El documento describe las audiencias reales establecidas por el rey Felipe de España en 1571 para administrar las provincias de Nueva España. Las audiencias eran designadas por el rey y se encargaban de gobernar los territorios americanos, proponiendo políticas, elaborando leyes y nombrando funcionarios. También resolvían problemas políticos, económicos, administrativos y judiciales, y regulaban el comercio entre España y Nueva España.