La dirección de una empresa se encarga de administrar los recursos para alcanzar los objetivos definidos. Esto requiere desarrollar funciones como la planificación, organización, gestión y control. La dirección también ejerce el liderazgo de la empresa motivando a los empleados y utilizando habilidades como la escucha y la persuasión. Existen diferentes estilos de dirección como el autocrático, democrático y de laissez-faire.