“LA CUESTIÓN DEL SUJETO: PSICOPATOLOGÍAS DEL YO Y LA TRANSFORMACIÓN BIOPOLÍTICA DE LA SUBJETIVIDAD”, Dr. Adolfo Vásquez Rocca, REVISTA NÓMADAS Nº 42 - 2015, Universidad Central de Colombia, IESCO Facultad de Ciencias Sociales, Humanidades y Arte. http://www.scielo.org.co/pdf/noma/n42/n42a04.pdf
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“Nuestra práctica, nuestro posicionamiento o la psicología institucional como...terac61
Este documento discute la complejidad como paradigma en la producción de conocimiento. Señala que los objetos de estudio son complejos y heterogéneos, con múltiples lógicas funcionando simultáneamente. También describe cómo el pensamiento complejo de Morin busca reconocer las conexiones entre las partes a través de un método abierto que incluye la incertidumbre y lo paradójico. Finalmente, define lo complejo como un enmarañamiento de acciones e interacciones con fenómenos aleatorios que agregan incertidumbre
Este documento discute dos enfoques pedagógicos - esencialista y existencialista - y explora conceptos como la conciencia, el sujeto y la experiencia moral. Examina cómo la conciencia es dinámica y permite al ser humano observarse a sí mismo, y cómo la libertad surge de la irreductibilidad entre lo cultural y lo natural. También analiza cómo la educación debe despertar la conciencia moral de los estudiantes y proporcionarles los medios para determinar su propio destino de manera libre.
Subjetividad: lo que el mercado se llevó - Yago Francoterac61
Este documento resume las ideas de Cornelius Castoriadis sobre la subjetividad y sus cambios bajo el capitalismo. Según Castoriadis, la subjetividad ha sido moldeada por la significación imaginaria dominante de la expansión ilimitada del capitalismo. Esto ha llevado a un sujeto conformista y privatizado, más enfocado en el consumo que en la participación ciudadana. El capitalismo actual también promueve una "insignificancia" donde los individuos carecen de orientación.
El documento describe las ideas de Michel Foucault sobre la vigilancia en la sociedad. Foucault analizó cómo la locura fue tratada a través de la historia, desde la exclusión en la Edad Media hasta ser vista como una enfermedad mental. También examinó la evolución de los sistemas de castigo, desde las ejecuciones públicas hasta el modelo de prisión disciplinaria basado en la vigilancia. Foucault sugirió que esta vigilancia se extiende a toda la sociedad moderna.
Trabajo Extraclase de Historia de la Filosofía2Jes Mej
La Filosofía Clásica Alemana, incluyendo las obras de Kant, Hegel y Feuerbach, fue estudiada a profundidad por Marx, Engels y Lenin. Tomaron de ella dos presupuestos fundamentales: el materialismo de Feuerbach y la dialéctica hegeliana, transformándolos en el materialismo dialéctico. Si bien reconocieron aciertos en sus obras, también criticaron sus limitaciones ideales y falta de comprensión materialista de la realidad y la historia.
Este documento presenta una introducción a la obra de Edgar Morin y su pensamiento sobre la complejidad. Brevemente describe su educación y experiencia en la resistencia francesa durante la Segunda Guerra Mundial. Explica que su obra intelectual explora la tensión creativa entre lo racional y lo apasionado a través de un enfoque transdisciplinario que rompe fronteras entre disciplinas. Resume algunos de sus primeros trabajos que abordan temas como la muerte, lo imaginario y el cine desde diferentes perspectivas. Indica que sus esfuerzos por integr
Este documento presenta información sobre la investigación cualitativa. Brevemente, la investigación cualitativa (1) se basa en métodos no cuantitativos para explorar las relaciones sociales desde la perspectiva de los participantes, (2) asume que la realidad es subjetiva y única para cada persona, y (3) busca dar voz a todos los sujetos involucrados en un tema de investigación de manera holística.
Edgar Morin ha pasado por tres grandes reorganizaciones de sus ideas a lo largo de su vida y obra. Inicialmente se centró en lecturas de Hegel, Marx y la historia, pero luego se desilusionó de las explicaciones universales y únicas. Más tarde exploró temas como el cine, la muerte y lo mitológico, dando paso a un pensamiento más complejo. Finalmente, estudió la termodinámica, la cibernética y los sistemas, desarrollando su método de la complejidad para abordar problemas de forma
“Nuestra práctica, nuestro posicionamiento o la psicología institucional como...terac61
Este documento discute la complejidad como paradigma en la producción de conocimiento. Señala que los objetos de estudio son complejos y heterogéneos, con múltiples lógicas funcionando simultáneamente. También describe cómo el pensamiento complejo de Morin busca reconocer las conexiones entre las partes a través de un método abierto que incluye la incertidumbre y lo paradójico. Finalmente, define lo complejo como un enmarañamiento de acciones e interacciones con fenómenos aleatorios que agregan incertidumbre
Este documento discute dos enfoques pedagógicos - esencialista y existencialista - y explora conceptos como la conciencia, el sujeto y la experiencia moral. Examina cómo la conciencia es dinámica y permite al ser humano observarse a sí mismo, y cómo la libertad surge de la irreductibilidad entre lo cultural y lo natural. También analiza cómo la educación debe despertar la conciencia moral de los estudiantes y proporcionarles los medios para determinar su propio destino de manera libre.
Subjetividad: lo que el mercado se llevó - Yago Francoterac61
Este documento resume las ideas de Cornelius Castoriadis sobre la subjetividad y sus cambios bajo el capitalismo. Según Castoriadis, la subjetividad ha sido moldeada por la significación imaginaria dominante de la expansión ilimitada del capitalismo. Esto ha llevado a un sujeto conformista y privatizado, más enfocado en el consumo que en la participación ciudadana. El capitalismo actual también promueve una "insignificancia" donde los individuos carecen de orientación.
El documento describe las ideas de Michel Foucault sobre la vigilancia en la sociedad. Foucault analizó cómo la locura fue tratada a través de la historia, desde la exclusión en la Edad Media hasta ser vista como una enfermedad mental. También examinó la evolución de los sistemas de castigo, desde las ejecuciones públicas hasta el modelo de prisión disciplinaria basado en la vigilancia. Foucault sugirió que esta vigilancia se extiende a toda la sociedad moderna.
Trabajo Extraclase de Historia de la Filosofía2Jes Mej
La Filosofía Clásica Alemana, incluyendo las obras de Kant, Hegel y Feuerbach, fue estudiada a profundidad por Marx, Engels y Lenin. Tomaron de ella dos presupuestos fundamentales: el materialismo de Feuerbach y la dialéctica hegeliana, transformándolos en el materialismo dialéctico. Si bien reconocieron aciertos en sus obras, también criticaron sus limitaciones ideales y falta de comprensión materialista de la realidad y la historia.
Este documento presenta una introducción a la obra de Edgar Morin y su pensamiento sobre la complejidad. Brevemente describe su educación y experiencia en la resistencia francesa durante la Segunda Guerra Mundial. Explica que su obra intelectual explora la tensión creativa entre lo racional y lo apasionado a través de un enfoque transdisciplinario que rompe fronteras entre disciplinas. Resume algunos de sus primeros trabajos que abordan temas como la muerte, lo imaginario y el cine desde diferentes perspectivas. Indica que sus esfuerzos por integr
Este documento presenta información sobre la investigación cualitativa. Brevemente, la investigación cualitativa (1) se basa en métodos no cuantitativos para explorar las relaciones sociales desde la perspectiva de los participantes, (2) asume que la realidad es subjetiva y única para cada persona, y (3) busca dar voz a todos los sujetos involucrados en un tema de investigación de manera holística.
Edgar Morin ha pasado por tres grandes reorganizaciones de sus ideas a lo largo de su vida y obra. Inicialmente se centró en lecturas de Hegel, Marx y la historia, pero luego se desilusionó de las explicaciones universales y únicas. Más tarde exploró temas como el cine, la muerte y lo mitológico, dando paso a un pensamiento más complejo. Finalmente, estudió la termodinámica, la cibernética y los sistemas, desarrollando su método de la complejidad para abordar problemas de forma
El documento resume las principales tesis del materialismo dialéctico sobre el conocimiento humano. 1) La materia existe de forma independiente de la conciencia y las sensaciones humanas. 2) El pensamiento y la conciencia son productos del cerebro como órgano material y reflejan el mundo exterior de forma aproximada. 3) El conocimiento se desarrolla de forma dialéctica, desde lo relativo hacia lo absoluto a través de la experiencia y la práctica.
El documento presenta una discusión sobre la evolución del concepto de sujeto a través de la historia de la filosofía. Explica que el sujeto se conceptualizó originalmente en la modernidad como una instancia social constituida por un yo individual y un aspecto comunitario. Luego, analiza las diferentes concepciones del sujeto en filósofos como Aristóteles, Descartes, Kant, Marx, Freud, entre otros. Finalmente, argumenta que en la posmodernidad el sujeto se entiende como una identidad lingüístico-social vinculada a un organismo material.
Este documento presenta un resumen de la obra "Pensamiento y Lenguaje" de Lev Vygotsky. Incluye un índice de los capítulos del libro y un prólogo que contextualiza la teoría de Vygotsky sobre el desarrollo cultural de las funciones psíquicas y su enfoque histórico-genético del desarrollo del lenguaje y el pensamiento. También compara su trabajo con las teorías de Piaget y Pavlov, señalando que Vygotsky buscó construir una psicología científica que consider
El documento presenta una visión general del constructivismo, discutiendo sus supuestos epistemológicos y las diversas raíces de las que se nutre, incluyendo la cibernética, la psicología, la filosofía y el operacionismo. También describe los intentos de clasificar los diferentes tipos de constructivismo y identifica los elementos esenciales de una pedagogía constructivista. Finalmente, establece las diferencias entre el constructivismo y conceptos relacionados como el cognitivismo y el construccionismo, y señala las crí
Este documento presenta el trabajo colaborativo de un grupo de estudiantes de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia Unad sobre los cambios representados por la modernidad frente a la posmodernidad. Incluye un cuadro comparativo que contrasta estas dos épocas, un mapa conceptual sobre los aportes de la epistemología a la investigación, y una historieta que ilustra cómo los cambios epistemológicos transforman la vida cotidiana. El objetivo es investigar de forma somera pero importante estos temas y sus implicaciones.
El capítulo trata sobre tres lecturas relacionadas con la idea del hombre: el hombre deshumanizado, el hombre como persona y ser un hombre. Explora diferentes corrientes de pensamiento como el estructuralismo, el cientificismo y el positivismo que conceptualizan al hombre como un objeto de estudio más que como un sujeto. También analiza la noción del hombre como persona desde una perspectiva filosófica y existencial. Finalmente, discute el desarrollo del hombre hacia su realización como ser racional y consciente de sí mismo.
El documento resume la investigación de Efraín Lazos sobre la noción de excepción moral en Kant. Lazos argumenta que la dignidad en Kant debe entenderse como un concepto límite, no como una propiedad intrínseca, y que la violencia rompe la igualdad entre personas que es fundamental para la moral. La violencia crea estados de emergencia moral donde ni siquiera la igualdad básica está garantizada.
Este documento resume las principales corrientes de pensamiento abordadas en el capítulo III de la antología de filosofía de la educación: el estructuralismo, el cientismo y el neopositivismo. Estas corrientes comparten la negación del sujeto humano, disolviendo al hombre en datos u objetos. Se analizan también las pedagogías reproductoras tecnológicas asociadas a estas corrientes y su énfasis en la reproducción de conocimientos sobre la individualidad del educando.
Cuerpo y Subjetividad en la obra de Jacques Lacanbahobab
Este documento presenta una tesis para optar al grado de Magíster en Psicología con mención en Teoría y Clínica Psicoanalítica. La tesis explora las reflexiones de Jacques Lacan en torno al concepto de cuerpo y su relación con la subjetividad. El documento contiene la introducción, tres capítulos principales, reflexiones finales y una bibliografía.
El documento resume los principales conceptos del construccionismo social de Kenneth Gergen. En 3 oraciones:
1) Gergen propone que el conocimiento no es individual sino construido socialmente, criticando las tradiciones empirista y racionalista en psicología.
2) Señala que los "núcleos de integibilidad" que sustentan los paradigmas científicos también contienen los elementos para su negación y cambio.
3) Busca situar el construccionismo social como una alternativa que explique mejor los cambios socioculturales actuales y las limit
Este documento presenta extractos de varios ensayos y presentaciones de Edgar Morin entre 1976 y 1988 sobre su método de pensamiento complejo. Morin argumenta que el pensamiento simplificador reduce la complejidad de lo real y lleva a la ceguera, mientras que el pensamiento complejo integra la simplicidad y la complejidad al reconocer la incertidumbre y la interconexión entre dominios. El pensamiento complejo aspira a un conocimiento multidimensional sin pretensiones de completitud. Morin propone reemplazar el paradigma de reducción por uno de distinción
Artículo elaborado con base en la ponencia presentada en el Primer Foro de Teorías y Metodologías de Análisis Textual, Universidad de Guadalajara, Guadalajara, Jal., 28 de abril de 2006. Publicado en la revista Estudios Sociales Nueva época, número 1, Universidad de Guadalajara, junio 2007.
Este documento resume las ideas principales del libro "El árbol del conocimiento" de Humberto Maturana y Francisco Varela. Proponen que el entendimiento no es una representación del mundo exterior, sino la continua creación de un mundo a través del proceso de vida. También invitan a suspender las certezas y adoptar una nueva visión biológica de lo que significa ser humano, en la que el conocimiento está enraizado en la estructura biológica de cada individuo.
El documento resume las ideas principales del filósofo Michel Foucault. Describe cómo Foucault ve el conocimiento como una construcción histórica determinada por las condiciones de una época. Identifica dos grandes cambios en la forma de pensar occidental - el surgimiento de la razón en el siglo XVII y el nacimiento de la antropología en el siglo XIX. Foucault argumenta que el poder moldea la verdad y construye las subjetividades de acuerdo a sus propios fines de dominación.
Teorias de la postmodernidad como teoría general de sistermas, educación de l...mmonel
El documento discute dos teorías de la postmodernidad: la Teoría General de Sistemas (TGS) y la educación de la postmodernidad. La TGS ve a la sociedad como un sistema de elementos en interacción en lugar de enfocarse en las relaciones interpersonales. Esto lleva a una explicación "científica" pero no humanista de los fenómenos sociales. La educación de la postmodernidad se ve influenciada por la tecnología, prioriza el conocimiento sobre los principios, y requiere innovación constante debido a la rapidez del cambio tecnol
Vf2 espiritualidad y cosmovisión maya desde una perspectiva integralLuis Menendez
Este documento presenta un resumen de 3 oraciones o menos:
El documento presenta un análisis de la cosmovisión maya desde una perspectiva integral, comparando sus ideas con otras cosmovisiones y filósofos. Aborda conceptos como la espiritualidad maya y las posibles concordancias entre la cosmovisión maya y otras tradiciones como el budismo y el pensamiento de filósofos occidentales. El autor argumenta que toda cultura tiene una filosofía expresada a través de su cosmovisión.
El documento describe diferentes paradigmas de investigación social, incluyendo las dimensiones ontológica, epistemológica y metodológica que componen un paradigma, así como los paradigmas ético y político propuestos en Latinoamérica. También discute paradigmas emergentes como los sistemas complejos y el pensamiento sistémico.
Este documento analiza la teoría de Nietzsche a través de las obras de Gianni Vattimo. Vattimo realiza una hermenéutica del pensamiento de Nietzsche y propone que la hermenéutica es la filosofía de la postmodernidad. Además, Vattimo argumenta que la postmodernidad marca el fin del sujeto metafísico y propone una noción del sujeto más allá de las perspectivas fuertes de la modernidad. Finalmente, el documento discute cómo Vattimo cree que la ontología nihilista de la
El documento describe el posmodernismo. Explica que el posmodernismo surgió en los años 1960 y 1970 rechazando las suposiciones de la Ilustración sobre la existencia de una verdad absoluta. También describe algunas características del posmodernismo como el eclecticismo, la parodia de lo consagrado y la alineación. Finalmente, explica que el posmodernismo surgió a partir de que la humanidad empezó a darse cuenta de que el proyecto moderno ya no era válido y estaba basado en el desencanto con los límites de la modern
I. La antropología filosófica considera al ser humano como un "animal simbólico" con la capacidad única de crear símbolos, lo que le permite adaptarse a su entorno de manera diferente a otros animales y distinguirse del mundo material a través del pensamiento simbólico.
II. El simbolismo humano ha permitido el desarrollo de la cultura, la religión, las artes, la filosofía y la ciencia, separando al hombre de necesidades puramente biológicas. El hombre existe a través de los
Este documento presenta los principios fundamentales de la psicología histórico-cultural de Vygotski, incluyendo que el ser humano es un ser natural-social, la historia es entendida como una historia social, y la realidad objetiva es reflejada subjetivamente a través de la actividad humana. También describe a los principales autores de esta corriente como Vygotski, Leontiev y Luria, y sus contribuciones al estudio de la actividad humana.
El documento resume las principales tesis del materialismo dialéctico sobre el conocimiento humano. 1) La materia existe de forma independiente de la conciencia y las sensaciones humanas. 2) El pensamiento y la conciencia son productos del cerebro como órgano material y reflejan el mundo exterior de forma aproximada. 3) El conocimiento se desarrolla de forma dialéctica, desde lo relativo hacia lo absoluto a través de la experiencia y la práctica.
El documento presenta una discusión sobre la evolución del concepto de sujeto a través de la historia de la filosofía. Explica que el sujeto se conceptualizó originalmente en la modernidad como una instancia social constituida por un yo individual y un aspecto comunitario. Luego, analiza las diferentes concepciones del sujeto en filósofos como Aristóteles, Descartes, Kant, Marx, Freud, entre otros. Finalmente, argumenta que en la posmodernidad el sujeto se entiende como una identidad lingüístico-social vinculada a un organismo material.
Este documento presenta un resumen de la obra "Pensamiento y Lenguaje" de Lev Vygotsky. Incluye un índice de los capítulos del libro y un prólogo que contextualiza la teoría de Vygotsky sobre el desarrollo cultural de las funciones psíquicas y su enfoque histórico-genético del desarrollo del lenguaje y el pensamiento. También compara su trabajo con las teorías de Piaget y Pavlov, señalando que Vygotsky buscó construir una psicología científica que consider
El documento presenta una visión general del constructivismo, discutiendo sus supuestos epistemológicos y las diversas raíces de las que se nutre, incluyendo la cibernética, la psicología, la filosofía y el operacionismo. También describe los intentos de clasificar los diferentes tipos de constructivismo y identifica los elementos esenciales de una pedagogía constructivista. Finalmente, establece las diferencias entre el constructivismo y conceptos relacionados como el cognitivismo y el construccionismo, y señala las crí
Este documento presenta el trabajo colaborativo de un grupo de estudiantes de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia Unad sobre los cambios representados por la modernidad frente a la posmodernidad. Incluye un cuadro comparativo que contrasta estas dos épocas, un mapa conceptual sobre los aportes de la epistemología a la investigación, y una historieta que ilustra cómo los cambios epistemológicos transforman la vida cotidiana. El objetivo es investigar de forma somera pero importante estos temas y sus implicaciones.
El capítulo trata sobre tres lecturas relacionadas con la idea del hombre: el hombre deshumanizado, el hombre como persona y ser un hombre. Explora diferentes corrientes de pensamiento como el estructuralismo, el cientificismo y el positivismo que conceptualizan al hombre como un objeto de estudio más que como un sujeto. También analiza la noción del hombre como persona desde una perspectiva filosófica y existencial. Finalmente, discute el desarrollo del hombre hacia su realización como ser racional y consciente de sí mismo.
El documento resume la investigación de Efraín Lazos sobre la noción de excepción moral en Kant. Lazos argumenta que la dignidad en Kant debe entenderse como un concepto límite, no como una propiedad intrínseca, y que la violencia rompe la igualdad entre personas que es fundamental para la moral. La violencia crea estados de emergencia moral donde ni siquiera la igualdad básica está garantizada.
Este documento resume las principales corrientes de pensamiento abordadas en el capítulo III de la antología de filosofía de la educación: el estructuralismo, el cientismo y el neopositivismo. Estas corrientes comparten la negación del sujeto humano, disolviendo al hombre en datos u objetos. Se analizan también las pedagogías reproductoras tecnológicas asociadas a estas corrientes y su énfasis en la reproducción de conocimientos sobre la individualidad del educando.
Cuerpo y Subjetividad en la obra de Jacques Lacanbahobab
Este documento presenta una tesis para optar al grado de Magíster en Psicología con mención en Teoría y Clínica Psicoanalítica. La tesis explora las reflexiones de Jacques Lacan en torno al concepto de cuerpo y su relación con la subjetividad. El documento contiene la introducción, tres capítulos principales, reflexiones finales y una bibliografía.
El documento resume los principales conceptos del construccionismo social de Kenneth Gergen. En 3 oraciones:
1) Gergen propone que el conocimiento no es individual sino construido socialmente, criticando las tradiciones empirista y racionalista en psicología.
2) Señala que los "núcleos de integibilidad" que sustentan los paradigmas científicos también contienen los elementos para su negación y cambio.
3) Busca situar el construccionismo social como una alternativa que explique mejor los cambios socioculturales actuales y las limit
Este documento presenta extractos de varios ensayos y presentaciones de Edgar Morin entre 1976 y 1988 sobre su método de pensamiento complejo. Morin argumenta que el pensamiento simplificador reduce la complejidad de lo real y lleva a la ceguera, mientras que el pensamiento complejo integra la simplicidad y la complejidad al reconocer la incertidumbre y la interconexión entre dominios. El pensamiento complejo aspira a un conocimiento multidimensional sin pretensiones de completitud. Morin propone reemplazar el paradigma de reducción por uno de distinción
Artículo elaborado con base en la ponencia presentada en el Primer Foro de Teorías y Metodologías de Análisis Textual, Universidad de Guadalajara, Guadalajara, Jal., 28 de abril de 2006. Publicado en la revista Estudios Sociales Nueva época, número 1, Universidad de Guadalajara, junio 2007.
Este documento resume las ideas principales del libro "El árbol del conocimiento" de Humberto Maturana y Francisco Varela. Proponen que el entendimiento no es una representación del mundo exterior, sino la continua creación de un mundo a través del proceso de vida. También invitan a suspender las certezas y adoptar una nueva visión biológica de lo que significa ser humano, en la que el conocimiento está enraizado en la estructura biológica de cada individuo.
El documento resume las ideas principales del filósofo Michel Foucault. Describe cómo Foucault ve el conocimiento como una construcción histórica determinada por las condiciones de una época. Identifica dos grandes cambios en la forma de pensar occidental - el surgimiento de la razón en el siglo XVII y el nacimiento de la antropología en el siglo XIX. Foucault argumenta que el poder moldea la verdad y construye las subjetividades de acuerdo a sus propios fines de dominación.
Teorias de la postmodernidad como teoría general de sistermas, educación de l...mmonel
El documento discute dos teorías de la postmodernidad: la Teoría General de Sistemas (TGS) y la educación de la postmodernidad. La TGS ve a la sociedad como un sistema de elementos en interacción en lugar de enfocarse en las relaciones interpersonales. Esto lleva a una explicación "científica" pero no humanista de los fenómenos sociales. La educación de la postmodernidad se ve influenciada por la tecnología, prioriza el conocimiento sobre los principios, y requiere innovación constante debido a la rapidez del cambio tecnol
Vf2 espiritualidad y cosmovisión maya desde una perspectiva integralLuis Menendez
Este documento presenta un resumen de 3 oraciones o menos:
El documento presenta un análisis de la cosmovisión maya desde una perspectiva integral, comparando sus ideas con otras cosmovisiones y filósofos. Aborda conceptos como la espiritualidad maya y las posibles concordancias entre la cosmovisión maya y otras tradiciones como el budismo y el pensamiento de filósofos occidentales. El autor argumenta que toda cultura tiene una filosofía expresada a través de su cosmovisión.
El documento describe diferentes paradigmas de investigación social, incluyendo las dimensiones ontológica, epistemológica y metodológica que componen un paradigma, así como los paradigmas ético y político propuestos en Latinoamérica. También discute paradigmas emergentes como los sistemas complejos y el pensamiento sistémico.
Este documento analiza la teoría de Nietzsche a través de las obras de Gianni Vattimo. Vattimo realiza una hermenéutica del pensamiento de Nietzsche y propone que la hermenéutica es la filosofía de la postmodernidad. Además, Vattimo argumenta que la postmodernidad marca el fin del sujeto metafísico y propone una noción del sujeto más allá de las perspectivas fuertes de la modernidad. Finalmente, el documento discute cómo Vattimo cree que la ontología nihilista de la
El documento describe el posmodernismo. Explica que el posmodernismo surgió en los años 1960 y 1970 rechazando las suposiciones de la Ilustración sobre la existencia de una verdad absoluta. También describe algunas características del posmodernismo como el eclecticismo, la parodia de lo consagrado y la alineación. Finalmente, explica que el posmodernismo surgió a partir de que la humanidad empezó a darse cuenta de que el proyecto moderno ya no era válido y estaba basado en el desencanto con los límites de la modern
I. La antropología filosófica considera al ser humano como un "animal simbólico" con la capacidad única de crear símbolos, lo que le permite adaptarse a su entorno de manera diferente a otros animales y distinguirse del mundo material a través del pensamiento simbólico.
II. El simbolismo humano ha permitido el desarrollo de la cultura, la religión, las artes, la filosofía y la ciencia, separando al hombre de necesidades puramente biológicas. El hombre existe a través de los
Este documento presenta los principios fundamentales de la psicología histórico-cultural de Vygotski, incluyendo que el ser humano es un ser natural-social, la historia es entendida como una historia social, y la realidad objetiva es reflejada subjetivamente a través de la actividad humana. También describe a los principales autores de esta corriente como Vygotski, Leontiev y Luria, y sus contribuciones al estudio de la actividad humana.
La antropología filosófica estudia la naturaleza y el sentido de la existencia humana. Existen varias posturas como el naturalismo, que ve al ser humano como un ser natural; el espiritualismo, que enfatiza lo espiritual sobre lo natural; el historicismo, que ve la historia como esencia humana; y el existencialismo, donde la existencia expresa la esencia. Otras posturas incluyen el simbolismo, que ve al hombre como un animal simbólico, y el marxismo, donde la esencia humana está determinada por las rel
El documento presenta las teorías del idealismo, el historicismo y el materialismo. El idealismo sostiene que la realidad es una construcción de la mente humana. El historicismo ve al ser humano y la sociedad como entes históricos cuyo desarrollo solo puede entenderse desde una perspectiva histórica. El materialismo histórico de Marx explica que la historia y la sociedad están determinadas por la forma en que los humanos producen los medios materiales para su subsistencia.
Este documento presenta una discusión sobre tres corrientes de pensamiento (estructuralismo, cientismo y neopositivismo) que niegan la subjetividad humana. Según estas corrientes, el sujeto humano no explica nada en la ciencia y es irrelevante. En su lugar, enfatizan las estructuras abstractas y los objetos científicos. Como resultado, el sujeto individual desaparece de estas concepciones antropológicas, negando los valores humanistas.
Este documento aborda la cuestión ontológica en la definición de lo juvenil, especialmente frente a la postmodernidad. Plantea que definir lo juvenil actualmente es una tarea difícil que requiere reexaminar el papel de los jóvenes ante los cambios sociales. También explora cómo la incertidumbre ha caracterizado a las juventudes contemporáneas, sumidas en el escepticismo y la pérdida de significado. Finalmente, propone que la mejor manera de responder esta cuestión es a través de la formulación de la pregunta
La antropología filosófica se centra en comprender al ser humano y su necesidad de entenderse a sí mismo para saber quién es y qué puede lograr. Aunque existen múltiples disciplinas que estudian al hombre, la antropología filosófica intenta integrar sus hallazgos para mostrar la interacción entre lo determinado y la libertad en la vida humana. Sin embargo, existe debate sobre si es posible tener una visión unificada del hombre dado la fragmentación de discursos sobre él.
La antropología filosófica se centra en comprender al ser humano y su necesidad de entenderse a sí mismo para saber quién es y qué puede lograr. Aunque existen múltiples disciplinas que estudian al hombre, la antropología filosófica intenta integrar sus hallazgos para mostrar la interacción entre lo determinado y la libertad en la vida humana. Sin embargo, existe debate sobre si es posible tener una visión unificada del hombre dado la fragmentación de discursos sobre él.
El documento resume diferentes perspectivas filosóficas sobre la naturaleza humana a través de la historia, desde los presocráticos hasta las visiones modernas. Propone que el ser humano se ha entendido como un ser racional (Boecio), un alma inmaterial caída en el mundo material (Platón), o una unidad de cuerpo y alma (Aristóteles). Las visiones modernas incluyen reduccionismos como el biologismo, psicologismo, espiritualismo e individualismo, así como sociocentrismos que subordinan al individuo a
Este documento presenta un resumen de tres modelos del proceso de conocimiento según Adam Schaff: el modelo mecanicista, el modelo idealista y el modelo materialista. El modelo mecanicista concibe el conocimiento como un reflejo pasivo del sujeto cognoscente. El modelo idealista atribuye la creación del objeto al sujeto cognoscente. El modelo materialista propone una interacción activa entre el sujeto y el objeto cognoscible, influenciados ambos por factores sociales. Schaff defiende el modelo materialista de la teoría del reflejo.
Este documento presenta tres modelos del proceso de conocimiento: mecanicista, idealista y materialista. El modelo mecanicista concibe al sujeto como pasivo y el conocimiento como reflejo del objeto. El modelo idealista considera al sujeto como activo y creador del objeto. El modelo materialista propone una interacción entre un sujeto y un objeto activos, influenciados por factores sociales. El autor defiende una concepción materialista del proceso de conocimiento como actividad práctica del sujeto.
Este documento trata sobre la constitución de la subjetividad y el proceso de aprendizaje. Discute las teorías de Lacan, Freud y Foucault sobre cómo el lenguaje, la cultura y el poder influyen en la formación del sujeto. También analiza cómo la escuela y otras instituciones juegan un papel en moldear la subjetividad a través de mecanismos de disciplina y normalización.
1) El documento describe la historia del pensamiento sobre la psicología social desde los griegos antiguos hasta el siglo XX. 2) Señala a figuras clave como Wundt, Durkheim, Tarde y McDougall como precursores del campo y destaca las diferencias entre enfoques individualistas e interaccionistas. 3) También resalta el contexto del surgimiento de la psicología social moderna en Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial para abordar problemas relacionados con la guerra.
trata sobre la historia de la psicologia y otros temas muy importantes para todos los que deceen saber mas hacerca de la psicologia social. espero que leean este documental porque es de gran importancia en el ambito educativo.
Este documento presenta una comparación de diferentes corrientes de pensamiento como el estructuralismo, cientismo, neopositivismo y personalismo. Describe sus características, principales autores y aportaciones. Explica que estas corrientes comparten la negación de la metafísica y la visión del hombre como un objeto más que como un sujeto libre. Finalmente, introduce el personalismo como una doctrina que da prioridad a la persona humana sobre otros factores.
Este documento proporciona un resumen biográfico y académico de Serge Moscovici, uno de los fundadores de la psicología social europea. Detalla su educación en la Universidad de la Sorbona y su trabajo pionero desarrollando la teoría de las representaciones sociales. También describe sus principales contribuciones, incluidos libros influyentes como Essai sur l’histoire humaine de la nature y La société contre nature, que exploraron las relaciones entre la ciencia, el conocimiento popular y la naturaleza. Moscovici dedicó su
Este documento discute el concepto de modernidad desde una perspectiva latinoamericana. En 3 oraciones:
1) Examina las teorías de la modernidad de Immanuel Kant y Georg Wilhelm Friedrich Hegel, quienes definieron la modernidad como la era de la Ilustración y la subjetividad.
2) Critica las visiones eurocéntricas y racistas de la modernidad, señalando que excluyeron a las culturas indígenas americanas.
3) Propone alternativas latinoamericanas al concepto de modernidad que reconozcan la
El documento resume las principales corrientes filosóficas y pensadores posmodernos que surgieron en Francia en los años 1970 en reacción a la Ilustración y la modernidad. Se cuestionan conceptos como razón, progreso y verdad absoluta. Filósofos como Foucault, Derrida y otros desarrollaron enfoques estructuralistas y posmodernos que analizan las estructuras ocultas del poder, el conocimiento y la sociedad, rechazando explicaciones totalizantes de la realidad.
La relación entre filosofía e ideología Marx-Freud-NietzscheArturo Bazan
El documento resume las principales ideas de varios filósofos sobre la crítica a las ideologías. Marx ve la ideología como un discurso que legitima el orden social establecido y beneficia a la clase dominante. Su crítica materialista de la sociedad capitalista abrió el camino para pensar en alternativas como el socialismo. Freud analizó cómo el inconsciente y la represión influyen en la racionalización de las ideologías. Nietzsche criticó la moral dominante y propuso la figura del superhombre para crear nuevos valores.
El documento presenta una revisión de las diferentes perspectivas filosóficas sobre la naturaleza humana a través de la historia. Comienza con las visiones de los griegos como Platón y Aristóteles, luego pasa a pensadores cristianos como Santo Tomás de Aquino. Más adelante analiza las ideas de la Ilustración, el positivismo y diferentes reduccionismos como el biologismo, el psicologismo y el individualismo. Finalmente, discute formas de sociocentrismo y sus riesgos.
Similar a LA CUESTIÓN DEL SUJETO: PSICOPATOLOGÍAS DEL YO Y LA TRANSFORMACIÓN BIOPOLÍTICA DE LA SUBJETIVIDAD” (20)
Ciudad, diáspora y cronotopias de la intimidad
Ciudades del anonimato; diáspora, fronteras y cronotopías |
Dr. Adolfo Vásquez Rocca
Ciudades del anonimato; diáspora, fronteras y cronotopías. Dr. Adolfo Vásquez Rocca.Pontificia Universidad Católica deValparaíso –Universidad Complutense de Madridadolfovrocca@gmail.com1.-Espacios públicos y figuras del anonimato.Todos aquellos espectadores, ansiosos de intimidades que asaltaban los museos antiguos como quien allana una vivienda burguesa, todos aquellos decepcionados por el lenguaje plano y discreto de la pintura abstracta, todos los espectadores corrientes del arte moderno se quedan sin palabras ante la patética soledad de los personajes que pululan en obras como las de EdwardHooper.Aunque tal vez Hopper mismo no lo supiese, lo que pintaba era un mundo sin salida, donde sus habitantes estaban atrapados. Todos sus cuadros parecen encerrarse en una impotencia tranquila, resignada, que fluye desde el rostro de las figuras solitarias o se disemina por las escenas urbanas, de gasolineras abandonadas. De los perfiles velados por la melancolía y el clima, de la “American Scene”, fría e impersonal, como si el lienzo fuera el registro agujereado por la descarga a quemarropa de dos gangstersal amanecer1. Nunca un espacio público apareció tan desolado. La vulnerable intimidad de los “Halcones de la noche”nunca fue más vacía, nunca el espacio público estuvo habitado por fantasmas de una identidad más declinada
EN TORNO AL DISEÑO DE LO HUMANO EN SLOTERDIJK: DE LA ONTOTECNOLOGÍA A LAS FUE...Adolfo Vasquez Rocca
Resumen: La presente investigación apunta a dilucidar problemas ligados al posthumanismo, consideraciones en torno al diseño de 'lo humano' y la determinación de una 'ontotecnología', como indagación en torno al estatuto óntico y epistemológico de los medios técnicos –y las antropotecnias– en el marco de las propuestas de Peter Sloterdijk –así como la de sus antecesores, entre ellos Heidegger–, desarrollos y fundamentaciones que rondan en torno al deslinde entre lo natural y lo artificial. Desde el trasplante o la prótesis, hasta el proceso neuro-telepático, desde la hiperconectividad hasta la circulación de la información, se observa la necesidad de trazar límites en el vínculo hombre-máquina. Para estos propósitos se examinará el dualismo sujeto-objeto, proponiendo una suerte de indisolubilidad entre los dos términos al interior de la inmanencia del deseo y de sus conexiones maquínicas. Se asiste, como se propone, a una era proteica, artificial, a los tiempos del devenir de los nuevos mutantes, fabricados en serie en la profilaxis de los quirófanos, a través de una estética clínica que acerca a la máquina y aleja al cuerpo bastardo y perenne.
SLOTERDIJK, AGAMBEN Y NIETZSCHE: BIOPOLÍTICA, POSTHUMANISMO Y BIOPODER. Dr. ...Adolfo Vasquez Rocca
Este documento discute las ideas de Sloterdijk y Agamben sobre la biopolítica y el humanismo a la luz de las concepciones de Nietzsche. Ambos autores coinciden en la importancia de repensar el humanismo a partir del conflicto entre animalidad y humanidad, ubicando a Nietzsche en el centro de este debate. Sloterdijk analiza las nociones de cría y domesticación en Platón para rastrear los orígenes de la concepción nietzscheana del hombre. Esto permite entender al ser humano como un animal que puede ser domesticado
PETER SLOTERDIJK: ESPUMAS, MUNDO POLIESFÉRICO Y CIENCIA AMPLIADA DE INVERNADEROSAdolfo Vasquez Rocca
Se expone la metafórica de las Espumas con la que Sloterdijk cierra su trilogía Esferas. Mediante esta figura ¿la de de la implosión de las esferas¿ se intenta dar cuenta del carácter multifocal de la vida moderna, de los movimientos de expansión de los sujetos que se trasladan y aglomeran hasta formar espumas donde se establecen complejas y frágiles interrelaciones, carentes de centro y en constante movilidad expansiva o decreciente.
Este documento discute las masas y su naturaleza como sujeto político. Explica que las masas se forman a través de la densidad y la igualdad que experimentan los individuos dentro de ellas. También contrasta las multitudes, que buscan cabezas para sacrificar, con los públicos, que pueden orientarse hacia ideales o persecuciones. Finalmente, analiza los mecanismos victimales que surgieron originalmente para detener la violencia entre los primeros humanos y crear sociedades.
Este documento analiza el giro estético de la epistemología y cómo la ficción puede ser considerada como conocimiento, subjetividad y texto. También examina la relación entre el mundo y el lenguaje, y cómo las categorías estéticas pueden proporcionar un nuevo paradigma para comprender la realidad. Finalmente, discute cómo autores como Nicanor Parra han utilizado la narratividad, el lenguaje híbrido y la recuperación del habla empírica.
ALFRED JARRY: PATAFISICA, VIRTUALIDAD Y HETERODOXIA. Dr.AdolfoVásquez RoccaAdolfo Vasquez Rocca
ALFRED JARRY; PATAFÍSICA, VIRTUALIDAD Y HETERODOXIA Por Adolfo Vásquez Rocca
Nómadas. Critical Journal of Social and Juridical Sciences 2006, 13 (1) Universidad Complutense de Madrid.
Escrito con ocasión del simposio sobre Pataphysica celebrado en la Facultad de Bellas Artes de Madrid en octubre de 2005 (29 de haha de 8479). Simposio que recogió la participación de la Sociedad de Neopataphysica de Madrid, eme=M, arte ácaro (Mad/Gi/Bs. aires), el Otro Ilustre Colegio de Pataphysica (Uburriana y Valencia), Ecrevisse (Zaragoza), Pepitas de Calabaza (La Rioja) y Oscar Dedos Agujereados (Palencia). El Simposio logró reunir a fracciones importantes que se relacionan a la pataphysica, colectivos que aún sin aclamar la oficialidad de su dedicación ni su exclusividad no dejan de tener relevancia imaginaria.
PETER SLOTERDIJK: LA MÚSICA DE LAS ESFERAS Y EL OLVIDO DEL SER DESDE TODOS LO...Adolfo Vasquez Rocca
Resumen.Este trabajo propone un análisis de las transformaciones contemporáneas de laidea de música y su incidencia en la evolución del pensamiento contemporáneo ydel correspondiente debate filosófico. Se exploran así las transformaciones de lavertiente experimental de la música contemporánea -con particular atención a laobra de John Cage- así como del cruce de discursos y disciplinas que intentan darcuenta del alcance estético, sociológico y terapeútico de dichas transformaciones.Todo esto a la luz del pensamiento del filósofo alemán Peter Sloterdijk quienesboza en sus obras una lectura del mundo como sistema polifónico de sonidos ala vez que establece una original e interesante analogía entre la música y la vida humana en nuestras sociedades exhaustas.
ONTOLOGÍA DEL CUERPO Y ESTÉTICA DE LA ENFERMEDAD EN JEAN-LUC NANCY; DE LA TÉC...Adolfo Vasquez Rocca
ONTOLOGÍA DEL CUERPO Y ESTÉTICA DE LA ENFERMEDAD EN JEAN-LUC NANCY; DE LA TÉCHNE DE LOS CUERPOS A LA APOSTASÍA DE LOS ÓRGANOS.
Dr. Adolfo Vásquez Rocca. http://revistadefilosofia.com/44-04.pdf
EL HIPERTEXTO Y LAS NUEVAS RETORICAS DE LA POSTMODERNIDAD. TEXTUALIDAD, REDES...Adolfo Vasquez Rocca
- VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo, EL HIPERTEXTO Y LAS NUEVAS RETÓRICAS DE LA POSTMODERNIDAD. TEXTUALIDAD, REDES Y DISCURSO EX-CÉNTRICO [331 – 350], en REVISTA PHILOSOPHICA N º 27 (2004) PUCV, Universidad Católica de Valparíso.
http://media.wix.com/ugd/b554c2_5666d6daad10143586ec56533c516020.pdf
DR.ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA
El hipertexto y las nuevas retóricas de la postmodernidad. Textualidad, redes y discurso ex-céntrico [pp. 331 - 350]
https://dl.dropboxusercontent.com/u/62941780/Hipertexto.Avr.pdf
DERRIDA: DECONSTRUCCIÓN, DIFFÉRANCE Y DISEMINACIÓN DR. ADOLFO VASQUEZ ROCCAAdolfo Vasquez Rocca
Resumen
La deconstrucción irrumpe en el pensamiento de la escritura, como una escritura de la escritura, que por lo pronto obliga a otra lectura: no ya imantada a la comprensión hermenéutica del sentido que quiere-decir un discurso, a su fondo de ilegibilidad y de deseo de idioma–, a las fuerzas no intencionales inscritas en los sistemas significantes de un discurso que hacen de éste propiamente un “texto”, es decir, algo que por su propia naturaleza o por su propia ley se resiste a ser comprendido como expresión de un sentido, o más bien “expone” éste como efecto –y con su legalidad y necesidad específica– de una ilusión para la conciencia.
Abstract
Deconstruction breaks at the thought of writing a script writing, that for now forces another read: no longer magnetized to the hermeneutic understanding of meaning he wants-make a speech, his background and desire illegibility of language-, to registered unintentional forces signifying systems of discourse that make this really a "text", ie, something that by its nature or by its own law refuses to be understood as an expression of sense, or rather "exposed" as-and this effect with its legality and necessity of an illusion specifically for consciousness.
Palabras clave
Deconstrucción, huella, texto, différance, gramatología, presencia, logocéntrico, epistemología, margen, hermenéutica, arqui-escritura, des-sedimentar, diseminación.
Keywords
Deconstruction, footprint, text, differance, grammatology, presence, logocentric, epistemology, margin, hermeneutics, archi-writing, de-settling, spread.
Revista Observaciones Filosóficas - Nº 19 / 2014
“Una buena traducción debe ser abusiva”1
Derrida
ACÉPHALE GEORGES BATAILLE Y PIERRE KLOSSOWSKI, FEROZMENTE RELIGIOSOS. DR. ADO...Adolfo Vasquez Rocca
- Georges Bataille y Pierre Klossowski fundaron la revista Acéphale en 1936 junto con otros pensadores para oponerse a limitar al hombre a una existencia racional y promover una vida más intensa y religiosa.
- La revista tuvo sólo 4 números y duró hasta 1939, pero generó gran controversia por su postura antirracionalista y su rechazo a la modernidad. Promovía una vida más intensa bajo el signo de Nietzsche.
- Aunque recibió críticas de fascista, la revista en realidad denostaba al fascismo como
El documento describe la antipoesía de Nicanor Parra y sus "artefactos", poemas breves acompañados de objetos. Parra utiliza lenguaje coloquial y símbolos de la cultura de masas para criticar la política, religión e ideologías. Sus artefactos buscan provocar al lector mediante la yuxtaposición inesperada de palabras y objetos. Parra también explora su potencial como artista visual, presentando sus artefactos como anti-instalaciones que cuestionan aspectos de la sociedad.
DerridaDERRIDA: DECONSTRUCCIÓN, DIFFÉRANCE Y DISEMINACIÓN; UNA HISTORIA DE PA...Adolfo Vasquez Rocca
Resumen
La deconstrucción irrumpe en el pensamiento de la escritura, como una escritura de la escritura, que por lo pronto obliga a otra lectura: no ya imantada a la comprensión hermenéutica del sentido que quiere-decir un discurso, a su fondo de ilegibilidad y de deseo de idioma–, a las fuerzas no intencionales inscritas en los sistemas significantes de un discurso que hacen de éste propiamente un “texto”, es decir, algo que por su propia naturaleza o por su propia ley se resiste a ser comprendido como expresión de un sentido, o más bien “expone” éste como efecto –y con su legalidad y necesidad específica– de una ilusión para la conciencia.
Abstract
Deconstruction breaks at the thought of writing a script writing, that for now forces another read: no longer magnetized to the hermeneutic understanding of meaning he wants-make a speech, his background and desire illegibility of language-, to registered unintentional forces signifying systems of discourse that make this really a "text", ie, something that by its nature or by its own law refuses to be understood as an expression of sense, or rather "exposed" as-and this effect with its legality and necessity of an illusion specifically for consciousness.
Dr. Adolfo Vásquez Rocca
Revista Observaciones Filosóficas - Nº 19 / 2014
http://www.observacionesfilosoficas.net/derridadeconstruccion.htm
DERRIDA: DECONSTRUCCIÓN, DIFFÉRANCE Y DISEMINACIÓN; UNA HISTORIA DE PARÁSITOS...Adolfo Vasquez Rocca
La deconstrucción de Derrida caracteriza un ethos de la lectura que se enfoca en aquello que ha sido marginado o reprimido por verdades dominantes. Cada verdad esconde un secreto oscuro y depende de lo distinto para existir. La deconstrucción pone en movimiento una desjerarquización del significado al revelar las presuposiciones y contradicciones inherentes a todo sistema de pensamiento. Derrida apunta a una textualidad general indiferenciada y ve la deconstrucción como una estrategia sin finalidad de situarse en la inseg
SEMÁNTICA DE LOS MUNDOS POSIBLES By Adolfo Vásquez Rocca PHD.
- VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo, "SEMÁNTICA DE LOS MUNDOS POSIBLES", En CUADERNO DE MATERIALES Nº 21 - UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID, ISSN: 1138-7734. pp. 59 a 66. http://www.filosofia.net/materiales/num/num21/semantica.htm
SEMÁNTICA DE LOS MUNDOS POSIBLES. El estatuto ontológico de los mundos posibles y la identidad transmundana. Enunciados modales o la ficción como campo de proyección de la experiencia. Dr. ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA
Muchas de las cuestiones epistemológicas más relevantes, como veremos, sólo pueden ser comprendidas a partir de la naturaleza mediadora y autogenerativa del signo[1]: La profusión hipertextual y la fragmentación, la refutación de las convenciones epistemológicas, la disolución de la subjetividad, la coautoría y la cooperación textual, la duda sobre las interpretaciones profundas y las visiones globales, la crisis de la totalidad histórica y las temporalidades narrativas.
Ahora bien, creo que esto no es todavía suficientemente clarificador, es necesario considerar la narrativa hipertextual desde la experimentación literaria, que construye y deconstruye mundos a partir de nuevos parámetros lógicos, desde lógicas paraconsistentes. Si las incompatibilidades lógicas de una historia son sancionadas en un mismo itinerario de lectura, la narrativa multiforme hipertextual está permitiendo a los nuevos autores la creación de mundos alternativos, mundos posibles e incluso mundos imposibles; "imposibles" para un observador situado en este estado de cosas y, por lo tanto, subordinado a esta moral provinciana que es la lógica del principio de identidad y de no contradicción, propia de las exigencias de todo relato unilineal. Hoy es posible, como lo hace Raúl Ruiz en su cine, multiplicar las identidades y llevar hasta los límites –y más allá de ellos– el problema de la alteridad, el tema del otro, o del doble –como Ruiz prefiere llamarle–; como el mismo ha señalado, "en mis películas muere mucha gente, pero no importa demasiado, si luego resucitan…". También se posibilita la proliferación ilimitada en el espacio y en el tiempo de senderos que se bifurcan. Habrá que examinar cómo los escritores del hipertexto son capaces de aprovechar ese nuevo estatuto de lo finito ilimitado, cómo trabajan desde ese código propio del hipertexto, generador de miles de variantes, de múltiples posibilidades. Esto, en el entendido que toda narración es siempre relatar en el tiempo una serie de acontecimientos de los que se puede incidir en su lógica temporal o bien en su ficcionalidad dando lugar así a dos o más modelos de prescripción narrativa que están también en la base de toda creación artística. El tiempo unilineal puede disolverse para generar la divergencia y la alteridad de, ahora sí, otros mundos posibles que paradójicamente se pueden dar a la vez, con desenlaces diferentes de la historia.
Estos problemas de
Articulo biopolitica foucault y nietzsche _ del yo psicológico a un yo ne...Adolfo Vasquez Rocca
Este documento discute la biopolítica y cómo ha cambiado la comprensión moderna del yo de uno psicológico a uno neuroquímico. También explora la influencia de Nietzsche en el concepto de biopolítica de Foucault y cómo la vida está atravesada por relaciones de poder. Finalmente, analiza cómo los nuevos saberes biomédicos gobiernan estas nuevas formas de subjetividad somática.
'ACÉPHALE': GEORGES BATAILLE Y PIERRE KLOSSOWSKI, FEROZMENTE RELIGIOSOSDr. A...Adolfo Vasquez Rocca
'ACÉPHALE': GEORGES BATAILLE Y PIERRE KLOSSOWSKI, FEROZMENTE RELIGIOSOS
Acéphale; Georges Bataille y Pierre Klossowski, ferozmente religiosos.Dr. Adolfo Vasquez Rocca
- Acéphale
Georges Bataille, Roger Caillois, Pierre Klossowski,
André Masson, Jules Monnerot, Jean Rollin y Jean Wahl.
Caja Negra, 2005.
LA INFLUENCIA DE NIETZSCHE EN BATAILLE Y KLOSSOWSKY
ENSAYOS SOBRE SARTRE Y EL EXISTENCIALISMO Dr. Adolfo Vásquez RoccaAdolfo Vasquez Rocca
“DEL “HUMANISMO” DE SARTRE AL “ANTI-HUMANISMO” DE HEIDEGGER”.
En su tiempo, el existencialismo se vio forzado a echar mano del humanismo para hacer frente a diversas acusaciones. Caracterizado por cierta crítica como una variante del “nihilismo”. Sartre se defendió afirmando el carácter “humanista” de su doctrina. De hecho, aduciría que el verdadero humanismo sólo podría ser existencialista. La base del existencialismo es, según se sabe, la asunción de la finitud y el desamparo en que se hallan los hombres: lo humano es un proyecto construido —y cumplido— en medio del vacío absoluto: en la irremisible ausencia de Dios. El hombre está condenado a ser libre. Sartre no ha contribuido casi nada a comprender la sustancia del humanismo, e incluso ha oscurecido su propia posición. Ahora bien, la identificación entre el existencialismo y el humanismo también dio pie a la aparición de un texto notable, la Carta sobre el “Humanismo” de Martin Heidegger, el primer documento del pensamiento de Heidegger publicado después de 1945. Escrito en 1946 como carta abierta a Jean Beaufret, su discípulo más importante en la escena filosófica de Francia después de la guerra. Beaufret había planteado a Heidegger la pregunta: “¿De qué manera puede darse de nuevo un sentido a la palabra humanismo?”. Heidegger abordó la pregunta con agrado, pues le daba oportunidad de responder al escrito de Sartre ¿Es el existencialismo un humanismo?2, aparecido pocos meses antes y que también en Alemania era discutido profusamente. Incluso después de que no se llegara a un encuentro personal con él, Heidegger buscaba la disputa con Sartre. En cualquier caso, el existencialismo de Sartre, después de una mítica conferencia pronunciada el 29 de octubre de 1945, que tenía como base el ensayo mencionado, de la noche a la mañana se convirtió en una figura de la cultura europea. Las ideas de Sartre después de esta conferencia dominaron las discusiones, apenas pasaba un día en el que no fueran mencionados o citados Sartre y el existencialismo. Pocos meses antes Sartre había dicho: “¿EI existencialismo? No sé lo que es eso. Mi filosofía es una filosofía de la existencia”3. Y ya en diciembre de 1945 circulan los primeros manuales del existencialismo, el que constituido en una credo militante se propugnaba bajo la consigna de “Comprométete, lleva contigo la humanidad, créate a ti mismo siempre de nuevo, solamente a través de tus acciones”4. Con su legendaria conferencia Sartre había respondido a la pregunta por el destino del humanismo en una época que acababa de experimentar los excesos de la barbarie. La respuesta de Sartre sonaba así: no hay valores humanistas a los que podamos confiarnos por el hecho de que supuestamente estén anclados con firmeza en nuestra civilización. Dichos valores se dan tan sólo si nosotros los inventamos siempre de nuevo en la situación de la decisión y hacemos que se traduzcan
José Luis Jiménez Rodríguez
Junio 2024.
“La pedagogía es la metodología de la educación. Constituye una problemática de medios y fines, y en esa problemática estudia las situaciones educativas, las selecciona y luego organiza y asegura su explotación situacional”. Louis Not. 1993.
La Unidad Eudista de Espiritualidad se complace en poner a su disposición el siguiente Triduo Eudista, que tiene como propósito ofrecer tres breves meditaciones sobre Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote, el Sagrado Corazón de Jesús y el Inmaculado Corazón de María. En cada día encuentran una oración inicial, una meditación y una oración final.
SEMIOLOGIA DE HEMORRAGIAS DIGESTIVAS.pptxOsiris Urbano
Evaluación de principales hallazgos de la Historia Clínica utiles en la orientación diagnóstica de Hemorragia Digestiva en el abordaje inicial del paciente.
Durante el período citado se sucedieron tres presidencias radicales a cargo de Hipólito Yrigoyen (1916-1922),
Marcelo T. de Alvear (1922-1928) y la segunda presidencia de Yrigoyen, a partir de 1928 la cual fue
interrumpida por el golpe de estado de 1930. Entre 1916 y 1922, el primer gobierno radical enfrentó el
desafío que significaba gobernar respetando las reglas del juego democrático e impulsando, al mismo
tiempo, las medidas que aseguraran la concreción de los intereses de los diferentes grupos sociales que
habían apoyado al radicalismo.
Guia Practica de ChatGPT para Docentes Ccesa007.pdf
LA CUESTIÓN DEL SUJETO: PSICOPATOLOGÍAS DEL YO Y LA TRANSFORMACIÓN BIOPOLÍTICA DE LA SUBJETIVIDAD”
1. Nómadas 42 | abril de 2015 | universidad central | colombia
2. Cambios en la vida,
cambios en la ciencia
Mudanças na vida, mudanças na ciência
Changes in life, changes in science
Frankestein, 1927 | director: james whale
2. {53}
{originalrecibido:06/03/2015·aceptado:13/04/2015}nomadas@ucentral.edu.co·Págs.53~75
* Este artículo es producto del proyecto de investigación posdoctoral “La cuestión del sujeto; transformación bioquímica de la sub-
jetividad”, patrocinado por el Programa Internacional de Doctorado en Pensamiento Complejo, y desarrollado en coordinación con
la Escuela Matríztica de Santiago y el Centro Mundial de Altos Estudios y Ciencias de la Complejidad, dirigido por el doctor Edgar
Morin.
** Doctor en Filosofía por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) y por la Universidad Complutense de Madrid.
Profesor de posgrado del Instituto de Filosofía de la PUCV y de la Escuela de Psicología de la Universidad Andrés Bello. Allí mismo,
académico investigador de la Vicerrectoría de Investigación y Doctorado. Profesor del Magíster en Biología Cultural (Matríztica y
Universidad Mayor), consultor del Consejo Nacional de Innovación para la Competitividad (CNIC), miembro de la Sociedad Espa-
ñola de Estética y Teoría de las Artes, y miembro de la Sociedad Asturiana de Filosofía. Investigador del Doctorado en Pensamiento
Complejo Edgar Morin. E-mail: adolfovrocca@gmail.com
LA CUESTIÓN DEL SUJETO:
PSICOPATOLOGÍAS DEL YO Y LATRANSFORMACIÓN
BIOPOLÍTICA DE LA SUBJETIVIDAD*
Adolfo Vásquez Rocca**
A partir de cuestiones filosóficas como ¿qué es el sujeto? o ¿dónde se encuentra?, reconfiguradas por la irrupción
de las neurociencias, el texto muestra cómo la categoría de sujeto se torna una ficción regulativa, acorde con la
necesidad de ordenación del mundo. Se intenta dar cuenta del flujo pulsional y neuroquímico que nos constituye,
entendido como el abrazo del organismo, instancia originaria y principal que se aparece como el mundo. Se conclu-
ye con el paso de un yo psicológico a un yo neuroquímico, como parte de un proceso de “encarnación” de nuestra
identidad donde devenimos sujetos “somáticos”.
Palabras clave: antropología, subjetividad, yo, psicopatología, neurociencia, biopolítica.
A partir de questões filosóficas como o que é o sujeito? ou onde se encontra?, reconfiguradas pela irrupção das
neurociências, mostra-se como a categoria de sujeito se torna uma ficção que regule de acordo com a necessidade
de ordenação do mundo. Tenta-se dar conta do fluxo pulsional e neuroquímico que nos constitui, entendido como
o abraço do organismo, instância originária e principal que se aparece como o mundo. Conclui-se com o passar de
um eu psicológico a um eu neuroquímico, como parte de um processo de “encarnação” de nossa identidade onde
devimos sujeitos “somáticos”.
Palavras-chave: antropologia, subjetividade, eu, psicopatologia, neurociência, biopolítica.
Based on philosophical questions such as what is the subject? And where is it?, reconstituted by the irruption of
the neurosciences, this article shows how the category of subject becomes a regulative fiction, in accordance with
the necessity to arrange the world. The author tries to give account of the drives and neurochemical flows that
constitute us, understood as the embracing of the organism, main original instance that appears like the world. It
concludes with the transition from a psychological ego to a neurochemical one, as part of process of “incarnation”
of our identity, thus becoming “somatic” individuals.
Key words: individual, anthropology, subjectivity, ego, psychopathology, neuroscience, biopolitics, neuroethics.
A QUESTÃO DO SUJEITO: PSICOPATOLOGIAS DO
EU E A TRANSFORMAÇÃO BIOPOLÍTICA DA SUBJETIVIDADE
THE MATTER OF THE SUBJECT: PSYCHOPATHOLOGIES OF
THE EGO AND THE BIOPOLITICAL TRANSFORMATION OF SUBJECTIVITY
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Nómadas 42 | abril de 2015 | universidad central | colombia
EL ACOSO DE LA NOCIÓN DE SUJETO,
DESFONDAMIENTO Y PSICOPATOLOGÍAS DEL YO
Como señala Morin, durante el siglo XX, se asiste
[…] a la invasión de la cientificidad clásica en las cien-
cias humanas y sociales. Se ha expulsado al sujeto de
la psicología y se lo ha reemplazado por estímulos y
respuestas, por una ciencia del comportamiento. Se
ha expulsado al sujeto de la historia, se han eliminado
las decisiones, las personalidades, para sólo ver de-
terminismos sociales. Se ha expulsado al sujeto de la
antropología, para ver sólo estructuras, y también se lo
ha expulsado de la sociología (1994: 68).
Se puede incluso decir que, en determinado momento
y cada uno a su manera, Lévi-Strauss, Althusser y La-
can liquidaron a la vez la noción de hombre y la noción
de sujeto, adoptando la inversa de la famosa máxima
de Freud, según la cual: “Ahí donde está el ello debe
advenir el yo”. Por el contrario, según la visión estruc-
turalista y cientificista, ahí donde está el yo, hay que
liquidarlo, debe advenir el ello (Schnitman, 1998).
Un examen de la noción de sujeto no puede dejar de
considerar figuras conceptuales (abordajes) como la del
sujeto trascendentalizado en Descartes, el sujeto his-
tórico en Zemelman, el sujeto empírico en Morin, el
sujeto de la acción en Touraine, el sujeto de la individua-
ción y de la autonomía en Fromm, el sujeto contingente
(el ironista liberal) de Rorty, a partir de estas construc-
ciones podemos recrear el emerger del sujeto, ese
momento memorable en que un animal mudo levanta
la vista (Marín, 2002).
Se ha dicho que “sobre la filosofía del sujeto pesa la
amenaza de su desaparición” (Ricoeur, 2003: 2015), es
posible, sin embargo, que esta filosofía nunca haya de-
Frankestein, 1927 | director: james whale
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adolfo vásquez rocca | la cuestión del sujeto: psicopatologías del yo y la transformación biopolítica de la subjetividad
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jado de ser cuestionada. Jamás existió la filosofía del
sujeto, sino más bien una serie de estilos reflexivos pro-
cedentes de un trabajo de redefinición impuesta por la
discusión misma.
¿Qué es el sujeto? o ¿qué se puede decir de él? ¿Dón-
de se encuentra ese sujeto?, quedan resignificadas y
problematizadas bajo el prisma de estas controversias.
Se mostrará cómo una vez desubstancializada la sub-
jetividad, la categoría de sujeto se torna una ficción
regulativa, una categoría útil y acorde con la necesidad
de logicización del mundo, un esquema operativo.
Asimismo, para Hegel, la unidad del sujeto está dada
en su movimiento dialéctico desde una identidad
incompleta hacia otra plenamente desarrollada (auto-
conciencia); el sujeto se hace idéntico a sí mismo en
tanto despliega su “negatividad” inherente (Hegel,
2007). Ello se encuentra en la base de la comprensión
marxista de la historia en tanto movimiento de auto-
rrealización del sujeto a través del trabajo. Para Marx
(1970), las condiciones de explotación en el modo de
producción capitalista impiden el reconocimiento del
sujeto frente a su propia identidad (su condición de cla-
se “para sí”). Dicho de otro modo, detrás de la “falsa
conciencia” ideológica se esconde una identidad que
busca desplegarse como sujeto no alienado. Precisa-
mente aquello constituirá uno de los principales mitos
modernos: suponer la existencia de una identidad más
allá de las relaciones sociales. Así, de Hegel a Marx, la
idea de reconciliación constituyó la utopía de un sujeto
que descubriría su identidad en el fin de la historia...
Este sujeto —elusivo— no ha podido entonces ser
descrito ni resuelto desde la hermenéutica, la fenomeno-
logía o la antropología cultural, ni desde la persecución
de fines, ni desde su condición deficitaria, ni tampoco
desde la superación de sus déficits (cuando a causa de su
infradotación orgánica el ser humano pareciera que des-
pliega su potencial técnico) (Vásquez 2014a).
El avance científico y la emergencia de nuevas concep-
ciones neuroquímicas han desencadenado un proceso
de reconfiguración de la subjetividad, un rediseño de lo
humano (Vásquez, 2012-2013). Las neurociencias des-
criben la transformación biopolítica de los individuos, a
través de los procesos de subjetivación encarnada que
experimentan procesos de reinvención de las identida-
des en la complejidad ambiental. La hermenéutica del yo
y la intersubjetividad se fundan en un diálogo de saberes,
en una ética de la otredad y una política de la diferencia.
La modernidad, que es la época de la constitución
del sujeto, es al mismo tiempo el proceso de su des-
trucción, de su división, escisión. Como tesis general
podríamos decir que a medida que el sujeto quiere ser
fundamento del todo y al mismo tiempo fundamento
de sí mismo, y por tanto fundamento único y último,
se experimenta como desfondado, sin fundamento,
y en consecuencia se experimenta como remitido a
otro, sea Dios (Kierkegaard), la sociedad (Marx), la
historia (Marx, historicismo), la evolución de las es-
pecies (Darwin), la voluntad de poder (Nietzsche), el
inconsciente (Freud), el ser (Heidegger), el lenguaje
(estructuralismo, etc.). Por eso la modernidad misma
inicia un proceso de descentramiento o desfondamien-
to, que comienza inmediatamente después de haber
empezado su centramiento (Amengual, 1998, p. 163).
No se nos da a la experiencia la intuición de un ser
sujeto, aunque se haya construido como obvia, en su
vinculación con la capacidad agencial del ser humano
y con los rasgos específicos en los que se hace consis-
tir la humanidad de cada ser singular. De allí que cabe
preguntar si ¿es pensable que no exista en absoluto el
sujeto tal como nos hemos habituado a representárnos-
lo, a saber, el sujeto como una realidad sustancial, es
decir, como el lugar de procesos de experiencia y forma-
ción? ¿Es pensable que ya no se dé (más) dicho lugar?
De la ruptura de la identidad metafísica del sujeto, se
extraen consecuencias como que no existe una “natura-
leza humana”, un hombre genéricamente considerado,
una humanitas, sino más bien individuos en los cuales
se recrea constantemente “lo humano” como devenir y
contingencia, como diseño plástico de sí mismo en una
multiplicidad de subjetividades.
La humanidad que nos constituye no ha podido ser
objeto incondicional de ninguna experiencia ni de in-
tuición alguna, sino que se ha constituido, bien como
una forma de identidad social, a través de los medios
tradicionales que han amalgamado rasgos de identidad
y valores, o bien filosóficamente, como fruto de una
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Nómadas 42 | abril de 2015 | universidad central | colombia
abstracción de lo específico que emerge —como lo evi-
dencia Aristóteles a través de la noción de sustancia—.
La sensibilidad posmoderna comporta un intento de
desmontar la imagen moderna de una identidad auto-
transparente e indisoluble. El primer impulso en este
sentido es el esfuerzo de Nietzsche (1997) por demos-
trar que la interioridad atribuida al ser humano no es
sino el resultado de una perversión de los instintos: al
no poder desahogar sus instintos hacia fuera, el ser hu-
mano los descarga hacia dentro, con lo cual crea esa
instancia que denominamos yo. Aquel instinto reprimi-
do del cual habla Nietzsche sin duda es un antecedente
del descubrimiento freudiano del inconsciente, acon-
tecimiento decisivo para descentrar la concepción de
la identidad y del sujeto forjada desde Descartes hasta la
fenomenología. Ahora bien, será Derrida (1998) quien
con su proyecto de “deconstrucción” de las categorías
de la metafísica occidental, denunciará todo intento
por fijar una identidad. Sometida al juego de suplen-
cia de toda estructura, la identidad ya no quedará fijada
como centro, sino como un mero lugar vacío. Así, por
ejemplo, la noción derridiana de diferencia (différance),
busca mostrar cómo es que no hay sino diferencia entre
entidades dadas. En tal sentido, toda identidad difiere,
retarda su cumplimiento: lo idéntico está siempre más
allá de sí mismo, o podríamos decir también, implica un
recurso infinito de identificación.
UN “YO” ASEDIADO: DE LAS
TECNOLOGÍAS DEL YO A LAS FILOSOFÍAS
DE LA MUERTE DEL SUJETO
Por otra parte, si bien Foucault, en sus últimos escritos
sobre las tecnologías del yo echó mano de la noción de
sujeto, cabe precisar que en todo momento se negó (y se
opuso) a aceptar la obligación de concebir la subjetividad
a partir de la idea del sujeto absoluto, del sujeto fundador
(fundamento), del sujeto entendido como substancia in-
variable y ahistórica. Y cuando el sujeto cae de su antiguo
pedestal, cuando se agrieta su privilegio de representar
el papel de fundamento originario, lo que queda no es la
eliminación del sujeto, más bien, se abre la posibilidad
de entenderlo como forma variable, y estudiar, por lo
tanto, los diferentes procesos de subjetivación propios
de nuestra cultura (Quintanas, 2013).
A la luz de los resultados de las así llamadas filosofías
de la muerte del sujeto, preguntas tales como: ¿qué es el
sujeto? o ¿qué se puede decir de él? ¿Dónde se encuen-
tra ese sujeto? ¿En qué se basa? ¿Es un epifenómeno,
una ilusión, o bien, una realidad fundamental?, quedan
resignificadas y problematizadas bajo el prisma de es-
tas controversias. El diagnóstico inicial acerca del actual
estatus de la cuestión es, entonces, que la noción de su-
jeto se ha vuelto extremadamente controvertida como
producto de una filosofía que ha criticado una noción
de cuño cientificista para remplazarla por otros cientifi-
cismos (Vásquez, 2006).
Así, a mediados del siglo XIX aparece (tanto en el
campo de la literatura como en el de las artes plásti-
cas) un yo amenazado, asediado, inasible. Se inicia
una revolución en la idea del sujeto que pone en duda
la soberanía del yo. Se vislumbra el estado del alma
como un paisaje vacío, un mundo desierto e ilimitado,
sin fronteras. El avance científico y la emergencia de
nuevas concepciones psicológicas desencadenarán un
proceso que fragmentará gravemente la unidad del yo
(Cortés, 1997).
De este modo, se producen una serie de rupturas: la
crisis del concepto clásico de verdad, la imposibilidad
de una conciencia trascendental de la existencia, la di-
solución de la noción de totalidad y el cuestionamiento
de la identidad del ser humano, que hacen necesarias
nuevas formas de comunicación, dado que las palabras
por sí solas se muestran incapaces de nombrar todas
las formas de experiencia. Se abren enormes zonas de
precariedad y abismos de inseguridad donde los indi-
viduos se ven fragmentados en metafóricos espacios,
tiempos caducos y experiencias disgregadoras. Si las
teorías de Copérnico (según las cuales el hombre no es
el centro del universo) y las de Darwin (que inscriben
al hombre en un continuum de las generaciones ani-
males, donde ya no es el centro de la creación) habían
tenido un carácter vejatorio para el antropocentris-
mo del ser humano, los avances en psicología van a
plantear (y ello tendrá repercusiones más graves y pro-
fundas) que el ser humano no es ni siquiera el centro
de sí mismo1
. Se evidencia que el aparato psíquico no
está constituido de una, sino de dos partes, que nues-
tra vida psíquica es esencialmente inconsciente y que
tan sólo ciertos aspectos se hacen temporalmente
6. {57}
adolfo vásquez rocca | la cuestión del sujeto: psicopatologías del yo y la transformación biopolítica de la subjetividad
{57}
conscientes. Según Freud, los sueños no son tan sólo
la manifestación psíquica de un proceso corporal, son
un acto enteramente psíquico, es decir, “el yo ya no es
dueño de su propia casa” (Freud 1968).
En cuanto a la discusión filosófica sobre el sujeto me-
tafísico, la reacción antiespeculativa del materialismo
decimonónico y el reconocimiento de la naturaleza ani-
mal del hombre por parte del darwinismo traen como
consecuencia, si no el abandono de toda idea de suje-
to, sí al menos el rechazo de su versión idealista que lo
entronizó como soberano y fundamento de todo valor.
El sujeto se nos presenta ahora no sólo marcado por la
contingencia y la finitud —en lo que ya había insistido
Kierkegaard—, sino determinado además por la natu-
raleza y la vida social. En cuanto no reconoce en sí la
base de su propio ser, la unidad de su yo consciente se le
presenta como una ilusión acaso demasiado humana, o
como un producto derivado de su propia mismidad. Esa
falta de transparencia consigo mismo, que La Roche-
foucauld describió antes que Freud (citado en Álvarez,
2007: 12), es también un signo de la finitud del sujeto.
El psicoanálisis debe ser invocado en primer lugar,
pues lleva la discusión al punto preciso donde Descar-
tes había creído encontrar la tierra firme de la certeza.
Freud socava los efectos de sentido que constituyen el
campo de la conciencia y pone al desnudo el juego de
fantasías e ilusiones en el que se enmascara nuestro de-
seo. En la metafísica de Descartes2
, el ente es definido
por primera vez como la objetividad de una representa-
ción y la verdad, como certeza de dicha representación.
Ahora bien, con la objetividad sobreviene la subjetivi-
dad, en el sentido de que este ser que tiene certeza del
objeto es la contrapartida del planteo de un sujeto.
Ahora bien, la idea de un sujeto autónomo, emplaza-
do en un supuesto lugar neutral, desde el cual juzga la
corrección de las afirmaciones epistemológicas o éti-
cas, aparece destruida por aquello que esta idealización
se proponía precisamente superar: la naturalidad o, en
términos más concretos, la ambivalencia del cuerpo. Y
es a formas diversas de esa naturalidad a las que el yo
—siempre a punto de zozobrar— finalmente ha de aca-
bar sirviendo (Pla Vargas, 2007). Por esa razón, Freud
habla, en el capítulo final de El yo y el ello, de las tres
servidumbres del yo:
Mas, por otra parte, se nos muestra el yo como una
pobre cosa sometida a tres distintas servidumbres y
amenazada por tres diversos peligros, emanados, res-
pectivamente, del mundo exterior, de la libido del yo
y del rigor del superyó. [...] En calidad de instancia
fronteriza quiere el yo constituirse en mediador entre
el mundo exterior y el ello, intentando adoptar el ello al
mundo exterior y alcanzar en éste los deseos del ello por
medio de su actividad muscular (Freud, 1977, p. 47).
Los peligros que se ciernen sobre el yo y a los que
se refiere Freud suponen siempre la caída en una for-
ma de psicopatología específica. En otro texto de 1924,
Neurosis y psicosis, Freud dictamina que todas las
enfermedades mentales de importancia pueden descri-
birse como una descompensación en este esquema de
la segunda tópica: “La neurosis sería el resultado de un
conflicto entre el yo y su ello y, en cambio, la psicosis,
el desenlace análogo de tal perturbación de las rela-
ciones entre el yo y el mundo exterior” (Freud, 1977:
146). No obstante, como puede verse, Freud no esta-
blece una diferencia cualitativa entre las personas sanas
y las enfermas: todas comparten la misma estructura
tópica; lo que en todo caso marca la frontera entre la sa-
lud y la enfermedad mental es la manera peculiar en la
que cada cual resuelve los conflictos generados por los
desplazamientos de la libido en cada fase de desarrollo
psicosexual. En este sentido, es la plasticidad que tiene
el yo para deformarse o incluso escindirse lo que alivia
la represión aunque sea a costa de la locura. En el mis-
mo texto, Freud señala:
[...] el yo podrá evitar cualquier desenlace perjudicial
en cualquier sentido, deformándose espontáneamen-
te, tolerando daños en su unidad o incluso disociándose
en algún caso. De este modo, las inconsecuencias, ma-
nías y obsesiones de los hombres resultarían análogas
a sus perversiones sexuales en el sentido de ahorrarles
represiones (Freud, 1977: 9).
En este sentido, Freud parece estar sugiriendo que
las tendencias psicopáticas corren paralelas al proceso
represivo, como precipicios que se abren a ambos lados
del desarrollo cultural al que los hombres están históri-
camente abocados. Naturalmente, sin represión no hay
cultura, no hay posibilidad de civilización; pero la re-
presión3
es también el semillero de la enajenación.
7. {58}{58}
Nómadas 42 | abril de 2015 | universidad central | colombia
Así, en ciertas enfermedades como la neurosis el yo se
siente a disgusto, pues tropieza con limitaciones de su
poder dentro de su propia casa, dentro del alma mis-
ma. Surgen de pronto pensamientos que no se sabe de
dónde vienen, sin que tampoco sea posible rechazar-
los. Tales huéspedes indeseables parecen incluso ser
más poderosos que los sometidos al yo; resisten todos
los medios coercitivos de la voluntad, y permanecen
impertérritos ante la contradicción lógica y ante el testi-
monio contrario de la realidad. O surgen impulsos, que
son como los de un extraño, de suerte que el yo los nie-
ga, pero no obstante ha de temerlos y tomar medidas
precautorias contra ellos. El psicoanálisis procura escla-
recer estos inquietantes casos y puede, por fin, dilucidar
que lo anímico en nosotros no coincide con lo que nos
es consciente; una cosa es que algo suceda en nuestra
alma, y otra que lleguemos a tener conocimiento de
ello. No tenemos noticia de todo lo importante, pode-
mos aspirar a conducirnos como un rey que se contenta
con la información que le procuran sus altos dignatarios
y no desciende jamás hasta el pueblo para oír su voz.
Así pues, los procesos anímicos son inconscientes, y
sólo mediante una percepción deformada, mediada por
alambicados simbolismos, llegan a ser accesibles al yo
y sometidos por él; equivalen a la afirmación de que el
yo no es dueño y señor en su propia casa. Y represen-
tan el tercer agravio inferido a nuestro amor propio; un
agravio psicológico. No es, por tanto, de extrañar que el
yo no acoja favorablemente las tesis psicoanalíticas y se
niegue tenazmente a darles crédito (Freud, 1968).
El hombre, aunque exteriormente humillado, se siente
soberano en su propia alma. En algún lugar del nódu-
lo de su yo se ha creado un órgano inspector, que vigila
sus impulsos y sus actos, inhibiéndose o retrayéndose
implacablemente cuando no coinciden con sus aspira-
ciones. Su percepción interna, su conciencia, da cuenta
al yo de todos los sucesos de importancia que se desa-
rrollan en el mecanismo anímico, y la voluntad dirigida
por estas informaciones ejecuta lo que el yo ordena y
modifica aquello que quisiera cumplirse independiente-
mente. Pues esta alma no es algo simple, sino más bien
una jerarquía de instancias, una confusión de impulsos,
que tienden, independientemente unos de otros, a su
cumplimiento correlativamente a la multiplicidad de los
instintos y de las relaciones con el mundo exterior.
Al respecto, Francisco Varela, en sus acercamientos a
la tradición del pensamiento oriental (Vásquez, 2014b),
nos remite a la distinción budista entre el modelo co-
herente de hábitos originados en forma dependiente,
que reconocemos como una persona, y el yo que una
persona puede creer que tiene, y que constantemen-
te procura aferrar aunque en realidad ese “yo” —como
eje, centro o punto de anclaje— no exista. Es decir, la
palabra yo es una sustancialización4
.
EL ELUSIVO SUJETO: NUEVOS
PARADIGMAS, NARRATIVIDADES Y
RECONFIGURACIÓN DE LA SUBJETIVIDAD
El sujeto aparece, pues, como un efecto móvil y cam-
biante, de determinadas relaciones entre el saber y el
poder. Y el cuerpo representará, precisamente, uno de
los puntos de anclaje a través del cual se podrán cons-
truir determinados tipos de subjetividad.
Con la irrupción de nuevos movimientos sociales (fe-
ministas, étnicos, homosexuales, etcétera), reaparece
en las ciencias sociales —con la emergencia de los es-
tudios culturales— el problema de la identidad (y la
diferencia). El problema de los estudios culturales es
que, a pesar de promover nociones como identidades
descentradas, flexibles o subalternas, se mantienen den-
tro de la lógica moderna de la identidad, la diferencia
y la individualidad (Grossberg, 2003). Para superar esta
lógica, podría sostenerse que las identidades son puntos
de identificación temporal frente a las posiciones subje-
tivas que nos construyen las prácticas discursivas.
El individuo parece cada vez más móvil, pero esta
fluidez, en vez de afirmar al sujeto como dueño de sí
mismo, hace cada vez más volátil su vivencia subjeti-
va, provocando cierta desestabilización emocional e
imposibilitando desarrollar un relato de identidad que
organice su conducta. Y es que el proceso de “indivi-
dualización” en el contexto neoliberal significa algo
muy diferente de lo que significaba a inicios de la mo-
dernidad. Dicho en los términos de Bauman (2004), a
diferencia de la modernidad sólida, donde existían las
clases que dotaban de identidad en un sistema de pro-
ducción fordista que aseguraba un espacio definido y
localizado en el mundo del trabajo, en la modernidad
8. {59}
adolfo vásquez rocca | la cuestión del sujeto: psicopatologías del yo y la transformación biopolítica de la subjetividad
{59}
líquida no existen lugares previstos para rearraigarnos
como individuos, salvo los recursos para construir una
identidad ofrecidos por la vía de los objetos en el mer-
cado del consumo. Así, la erosión de las identidades
colectivas haría cada vez más difícil la construcción de
la identidad individual.
Si bien existe una contribución de la teoría narrativa
de la mente en la constitución de la subjetividad —
como efecto de un relato manifiesto, autobiográfico—,
no puede sostenerse que el sujeto esté construido sólo
por “un relato biográfico” (explícito o implícito), sino
que más bien está determinado por escenas en torno a
las cuales se constituye la articulación del relato a través
del cual producimos las múltiples versiones de nosotros
mismos, que obran como condiciones de posibilidad de
nuestro actuar o padecer, tanto en serie como en para-
lelo, sin que el “yo” resulte ser necesariamente el centro
de gravedad de la narración:
Nuestras historias se urden, pero en gran parte no
somos nosotros quienes las urdimos; ellas nos urden
a nosotros. Nuestra conciencia humana, nuestra ego-
ticidad narrativa, es su producto, no su origen. Estas
secuencias o flujos narrativos surgen como si fueran
emitidos por una misma fuente, no en el claro senti-
do físico de surgir de una boca, de un lápiz o de una
pluma, sino en un sentido más sutil: su efecto sobre
una audiencia es el de animarla a (intentar) postular
un agente unificado a quien pertenecen esas palabras
y sobre quien son esas palabras: es decir, la animan a
postular un centro de gravedad narrativo (Dennett,
1995: 429).
Sin embargo, tal como lo muestra el psicoanálisis
(Freud, 1900) en la investigación de los sueños, la re-
lación entre la narración explícita y el sujeto es menos
transparente. El sujeto ha de ser “localizado”, “inferi-
do” en la superficie de la narración, donde puede estar
Tiempos Modernos, 1936 | director: charles chaplin
9. {60}{60}
Nómadas 42 | abril de 2015 | universidad central | colombia
representado tanto por el personaje del propio yo como
por cualquiera de los personajes del relato onírico; es
posible que varios de los rasgos de los personajes repre-
senten al sujeto (Canteros, 2002).
Ahora bien, se han construido narraciones para dar
cuenta de la cuestión antropológica de las configuracio-
nes humanas, buscando lo que nos constituye, esto en el
entendido de que somos un curioso animal que precisa
hacer de sí mismo un problema por desentrañar.
Héroes, centauros, cíclopes, titanes, cyborgs, etcétera,
conforman una procesión de héroes y tiranos, de Cali-
garí a Hitler —como ha señalado Kracauer (1995) en
su legendaria Historia psicológica del cine alemán—.
El Golem o Frankenstein han sido cauce de nuestra
vinculación con la magia, con la técnica o con nuestra
simbiosis con la cyborg-artificialidad. Con Blade Run-
ner5
hemos contemplado como campo de proyección
de la experiencia los componentes emocionales y los
condicionantes artificiales —como la caducidad— que
entreveran lo humano.
Si bien se puede prescindir de la idea de sujeto, esto
es posible sólo cuando se trata del modelo del sujeto
trascendental. Aunque se trate de un sujeto entendido
como producto derivado, ¿no es acaso esta noción de
sujeto —que ya no sería lógico-trascendental— una con-
dición —ella sí— trascendental del sentido que damos a
la experiencia de nosotros mismos? Por otro lado, ¿qué
derivaciones tiene el proclamado final del sujeto metafí-
sico por lo que hace al sujeto estético, moral o político?
Con todo, hemos hecho concurrir al sujeto como la
idea unificadora de todo un conjunto de variados proce-
sos que se han ido tratando e investigando a lo largo de
nuestra tradición occidental y que, sobre la búsqueda
de una especificidad de género, han ido configurando
los contenidos de una realidad intelectiva, volitiva o
emocional (Adler, 1925).
En Blade Runner (1982) los replicantes experimentan
un desdoblamiento esquizofrénico entre lo “huma-
no” y lo técnico. Los replicantes han sido programados
para preguntar desde el punto de vista humano sobre
su constitución ontogénica; en su diseño se implantó
una memoria6
—y con ello— un ansia de conciencia,
una inquietud por la trascendencia y la caducidad pro-
gramada7
. ¿Cuánto tiempo viviré? Esta sola pregunta
hace de Roy Batty un replicante singular —un mediador
(un tránsito)—, furiosamente empeñado en quebrantar
sus fronteras y rebasar sus límites y no permanecer re-
cluido en el estatuto de último cyborg; y es que ya se
ha asomado a lo humano y piensa como hombre, sueña
más allá de las fronteras cuando percibe que ha llega-
do “el tiempo de la muerte” (Argullol et al., 1996). Roy
se está deteriorando muy rápidamente (sus cuatro años
de vida se acaban), se sienta y relata con elocuencia los
grandes momentos de su vida. Desde su naturaleza fuer-
te e inocente ha visto cosas portentosas. Ha intuido la
salvaje belleza del mundo. Asimismo, el peor dolor, des-
vanecerse como las lágrimas que se pierden en la lluvia.
En su último acto, cuando puede destruir a su cazador,
valora la vida como no es imaginable y en una curiosa
economía de la venganza: la piedad humana contra la
frialdad de las corporaciones; en un parlamento de culto
pronuncia sus últimas palabras: “Yo he visto cosas que
vosotros no creeríais. Atacar naves en llamas más allá de
Orión. He visto rayos C brillar en la oscuridad cerca de
la puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se per-
derán en el tiempo, como lágrimas en la lluvia. Es hora
de morir” (Argullol et al., 1996: 9)8
.
No menos memorable es la reflexión del agente Dec-
kard (recuperado tras su desvinculación), el mejor en lo
que a detección y retiro de replicantes se refiere:
No sé por qué me salvó la vida. Quizá en esos últimos
él amó la vida con más intensidad que nunca, no sólo
su vida, la de cualquiera, mi vida. Y lo único que quería
eran las mismas respuestas que el resto de nosotros:
¿de dónde vengo?, ¿a dónde voy?, ¿cuánto tiempo me
queda? Todo lo que podía hacer era quedarme allí y
verlo morir (Argullol et al., 1996: 9).
LA SUBJETIVIDAD EN EL CAPITALISMO
CLÁSICO O EL PSICOANÁLISIS COMO
TRANSFORMACIÓN DE LA DESGRACIA
HISTÉRICA EN DESDICHA TRIVIAL
En medio de tales controversias y problematizacio-
nes filosóficas en torno a la noción de sujeto, Jameson
introduce una nota discordante respecto de aquellas
10. {61}
adolfo vásquez rocca | la cuestión del sujeto: psicopatologías del yo y la transformación biopolítica de la subjetividad
{61}
posiciones que apuestan por una nueva subjetividad.
Desde una perspectiva sociológica, Jameson limita el
alcance de la supuesta muerte del sujeto. No se trata-
ría tanto de la muerte del sujeto en general como de
“el fin de la mónada, del ego o del individuo autóno-
mo burgués”, que se caracterizó por “una subjetividad
fuertemente centrada, en el periodo del capitalis-
mo clásico y la familia nuclear” (Jameson, 1991, pp.
37-38.), y que se ha disuelto en una multiplicidad de
funciones complejas y variables, arrastrando consigo
en esta disolución “las psicopatologías de este yo” y
esa “soledad sin ventanas de la mónada encerrada en
vida y sentenciada en la celda de una prisión sin sali-
da”, la de su propia autosuficiencia (Jameson, 1991).
En unos y otros la muerte o la crisis de disolución del
sujeto apunta al sujeto individuado que protagoniza el
proceso de la modernidad. Es el sujeto dueño de la ra-
zón y centro del universo que comenzará a elaborar
el Renacimiento, que llegó a su madurez teórica con
la Ilustración y que desplegó su hegemonía histórica
tras las revoluciones burguesas, en las sociedades capi-
talistas y liberales del siglo XIX, en la poesía romántica
y en la novela realista, en la filosofía idealista y en el
positivismo europeo, en las modernas ciencias de la na-
turaleza, en los procesos de racionalización del Estado,
del derecho o de la economía, en las utopías del pro-
greso y de la historia. La modernidad encuentra, según
Habermas (1987), uno de sus principios determinantes
en la razón centrada en el sujeto, en una razón obje-
tivante, homogeneizadora, totalizadora, controladora y
disciplinadora, como la analizaría su maestro Theodor
Ludwig Adorno en los años cincuenta. Los síntomas
de la crisis de este modelo de hombre que fue el su-
jeto de la filosofía occidental entre el Renacimiento y
las vanguardias se acumularon decisivamente en el fin
de siglo, y la crisis misma fue elaborada teóricamente
a través de, al menos, tres vías decisivas: el vitalismo e
irracionalismo nietzscheano, de un lado, el marxismo,
de otro, y el psicoanálisis, de un tercero.
La concepción que Nietzsche tiene del sujeto no se
limita a la supeditación de su razón a su voluntad de
poder, ni a su condición de lisiado por la educación y
la cultura. En su estado actual, “el hombre es algo que
debe ser superado” (Nietzsche, 2004, p. 4), en direc-
ción al hombre superior, y desde éste superado hasta
alcanzar la condición de superhombre. Nietzsche pro-
pone por consiguiente un nuevo egocentrismo, una
nueva subjetividad, la del superhombre, pero éste sólo
podrá nacer de los escombros del lisiado sujeto de la ci-
vilización occidental.
Lo que Nietzsche tenía ante los ojos, en su visión de
los últimos hombres era la elevación maníaca de la me-
diocridad autosatisfecha y semidepresiva. Los últimos
hombres habrían de celebran el abaratamiento del
hombre mediante los hombres como su realización.
¿Quién podría negar que la época de los medios de
comunicación ha conducido a un triunfo de la vitalidad
atontada? Pero en toda civilización superior, coexisten
ejemplares de excepción, hombres de rango aristo-
crático, que se auto-exigen —como animales de lujo,
que se elevan mientras el espíritu de la época decae—.
Para Nietzsche, el aserto “Dios está muerto” anuncia
el desafío de que los hombres pueden aprender, según
Ecce homo, a producir sus entusiasmos en régimen de
propia administración. La palabra superhombre es una
cifra para el tránsito de la manía a la época de su repro-
ducción artificial (Vásquez, 2008, p. 95).
Freud, por su parte, concibe la historia del indivi-
duo como la historia de su deseo, y la neurosis como
la enfermedad del ser gregario, es decir, el producto
de que el hombre, al vivir en sociedad, debe reprimir
sus instintos primarios para no romper el pacto que
hace posible la convivencia. En El malestar en la cultu-
ra Freud (1998) refiere cómo la humanidad ha debido
pagar por el progreso el elevado precio de sacrificar la
dimensión pulsional, su vida instintiva y reprimir su
espontaneidad.
Sin embargo, la actual forma que ha adoptado el psi-
coanálisis como forma burguesa de costosa orientación
“espiritual” basada en técnicas de adecuación y reconci-
liación con la cultura, muestra de los límites del propio
pensamiento de Freud y evidencia de su incapacidad
de transformar el psicoanálisis en crítica social, esto es,
en un proyecto emancipador de lo instintivo, más bien,
en forma decepcionante, devuelve el deseo humano a
la represión.
Freud, como señala Susan Sontag (Freud, 1998),
pese a su aparente mentalidad revolucionaria, apoyó
las perennes (perpetuas) aspiraciones de la cultura re-
11. {62}{62}
Nómadas 42 | abril de 2015 | universidad central | colombia
Como Marcuse comprueba a su llegada a los Estados
Unidos, el psicoanálisis, originariamente una práctica
terapéutica y liberadora orientada a enfrentar el males-
tar propio de la cultura, se ha convertido en factor de
integración:
Mientras el psicoanálisis reconocía que la enferme-
dad del individuo es, en última instancia, ocasionada y
mantenida por la civilización, la terapéutica psicoana-
lítica intenta curar al individuo de manera que pueda
continuar actuando como parte de una civilización
enferma, sin capitular completamente ante ella (Mar-
cuse, 1963: 21).
La terapéutica es un curso de resignación que transfor-
ma —decía Freud— la desgracia histérica en desdicha
trivial.
Debemos pues —en este contexto— dar cuenta de la
crisis del sujeto como una crisis del deseo, respecto al
cual —hasta ahora—, el sujeto parecía tener un privile-
gio absoluto, puesto que era él quien deseaba. Pero con
Tiempos Modernos, 1936 | director: charles chaplin
presiva y conservadora. Así, Freud aceptó la aparente
inevitabilidad de la cultura, con las dos características
que se le suscriben como propias, a saber: “Un refor-
zamiento del intelecto que comienza a gobernar la vida
instintiva, y una internalización de los impulsos agresi-
vos, con todas sus consiguientes ventajas y desventajas”
(Freud, 1998: 103).
Quizá, quienes ven en Freud el gran defensor de la ex-
presividad instintiva y la espontaneidad se sorprendan
de lo que él denomina el ideal psicológico, puesto que
no es otra cosa que “la primacía del intelecto”.
Eros y civilización procura la reconciliación del mar-
xismo con el pensamiento freudiano, demuestra ya un
elemento esencial de la concepción marcusiana de la
“sociedad industrial”. El psicoanálisis nace en plena
época “liberal”, en la cual el “desarrollo del individuo li-
bre” aparece como el motor del desarrollo económico y
social. De allí que el psicoanálisis deviniera en una prác-
tica sofisticada y lujosa —asociada con la intelectualidad
neoyorquina y la intelligentsia francesa9
—.
12. {63}
adolfo vásquez rocca | la cuestión del sujeto: psicopatologías del yo y la transformación biopolítica de la subjetividad
{63}
la crítica cultural —al modo de Debord y Baudrillard—
asentada en el pensamiento de la seducción, todo se
invierte y ya no es el sujeto el que desea, sino más bien
es el objeto quien seduce. Todo parte del objeto y todo
vuelve a éste, de la misma manera que todo parte de
la seducción y no del deseo. El privilegio inmemorial
del sujeto se invierte, pues éste es frágil, no puede ha-
cer otra cosa que desear, mientras que el objeto, por
su parte, juega perfectamente con la ausencia de de-
seo, seduce por esta ausencia de deseo, representa en
el otro el efecto de deseo, lo provoca o lo anula, lo exal-
ta o lo decepciona —hemos querido o preferido olvidar
esa fuerza—.
FOUCAULT, BARTHES Y JUAN LUIS MARTÍNEZ:
LA TACHA DE LA AUTORÍA Y LA FRAGMENTACIÓN
ESQUIZOIDE EN LA ESCRITURA
En el ámbito puramente estético, la asunción de la
muerte del sujeto lleva a la del autor, sujeto desautori-
zado en tanto principio creador y unificador del sentido
de la obra artística. La noción de autor —como creador
individual de una obra artística o literaria— se pue-
de situar histórica y culturalmente en el tránsito de la
modernidad a la posmodernidad, la noción de creador
individual empieza a problematizarse desde fines del
siglo XIX y a lo largo del siglo XX, cuando la categoría
se hace insostenible (Vásquez, 2005a).
Un planteamiento interesante en torno a las relacio-
nes conflictuadas sobre sujeto y autor es el de Juan Luis
Martínez10
. La propuesta del poeta es la de una auto-
ría transindividual, que quiere superar desde Oriente la
noción de intertextualidad según se ha entendido en Oc-
cidente, donde los textos de base están presentes en las
transformaciones del texto que los procesa; pero en Juan
Luis Martínez ésta parece resolverse en la negación de la
existencia de las individualidades en la literatura, al hacer
fluir bajo nombres distintos una misma corriente, que es
y no es él (Lihn y Lastra, 1997). “No sólo ser otro, sino
escribir la obra de otro” (Martínez, 2004, p. 51), ése es el
programa de Juan Luis Martínez.
Ahora bien, tal como lo refiere Michel Foucault (1984),
el autor, que desde el siglo XIX venía desempeñando el
papel de regulador de la ficción, rol característico de
la era industrial y burguesa, del individualismo y de la
propiedad privada, habida cuenta de las modificaciones
históricas posteriores, no tuvo ya ninguna necesidad de
que su función permaneciera constante en su forma y
complejidad. Para Foucault, recusar las nociones mo-
dernas asociadas con la función “autor” (originalidad
de la obra, singularidad del discurso, subjetividad del
autor) permitía desplegar un enfoque crítico y genealó-
gico de los discursos. El rostro del autor implicaba una
manera de entender los textos biográficamente. Aquella
experiencia del lenguaje que se aleja de la interioridad
del yo, Foucault la denomina como pensamiento del
afuera (Foucault, 1984); esto es, la práctica caracteri-
zada como una constante referencia a sí misma desde
una exterioridad desplegada. Pues el sujeto que escribe
no cesa de desaparecer, indicando la ausencia del autor
que se instituye como un emplazamiento vacío.
En la concepción clásica, el autor no era un eje ar-
ticulador de sentido, una subjetividad cerrada sobre sí
misma, sino el referente de un universo de significados
que actuaba como sustrato de una multiplicidad de sub-
jetividades —que penetraba la densidad de las cosas y
las dotaba de significado a partir de un discurso inte-
rior— no como aparece hoy, como fuente individual,
sino como un punto de fuga o un desplazamiento de lo
personal hacia lo impersonal.
Ahora, al ver las modificaciones históricas que ha su-
frido el concepto de autor, no parece indispensable que
la función “autor” permanezca constante en su forma,
en su complejidad e incluso en su existencia. Puede
imaginarse, sugiere Foucault, “una cultura en que los
discursos circulasen y fuesen recibidos sin que la fun-
ción-autor apareciese nunca” (Foucault, 1964-1969:
811). El mismo Foucault señala en la lección inaugural
en el Collège de France, que “hubiera querido poder
deslizarse subrepticiamente. Que más que tomar la pa-
labra, hubiese querido ser envuelto por ella, llevado
mucho más allá de todo comienzo posible” (Foucault,
1964-1969: 811). Le hubiese gustado percatarse de
que en el momento de hablar, una voz sin nombre le
precedía desde hacía mucho: le hubiese bastado enton-
ces concatenar, proseguir la frase, alojarse, sin que se
percibiese demasiado, en sus intersticios, como si ésta
le hubiese dado una señal manteniéndose un instante
en suspenso. “No habría pues comienzo, y en lugar de
13. {64}{64}
Nómadas 42 | abril de 2015 | universidad central | colombia
ser aquel del que surge el discurso, estaría más bien en
el azar de su despliegue, como una delgada laguna, el
punto de su posible desaparición” (Foucault, 1992: 9).
El autor, o lo que se ha llamado autor-función, es in-
dudablemente sólo una de las posibles especificaciones
del sujeto y, considerando sus transformaciones históri-
cas, parece ser que la forma, la complejidad, e incluso la
existencia de esta función, se encuentran muy lejos de
ser inmutables. Podemos imaginar fácilmente una cultu-
ra donde el discurso circulase sin necesidad alguna de su
autor. Los discursos, cualquiera sea su estatus, forma o
valor, e independientemente de nuestra manera de ma-
nejarlos, se desarrollarían en un generalizado anonimato.
Foucault y Barthes proclamaron la muerte del autor,
ellos sostenían que el sujeto de la escritura es vacío. Para
Barthes, la escritura es la destrucción de toda voz, de
todo origen. La escritura es un lugar neutro, un fundido
a negro, “donde se pierde toda identidad, comenzando
por la propia identidad del cuerpo que escribe” (Bar-
thes, 1994: 65).
Como sucesor del autor, el escritor ya no tiene pasio-
nes, humores, sentimientos, impresiones, sino un rol
bifurcador de discursos propios y ajenos, en una inter-
textualidad (Vásquez, 2004) que prolifera hasta perder
los lindes del yo, hasta la escisión de la identidad o su
fragmentación esquizoide en la escritura.
La muerte del autor responde, de este modo, al
proyecto de desubjetivación, que intenta eliminar la re-
ferencia a un sujeto originario sustentador de la verdad
y el sentido del texto. En efecto, el sujeto que comien-
za a pensarse en la escritura, es un sujeto deudor de
las citas de la cultura que tejen su obra. El entramado
que constituye el texto posee una referencialidad infini-
ta, que multiplica desde distintas vertientes elementos
refractarios de otras11
. Aquello que preexiste como
trasfondo es la muerte de un referente máximo que es-
tablezca los linderos —los alcances— de las miradas;
es la proliferación de las perspectivas (Vásquez, 2005b).
El lugar que sustenta actualmente el autor sigue sien-
do problemático y confuso. Eliminarlo, como lo hizo
Foucault y Barthes, sería una trasposición facilista. A
más de veinticinco años de proclamarse su muerte, es
necesario repensar de nuevo estas perspectivas, en vis-
tas de la explosión de algunos epifenómenos que ponen
en duda su muerte total.
MENTES SIN YO, CUERPO, ENCARNACIÓN E
INTERSUBJETIVIDAD: BUSCANDO EL MUNDO
Ahora bien, como señala el neurobiólogo Francisco
Varela12
, las experiencias humanas son siempre encar-
nadas (Varela et al., 2005). Varela considera que las
ciencias cognitivas se han mantenido hasta hace poco
tiempo, en una tradición “abstracta”, que no sólo las ca-
racteriza a éstas sino también al “mundo occidental”.
Sin embargo, estas ciencias
[…] lentamente han ido cobrando conciencia de que
las cosas han sido planteadas al revés y han comenza-
do un radical viraje paradigmático o epistémico [...], la
convicción de que las verdaderas unidades de cono-
cimiento son de naturaleza eminentemente concreta,
incorporadas, encarnadas, vividas; que el conocimien-
to se refiere a una situacionalidad [...]. Lo concreto no
es un paso hacia otra cosa [concluye], es cómo llega-
mos y dónde permanecemos (Varela, 2000: 220).
Uno de los más importante avances en la ciencia en
los últimos años es la convicción de que no podemos
tener nada que se asemeje a una mente o a una capaci-
dad mental sin que esté totalmente encarnada o inscrita
corporalmente, envuelta en el mundo. Surge como
una evidencia inmediata, inextricablemente ligada a
un cuerpo que es activo, que se mueve y que interac-
túa con el mundo. El mundo no es algo que nos haya
sido entregado: es algo que emerge a partir de cómo
nos movemos, tocamos, respiramos y comemos. Esto es
lo que Varela denomina la cognición como enacción, ya
que la acción connota el producir por medio de una ma-
nipulación concreta.
El constructivismo científico en general, desprecia la
experiencia directa como fuente de conocimiento, y lue-
go se salta lo obvio, lo que significa décadas de estériles
controversias empíricas dentro de la ciencia misma.
Examinemos la cuestión —siguiendo a Varela—, que
desde la neurobiología, vuelve a nuestra pregunta ori-
14. {65}
adolfo vásquez rocca | la cuestión del sujeto: psicopatologías del yo y la transformación biopolítica de la subjetividad
{65}
ginal: ¿qué significa yo? O, ¿qué es el yo? La vivencia,
cuál sea ésta, se da en una situacionalidad. En cada mo-
mento de nuestra vida algo acontece, vivimos alguna
experiencia. Vemos, oímos, olemos, saboreamos, toca-
mos, pensamos. Podemos estar complacidos, coléricos,
atemorizados, cansados, perplejos, interesados, sufrir
una agobiante timidez o estar absortos en una bús-
queda. Siento que yo soy abrumado por mis propias
emociones, que tengo mayor valía cuando otro me elo-
gia, que una pérdida me destruye. ¿Qué es este yo, este
centro que va y viene, tan constante pero tan frágil, tan
familiar pero tan elusivo?
Este concepto de yo suele ser una manera cómoda de
aludir a una serie de acontecimientos y formaciones men-
tales y corporales, ante las cuales una persona puede creer
que (este “yo”) subyacen a la sensación de que “estas for-
mas transitorias ocultan una esencia real e inmutable que
es la fuente de nuestra identidad y que debemos prote-
ger; parecieran que tienen un grado de coherencia causal
e integridad en el tiempo, al modo de una entidad centra-
lizada, unificada y homogénea” (Varela et al., 2005: 152),
cuestión a la que Varela se opone, describiendo ese “yo”,
más bien, como un sistema altamente cooperativo —una
aglomeración desunificada y heterogénea de redes de
procesos cognitivos encarnados—.
Pareciera que esto nos conduciría a una contradicción.
Sin embargo, por una parte, aun el más somero vistazo
a la experiencia –la vivencia– nos indica que ésta está en
cambio constante, más aún, que siempre depende de
una situación particular. Ser humano, estar vivo, es estar
siempre en una situación, un contexto, un mundo. No
hay en nosotros nada que sea objeto de la experiencia y
permanezca constante o independiente de las situacio-
nes. Pero la mayoría de nosotros estamos convencidos
de nuestra identidad: tenemos una personalidad, re-
cuerdos y remembranzas, planes y expectativas, que
parecen confluir en un punto de vista coherente, un
centro desde el cual oteamos el mundo, el terreno don-
de estamos plantados. ¿Cómo sería posible semejante
punto de vista si no estuviera arraigado en un yo o ego
singular e independiente, dotado de existencia real?
La creencia en un yo substancial se vio fuertemen-
te influida por la tradición cartesiana. El método de la
duda sistemática condujo a Descartes a afirmar su ya
conocido aforismo “pienso, luego existo”. Sin embar-
go, aun cuando al parecer es lícito transcurrir desde
la experiencia consciente a la afirmación de existencia
contingente, el error de Descartes habría consistido en
apresurarse a postular la existencia de una res cogitans,
siendo que de buenas a primeras sólo tenía evidencia
para afirmar la existencia de los pensamientos.
Es sabido que en Occidente fue David Hume quien
inauguró en los tiempos modernos el pensamiento es-
céptico en torno a la existencia de un yo substancial y
permanente. Esta postura empirista de herencia hu-
meana, perteneciente a lo que se conocerá (en las
ciencias cognitivas) como modelo conexionista, rechaza
la existencia de una entidad cognitiva central coordina-
dora de los estados mentales; esta posición se anticipaba
más de cien años a la incipiente teoría de Varela acerca
de las redes autoorganizativas13
.
“La mente no está en la cabeza”: la cognición está
enactivamente encarnada. “Enactiva” es una etiqueta
que utilizo aquí en su sentido literal, ya que la cogni-
ción es algo que producimos por el acto de manipular,
por medio de una manipulación activa: es el principio
fundacional de lo que es la mente. Esto implica una pro-
funda coimplicación, una codeterminación entre lo que
parece estar afuera y lo que parece estar adentro. En
otras palabras, el mundo ahí afuera y lo que hago para
estar en ese mundo son inseparables (Varela, 2000).
Esta perspectiva de la mente como enactivamente en-
carnada tiene dos consecuencias, ya que, si la mente no
está en la cabeza, ¿dónde está? Este es precisamente el
punto: es en este lugar de la codeterminación entre lo
interno y lo externo, luego no podemos decir que está
afuera o adentro. La otra consecuencia que se deriva de
esto y que ha sido menos enfatizada, es que la mente
es inseparable del organismo como un todo. Tendemos
a creer que la mente está en el cerebro, en la cabeza,
pero el hecho es que el ambiente también incluye al
resto del organismo: incluye el hecho de que el cerebro
está íntimamente conectado con todos los músculos,
con el esqueleto, los intestinos y el sistema inmunitario,
los flujos hormonales, y así sucesivamente.
Es precisamente la naturaleza del organismo como
una red de elementos codeterminados la que estatuye
15. {66}{66}
Nómadas 42 | abril de 2015 | universidad central | colombia
que nuestra mente sea, literalmente, inseparable, no
sólo del ambiente externo, sino también de aquello que
Claude Bernard denominó el milieu intérieur (Holmes,
1986), el hecho de que no sólo estamos dotados de un
cerebro sino de todo un cuerpo. Cuando tratamos con
un ser vivo, la individualidad aporta un elemento de
inquietante complejidad: más allá de las condiciones ex-
ternas, es necesario considerar también las reacciones
orgánicas intrínsecas, a las que Bernard llama medio in-
terior (milieu intérieur).
El pensamiento abstracto y su soporte simbólico han
sido los pilares del paradigma cognitivista, base de la
inteligencia artificial tradicional. Sin embargo, los re-
sultados provenientes de finales de la década de los
noventa del siglo pasado sobre corporización y situacio-
nalidad de la cognición, complementados por la puesta
al día en los últimos años del trabajo de autores como
el neurofisiólogo Francisco Varela, están permitiendo
definir un constructo teórico alternativo al computa-
cionalismo.
El cerebro transforma información en estados fun-
cionales bioquímicos y celulares. Allí toman parte las
propiedades del agua, las propiedades de los canales,
etcétera. Es decir, no hay simplemente “información
que pasa”. Esa información cambia el sistema profun-
damente, lo modifica hasta su estructura molecular:
construye nuevas proteínas. El sistema nervioso no es
simplemente un sistema de comunicación. El cere-
bro establece estados funcionales internos que ya tenía
cuando nació.
ÉTICA, ACCIÓN Y SABIDURÍA: DEL SABER-QUÉ
AL SABER-CÓMO (SABER-HACER ÉTICO)
Varela invita a poner atención a cómo opera la lógica
y se aplican sus principios de identidad y se calculan
los valores de verdad o consistencia —los procesos ca-
tegoriales, etcétera—, pero luego nos invita a que nos
demos cuenta que en la vivencia —que la vida huma-
na en su operar o transcurrir operacional— no es así,
que la vida humana tiene esa curiosa capacidad de ser
completamente descentrada, esto es, la mente (y los
pensamientos) no está localizada como una especie de
proceso que existe en algún lugar que típicamente se
ubica en la cabeza, sino que está descentrada, es una
concurrencia de muchos flujos, de lo emocional, de lo
postural, de lo relacional, que van cada uno en una espe-
cie de flujos cambiantes constantemente, por lo tanto, la
primera cosa es que el know how (saber-cómo) es simple
y completamente la manifestación de ese flujo perma-
nente. Hay que ser capaz de recuperar el “saber cómo”
(el saber hacer), hay que incorporar en la reflexión y el
análisis todo ese dominio de fenómenos, desde el punto
de vista de la educación; por ejemplo, hay un entrena-
miento dirigido a esa área, el área de lo emocional, de lo
que es la instancia del saber hacer corporal, del dominio
de lo que son las intuiciones y de los flujos y de lo que
uno podría llamar también los procesos preconceptuales
Tiempos Modernos, 1936 | director: charles chaplin
16. {67}
adolfo vásquez rocca | la cuestión del sujeto: psicopatologías del yo y la transformación biopolítica de la subjetividad
{67}
o pregnoéticos, precategoriales. La mente no está en la
cabeza, está distribuida en el cuerpo, porque también
pensamos con el cuerpo y en éste, no pensamos com-
partimentadamente, con abstracciones conceptuales,
representaciones mentales separadas.
El saber-qué corresponde a la importante tradición de
la ética de corte racionalista que ha marcado buena par-
te de la modernidad en filosofía. Es más, subrayando
su impronta, las tendencias y corrientes contractualis-
tas actuales la suscriben y hasta la subrayan, procurando
encontrar sólidos argumentos en el juicio moral, para lo
que es fundamental el discurso racional basado en ca-
denas de argumentaciones.
El saber-cómo, en cambio, refiere al movernos en el
mundo y al comprender, que no es distinto de nuestra
actividad sensorio-motriz. Asimismo, tiene en cuenta
el mundo, que se integra con el sujeto de la acción: el
mundo no es algo que nos haya sido entregado; es algo
que emerge a partir de cómo nos movemos, tocamos,
respiramos y comemos. Está plenamente comprometi-
do con lo que somos. Emerge en un círculo autopoiético
con nosotros. De manera que no sucede que el yo y el
mundo se encuentren separados. Emergen de una de-
pendencia mutua, de una codependencia.
Varela, al igual que Rafael Echeverría (1994), toma la
idea de transparencia y quiebres de Fernando Flores.
Se refiere con éstas a la trama que constituye nuestras
vidas, a la manera inmediata en que operamos en una
situación dada, al mundo en tanto vivido y no “construi-
do” mediante abstracciones. A esto designa know-how
(saber-cómo), que se diferencia del know-what (saber-
qué), es decir, la distinción entre la habilidad espontánea
y el conocimiento o juicio racional.
Así, Varela hace notar esta inmediatez que tenemos
con el mundo, y cómo desarrollamos una serie de habili-
dades para relacionarnos con éste. No es posible separar
los procesos sensoriales y motores, la percepción y la
acción, de la cognición —enfoque enactivo de la cog-
nición—. La percepción no es una simple recuperación
de un mundo predefinido, sino que es la acción guiada
perceptualmente en un mundo que es inseparable de
nuestras capacidades sensomotoras, así, la cognición “no
está constituida por representaciones, sino por acciones
corporeizadas” —micromundos y microidentidades—.
En síntesis, para responder la primera cuestión: “¿Cuál
es el mejor modo de comprender el saber-hacer ético?”,
Varela parte de una determinada concepción de ética
como objeto de reflexión, según la cual, “la ética está
más próxima a la sabiduría que a la razón”. Argumenta
que “es en la percepción inmediata donde está la clave
para una comprensión más amplia del comportamiento
ético y no en la percepción mediada, aquella derivada
de la reflexión o de los varios razonamientos lógicos”
(2002: 65), y concluye que la mayor parte del saber-
hacer ético emerge de la confrontación directa con la
realidad, por lo tanto, a lo largo de la reflexión que pro-
duce mediación.
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Nómadas 42 | abril de 2015 | universidad central | colombia
A partir de esta innovadora reflexión, Varela nos
introduce —desde una perspectiva pragmática—
en la problemática ética: “¿Cómo se puede aplicar
al estudio de la ética y a la noción de habilidad éti-
ca la distinción entre comportamientos espontáneos y
enjuiciamientos abstractos, entre las filosofías morales
del hacer y las del ser?” (2002: 209). Varela encuentra
que en el pensamiento oriental no hay un olvido de
la confrontación ética inmediata como eje central, es
posible entender que adquirimos un comportamiento
ético de la misma manera que cualquier otro tipo de
comportamiento.
El comportamiento ético se mira desde un punto de
vista pragmático y progresivo. Se considera que existen
capacidades básicas, las cuales fomentadas sin obstá-
culos generan las cualidades que se persiguen (Novoa,
2006). El comportamiento ético no surge de hábitos,
o de la obediencia a reglas establecidas, los individuos
expertos actúan a partir de inclinaciones extendidas, lo
que trasciende las limitaciones del repertorio de res-
puestas cotidianas (Varela, 2002).
Así como las tradiciones orientales y aun el psicoanáli-
sis consideran un ser cognitivo no unitario, a diferencia
de un yo estable o transcendental tan arraigado en toda
la tradición occidental. El yo se define pues, a partir de
propiedades emergentes, es el resultado de una actividad
lingüística recursiva y su capacidad para la autodescrip-
ción y la narración (Rorty, 1992). De esta manera, para
Varela, la habilidad ética “es el conocimiento progresivo
y directo de la virtualidad del ser” (2002, p. 109).
Tenemos entonces que, entre las múltiples tenden-
cias en la ética contemporánea, Varela postula que la
ética es una habilidad, y con esto quiere decir que se
trata de una conducta espontánea, no regida por re-
glas: una persona sabe cuál es la acción adecuada en
circunstancias determinadas y actúa en consonancia.
Según la teoría de la enacción, el conocimiento lo es
de lo concreto, de la manera en que funciona el sentido
común, que es el trasfondo cognitivo de donde emer-
gen nuestras acciones en la resolución de problemas
cotidianos. El conocimiento es acción, más precisamen-
te, es la emergencia de acciones adecuadas en contextos
concretos y específicos.
¿Cuál es nuestro interés? Fundamentar la ética con
argumentaciones distintas a las habituales en el pano-
rama actual, dominado por concepciones demasiado
constreñidas a una racionalidad de fuente iluminista.
No se trata sólo de argumentar teóricamente sino de
resituar la ética como práctica, como práctica del bien.
Varela desarrolló estas vinculaciones en varios lugares
pero especialmente en el texto que recoge una serie de
conferencias dictadas en la Universidad de Bolonia en
1991 bajo el título Ética y acción (Varela, 1996).
El planteo inicial de esta obra es que la ética se apro-
xima más a la sabiduría que a la razón. Sabiduría es
comprendida aquí en el sentido en que la utilizan las
tradiciones de sabiduría oriental (hinduismo, taoísmo,
confucionismo y budismo) y no como se le entiende
habitualmente.
Si bien existen múltiples diferencias entre estas tra-
diciones, una de sus convergencias es la que el autor
aprovecha y que puede ser presentada de la siguien-
te manera: la consideración de la ética como práctica y
no sólo como asunto de clarificación conceptual sobre
las prácticas. De este modo, la ética se aproxima más
al conocimiento de lo que es ser bueno que a un juicio
concreto en una situación dada.
DE UN YO PSICOLÓGICO A UN YO
NEUROQUÍMICO: EXPERIMENTOS CON UNO
MISMO Y NUEVO ESTATUTO ONTOLÓGICO-
EPISTÉMICO DEL CUERPO
Cuando uno se percibe existir, se experimenta la sensación
de un demente maravillado que sorprende su propia
locura y se empecina en vano en darle un nombre.
La costumbre embota nuestro asombro de existir: somos,
y ya no le damos más vueltas, simplemente ocupamos
nuestra plaza en el asilo de los existentes.
Emil Cioran
Como se ha señalado, la mente no está en la cabeza,
tampoco el saber, lo que nos aparece (comparece) es el
mundo, con sus tonalidades y matices, las preferencias
y los rechazos prerracionales, es lo constitutivamente
dado desde ese flujo pulsional y neuroquímico que yo no
18. {69}
adolfo vásquez rocca | la cuestión del sujeto: psicopatologías del yo y la transformación biopolítica de la subjetividad
{69}
escojo, sino que más bien me constituye; lo emocional
(el querer), el deseo tras del cual estamos direcciona-
dos, y que no es más que el abrazo del organismo, del
cuerpo entero, instancia originaria y principal que nos
aparece como el mundo.
Así, es posible una radical reconfiguración de la propia
identidad. El reconocimiento de un yo neuroquímico
que con el lenguaje del romanticismo Schopenhauer
denominaría magnetismo, y que según Sloterdijk se-
ría la herencia del “mesmerismo” (Vásquez, 2011) a la
teoría del psicoanálisis, con lo cual se constituiría como
uno de los secretos bizarros de Freud, y que para Va-
rela (1996) y Jean-Luc Nancy obedece a un proceso de
“encarnación” de nuestra identidad donde devenimos
sujetos “somáticos” (Vásquez, 2012).
Autores como Jean-Luc Nancy han desarrollado una fi-
losofía del cuerpo en la cual se trastoca la interpretación
generalmente aceptada en torno al lugar (subordinado)
del cuerpo en la constitución del sujeto moderno, para
emplazar una nueva antropología, según la cual, “no es
que tengamos un cuerpo, sino que somos un cuerpo”. De
este modo, con el nuevo estatuto ontológico y epistémico
del cuerpo, no sólo se conforman nuevas formas de subje-
tividad (Guattari, 1992), sino también una “nueva carne”
(Vásquez, 2012). Así, en las fronteras entre lo natural y lo
artificial surge la posibilidad de pensar en un cuerpo cu-
yos órganos se hayan emancipado, en lo que Deleuze y
Guattari (2008) llamarían el cuerpo sin órganos.
El sujeto no es más que esa intimidad dislocada res-
pecto de sí que es alteridad radical, novum organum,
espectral e ilocalizable. Los cambios en el cuerpo, como
se demuestra en fenómenos clínicos como el del miem-
bro fantasma, pueden asimismo alterar la experiencia
de lo que consideramos como nuestra mente, y de los
límites que contienen nuestro yo.
Generalmente, se ha dado por hecho que nuestro self14
está anclado a un cuerpo único que permanece estable
y permanente hasta la muerte. La preocupación por el
cuerpo es así una clave hermenéutica para leer el mo-
mento poshumano. El tema del cuerpo nos traslada a
posiciones filosóficas, artísticas, científicas y tecnológicas
halladas donde intentan predominar intereses coligados
a la nueva industria de la ingeniería genética y las prácti-
cas biotecnológicas con ésta asociadas. El uso y abuso de
la imagen del cuerpo en la publicidad, el arte, la prensa y
el cine aumenta el desvelo ante un cuerpo humano que
sabe su constante reestructuración y rehechura, escindi-
do entre lo natural y lo artificial (Vásquez, 2012-2013). El
cuerpo pierde así sus dimensiones, su capacidad repre-
sentativa para acoplarse indiferenciadamente con nuevas
máquinas y nuevas sustancias (psicotrópicas), con lo cual
se transforma en un híbrido biológico-químico.
Este proceso de “encarnación” de nuestra identidad ha
de determinar que cualquier exploración piscobiológica
que queramos llevar a cabo debe estar orientada en una
dirección similar a los experimentos con uno mismo de
Sloterdijk (Vásquez, 2013), una suerte de tratado de in-
toxicación voluntaria dentro de un programa general
encaminado a la experimentación con el propio cuerpo,
método inspirado en la medicina romántica, y aquí es
donde se origina una ambiciosa semiótica de la medica
ción farmacológica, no sólo del endomorfinismo de la
especulación, sino también de mecanismos endocrinos
o quimioéticos, donde Sloterdijk da cuenta de una mi-
cropolítica de la subjetividad. El cuerpo, como se ve,
está deviniendo el lugar privilegiado para experimentar
con uno mismo.
El dominio sobre el genoma humano, la codificación
de la conducta, la asociación de ciertas secuencias con
dominios funcionales ya identificados, el desarrollo de
las máquinas inteligentes, las biotecnologías y la puesta
en operación de las fuerzas de la vida trazan una nueva
cartografía de los biopoderes. Estas estrategias ponen
en discusión las formas mismas de la vida, lo que da
lugar, a su vez, a una nueva ética del cuerpo, que pone
un énfasis especial en administrar los impulsos, sobre
todo cuando están relacionados con la fecundación y la
descendencia. He aquí “el nacimiento del biopoder mo-
derno como condición de posibilidad de los racismos
tardo modernos” (Díaz, 2011).
Sloterdijk, por su parte, entiende al hombre como una
deriva biotecnológica asubjetiva que vive hoy —con
el desarrollo de la inteligencia artificial y el descubri-
miento del genoma humano— un momento decisivo en
términos de política de la especie. De un yo psicológico a
un yo neuroquímico, a una radical reconfiguración de la
propia identidad. La construcción de estos nuevos yoes
19. {70}{70}
Nómadas 42 | abril de 2015 | universidad central | colombia
neuroquímicos obedece a un proceso de “encarnación” de
nuestra identidad donde devenimos sujetos “somáticos”.
¿Qué ocurre cuando es el yo el que se encuentra suje-
to a transformaciones por parte de la tecnología médica,
cuando la cognición, la emoción, la volición, el estado de
ánimo se abren a la intervención? (Roca, 2015).
Los seres humanos siempre se han trabajado a sí mis-
mos, para mejorarse. Esto no es nuevo, en cada época
aparece de manera específica. Este trabajo tiene que
ver, evidentemente, con la manera como los humanos
nos vemos a nosotros mismos y como nos queremos ver.
En la primera mitad del siglo XX y en las sociedades li-
berales avanzadas, los ciudadanos se veían a sí mismos
desde una creencia psicologista: con un espacio interior
profundo sobre el cual trabajar. Manifestación de ello
fue la proliferación de terapias, de test psicológicos, de
literatura psicológica. Lo que se ha llamado el desarro-
llo progresivo de las técnicas psi. Pero a partir de los
años sesenta va apareciendo otra tendencia, que es la de
pasar de ciudadanos psicológicos a ciudadanos somáti-
cos, es decir, biológicos. O dicho de otra manera, de un
yo mental a un yo cerebral (Rose, 2012).
Durante la segunda mitad del siglo XX, los psiquiatras
han trazado las bases neurológicas y neuroquímicas de
la vida mental, y sobre este mapa se ha constituido el
nuevo yo, que no es un yo mental, sino un yo cerebral, y
un yo cerebral quiere decir un yo neuroquímico.
Planeta prohibido (Forbidden Planet), 1956 | director: fred m. wilcox
20. {71}
adolfo vásquez rocca | la cuestión del sujeto: psicopatologías del yo y la transformación biopolítica de la subjetividad
{71}
Los cerebros son órganos físicos con sustancias quí-
micas y unas determinadas funciones. Existen drogas,
como los psicofármacos, que pueden sustituir funcio-
nes cerebrales, estimularlas o inhibirlas. Hay sistemas
modélicos experimentales para investigar: cerebros
humanos, cultivos de células in vitro similares a las neu-
ronas, cerebros animales... hay también técnicas de
investigación: ensayos químicos de fluidos corporales,
electroencefalogramas, técnicas de imágenes cerebra-
les. Hay diagnósticos sobre trastornos de estados de
ánimo, emociones, cognición o voluntad que pueden ser
tratados farmacológicamente. El régimen de verdad es
la experimentación. El espacio mental no es ahora una
caja negra de la que no podemos saber nada, como de-
cían los conductistas, es que sencillamente la mente es
el cerebro. En otras palabras: lo que llamamos mente
es el conjunto de actividades y procesos que realiza el
cerebro. Los trastornos funcionales son, finalmente,
trastornos orgánicos (Rose, 2012).
Pero todo este razonamiento científico y comercial
debe conjugarse con el pensamiento neoliberal, que
entiende que el sujeto debe y puede decidir lo que
quiere, no está sometido a un destino biológico. Las in-
vestigaciones en epigenética plantean que ni tan sólo la
genética es determinista. Ya no se trata solamente de
decidir qué tratamiento recibir para un trastorno, sino
también de identificar susceptibilidades genéticas en
individuos asintomáticos.
Pero los psicofármacos juegan un papel ambivalente15
.
Sirvieron en su momento para que los considerados
“enfermos mentales” abandonasen los hospitales psi-
quiátricos y pudieran vivir en comunidad. También se
plantean cada vez más no en un sentido disciplinario
normalizante, sino como una manera de ajustar la pro-
pia conducta.
Las consideraciones anteriores dan cuenta de los efec-
tos que tiene la nueva “política de la vida” o biopolítica
sobre los procesos de subjetivación; una “biopolítica de
la población”, más centrada en el cuerpo-especie, don-
de han predominado más las tecnologías reguladoras
y aseguradoras. Por primera vez, subraya Foucault, la
vida, lo biológico, pasa a reflejarse en lo político. Si du-
rante siglos se pensó, con Aristóteles, que el hombre
era un animal viviente que, además, como caracterís-
tica propia, era capaz de llevar a cabo una existencia
política, “el hombre moderno [declara Foucault] es un
animal en cuya política está puesta en entredicho su
vida de ser viviente” (Foucault, 1977, p. 173).
Hechos como la aparición de la neuroética nos esta-
rían mostrando hasta qué punto se están modificando
las tecnologías de subjetivación, unas tecnologías que
nos están convirtiendo en “individuos somáticos”.
Nuestros juicios y actuaciones están cada vez más me-
diatizados por el lenguaje de la biomedicina. Es posible
hablar de la transición de un “yo psicológico” a un “yo
neuroquímico”, de una nueva forma de comprensión
de la propia identidad —que evidentemente influye,
no sólo en lo que pensamos de nosotros mismos, sino
también en nuestra práctica cotidiana—, en la cual se
destaca que somos un cuerpo y un cerebro. Este proce-
so de “encarnación” de nuestra identidad provoca que
cualquier reconstrucción personal que queramos lle-
var a cabo, se supone que debe realizarse a través de
nuestro propio cuerpo. El cuerpo está deviniendo el
lugar privilegiado para experimentar con uno mismo.
Pensemos, por ejemplo, en los discursos sobre la die-
ta o el ejercicio físico, en los piercings, los tatuajes o la
cirugía estética.
A inicios de la década de los setenta, la idea de un
espacio psicológico interior, que había sido el centro
de nuestra forma y autocomprensión, se estaría des-
dibujando. Hoy ya no se habla tanto de traumas y
neurosis asociados con la biografía peculiar de cada
cual, sino más bien de problemas relacionados con al-
gún desequilibrio bioquímico existente en el cerebro,
o de ciertas predisposiciones genéticas. Multitud de
fenómenos de la vida humana —desde la ansiedad y
la depresión, pasando por los cambios de humor rela-
cionados con el ciclo menstrual, hasta los déficits de
atención de ciertos niños— son interpretados como
desequilibrios bioquímicos tratables a través de dro-
gas capaces de reajustarlos. Esta recodificación del
yo no sólo está influyendo en la psiquiatría, sino que
está teniendo incidencia también en ámbitos tan di-
versos como el mundo laboral, el deporte, la escuela
o la prisión. Se puede hablar de “sociedades psicofar-
macológicas” porque se está convirtiendo en rutinario
el hecho de pretender transformar nuestra capacidades
subjetivas a través de drogas.
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La aparición de nuevos “expertos somáticos”: el
gobierno de estos nuevos yoes neuroquímicos no
proviene principalmente de los políticos o de profesio-
nales que predominaron en la sociedad del bienestar
(trabajadores sociales, educadores, terapeutas), sino
que la biopolítica, en la actualidad, depende, en buena
parte, del trabajo constante y minucioso de los labora-
torios; del complejo poder informático necesario para
llevar a cabo digitalizaciones de las funciones cerebra-
les o para establecer relaciones entre historia clínica
y genealogías familiares, con determinadas secuen-
cias genéticas; y, evidentemente, de la búsqueda de
ganancias que estas nuevas formas de conocimiento
prometen. Es en este tipo de prácticas donde debemos
buscar la emergencia de nuevas formas de autoridad.
Agenciamientos de poder clínico, con una nueva ge-
neración de profesionales médicos: los genetistas, los
neurobiólogos, los neurocientíficos, los gerontólogos,
los expertos en bioética (y biopolítica), los dietistas,
los expertos en reproducción, sexualidad y control de
la natalidad, y en aquel difuso y amplio ámbito, que
denominamos salud mental, y que presenta rasgos
similares al “poder pastoral” (Vásquez, 2011) (de un
claro eco heideggeriano).
NOTAS
1 Una exposición detenida, de gran alcance y rigor sobre este
punto, es posible encontrarla en el capítulo “La humillación
por las máquinas; sobre la significación de la novísima tecno-
logía médica para la época” (Sloterdijk, 2001).
2 Paul Ricoeur (2003) plantea la discusión de Heidegger y
la cuestión del sujeto, donde cuestiona la primacía del cogito,
cuestión que conduce a superar el concepto de la metafísica
del sujeto; asumir que el sujeto es susceptible de ser conocido
por introspección. Dado que el sujeto se hace en la medi-
da que experimenta el mundo, el sujeto cambia y el mundo
también, es una tarea hermenéutica, pues mientras el sujeto
construye el mundo se construye así mismo, descartando la
escisión entre sujeto y mundo.
3 La idea de que la conciencia está excluida de su propio
sentido por un impedimento del que no tiene dominio ni co-
nocimiento es la clave de la tópica freudiana: porque pone al
sistema del inconsciente fuera de todo alcance, el dinamismo
de la represión requiere una técnica de interpretación adecua-
da a las distorsiones y a los desplazamientos que el trabajo del
sueño y el trabajo de la neurosis ilustran de manera ejemplar.
4 Sustancializar es dotar de existencia autónoma (material
o no) a algo, como en psicología se tiende a sustancializar la
palabra mente o razón. La mente no es más que lenguaje y
procesos psicológicos; la razón es una facultad mental, sin em-
bargo, se sustancializan cuando les buscamos un soporte físico
(una centralidad o punto de anclaje) diciendo que la mente
está (localizada) en el cerebro, o en tal o cual zona. Existe una
creciente propensión por parte de las neurociencias a declarar
la subjetividad misma como un mero epifenómeno de proce-
sos cerebrales.
5 Blade Runner es una película estadounidense de ciencia
ficción de 1982, dirigida por Ridley Scott y basada en la no-
vela ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? de Philip
K. Dick, un clásico de la ciencia ficción y obra precursora del
género cyberpunk. La historia transcurre en una versión dis-
tópica de la ciudad de Los Ángeles, Estados Unidos, durante
el mes de noviembre del 2019. El título de la película viene de
la novela The Bladerunner, de Alan E. Nourse, cuyo protago-
nista contrabandea instrumentos quirúrgicos en el mercado
negro, y de Bladerunner, A Movie (en algunas ediciones Blade
Runner), un tratado de cine escrito por William S. Burroughs.
Blade Runner debe mucho a Metrópolis de Fritz Lang. Ridley
Scott da crédito al cuadro Nighthawks, de Edward Hopper,
y a la historieta breve The Long Tomorrow, escrita por Dan
O’Bannon y dibujada por Moebius (alias de Jean Giraud),
como fuentes estilísticas para la ambientación. Scott contrató
a Syd Mead como artista conceptual, y ambos recibieron gran
influencia de la revista francesa de ciencia ficción Métal Hur-
lant (Heavy Metal), en la que Moebius contribuía.
6 Los recuerdos —y la memoria— es el gran tema de Phi-
lip K. Dick, el maestro norteamericano de la ciencia ficción
y la literatura de anticipación, digno heredero de Asimow y
Bradbury: narradores de antiutopías futuristas.
7 Los replicantes fueron declarados ilegales en el planeta
Tierra tras un sangriento motín ocurrido en el planeta Mar-
te, donde trabajaban como esclavos. Un cuerpo especial de la
policía, Blade Runners, se encarga de identificar, rastrear y
matar —o “retirar”, en términos de la propia policía— a los
replicantes fugitivos que se encuentran en la Tierra. Con un
grupo de replicantes suelto en Los Ángeles; Rick Deckard, el
mejor agente que ha existido en lo que a detección y retiro de
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replicantes se refiere, es sacado de su semiretiro para que use
algo de “la vieja magia Blade Runner”.
8 Fue el mismo Rutger Hauer, actor que interpreta a Batty,
el que retocó la versión del guionista David Peoples y añadió
al final lo de “Todos esos momentos se perderán en el tiempo,
como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir”. La frase tie-
ne demasiados parecidos al poema El barco ebrio de Arthur
Rimbaud:
¡Yo he visto los archipiélagos siderales! y las islas donde los
cielos delirantes están abiertos al viajero. Yo sé de los cielos
que estallan en rayos, y de las trombas.
¡Pero, de verdad, yo lloré demasiado! Las Albas son desola-
doras. Toda luna es atroz y todo sol amargo: El acre amor me
ha hinchado de torpezas embriagadoras.
¡Oh que mi quilla estalle! ¡Oh que yo me hunda en la mar! Es
hora de morir.
9 La filosofía francesa de los dos últimos tercios del siglo
pasado ha ido progresivamente afinando su gusto por una
solemne frivolidad. Asumió el tono declamatorio de quien
describe el Apocalipsis y el hábito singular de los virajes inte-
lectuales hacia cualquier rumbo en el mejor estilo de la moda
y sus pasarelas femeninas.
10 Juan Luis Martínez, poeta que a fines de los setenta y prin-
cipios de los ochenta irrumpió en la escena literaria chilena
con una poesía rupturista, escéptica e iconoclasta, incompren-
dida por buena parte de la crítica y rechazada por más de un
editor. Los versos de Martínez han circulado por más de vein-
te años como fotocopias, aunque ahora la situación empieza a
cambiar. La nueva novela —curiosamente a pesar del nom-
bre— obra paradigmática de la vanguardia poética chilena, se
ha convertido en un objeto de un nuevo culto, el de la tacha de
la autoría y la disolución del autor.
11 Según Barthes: “El escritor se limita a imitar un gesto
siempre anterior, nunca original; el único poder que tiene es el
de mezclar las escrituras, llevar las contrarias unas con otras,
de manera que uno nunca se pueda apoyar en una de ellas”
(1994: 69). Pese a esta afirmación, Barthes no profundiza en
este escrito sobre el sujeto que aquí podría asomarse.
12 Francisco Varela es un neurobiólogo chileno nacido en
1946, Doctor de la Universidad de Hardvard con su tesis
“Insect Retinas: Information processing in the Compound
Eye”, dirigida por el premio nobel de medicina Torsten
Wiesel. Fue director de investigaciones en el Centro Na-
cional de Investigaciones Científicas de Francia y director
del Laboratorio de Neurociencias Cognitivas en el Hospital
de La Salpêtrière en París. En sus primeros años, Varela
trabajó con Humberto Maturana, otro biólogo chileno, de
cuya alianza nacieron los libros De máquinas y seres vivos:
una teoría sobre la organización biológica (1973) y El árbol
del conocimiento: las bases biológicas del entendimiento
humano (1985). En sus investigaciones, los científicos avan-
zaron en la teoría de la autopoiesis, que se ha extendido a la
sociología a través del pensamiento de Niklas Luhmann y la
teoría de sistemas complejos.
13 Estrechamente ligada a las líneas propuestas por Paul
Smolensky, y, por otro, a la teoría de las ideas cognoscentes
de William James y los neorrealistas de comienzos del siglo
XX, dentro de lo que posteriormente se conoció como la teo-
ría del monismo neutral.
14 Harold Blum dice que los conceptos referentes al self
varían tremendamente, comprendiendo diferentes marcos
de referencia y distintos niveles de discurso. Van desde un
modo de expresión coloquial-fenoménico (como cuando uno
habla de “la conciencia de uno mismo”) hasta construcciones
metapsicológicas muy abstractas.
15 A mediados de los años noventa se da un cambio impor-
tante en el pensamiento y la práctica psiquiátrica. Se trata
de un estilo de razonar que considera que todos los tras-
tornos mentales pasan por el cerebro y su funcionamiento
molecular, neuroquímico. Los elementos biográficos se
tienen en cuenta pero entendiendo a que sus efectos depen-
den de las características de cada cerebro. Se da un cambio
en la consideración económica de los que padecen trastor-
nos mentales. Si antes se les consideraba una carga social,
hoy se ve como una oportunidad para la inversión y el be-
neficio. Se teje aquí una gran alianza entre el gran capital
farmacéutico, la salud pública y el reclamo a los accionistas
privados.
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