La Revolución Francesa estalló debido a la crisis financiera y el deseo de la burguesía de acceder al poder. La Asamblea Nacional de 1789-1792 estableció una monarquía constitucional, pero la oposición de la nobleza y los sectores populares llevó a una radicalización y la proclamación de la República en 1792. La Convención de 1792-1794 implementó reformas democráticas y sociales bajo el Terror de Robespierre, pero su caída en 1794 dio paso al Directorio conservador de 1794-