Hannah Arendt analiza la política y el totalitarismo en dos de sus libros. Define la política de dos formas, ya sea como contraria a la vida basada en la violencia o como responsable de proteger la estabilidad y la vida. Explica que el totalitarismo se basa en el terror y destruye la individualidad de las personas para convertirlas en "haces de reacción intercambiables".