La reflexividad se refiere a la capacidad de las personas de considerarse a sí mismas en relación con su contexto social. La creatividad es la habilidad para desarrollar ideas nuevas y diferentes formas de hacer las cosas. La creatividad surge de la interacción entre el individuo, el campo social y el ámbito en el que se aplica, y depende de factores como la confianza, percepción e imaginación.