2. La familia y la escuela representan los dos contextos
fundamentales para el desarrollo de los/as
niños/as. Ambos sistemas comparten el mismo
objetivo: garantizar un sano desarrollo de los
niños y niñas. Los vínculos afectivos y la esfera
emocional son elementos decisivos en la vida de
los/as niños/as y juegan un papel significativo en
su rendimiento académico. Dado que estos
factores están asociados primariamente a la
familia, es realmente imposible prescindir de la
participación de los padres y madres si aspiramos
a un sistema educativo de carácter integral.
3. De igual manera, los padres y madres están llamados/as a
contribuir con la labor de los/as docentes, asegurando
la continuidad y coherencia de los procesos formativos
promovidos desde la escuela. Lo mismo podemos
argumentar con relación a los principios y valores
transmitidos por la familia, cuya internalización se verá
afectada por el grado de coherencia entre el hogar y la
escuela.
Así pues, la familia y la escuela constituyen las
experiencias más decisivas en la formación integral del
ser humano, por lo que la interacción constructiva
entre ambos ambientes no es una opción, sino una
verdadera condición para el éxito de sus funciones.
4. Participación de los Padres y Madres
en el Proceso Académico de sus
Hijos/as
En el aspecto académico significa funcionar como apoyo,
sin asumir las responsabilidades que corresponden a
los adolescentes . Por ejemplo, las tareas, horarios de
llegada a clases, entrega de proyectos, y búsqueda de
materiales, entre otros.
Cuando se observan dificultades reales de aprendizaje
conviene buscar atención especializada, realizar un
buen diagnóstico y aplicar las correcciones necesarias,
evitando culpar o presionar a los/as niños/as, para que
alcancen los mejores resultados. Esto puede ser
pertinente en cualquier edad y nivel académico.
5. Para motivar el aprendizaje los padres
y madres pueden:
> Mostrar confianza en las capacidades de sus hijos/as.
Valorar la educación.
Estimular la natural curiosidad de los adolescentes siempre que puedan.
> Proveer experiencias nuevas y variadas, aprovechando eventos de la vida
diaria.
> Señalar metas a los adolescentes que supongan un esfuerzo, pero que sean
realizables.
> Hacer que los adolescentes se den cuenta de que los errores son parte del
aprendizaje.
Enseñar mediante el ejemplo.
> Involucrarse en las actividades de la escuela.