diera conferencias en veintiséis universidades europeas ante Teólogos, Científicos y Psicólogos. El Doctor Koch ha escrito además 27 libros y folletos que han alcanzado una vasta Circulación.
Este Libro es por lo tanto una llamada de Alerta y toque de atención al Pueblo Cristiano para saber discernir lo improcedente y Peligroso a fin de poder difundir la actitud que como Cristianos nos corresponde tomar ante tales situaciones. Capacitándonos también para enseñar a los Nuevos Creyentes sobre nuestra Posición, Liberación y Victoria sobre el poder de las Tinieblas.
Desde Niño vi que mi Madre entre sus Libros Antiguos había un Deshojado y Maltratado Libro, que al Conocer su Contenido, sentí un Fuego de parte del Espíritu Santo que me Hizo Libre y que principalmente me Instaba a Compartir este Material con el Mundo Entero. Libros y Lecturas como estas por desgracia están en Peligro de Extinción y es casi Imposible hallarlo en Librerías Contemporáneas, es por eso que me di a la Tarea de Varios Años de Buscarlo completo, traducir algunos Errores y Empaquetarlo para su Libre Distribución. Este libro es y debería ser una Lectura Obligada para Todo creyente con Ministerio.
Espero que este Material se de Bendición y Edificación a su Vida. Queda Estrictamente Prohibido Lucrar con este Material. Si usted es la Casa Editorial o Familiar del Autor, y, por algún Motivo desea que Retiremos este Material, haganoslo Saber que con Gusto atenderemos a su Demanda.
Vida en comunidad» es el más breve y el más célebre texto escrito por Bonhoeffer.
¿Qué es una comunidad cristiana? ¿Sobre qué está fundada? ¿Cómo pueden sus integrantes vivir una vida cristiana? Interrogantes que encuentran una respuesta fraterna y hermana.
Charles Haddon Spurgeon (Kelvedon, 19 de junio de 1834 – Alpes Marítimos, 31 de enero de 1892) fue un pastor bautista británico. Aún es conocido por la gente como el “Príncipe de los Predicadores”. A lo largo de su vida, Spurgeon evangelizó alrededor de 10 millones de personas y a menudo predicaba 10 veces a la semana en distintos lugares. Sus sermones han sido traducidos a varios idiomas y actualmente, existen más libros y escritos de Spurgeon que de cualquier otro escritor Cristiano de la historia de la iglesia. Tanto su abuelo como su padre fueron pastores puritanos, por lo que creció en un hogar de principios Cristianos. Sin embargo no fue sino hasta que tuvo 15 años en enero de 1850 cuando hizo profesión de fe en una Iglesia Metodista.
Historia criminal del cristianismo (en alemán: Kriminalgeschichte des Christentums) es el título de la obra principal en diez tomos del autor y crítico de la Iglesia Karlheinz Deschner. Describe detalladamente los errores y crímenes que se atribuyen a las distintas iglesias, confesiones, sectas, asociaciones y sus representantes, así como de dirigentes cristianos en el transcurso de la historia de la cristiandad. La obra trata la historia del cristianismo desde su origen bíblico hasta el presente. Desde 1986 hasta 2013 fueron publicados un total de diez tomos, culminando la obra en su versión original en idioma alemán.
Un estudio bíblico de la doctrina de Dios. Adecuado para estudios en grupos familiares o para todo aquel que tenga el deseo de tener un acercamiento más pronfundo hacia el Dios Verdadero y sus atributos. Recomendamos este estudio.
La Cruz y el Puñal es un libro escrito en 1963 por el pastor David Wilkerson con John y Elizabeth Sherrill. Narra la verdadera historia de los primeros cinco años de Wilkerson en Nueva York, en donde ejerció su ministerio entre jóvenes desilusionados, animándolos a dejar las drogas y la violencia pandillera en la que estaban involucrados. El libro se convirtió en un best seller, con más de 15 millones de ejemplares distribuidos en más de 30 idiomas.
El libro nos muestra lo que es la llamada al seguimiento de Cristo. A Bonhoeffer le preocupa lo que puede significar esta realidad para todos los estamentos humanos. Partiendo de una base bíblica, ve el seguimiento de Cristo como la liberación del hombre con respecto a los preceptos humanos, a todo lo que oprime y agobia, a todo lo que preocupa y atormenta a la conciencia. En el seguimiento, los hombres abandonan el duro yugo de sus propias leyes para tomar el yugo suave de Jesús. La liberación plena del hombre para alcanzar la comunión con Jesús sólo es posible allí donde subsiste el precepto íntegro de Jesús y su llamada a seguirle sin reservas.
Desde Francisco I. Madero, hasta Vicente Fox y Enrique Peña Nieto pasando por otras importantes figuras del mundo de la política, el espiritismo, el esoterismo, la adivinación y la brujería han rodeado al poder. Y las cosas no son muy distintas hoy.
El prestigiado reportero del semanario Proceso, José Gil Olmos, relata en sus investigaciones publicadas en sus dos obras con el mismo titulo "Los brujos del poder" 1 y 2 (Ed. Random House Mondadori, 2007 y 2009) las andanzas de los presidentes Madero, Calles y Alemán en el espiritismo, como la recurrencia a los brujos de Catemaco de José López Portillo, Miguel de la Madrid y Carlos Salinas de Gortari (con el vudú),
Asimismo, cita a ex gobernadores priistas como Mario Villanueva, Fidel Herrera (santería), Ulises Ruis, Roberto Madrazo y Beatriz Paredes, y a otras figuras como Francisco Barrio, Elías Ayub, Manuel Cavazos Lerma, Cuauhtémoc Cárdenas y Genaro García Luna (este último encomendado al "Ángel de la Muerte", "un ángel negro que tiene en un altar en la privacidad de su oficina", asegura).
Destaca, de igual modo, el apoyo que doña Elba Esther Gordillo solicitó a un poderoso brujo negro de Africa para evadir la cárcel tras la llegada de Zedillo a Los Pinos y la ruptura de este con su antecesor Salinas, con el sacrificio de un León para que fuera poseída por el espíritu del animal (tras abrirlo en canal, sacarle las vísceras y untarlas en la maestra). Previamente la Sra. Gordillo, afecta a toda clase de rituales y prácticas, incluso la santería, mandó construir nichos en el Distrito Federal a la llamada "santa muerte" para su cuidado o protección.
Pero otro caso que llama mucho la atención y que revela no sólo la afinidad de miembros destacados del PRI con estas creencias y supersticiones, fue el caso de Vicente Fox y Marta Sahagún, donde la entonces "Primera Dama" (figura jurídica que no existe en México) era fanática a prácticas New Age (como "energías", "meditación", medicina alternativa, "chamanes", hinduismo, "ángeles zodiacales" y hasta brujería).
Gil Olmos confirma lo que otros reporteros -y aún este investigador- ya sabíamos de "Martita": el suministro de "vitaminas" (toloache) a Fox. (¿Para qué?) Lo anterior, como refiero en mi libro "Nueva Era vs. Buena Nueva", sin mencionar la contratación que hizo Sahagún de los servicios de Rebeca Moreno en la Presidencia de la República como Directora de Logística (dotada, a decir de ella, de ""poderes psíquicos, paranormales y astrológicos", y conocimientos en "ciencias ocultas"). A Moreno se le llegó a denominar, por ello, "la bruja oficial de Los Pinos".
En fin, las anécdotas abundan al respecto (y no sólo a nivel federal, sino estatal y municipal) como los señalamientos directos y rumores de involucramiento de funcionarios en el ocultismo y, aún, en el satanismo.
-Ministro Eliezer Lara Montoya.
www.zerlaramontoya.blogspot.com
Este ensayo estudia el pensamiento filosófico, teológico y social del papa Francisco de la Iglesia católica. Trata de superar la visión sólo emocional de su papado.
Eliseo Ferrer / PREAMBULO. Sacrificio y drama del Rey SagradoEliseo Ferrer
Sacrificio y drama del Rey Sagrado
(Genealogía, antropología e historia del mito de Cristo)
Autor: Eliseo Ferrer
784 páginas
El Mesías-Cristo:
Un mito ancestral y arcaico reformulado por
las sectas del mesianismo apocalíptico judío
y transformado por la Iglesia del siglo segundo
Un cristianismo judío sin historia evangélica ni «punto cero».
Eliseo Ferrer propone en Sacrificio y drama del rey sagrado (Genealogía, antropología e historia del mito de Cristo) una visión alternativa y crítica de los fundamentos del cristianismo. Pues, situado dentro del contexto del mesianismo judío, el cristianismo de los «orígenes» fue un fenómeno enormemente complejo que nada tuvo que ver con las simplificaciones de los catecismos de la Iglesia, ni tampoco con las ficciones que más tarde construyeron los reformadores luteranos a través de su ucronía de pureza (Urgemeinde).
Plan de modificación de comportamiento utilizando los principios de condicion...Paulo Arieu
¿Cuál es el reto para la ayuda profesional cuando él / ella decide poner en práctica un plan de modificación de comportamiento utilizando los principios de condicionamiento operante de aprendizaje?
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herramientas de aprendizaje transversal integrando recursos digitales.
La experiencia se debe planear en el formato 1 y luego, se socializa en
una presentación Power Point y se sube a un Slide Share, Issu u otro
recurso que genere un enlace para su visualización.
Fuente: Emeric Amyot d'Inville, C.M. "Anunciar la Buena Nueva de la Salvación siguiendo las huellas de San Vicente", Vincentiana: Vol. 41: No. 4, Artículo 7.
Esta guía es una ayuda para hacer por tu cuenta el retiro mensual, allí dónde te encuentres, especialmente en caso de dificultad de asistir en el oratorio o iglesia donde habitualmente nos reunimos para orar.
1. Jung y los fenómenos paranormales
Moisés Garrido
Algunas notas a modo de prefacio
Por: Raúl Ortega
El estilo paradójico, que a veces sin reservas habría que tildar de ambiguo, conel
que Jung abordapor aquí y acullá especialmente su producciónoficial, su creación
desdey para la “máscara”, provocaa menudo malentendidos entre el público no
especializado a la hora de captar el sentido y la implicación auténticos de algunos
de sus postulados, especialmente de aquellos más comprometedores para su
credibilidad profesional: los que tratan sobretemas relativos a los sectores limíte
del conocimiento científico. Es precisamente del Jung más paracientífico del que
se ocupaeste artículo que nos llega desdela excelente pluma de Moisés Garrido,
originariamente publicado en la revista especializada Más Allá, y es por ello que
no viene nada mal puntualizar algunos detalles al respecto, en pro de una claridad
que sí está mejor representada en las comunicaciones privadas del maestro, donde
se liberaba de tanta reserva. Un material aún muy escondido, como Moisés
oportunamente señalará, que hay que rastrear casial estilo arqueológico, y que
2. suele ser conocido, en lo que va saliendo a la luz, sólo porlos especialistas,
quedando fuera de foco en el plano de la divulgación general.
Por supuesto, la materia de la que se trata, la Psique, es paradójica, oscuray
paracientífica per se, y hay aseveraciones sobresu realidad que no pueden ser más
concisas y cartesianas de lo que ella en sí misma es. Era “ElOscuro” como
apodabana Heráclito, y no lo era en realidad él, sino aquello de lo que se ocupaban
sus abismales pensamientos, tan precisos sin embargo en su coherencia lógica
como los de Euclides, centrados porcontra en algo tan agradable al entendimiento
como es la Geometría, y la mayor parte de laoscuridad junguiana es debida
exactamente a esto mismo. Cuando el pensamiento junguiano se vuelve tan
impreciso por no otra cosaque tratar de mantenerse coherente conla materia de la
que se ocupa, no hay nada que puntualizar, y él, ni en la intimidad del círculo
fraterno ni consigo mismo, podíaser más explícito. Este es un lastre que tiene que
cargar, en general, cualquier escuela de psicologíaprofunda, de lo inconsciente. La
crítica epistemológica a estas disciplinas que llega, porejemplo, desdeun Popper,
o las críticas generalizadas que vierte un Eysenck [1] hay que tacharlas de injustas,
improcedentes y tendenciosas. Hoy en día ya deberíamos tener plenamente
asumido que un matemático planteando teoremas no hace algo muy diferente de
escribir poesías,y que los tratados físicos de científicos como Penrose o Hawking
están mucho más emparentados conla novela de lo que hubiese podido admitir la
3. filosofía científica de corte decimonónico. En la era en que redescubrimos la
subjetividad en lo aparentemente objetivo puro ¿desdequé absurdo paradigma
filosófico nos seguimos atreviendo a exigirle matematicidad a la psicología, cuyo
objeto de estudio es precisamente lo subjetivo puro? Cuando nuestra aventura
numérica para entender la realidad nos ha devuelto al problema nuclear de la
Conciencia, todavía hay quien se permite postular que a la Conciencia se la debe
entender a través de los números.
La Conciencia, o sea, la conciencia y el inconsciente, la Psique, abarca lo
científico, lo instintivo, lo religioso y lo artístico. Obviamente requiere una
metodología de estudio consecuente conesa omniabarcante naturaleza, y el método
científico, tal y como lo entendemos hasta ahora, se ha quedado corto incluso para
la Física. Pues las partículas y las galaxias se han revelado también oscuras,
heraclitianas, y ya no son mansamente concisas, como los triángulos de Euclides.
Por esto Niels Bohr se extendió en sus investigaciones sobrela realidad hasta la
filosofía oriental, y acabó grabando en su escudo emblemático el mistérico símbolo
del Yin-Yang taoísta, y la leyenda “Contraria suntComplementa“. De hecho, las
constantes reuniones privadas en la casa de este eminente físico y en el Instituto de
FísicaTeórica (podemos decir que la FísicaCuántica nace desdeel método
dialéctico) son un perfecto paralelo con laSociedad Psicológica de los Miércoles, y
su relación con Born y Heisenberg, de la que nace la interpretación de
4. Copenhague, un genuino Círculo Hermético. El esotérico blasón del danés se
correspondesin más con el misterioso anillo gnóstico de Carl Gustav, y la célebre
controversia que mantuvo conun tozudo y dogmático Einstein (por cierto que un
auténtico no semidios, sino dios total, para nuestra cultura, patéticamente
idealizado por ella al estilo de un Elvis) conel enfrentamiento Freud-Jung. Porotro
lado, los horrores del juego sucio y el plagio están a la orden del díaen el mundo
científico, en general, desde siempre. Pero claro, para personajes al estilo de
Richard Noll las diferencias soncomo de la noche al día: una es la historia de
nuestra sagrada Ciencia; la otra, de lo peor de nuestra superchería.
Quizás no sepamos nunca si el grandioso Heisenberg no le dio la bombaatómica a
Hitler por principios morales o por torpeza en sus cálculos, pero sí que estamos en
condiciones de esclarecer algunas opiniones de Jung en relación a los polémicos
mundos de lo paranormal y lo religioso, así que vamos sin más dilación a ello.
En el artículo se declarará esto. En realidad, es con el protestantismo, y no conel
catolicismo, con el que Jung se ensaña más vehementemente, ya que la ausencia de
imágenes y representaciones simbólicas en una religión le parece un auténtico
pecado. Poresta razón entendía la liturgia católica como más cercana a la realidad
religiosa del alma que la luterana. Gerhard Wehr, biógrafo de Jung, se hace eco
de estas ideas:
5. No sólo en el protestantismo, sino en general desdelos comienzos de la Reforma,
de la era que se vincula estrechamente al desarrollo de la ciencia natural y de una
conciencia que se atiene al yo individual, se fue perdiendo la espiritualidad
tradicional consu enorme riqueza de imágenes y de signos, de símbolos y
misterios. Tres protestantes, Jean Paul (“Discurso de Cristo muerto desdela cima
del Universo, en el que afirma que no hay Dios”), Hegel y, sobre todo, Nietzsche,
han soñado conla muerte de Dios y la han concebido y proclamado como un
acontecimiento próximo. El hombre moderno dirige, altivo, una mirada
retrospectiva hacia la niebla de la superstición, de la credulidad medieval y
primitiva y al hacerlo olvida por completo que ese pasado espiritual y anímico, con
sus imágenes originarias, sostiene la orgullosa conciencia racional [ver nota]. Si
no bebe en las capas profundas de la psique -sugiere Jung- el espíritu humano
permanecerá, sin duda alguna, como en el aire.
El mismo Jung, en una carta a H. Irminger de finales de 1944:
Ejerzo la ciencia, pero ninguna apologética ni filosofía alguna, y no tengo ni
capacidad ni ganas de convertirme en fundador de una religión. Mi interés es de
carácter científico… Parto de un cristianismo positivo que es tanto católico como
protestante, y me esfuerzo porseñalar, de forma científicamente responsable,
6. aquellos hechos empíricamente comprensibles que hacen por lo menos verosímil la
justificación del dogma cristiano, y en especial el católico.
Al respecto de sus relaciones con el judeocristianismo en general, el símbolo
cristiano, disponemos también de unas declaraciones especialmente reveladoras de
su íntima discípula Barbara Hannah, que le escuchó decir a petit comité, en
privado, en el contexto de las Terry Lectures en la Universidad de Yale:
[…] A este propósito decíaJung a los participantes -y a muchos de ellos esto los
impresionó como si fuera la última palabra- que lo único que podemos hacer
consiste en seguir el ejemplo de Cristo y vivir nuestra vida de la forma más plena
posible, aún cuando se base en errores… Nadie ha descubierto todavía toda la
verdad; pero si todos vivimos conla misma integridad y con la misma entrega que
Cristo, él decíatener la esperanza de que todos resucitaríamos
Tal y como ya avisábamos al principio, Wehr apostilla conrespecto a estas
filtraciones de Hannah:
Debe tenerse presente que estas expresiones, a la vez sinceras y confidenciales,
Jung sólo las formulaba en el estrecho círculo de sus amistades más íntimas o su
correspondencia. En cambio, la crítica realizada por la iglesia, se vio obligada
7. muchas veces a señalar que, en materia religiosa, Jung se expresaba de manera en
exceso libre y, en realidad, ambigua
No viene mal recordar ahora las estrechas relaciones entre la terapia y la religión
que la psicologíajunguiana postula:
No sólo el Cristianismo, con su simbolismo de la salvación, sino todas las
religiones en general, incluidas las modalidades mágicas de la religión de los
primitivos, son psicoterapias, las cuales tratan y curan las afecciones del alma y las
corporales de origen anímico
Una vez señalados estos “pormenores”, podemos retomar el discurso más popular
de Jung en lo tocante a estos asuntos, espero que entendiéndose ahora, un poquito
mejor al menos, hasta dondealcanza la ambigüedad indecisa y donde comienza la
decidida y legítima paradoja en él:
Entre todos aquellos de mis pacientes que se hallan más allá de la mitad de la vida,
esto es, más allá de los treinta y cinco años, no hay ninguno cuyo problema último
no sea el de la actitud religiosa. En efecto, cada uno de ellos enferma en última
instancia porque ha perdido lo que las religiones vivientes han dado en todos los
tiempos a sus adeptos, y ninguno de ellos se halla realmente curado si no recupera
8. una actitud religiosa, lo cual naturalmente nada tiene que ver con la confesión
religiosa ni con la pertenencia a una Iglesia
En el campo de lo paranormal podríamos empezar destacando, para complementar
lo que vertirá Garrido, que Jung creía en la realidad objetiva de los fantasmas. De
hecho, instaba a sus discípulos más cercanos en el arte de interpretar sueños a
distinguir entre las personificaciones oníricas de seres fallecidos aquellas que se
quedan en el plano simbólico de aquellas que correspondena visitas realesdesde el
mundo de los muertos. A lo largo de su vida protagonizó bastantes experiencias al
respecto. Una vez, mientras pasabauna noche de fin de semana en una granja
recién alquilada por un amigo suyo, en la Inglaterra de 1920, empezó a escuchar
extraños ruidos de golpes y goteos, y a notar malos olores. Comenzó a poseerle
una especie de parálisis. Entonces se le aparece, a escasos 40 cms. de distancia en
su misma almohada, la mitad de una cabeza femenina, de apariencia sólida, que le
provocó tal terror que tuvo que pasar todo el resto de la noche sentado en una
poltrona, incapaz de volver a la cama. Con posterioridad conocieronél y su amigo
que en la aldea cercana corríael rumor de que aquella granja estaba encantada y
que espantaba a todos sus inquilinos. Jung trató de explicarse el suceso como
exteriorización de contenidos psíquicos, pero le era evidente que aquello estaba
ligado a aquel lugar tanto, cuanto menos, como a él mismo, que a pesar del estrés
de la febril actividad que llevaba a cabo en Londres en aquella fecha, durmió
9. espléndidamente bien en cualquier otro lugar. La granja fue demolida al poco
tiempo.
En la torre de Bollingen fue protagonista de dos señaladas anécdotas
fantasmagóricas. En una noche de la primavera de 1924, la paz del reposo se le
turba por el ruido de música y jolgorio aparentemente procedente del exterior. Dos
veces se levantará sobresaltado de la cama a mirar por la ventana, sin encontrar
nada. Jung es consciente de que la experiencia no es un sueño, pero tampoco
parece darse en plena vigilia. Tiene la representación visual de centenares de
figuras vestidas con oscuros ropajes. Especula con la idea de que se trate de
duendes, pero ninguna explicación le acaba de convencer:
En aquella noche todo era tan plenamente real, o por lo menos así lo parecía, que,
situado entre dos realidades, apenas podíaorientarme. No podíaexplicármelo.
¿Qué significaban estos zagales cantando que desfilaban en largas columnas? Me
daba la impresión de que habían venido por curiosidad a ver el torreón. Nunca más
volví a experimentar o soñar algo semejante. Pero aquel acontecimiento me dejó
atónito y no podíarecordarhaber oído algo parecido. Posteriormente hallé un
sentido al sueño al leer la crónica de Lucerna de Rennward Cysat del siglo XVII.
En ella se narra la siguiente historia: «En un pasto del Monte Pilatos que tiene
fama de estar poblado por fantasmas (se dice que hoy todavía allí ronda el espíritu
10. de Wotan), Cysat, en una ascensión al Pilatos, fue molestado por un gran gentío
que rodeó su cabaña cantando al sonde la música». Exactamente lo mismo que yo
había experimentado en el sueño. Al día siguiente pregunté al vaquero, en cuya
cabaña había pasado la noche, qué podríasignificar este hecho. Éste estaba
enterado ya: tuvo que ser el sälig lüt, es decir, el ejército de Wotan de las almas
descarriadas. Acostumbraban a «rondar» de este modo para hacerse notar […] La
explicación del acontecimiento como una compensaciónpsíquicanunca me
satisfizo del todo y no me bastaba decir que se trataba de una alucinación. Me
sentía obligado a considerar también el carácter de realidad.
Por cierto que es extraño que Jung no estuviera informado conantelación de un
elemento tan típico del folclore germánico como es el Ejército de Wotan,
comparable a la Santa Compaña gallega. Pero esto le concedeuna mayor
genuinidad al suceso. El segundo encuentro con lo imposible dejemos que sea él
mismo quien nos lo relate, también desde Recuerdos, Sueños, Pensamientos:
Cuando en 1923 comenzamos a edificar aquí [en Bollingen] nos visitó mi hija
mayor y gritó: «Cómo, ¿tú edificas aquí? ¡Aquí hay cadáveres!» Yo pensé
naturalmente: «¡Qué absurdo!¡No vale la pena discutir!» Pero al cabo de cuatro
años, cuando recomenzamos las obras, hallamos realmente un esqueleto. Se
encontraba a 2,20 metros de profundidad. En el codo derecho se encontró una
11. antigua bala de fusil. Se veía por la posición del esqueleto que había sido echado a
la fosa en avanzado estado de descomposición. Pertenecía a las muchas docenas de
soldados franceses que en 1799 se ahogaron en el Linth y fueron arrastrados hasta
las orillas del lago. Esto sucedió después de que los austríacos volasen el puente de
Grynau que los franceses habían asaltado. En el torreón se encuentra una fotografía
de la fosa abierta conel esqueleto y la fecha del día en que se halló el cadáver en la
torre: el 22 de agosto de 1927. Construí entonces en mi finca una sepultura
adecuada al soldado, y disparé tres veces por encima de la tumba. Luego coloqué
una lápida con una inscripción. Mi hija había presentido la presencia del cadáver.
Su facultad de presentir la heredó de mi abuela materna.
Las interpretaciones sobrela cuestión ufológica que divulga la obraUn mito
moderno. Sobre cosas que se ven en el cielo [3] me resultan, digamos, poco
audaces. En correcta dirección, en general, mas de corto alcance. Pero esto es una
apreciación personal. Quizás un día descubramos entre el material privado
consideraciones al respecto de mayor relevancia y más apropiadas para un
fenómeno de tal magnitud, o quizás tengamos que conformarnos para siempre con
esa visión suya. En mi opinión, la de un Jung, lego en la materia, que llega a ella
en un momento en que la investigación por parte de los especialistas está en sus
albores, la documentación publicada escasa, él ya en la recta final de su larga y
egregia vida, sin tiempo ni energías para profundizar mucho más y, quizás lo más
12. importante, sin experiencias propias, que han sido siempre la piedra angular de
Jung y los cimientos de su creación, la PsicologíaAnalítica. Queda claro que
seguir a partir de ahí es la responsabilidad de todos aquellos que nos sentimos
continuadores de su legado. Otro gran mérito de Jung es haberse percatado
rápidamente de la importancia de esta sui-generis fenomenología, pero el colectivo
junguiano posterior parece no saber aún cómo reaccionar ante ello.
JUNG Y LOS FENÓMENOS PARANORMALES
“Aquella noche fatídica de junio de 1895, la primera sesión espiritista tuvo un
resultado más extraordinario de lo que cabía esperar. Jung se sentó junto con el
círculo de mujeres alrededor de una gran mesa redonda de madera, y presidió
nerviosamente la sesión. Como era habitualen este tipo de sesiones, colocó en el
centro un vaso de agua quepodía reflejar hasta la más imperceptible levitación de
la mesa. Ordenó a todos quecolocasen las manos suavementesobre la mesa y las
uniesen tocándose unos a otros ligeramente las yemas de los dedos. Al cabo de
unos instantes de completo silencio, el aire se volvió espeso, eléctrico. De pronto,
el vaso de agua empezó a moverse violentamente. A su pesar, Jung estaba tan
13. aterrorizado como el resto de los participantes. Con grandesdificultades,
exclamó: ‘Uno de nosotros es un médium muy dotado’. En aquel momento, la
joven Helly palideció y se desplomó en la silla. Y para sorpresa de todos los
presentes, empezó a hablar”.Este texto está extraído del libro The Aryan Christ:
The Secret Life of Carl Jung (1997), cuyo autor es Richard Noll, psicólogo clínico
y profesorde Historia de la Ciencia en la Universidad de Harvard. En dicha obra,
se descubren facetas muy poco conocidas deleminente psiquiatra suizo Carl
Gustav Jung (1875-1961), entre ellas, su incursión desdejoven en el mundo del
espiritismo y de los fenómenos paranormales. Cuando realizó dicha sesión
espiritista, Jung estaba a punto de cumplir 20 años. Todavíano podíaimaginar lo
que el destino le tenía reservado: convertirse en uno de los más grandes pensadores
del siglo XX. Su descubrimiento del inconsciente colectivo produjo una auténtica
revolución en el conocimiento de la mente humana. “Así como el cuerpo humano
muestra una anatomía generalpor encima y másallá de todas las diferencias
raciales, también la psiqueposee un sustrato general que trasciende todas las
diferencias de cultura y conciencia, al que he designadocomo inconsciente
colectivo”, explica Jung. Era pues de prever que, tanto en la psiquiatría como en el
psicoanálisis, terminara aventajando a su insigne mentor Sigmund Freud.
Realmente sabemos muy poco de la vida de Jung. Sus herederos siempre han sido
muy reacios a la hora de aportar material inédito a los investigadores -como
14. puedan ser sus diarios privados o toda su correspondencia-, con el que poder
construir una biografía mínimamente veraz, más centrada en los aspectos humanos
y alejada de ese personaje idealizado -a modo de semidios– que su familia y
seguidores han tratado de difundir. “Suponealgotremendamenteinjusto queJung
se presente como un autor alejadode la realidad, aportandopruebasde
oscurantismo que no existen en absoluto en sus escritos”, denuncia Pilar Quiroga,
doctoraen Psicologíay autora de la documentada obra C. G. Jung. Vida, obra y
psicoterapia (2003). Ni siquiera Recuerdos, Sueños, Pensamientos, libro elaborado
cuando Jung tenía 81 años y publicado tras su muerte, puede ser considerado una
autobiografía en todaregla, ya que se trata de una colección de escritos hábilmente
estructurados por Aniela Jaffé, su ayudante en los albores de su vida. “Jaffé tomó
las contribuciones y transcripciones de antiguasconferencias de Jung, añadiósus
propias notas sobre las conversaciones que mantuvocon él, puso todo en primera
persona y permitió queel conjunto se presentase como una autobiografía a un
público confiado”, aclara Noll. De los borradores escritos porJung, se modificaron
y eliminaron muchas frases, así como ciertas anécdotas, siempre porsugerencia
familiar. Aún así, con ese escaso material biográfico, y a través de sus trabajos
teóricos, vivencias personales y conversaciones con sus pacientes, podemos
hacernos una idea del gran interés que Jung siempre cultivó hacia los temas
15. limítrofes del conocimiento, que tanto marcarían su trayectoria personal y
profesional.
CONTACTOSCON EL “MÁS ALLÁ”
C. G. Jung nació en el seno de una familia muy piadosa. Su padre, Paul Jung, era
pastorprotestante, ejerciendo su labor en la Iglesia Reformada. Y su abuelo
materno, Samuel Preiswerk, fue profesorde exégesis bíblica en la Institución
Evangélica de Ginebra. Jung, sin embargo, no comulgaba con el judeocristianismo
y, menos aún, con el catolicismo [2]. Su alma visionaria y heterodoxa, rechazaba
todo dogmatismo religioso. “La ‘religión teológica’ no podía servirme para nada,
pues no correspondía a mi experiencia de Dios”, escribiría. En cierto modo,
podemos decir que elaboró su propia religión, a caballo entre la magia y el
paganismo, influido, sin duda, porlos antiguos cultos mistéricos y el mundo
alquímico, temas que siempre le cautivaron. De hecho, el torreón que se construyó
en Bollingen, junto al lago de Zurich, fue no solo lugar de soledad y meditación,
sino también de encuentros visionarios y otras experiencias transpersonales de
profundo significado trascendente. “Desde el principio el torreón se convirtió en
un lugarde perfeccionamiento, un seno materno o una figura materna en la cual
16. podía volver a ser lo que soy, lo que fui y lo que seré”, asegura. Allí, sobrela
pared del dormitorio, se conserva un mural dondeaparece representado su guía
espiritual Filemón -un sabio anciano con largas barbas y alas-, con quien mantuvo
contactos extrasensoriales y a quien debe algunos de sus más brillantes
descubrimientos sobrela psique humana -la idea del arquetipo, por ejemplo-,
según él mismo confiesa. Los diálogos que mantuvo conel mundo de los muertos
y los dibujos que realizó bajo estados no ordinarios de conciencia, se recogen en
su Libro Rojo, que aún permanece custodiado porsus descendientes.
¿De dóndele vino entonces su interés porla comunicación con los muertos?
¿Acaso de la lectura del Fausto de Goethe a la edad de quince años? Ello ejerció su
influencia, qué duda cabe. Tal obra significó para Jung una auténtica
revelación. “Inundómialma como un bálsamomaravilloso”, escribe. Tanto es así
que al final de su vida creyó ser la reencarnación de Goethe, no ya solo por lo
identificado que se sentía con dicho personaje, sino por ciertos sueños extraños que
parecían revelarle esa posibilidad. Sin embargo, su acceso al mundo del espiritismo
tuvo lugar justo cuando se graduó en la Facultad de Medicina de la Universidad de
Basilea, a mediados de 1895. En esas fechas, el espiritismo estaba en auge por toda
Europa. Era costumbre, sobretodo entre la alta sociedad, reunirse cada atardecer a
la luz de una vela para invocar a los antepasados. Jung sintió curiosidad por el
tema y quiso realizar algunas sesiones acompañado de varias mujeres de su
17. familia. Entre ellas, su prima Hélène Preiswerk, que era médium. Porsu parte, la
madre de Jung, Emilie Preiswerk, ya había dado buena muestra de sus dotes
clarividentes y había protagonizado alguna que otra experiencia relacionada con
espíritus. Portanto, aquellas séancesorganizadas porJung resultaron exitosas y los
presuntos contactos conlos muertos no tardaron en establecerse. Hélène, conocida
también conel nombre de “Helly”, es la joven citada en la narración inicial. En
aquella primera sesión coordinadapor Jung, Hélène, de quince años, entró en
trance y a través suya se manifestó su abuelo difunto: “No temáis. Os acompaño
todos los días. Soy vuestro padre Samuel, quevive con Dios”. Durante el tiempo
que duró el éxtasis, la joven viajó astralmente al continente americano para visitar
a su tía Bertha. Pormuy delirantes que hoy nos parezcan estas historias
mediúmnicas, entonces se vivían con total normalidad, incluso por personas con
formación académica, como el propio Jung. De hecho, en torno al espiritismo, se
dieron cita grandes personalidades del campo científico. Basta recordar a William
Crookes y Charles Richet, premios Nobel de Química y Medicina,
respectivamente. Ambos creían en la supervivencia del alma tras la muerte.
Lo cierto es que Jung fue testigo del cumplimiento de algunas premoniciones que
tuvo Hélène durante sus trances visionarios. Aquello le llevó a profundizar aún
más y comenzó incluso a interesarse en los estudios llevados a cabo por la
célebre Society for Psychical Research (S.P.R.)de Londres, presidida por el
18. catedrático de Filosofía Henry Sidgwick, institución que en 1882 inaugura el
estudio científico y sistemático de los fenómenos metapsíquicos. Seríanlos
preámbulos de la futura Parapsicología. Jung estaba fascinado con todo ello, y leía
con inusitado interés los notables trabajos del ya citado Crookes y de otros
pioneros de la Metapsíquica como William James, F. W. H. Myers, J. C. F.
Zoellner, Cesare Lombroso, etc. “A pesar de parecerme tan extrañas y discutibles,
las observaciones de los espiritualistas fueron para mí las primeras noticias sobre
fenómenos psíquicos objetivos. Los nombres de Zoellner y Crookes me
impresionaron y leí, por así decirlo, toda la literatura sobre espiritismo que estaba
entonces a mi alcance”, escribe Jung. No es de extrañar que su tesis doctoral
versara, entre otras cosas, sobreestas apasionantes cuestiones…
PSIQUIATRÍA Y MEDIUMNIDAD
Jung creía que el inconsciente puede conectar conotros niveles superiores de la
realidad no sometidos a nuestras leyes espacio-temporales. Su cada vez más
dilatada formación psiquiátrica, no le hizo dar marcha atrás en sus convicciones,
aunque sí se iba mostrando más prudente a la hora de referirse a los espíritus-guías
(prefería hablar ya de “personalidadesinconscientes”). Comprendió que el
19. inconsciente escondíademasiados secretos que tenía que ir sacando a la luz, antes
de atribuir a posibles fuerzas del más allá los numerosos casos de narcolepsia,
criptomnesia, hipnagogia, estado de ensoñación, trance visionario, automatisme
ambulatoire, etc., que le iban llegando a su consulta, trabajando ya como psiquiatra
en el prestigioso hospital de Burghölzli, durante la primera décadadel siglo
XX. “Aun cuandoexisten casos perfectamente dignos de crédito, queda en pie la
cuestión de si el fantasma o la voz se identifican con el muerto o son una
proyección psíquica, y si la declaración procede realmente del muerto o quizásse
origina en el saber existente en el inconsciente”, subraya Jung. Fue su etapa más
escéptica, aunque como puntualizó William James, jamás perdió su voluntad de
creer…
Si bien es cierto que estableció una conexión entre la mediumnidad y la histeria,
estudiando la “disociación” de la personalidad de los médiums espiritistas, en
ningún momento cuestionó la autenticidad de las facultades metapsíquicas, como
la clarividencia o la precognición. En su tesis doctoralde medicina, escrita en 1902
bajo el título Acerca de la psicología y patología de los llamadosfenómenos
ocultos, se hace eco de las experiencias mediúmnicas de su prima Hélène (empleó
para referirse a ella el pseudónimo “S.W.”), afirmando que a pesar de su
personalidad histérica -que provocabasus desvanecimientos y automatismos-,
manifestaba auténticas capacidades telepáticas y precognitivas durante esos
20. estados de trance. En la conferencia que pronunció en 1919 ante los miembros de
la S.P.R., titulada Los fundamentospsicológicos de la creencia en los espíritus,
dejó claro su convencimiento de que las manifestaciones espiritistas se debían
a “efectos exteriorizados de complejos del inconsciente”. El ya cada vez más
célebre psiquiatra continuó ahondando en el estudio de los fenómenos
paranormales, siguiendo una línea marcadamente científica, por eso no le pasó
desapercibidas las investigaciones llevadas a cabo a partir de 1934 por el biólogo
Joseph B. Rhine, en torno a la llamada “percepciónextrasensorial” (ESP), desdesu
laboratorio de la Universidad de Duke. Sus rigurosos análisis estadísticos sobrela
telepatía, la clarividencia, la precognición y la psicocinesis hicieron que la
Parapsicología adquiriese respetabilidad científica y se multiplicasen las cátedras
por todo el mundo. En 1937, Jung tendría la oportunidad de conocerle
personalmente. “Por lo menos una parte de la psique no se encuentra sometida a
las leyes del espacio y del tiempo -sugiere Jung-. La prueba científica acerca de
ello la aportaron los conocidos experimentos de Rhine. Junto a incontables casos
de presentimientos espontáneos, las percepciones fuera del espacio y otros casos
de este tipo, de los cuales ya he contado algunosejemplos de mi vida, demuestran
que la psiqueen ocasiones funciona más allá de la ley de la causalidad espacio-
tiempo. De ello se desprendeque nuestras concepciones de espacio y tiempo, y con
ello la causalidad,son imperfectas”.
21. EXPERIENCIAS PERSONALES
A lo largo de su vida, Jung protagonizó una serie de sucesos anómalos muy
significativos que le sirvieron para convencerse, aún más si cabe, de la existencia
de una realidad trascendente. No hablamos ya de experiencias visionarias y sueños
de abundante material arquetípico -uno de los cuáles le inspiró la idea
delinconsciente colectivo-, sino de otros fenómenos englobados en el campo de lo
paranormal, como porejemplo, la proyecciónextracorpórea. En 1944, Jung sufrió
un infarto cardíaco. Estando inconsciente sintió que abandonaba su cuerpo físico y
ascendíahacia lo alto. “Mepareció como si me encontrase allá arriba en el
espacio. Lejos de mí veía la esfera de la tierra sumergida en una luz azul intensa.
Veía el mar azul profundoy los continentes. Bajo mis pies, a lo lejos, estaba
Ceilán y ante mí estaba el subcontinente de la India. Mi campo de visión no
abarcaba toda la tierra, sin embargo, su forma esférica era claramente visible, y
sus contornos brillaban plateadosa través de la maravillosa luz azul(…) La
contemplación de la tierra desde tal altura es lo másgrandioso y más fascinante
que he experimentado”.
22. Muchos años atrás, cuando aún vivía consus padres, experimentó algunos
fenómenos psicocinéticos a su alrededor. Extrañas explosiones, golpes, rotura de
objetos… Durante el verano de 1898, vivió varios episodios de esta naturaleza.
Uno de los que más le llamó la atención fue la extraña explosión que oyeron en un
mueble aparador. “Comencé a inspeccionar detalladamenteel aparadory lo
inmediatoa él, pero sin éxito -cuenta en sus memorias-. En el cajón, conteniendo
la cesta del pan, halléel pan y junto a él el cuchillo, cuya hoja estaba destrozada
casi por completo. El mangoestaba en un rincón del cesto rectangulary en cada
una de las tres restantes esquinashabía un trozo de la hoja del cuchillo. El
cuchillo se había empleadotodavía a las cuatro de la tarde y despuésse había
guardado. Desdeentonces nadielo había tocado”. Dos semanas antes, el tablero
de una mesa se había roto por la mitad inexplicablemente, ante el asombro de toda
la familia. “¿Por quéy cómo se partió la mesa y se quebró el cuchillo? La
hipótesis de la casualidad resultaba deltodo inadmisible”, reconocería.
De casado, siguió protagonizando más incidentes de este tipo. Cuenta cómo en
1916 estos fenómenos paranormales se incrementaron. “Mi hija mayor veía por la
noche una figura blanca atravesar la habitación. Mi otra hija contaba -
independientementedela primera- quele habían levantadola manta de la cama
dos veces por la noche”. Uno de esos días, la campanilla de la puerta de la casa
sonó insistentemente: “Yo me encontraba cerca de la campanilla,la oí sonar y ví
23. cómo se movía el martillo. Todos corrieron inmediatamentehacia la puerta para
ver quién llamaba ¡pero allí no había nadie!¡Nos miramos como alelados!”. Jung
estaba convencido de que aquella incesante fenomenología parapsicológica
guardaba estrecha relación conel estado emocional en que se encontraba por aquel
entonces. “Era una constelación inconsciente, y la atmósfera característica de tal
constelación me era bien conocida como numen de un arquetipo”.
Insólito fue también lo que le sucedió años antes, en 1909, estando en Viena en
compañíade Freud. Ambos discutían precisamente sobrela realidad de los
supuestos fenómenos paranormales. En esa época, Freud mantenía una postura
escéptica. Tuvieron que pasar años hasta aceptar la autenticidad de los casos
estudiados porla Parapsicología. Así cuenta Jung lo ocurrido durante la reunión
mantenida con su mentor:
“MientrasFreud exponía sus argumentos, yo sentí una extraordinaria sensación.
Me pareció como si mi diafragma fuera de hierro y se pusiera incandescente. Y en
ese instantesonó un crujido tal en la biblioteca, que se hallaba juntoa nosotros,
que los dos nos asustamos. Creímos que el armario caía sobre nosotros. Tan fuerte
fue el crujido. Le dije a Freud:‘Esto ha sido un fenómeno de exteriorización de los
denominadoscatalíticos’.
‘¡Bah –dijo él-, esto sí que es un absurdo!’.
24. ‘Pues no -le respondí-, se equivoca usted, señor profesor. Y para probarque llevo
razón le predigo ahora que volverá inmeditamentea oírse otro crujido’. Y,
efectivamente: ¡apenashabía pronunciadoestas palabrasse oyó el mismo crujido
en la biblioteca!… No sé aún hoy por qué tenía tal certeza. Pero sabía con total
exactitud que el crujido iba a repetirse. Freud me miró horrorizado. No sé qué
pensaba o qué miraba. En todo caso, este hecho despertó su desconfianza hacia mí
y yo tuve la sensación de haberle hecho algo. Nunca más volví a hablarlede esto”.
SINCRONICIDAD
Para Jung, resultaba insuficiente explicar ciertos fenómenos extraños, relacionados
con la psicologíadel inconsciente, mediante el principio de causalidad. Eso era
algo que le venía preocupando desdesiempre. Durante sus investigaciones, se
topabamuy a menudo con extrañas coincidencias que le resultaban imposibles de
entender por la vía racional. A tales conexiones acausales las bautizó conel
nombre de sincronicidad. “He elegido el término ‘sincronicidad’ porque la
simultaneidad dedos acontecimientos análogos, pero acausalmenteligados,
parece un criterio esencial. Empleo, pues, aquí, el concepto generalde
sincronismo en el sentido especial de coincidencia temporal de dos o más
25. acontecimientos, relacionados mutuamentedemodo acausal, quetienen un
contenido idéntico o semejante”, explica en La interpretación de la naturaleza y la
psique(1952), obraen la que colaboró el premio Nobel de FísicaWolfgang Pauli.
Ambos consideraron que los fenómenos sincrónicos, aquellos que se producen
simultáneamente sin que medie una relación causal, son muy significativos para
quien los protagoniza. Los experimentos de Rhine -que proporcionaronla prueba
de la existencia de conexiones acausales de sucesos-sirvieron para que Jung
planteara la posibilidad de que el espacio y el tiempo pudieran tener también una
realidad psíquica, no solo física. “Parece como si el espacio y el tiempo
dependieran decondiciones psíquicasy no existieran en sí mismos, sino quefuesen
sólo ‘puestos’ por la conciencia”, sugiere. Partiendo de esa premisa, la
sincronicidad supone entonces un gran desafío al azar. De hecho, constantemente
nos ocurren cosas que consideramos casuales, pero ¿realmente lo son
siempre?… “Sibien la gran mayoría de los hechos casualespodría admitir una
explicación causal, subsisten multitud de ellos que no manifiestan conexión causal
alguna”, puntualiza Jung. Entre los muchos casos que le ocurrió, resulta
especialmente llamativo el registrado el 1 de abril de 1949. Así lo cuenta: “Hoy
viernes. En el almuerzo nos sirven pescado. En la conversación alguien recuerda
incidentalmentela costumbre del ‘pez de abril’. Durantela mañanahabía yo
anotadouna inscripción: ‘Est homo totus medius piscis ab imo’. Por la tarde, una
26. ex paciente mía a quien no había visto desde meses atrás, vino a mostrarme
algunoscuadros de peces, singularmenteimpresionantes, quehabía pintado
duranteese lapso. Por la noche se me mostró un bordadoquerepresentaba
monstruos marinos pisciformes. El dos de abril, a las primeras horas de la
mañana, otra ex paciente a quien no había visto desde hacía muchosaños, me
relató un sueño en el cual, estando a orillas de un lago, vio a un pez grandequese
acercaba nadandoen dirección a ella, para amarrar, por así decir, a sus pies.
Duranteesos días estaba yo ocupadoen una investigación sobre el símbolo del pez
en la historia”. Dicho relato lo escribió a orillas de un lago. Al terminarlo, se
percató que a escasos metros de dondese encontraba, yacía un pez muerto
totalmente intacto. “En la tarde del día anterior no había allí ningún pez”,
advirtió. ¿Es posible atribuir a la simple casualidad un caso así?…
En conclusión, sus estudios sobreel inconsciente y los fenómenos paranormales -a
veces protagonizados porél mismo como ya hemos visto-, le llevó a considerar
que “existe una cierta probabilidad dequealgo de nuestra psique continúe
viviendo después de la muerte”. Y con ese convencimiento se marchó de este
mundo a la edad de 85 años, dejando tras de sí una huella imborrable de
conocimientos sobreel psiquismo humano.
27. (Nota: La ‘Obra Completa de C.G.Jung’ha sido publicada en 20 excelentes
volúmenes por la Editorial Trotta).
(Anexo 1)
HÉLÈNE PREISWERK, LA MÉDIUM HISTÉRICA
La oportunidad que tuvo Jung de examinar los trances de su prima Hélène
Preiswerk durante las séances espiritistas -experimentando primero conlas “mesas
giratorias” y más tarde conel “psicógrafo”, método similar a la actual ouija-, le
llevó a interesarse profundamente por la mediumnidad y a establecer los
mecanismos psíquicos queentran en juego durante dicha fenomenología. Ese fue
precisamente el tema que desarrolló en su interesante tesis doctoralde 1902.
Aunque abordó otros casos,secentró preferentemente en Hélène, detallando
minuciosamente los sonambulismos mediúmnicos, automatismos motrices y
distintas personalidadesinconscientes (espíritus) que se manifestaban bajo
los estados alterados de conciencia de la joven. Porregla general, cuando ya
estaban concentrados realizando la sesión y la mesa comenzaba a moverse, la
médium (citada en la tesis como “S.W.”)caíaal suelo, su rostro se volvía pálido,
entraba en un estado cataléptico, respiraba profundamente y, ya en éxtasis,
28. comenzaba a hablar. En ocasiones, podíaestar así durante dos horas. Dependiendo
del espíritu que se manifestase, unas veces se expresaba en alemán culto, y otras
veces, de forma vulgar. El contenido de sus mensajes era variado y las
conversaciones conlos participantes solían ser muy animadas. Los trances eran
sosegados ypoco gestuales o, por el contrario, muy histriónicos. Quien más se
manifestaba era su abuelo Samuel Preiswerk, que hacía las veces de espíritu-guía,
dándole consejos e impartiendo instrucciones al resto. De vez en cuando, durante
el trance, Hélène sentía que abandonabasu cuerpo físico y, ayudada porlos
espíritus, era trasladada a miles de kilómetros. “Durantelos éxtasis en que
hablaban los espíritus la señorita S.W. emprendía largos viajes, la mayoría de las
veces iba a visitar a parientes suyos, a los quese aparecía; o bien se encontraba
en el Más Allá, ‘en aquelespacio situado entre los astros del que la gente opina
que está vacío; pero en él se encuentran numerosos mundoshabitadospor
espíritus’”, escribe Jung. Estos éxtasis la agotaban mucho y, cuando regresaba al
estado consciente, solíasufrir ceguera histérica durante un buen rato. Según el
psiquiatra, “en las sesiones espiritistas se observan con frecuencia ataques
convulsivos histéricos. Nuestra paciente no presentó nunca manifestaciones
convulsivas, pero sí los estados de sueño o hípnicos peculiares”. Además, constató
que los fenómenos sonambúlicos son especialmente frecuentes justo en el periodo
de la pubertad. En su opinión, existía una estrecha relación entre los trastornos
29. histéricos sufridos por Hélène y las alteraciones fisiológicas del carácter propias de
esa etapa de la vida. Pero ¿cómo explicar sus percepciones extrasensoriales, sobre
todo, las premoniciones?… “Elhombre debe percibir quevive en un mundoque
en cierto sentido es enigmático. Queen él suceden y pueden experimentarse cosas
que permanecen inexplicables”, declararía al final de su vida.
(Anexo 2)
PSICOANÁLISIS:¿CIENCIAO RELIGIÓN?
C.G. Jung dotó al psicoanalisis de ciertos elementos más o menos mistéricos,
adornándolo con reminiscencias herméticas y simbólicas, por lo que no es de
extrañar que muchos detractores identificasen el movimiento psicoanalítico como
una especie de nuevo culto o secta pseudomística. Eso no desalentó a Jung. Al
contrario, en esas críticas creyó observar que estaba llevando el psicoanálisis al
terreno correcto, conectándolo conlos orígenes de la humanidad, los mitos, los
misterios, el arte, lo sagrado… No en vano, Jung afirmaba que “el psicoanálisis es
una verdad demasiadograndecomo para ser públicamentereconocida como tal.
Primero deberían divulgarseextractos generosamenteadulteradosy diluidos”.
Por consiguiente, el psicoanálisis, más que una disciplina médica, presentaba todas
30. las características para ser concebido como una especie de “sociedad secreta”. Bien
es verdad que las primeras reuniones psicoanalíticas -que dieron origen a
la Sociedad Psicológica de los Miércoles– invitaban a pensar así, por el ritualismo
y secretismo conque se hacían. Max Graf, un ex-miembro de aquel movimiento
elitista, reconocía: “Elambienteera propio de la fundación de una corriente
religiosa. Freud era su nuevo profeta. Los alumnos -todos inspirados y
convencidos- eran sus apóstoles”. Los partidarios consideraban que quienes se
sometieran al tratamiento psicoanalítico, experimentarían una revitalización de
carácter espiritual. El psicoanálisis venía pues a transformar el mundo, augurando
una Nueva Era para el hombre. Finalmente, logró su propósito depenetrar en las
esferas academicistas, no tanto porsus resultados psicoterapéuticos, sino por la
aceptación que fue adquiriendo en ciertos círculos intelectuales y contraculturales
de la vieja Europa. Actualmente, laAsociación Psicoanalítica Internacional,
fundada porFreud en 1910, está representada en 33 países y cuenta con11.500
miembros. Sin embargo, siguen alzándose muchas voces críticas, como la del
reputado catedrático de psicología Hans J. Eysenck [1], para quien“Freud y el
psicoanálisis deben ser considerados un fracaso. No nos queda másque una
interpretación imaginaria depseudo-acontecimientos, fracasos terapéuticos,
teorías ilógicas e inconsistentes, plagios disimuladosde los predecesores,
percepciones erróneas de valor no demostrado y un grupodictatorial e intolerante
31. de seguidores que no insisten en la verdad, sino en la propaganda”. En todo caso,
Jung siguió una línea muy alejada de la freudiana -fue notoria su discrepancia
respecto al tema de la libido, negando que todas las neurosis estuviesen motivadas
por traumas o represiones sexuales-, porlo que sus hipótesis sobrela enfermedad
mental y sus trabajos psicoterapéuticos están mejor considerados.
(Anexo 3)
LOS OVNIS COMO ARQUETIPOS [3]
Jung, consu innata curiosidad hacia los enigmas, no podíadejar escapar la ocasión
de estudiar un extraño fenómeno que levantó una gran expectación social desdesu
popularización en los años cincuenta. Nos referimos a los OVNIs. Él abordó el
problema desdeun enfoque psicoanalítico, resultado de lo cual fue su libro
póstumoUn mito moderno. Sobre cosas quese ven en el cielo (1958). La forma de
los llamados, por entonces, platillos volantes correspondíaclaramente al símbolo
mandálico. “El mandalaes una imagen arquetípica cuya existencia a través de los
milenios puedecomprobarse -explica el psicólogo suizo-. Caracteriza la totalidad
o simboliza la totalidad de la persona, del fundamentodelalma expresada
míticamente: simboliza el fenómeno de la divinidad encarnadaen el hombre”. En
32. dicha obra, se hace eco no solo de esosrumoresvisionarios sobreOVNIs, sino
también de los sueños que tienen a tales objetos como protagonistas y de su posible
significado psicológico. Para Jung, los OVNIs -surgidos de los niveles más
profundos de la psique humana- son símbolos arquetípicos detransformación
individual y colectiva, manifestándose preferentemente en situaciones de crisis. Su
presencia, además, guardaría relación con el paso de la era de Piscis a la de
Acuario. Y los ufonautasrepresentarían a los nuevos dioses tecnológicos. Jung
estaba convencido de que el fenómeno descansasobreuna base emocional y que su
naturaleza es psicoide (entre lo psíquico y lo físico). “La base de este género de
rumor es una tensión afectiva, que tiene su causa en una situación de apremio
colectivo o en una necesidad vital del alma”, afirmó. Tales postulados tuvieron su
eco en determinados círculos ufológicos, influyendo en algunas corrientes
heterodoxas como la paraufología, desdela que se comenzó a cuestionar el posible
origen extraterrestre de los OVNIs y a vincularse más con el factor humano,
haciendo tambalear los cimientos de la ufología clásica.
NOTA: En la primera edición de Paidós del libro de Gerard WehrCarl Gustav
Jung. Su vida, su obra, su influencia, leemos en la página 288 “conciencia
nacional”. Es evidente que se trata de una errata. [Regresar]