Durante el triunvirato formado por Pompeyo, Craso y Julio Cesar (60-53 aC) se produjo una de las mayores derrotas de las legiones romanas que dio origen al mito de la legión perdida. Craso, se convirtió en uno de los hombres más ricos de Roma tras apoyar a Sila en la guerra civil y especular con las propiedades requisadas a los partidarios de Mario, a la vez que consiguió prestigio militar al derrotar al ejército de Espartaco en la batalla de Lucania en el 71 aC. En el año 55 aC Craso obtuvo el cargo de procónsul de la provincia de Siria durante 5 años y decidió iniciar la conquista del reino parto para igualar la fama militar de Pompeyo y Julio Cesar.