Las tres encuestas muestran estilos educativos mayoritariamente autoritarios, con comunicación unidireccional y poca afectividad. Solo la Encuesta 2 muestra un estilo bastante democrático, que se considera el más adecuado al fomentar el respeto a las normas con flexibilidad y dar margen a los niños para que progresen por sí mismos.