Qué debe saber un futuro profesor de cn en preescolar
La profesión docente y la comunidad escolar
1. La profesión docente y la comunidad
escolar: crónica de un desencuentro.
M. Fernández
Enguita
2. Los padres: entre la indiferencia y
la impotencia.
Una mayoría silenciosa y una minoría
sospechosa.
La difícil tarea de participar.
Lo extraescolar y lo complementario.
La controvertida función de custodia.
3. La participación de los padres de familia
en la gestión de los centros de enseñanza
no es la esperada, ya que el grado de
participación es muy bajo, y cada vez
desciende más.
La abstención es un problema grande en
la mayoría de los casos, se presenta de
manera notoria en cuanto a la
participación de los padres de familia en
las elecciones de los consejos escolares.
4. Los padres son conscientes de algunas de
sus limitaciones, en particular su falta de
conocimiento de la organización escolar y
las cuestiones pedagógicas.
Núcleo de la actividad escolar: el
aprendizaje y la evaluación.
Las actividades extramurales, realizadas
fuera de las paredes de la escuela, pero
integradas dentro del curriculum previsto.
5. Actividades extracurriculares organizadas por
la escuela misma, que no forman parte de la
enseñanza reglada.
Las actividades extraescolares promovidas
autónomamente por los padres, por
entidades ciudadanas o por el consejo
escolar.
Los servicios complementarios atienden a
necesidades planteadas por las condiciones
materiales de la escolarización o derivadas de
la función de custodia asignada a la escuela.
6. Los centros de enseñanza se han convertido
en “aparcamientos” o “guarderías” donde
depositar a niños y jóvenes en las horas en
que sus familias no pueden atenderles.
Los centros públicos tienen que atraer y
retener a su clientela, cosa que los públicos
no necesitan hacer, y son plenamente
conscientes de que ésta busca algo más que
la enseñanza oficial.
En los centros privados la propiedad es la
principal fuerza decisoria, quedando los
profesores en un segundo plano.
7. El alumnado, o el convivado de
piedra.
Delegados, pero ¿de quién?
Una democracia bajo tutela.
La presencia paterna, de apoyo o de
estorbo.
La ineficacia de participar.
El peso de la experiencia cotidiana.
8. Elementos de importancia: Padres,
maestros, alumnos.
Del delegado tiran a la vez dos tipos de
fuerzas de sentido contrario. Por una
parte el grupo que reclama solidaridad, un
interlocutor ante el profesorado y un
defensor de los intereses colectivos. Por
otro lado, el profesor pretende que sea su
ayudante, sustituto en tareas triviales,
portavoz ocasional ante el grupo, es decir
un colaboracionista.
9. Las posibilidades de participación de los
alumnos están fuertemente limitadas por
el hecho de que en ella y el margen de
ella están sometidas a la autoridad y el
poder del profesorado.
La presencia de los padres al llegar a la
enseñanza secundaria consideran que
participan poco, que lo hacen en aspectos
poco relevantes, que sólo se ocupan de
conseguir dinero para distintos fines.
10. La ineficacia es la causa del mal
funcionamiento, pues la tarea conduce a
un resultado que no vale el esfuerzo.
Los alumnos no hacen valer sus derechos
ya que tanto padres y profesores los
creen incapaces.
11. Profesionalismo y participación:
un matrimonio mal avenido.
Una constante al margen de cualquier
variable.
Tipos de participación: variantes y
posiciones.
Y la montaña parió un ratón.
Participación y representación.
De la democratización al profesionalismo.
12. Los mecanismos y órganos de participación, no
cumplen con sus verdaderos objetivos, se tienen
dos opciones: es una farsa y que nada cambiara
y que seguirá igual. Trabajar para ver como son
los procesos y los mecanismos, buscando tener
buenas resultados y una conexión entre los
intereses e ideas de los participantes.
13. La organización jerárquica y autoritaria de la
educación en un contexto de ausencia de
libertades crea en el sistema educativo una
demanda de estructuras participativas que
les permitieran una voz sobre los objetivos y
el proceso de trabajo.
En el caso del alumnado para quien la
participación debía ser una experiencia
formativa y constitutiva de su personalidad lo
menos que puede decirse es que están
aprendiendo fundamentalmente a delegar es
decir, a no tomar sus asuntos en sus propias
manos.
14. El resultado de esto es que los profesores se
encierran en su cascarón de su aula, viéndose
desestimulada cualquier forma de trabajo en
equipo; los padres se alejaban de la vida
cotidiana de la escuela, perdiendo esta
oportunidad de emplear los recursos personales
e intelectuales de la comunidad.
La profesionalización del docente no debe venir
de la definición de un campo formal de
competencias exclusivas, sino del logro de un
conjunto real de capacidades, conocimientos,
técnicas y formas de saber hacer que le permitan
dominar intelectualmente su actividad.
15. ¡Gracias por su atención!
Teresa de Jesús Carrillo Quintero.
Gabriela Escobedo Sánchez.
Jacqueline Carolina Jiménez Cardona.
María Goretti Jiménez López.
Nallely Guadalupe Navarro Gómez.
Perla Lizbeth Núñez Martínez.
Alondra Saucedo Carreón.
María Teresa Saucedo Méndez.