La crisis económica en España se puede resumir en dos hechos principales: una crisis financiera mundial y el desplome del sector de la construcción debido a la especulación. La crisis ha llevado a un aumento en los viajes nacionales, aunque con métodos de transporte más económicos como el coche. También ha causado un aumento en el desempleo, especialmente en sectores como la construcción, el transporte aéreo y la fabricación de automóviles.