TIPOLOGÍA TEXTUAL- EXPOSICIÓN Y ARGUMENTACIÓN.pptx
Justificación
1. Justificación
El autismo (o trastorno autista) se origina desde temprana edad, los cerebros
de los niños son anatómicamente distintos; es un trastorno cerebral que
dificulta la habilidad de una persona para comunicarse e interactuar con los
demás. Y, aunque el autismo se descubrió por primera vez en 1943, aún no se
sabe qué es lo que lo causa. Debido a que los niños nacen con autismo o la
predisposición a desarrollarlo, por lo tanto, la causa no es una educación
deficiente y no es algo que a uno se le pega de otra persona, hasta el día de
hoy no es algo que se pueda prevenir. Es por eso que los científicos están
estudiando tanto los factores genéticos como los ambientales.
Actualmente 1 de cada 200 niños nace con autismo. En Estados Unidos y
alrededor del mundo, es la discapacidad del desarrollo cuya frecuencia
aumenta con mayor rapidez. Afecta a 4 veces más niños que niñas.
Hasta ahora no hay un tratamiento curativo del autismo infantil, sin embargo se
han hecho progresos en la prevención de este mal al descubrir posibles
factores causales.
Con mucha frecuencia, las personas no saben qué hacer frente a un
comportamiento autista. Para ellos, un niño con autismo puede parecer extraño
o difícil, agresivo o desobediente. Pueden atribuir esta característica a una
educación deficiente y no a un trastorno cerebral.
Los niños con autismo pueden y de hecho brindan afecto. Pero debido a que su
cerebro procesa las cosas de manera diferente, tienen distintas formas de dar y
recibir amor. Los familiares deben ser pacientes a la hora de aprender cómo
demostrar afecto en los términos del niño.
Los comportamientos autistas representan un desafío tanto para los autistas
como para las personas que cuidan de ellos. Aun así los autistas pueden
aprender habilidades que les permitan tener una vida plena y feliz. Y las
personas encargadas del cuidado pueden sobrellevar el autismo con los
recursos y ayudas adecuados.
2. El autismo aparece por todo el mundo, en familias de todas las clases sociales
y de todos los tipos raciales. En los últimos años el aumento de diagnósticos de
trastornos del espectro autista ha sido espectacular. No sabemos si se debe a
un mayor conocimiento y concienciación o a que estamos viviendo una
auténtica epidemia de autismo. Hay muchas cosas, por tanto, que no sabemos
todavía del autismo. No sabemos por qué surge. Se piensa que puede haber
un desencadenante ambiental, pero no se ha conseguido identificar. No
tenemos un marcador de autismo. El diagnóstico se hace identificando
comportamientos anómalos, lo que es un proceso laborioso, complejo y
plagado de errores y dificultades.
Necesitamos modelos animales (no existe un ratón con autismo), así como la
necesidad de un claro perfil genético del autismo que nos permita dar consejos
a las familias afectadas.
A pesar del tiempo que a pasado desde que Leo Kanner estableció los tres
rasgos principales del autismo: la necesidad de un ambiente invariable y rutinas
fijas, la soledad autista y el déficit de comunicación, estos siguen siendo los
principales indicadores del trastorno autista, las investigaciones no han dado
con la causa que provoca dicho trastorno, hay diversas teorías para explicar el
autismo, en la cuales todas tienen seguidores. En los últimos años sea
incrementado el interés por encontrar las causas, esto se refleja en las
numerosas investigaciones, publicaciones, congresos y asociaciones de
padres. Estos padres son los que hacen posible las alternativas de tratamiento,
ya que las instituciones públicas no son suficientes para atender de manera
individual y constante a los niños con trastorno autista. Nuestro interés en el
presente trabajo es entender las dinámicas de relación de padres con hijos
autista en especial la representación social que tienen los padres con hijos
autistas, ya que a partir de esta relación nos dará pie a la relación que
establezcan las personas que rodean al niño con trastorno autista.la dinámica
de participación de los padres siempre va a estar influida por las
particularidades de los hijos.
La historia del autismo se puede reconstruir desde casos históricos como los
menciona Uta Frith(1989) al caso del niño salvaje de Aveyron y los idiotas
benditos de la vieja Rusia ella afirma que por los relatos bien pudieron ser
niños autistas. Liliana Kaufmann (2010) hace lo propio al referirnos al termino
Golem que desde los tiempos de la Tora, la usaban para referirse a la persona
carente de capacidad intelectual y espiritual. A partir de estos ejemplos nos
damos cuenta que las conductas no cambian, pero si los nombres con los que
la designamos, las atribuciones que les damos desde sagrado a lo anormal
dependiendo la época.
Que representa un hijo esa sola pregunta concibe una cascada de respuestas,
toda de forma idealizada, desde lo físico y mental, que sea alto, fuerte, sano,
3. que se parezca al papa, a la mama al abuelo, a la abuela a un tío aun
hermano.
El hijo es la representación de todas las experiencia significativas en la vida,
consientes e inconscientes, reales o irreales. Las expectativas son muchas,
planeamos el futuro de acuerdo a nuestras carencias, a nuestras fantasías.
Pero qué pasa cuando físicamente de forma aparente todo está bien, y
comienzan a pasar situaciones ambiguas y de alguna forma el avance o
desarrollo normal del hijo no se da. A donde se va el futuro, las idealizaciones
esa representación mental del hijo y su futuro .que representa un hijo con
autismo a partir del diagnostico que expectativas tienen los padres que pasa
con la representación social que se tenia del hijo ideal al hijo real.
En general, los estudios científicos de los patrones de conductas que los
autistas utilizan para aislarse se han orientado desde perspectivas que tienen
en cuenta puntos de vista psíquicos, cognitivos o de conexiones neurológicas.
En contraste, poco se ha investigado sobre los procesos inconscientes que
regulan las conductas de los padres cuando detectan los primeros indicios de
serios déficit de relación social en el hijo; y sobre cómo esa realidad psíquica, a
su vez, modifica las experiencias subjetivas del niño y su forma de expresarlas.
Así suele obtenerse una visión parcial del problema, ya que resulta difícil
distinguir qué manifestaciones de aislamiento del niño son previas a los modos
de relación que los padres establecieron con él y cuáles están yuxtapuestas
por las primeras experiencias materno-paterno-filiales.