La felicidad se produce cuando una persona alcanza una meta deseada y se caracteriza por una sensación interna de satisfacción y alegría. Los psicólogos han medido el grado de felicidad a través de pruebas y han definido la felicidad como una medida de bienestar subjetivo que influye en las actitudes y el comportamiento de las personas. Las personas con altos niveles de felicidad generalmente tienen una perspectiva positiva del mundo y se sienten motivadas a alcanzar nuevas metas.