Este documento discute las diferencias entre hombres y mujeres en la percepción del dolor externo y visceral. Explica que las mujeres tienden a percibir el dolor externo como más doloroso que los hombres, mientras que pueden soportar mejor el dolor visceral debido a sus funciones reproductivas. Esto se debe a que las mujeres tienen un umbral más bajo de dolor, menor tolerancia y mayor desagrado ante el dolor. El documento concluye que el tratamiento del dolor debería ser diferente para hombres y mujeres.