La lactancia materna es la mejor opción para los bebés y los pediatras deben promoverla y educar a los padres sobre sus beneficios. Sin embargo, algunos colegas promueven inapropriadamente leches artificiales por motivos económicos o de conveniencia. Los médicos tienen la responsabilidad de informar honestamente a los padres sobre las ventajas de la leche materna y no dejarse influenciar por los laboratorios que producen leches artificiales.