1. LA LECTURA DESDE UNA PERSPECTIVA SOCIOCULTURAL
Mg. Gustavo Villar Mayuntupa
…Desde una perspectiva sociocultural vigotskiana, Cole (2003) refiere que la lectura es un
proceso evolutivo que se adquiere proporcionándole al sujeto los medios para que
reorganice su actividad interpretativa utilizando la letra escrita. “Leer un texto es una
elaboración de la capacidad preexistente para “leer el mundo” utilizando signos de diversas
clases” (Cole, 2003, p. 239). Por medio de una concepción cultural mediacional de la
lectura, Cole pone de relevancia el papel que desempeña el adulto para hacer posible la
adquisición de la lectura, destacando la necesidad de que el adulto cree un “médium
cultural” apropiado para desarrollarla. En una línea similar, desde el movimiento
denominado “escribir a través del currículum”, Carlino y Martínez (2009) conciben a la
lectura (y la escritura) como prácticas sociales que se convierten, para quienes la ejecutan,
en instrumentos semióticos que cambian las condiciones de trabajo de la mente e inciden en
la construcción del conocimiento. En tanto práctica social, es falso que la lectura sea una
actividad intransferible, adquirida de una vez y para siempre. Por el contrario, existen
distintos modos de leer que forman parte de ciertas culturas lectoras. “Leer y escribir son
procesos intelectuales que se dan dentro de ciertas prácticas sociales: herramientas para
aprender dependientes de modos de hacer cosas con el lenguaje” (Carlino, 2005, p.162).
Por su parte, Cassany y Morales (2008) situados en una perspectiva sociocultural, vinculada
a la corriente de Nuevos Estudios de Literacidad y Análisis del Discurso, definen también
a la lectura como una práctica social, como una tarea cultural que se desarrolla en el seno
de prácticas letradas particulares. Por lo tanto, son prácticas que varían en el espacio y en el
2. tiempo, en las que cada comunidad idiomática o cultural, cada disciplina del saber
desarrolla prácticas letradas particulares, con rasgos distintivos. Desde esa óptica, es falso
que leer sea una destreza única, estática y descontextualizada, que se aprende solo una vez,
que es universal o igual para todos y que se aplica de modo parecido a todas las prácticas
letradas que se presentan. En la tradición de la pedagogía crítica, por su parte, se procura
comprender la lectura en íntima relación con la realidad. Así, señala Freire que la lectura de
la palabra está precedida por la lectura de la realidad, y que, por lo tanto, aquella debe
procurar la continuidad de ésta. La relación entre lectura y realidad debe ser entendida
dinámicamente. Se alcanza una comprensión cabal del texto cuando se practica una lectura
crítica y ello supone percibir las relaciones entre el texto y el contexto (Freire, 2004). Freire
critica a quienes conciben al texto como un ente metafísico, como un discurso abstracto
divorciado de la realidad. Por tanto, el auténtico acto de leer visto de forma dialéctica
sintetiza dos aspectos que le son inherentes: conocimiento- transformación del mundo y
conocimiento- transformación de nosotros mismos. En el acto de leer las personas toman
distancia de su práctica para conocerla críticamente, y luego regresar a ella para
transformarla y transformarse a sí mismos.
Desde una concepción similar, Rodríguez del Castillo (2007) considera que leer es
una forma de participar en la sociedad, un modo de decir y pensar la realidad en que se
vive. Advierte el autor que si no desarrollamos nuestra capacidad de leer y comprender el
mundo, corremos el riesgo de ser manipulados. Por el contrario quien desarrolle sus
potencialidades lectoras afianzará sus convicciones y pensará con autonomía. La lectura
debe ser además concebida como un proceso cooperativo y mediatizado entre texto y lector,
en el que “la biografía del lector, su sexo, sus estados emocionales, las
3. condiciones histórico- sociales y la institución literaria juegan también un importante
papel” (Rodríguez, 2007, p. 15). Si nos atenemos a esta concepción, pugnar por el
perfeccionamiento de la didáctica de la lectura, no debe ser vista sólo desde el logro de la
transmisión cultural, el desarrollo de las capacidades intelectuales u objetivos de
aprendizajes idiomáticos, sino también desde el punto de vista de la defensa de la identidad.
Referencias bibliográficas
Carlino, P. (2005). Escribir, leer y aprender en la universidad. Una introducción a la
alfabetización académica (1a
ed.). Buenos Aires, Argentina: F.C.E.
Carlino, P. y Martinez, S. (2009). La lectura y la escritura: un asunto de todos/as (1a
ed.).
Neuquén, Argentina: EDUCO- Universidad Nacional del Comahue.
Cassany, D. y Morales, O. (2008). Leer y escribir en la universidad: Hacia la lectura y la
escritura crítica de géneros científicos. Recuperado de
http://www.falemosportugues.com/pdf/leer_universidad.pdf
Cole, M. (2003). Psicología Cultural (2a
ed.). Madrid, España: Ediciones Morata.
Freire, P. (2004). La Importancia de Leer y el proceso de liberación (16a
ed.). México D.
F., México: Siglo XXI.
Rodríguez Del Castillo, M. (febrero, 2007). Estrategias lectoras dependientes del contenido:
propuesta para el trabajo con la obra de José Martí y Simón Rodríguez [CD]. Trabajo
presentado en Pedagogía 2007, La Habana, Cuba.