Este documento presenta un resumen histórico de las perspectivas sobre la conducta anormal a través de los tiempos. Describe tres enfoques principales: 1) el místico, que atribuye la conducta anormal a fuerzas sobrenaturales; 2) el orgánico, que la atribuye a defectos físicos; y 3) el psicológico, que la atribuye a problemas en el pensamiento y la percepción. Revisa estas perspectivas en las culturas antiguas como la griega y su evolución hasta el presente, donde coexist
Fundamentado en los contenidos programáticos especificados en el Núcleo temático I donde desarrollan los siguientes aspectos: Psicopatología, definición, desarrollo histórico.
Criterios de normalidad y anormalidad, uso del manual diagnostico DSM V, Principios de semiología: enfermedad, síndrome, trastornos, síntomas y signos.
Fundamentado en los contenidos programáticos especificados en el Núcleo temático I donde desarrollan los siguientes aspectos: Psicopatología, definición, desarrollo histórico.
Criterios de normalidad y anormalidad, uso del manual diagnostico DSM V, Principios de semiología: enfermedad, síndrome, trastornos, síntomas y signos.
ensayo escrito en UDF
distintos enfoques para tratar los trastornos, factores que influyen en el dasrrollo, tales como el social, biológico, psicológico, cultural.
obteniendo la información de Psicopatología comprendiendo la conducta anormal de Sue
Terapia Ocupacional Y Trastorno LíMite De La personalidad.Demona Demona
En esta exposición intento comunicar, a grandes rasgos, en qué consiste la terapia
ocupacional, los objetivos que persigue esta disciplina en los trastornos límite de la
personalidad, las posibles disfunciones ocupacionales que pueden sufrir estos pacientes
y cómo actuar sobre ellos a través de análisis del proyecto ocupacional diseñado para el
paciente. Finalmente hablaré del abordaje terapéutico desde la terapia ocupacional y el
trabajo interdisciplinar.
www.soyborderline.com
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distintos enfoques para tratar los trastornos, factores que influyen en el dasrrollo, tales como el social, biológico, psicológico, cultural.
obteniendo la información de Psicopatología comprendiendo la conducta anormal de Sue
Terapia Ocupacional Y Trastorno LíMite De La personalidad.Demona Demona
En esta exposición intento comunicar, a grandes rasgos, en qué consiste la terapia
ocupacional, los objetivos que persigue esta disciplina en los trastornos límite de la
personalidad, las posibles disfunciones ocupacionales que pueden sufrir estos pacientes
y cómo actuar sobre ellos a través de análisis del proyecto ocupacional diseñado para el
paciente. Finalmente hablaré del abordaje terapéutico desde la terapia ocupacional y el
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El artículo se refiere a las diversas manifestaciones relacionadas con la brujería y que tienen que ver con la salud. Se hace alusión a la relación de la brujería con el proceso de enfermar en general, con las ideas de la sociedad, con el uso de plantas para curar o perjudicar y con los fenómenos psíquicos
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Tonkonoff Costantini, Sergio E.. (2012). Las funciones sociales del crimen y el castigo: Una comparación entre las perspectivas de Durkheim y Foucault. Sociológica (México), 27(77), 109-142. Recuperado de:http://www.scielo.org.mx/pdf/soc/v27n77/v27n77a4.pdf
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Ramírez, P., Patiño, V. & Gamboa, E. (2014). Early Education from Birth to Age 3: Three Analylitical Perspectives. Revista Electrónica Educare, 18(3), 67-90. http://www.revistas.una.ac.cr/index.php/EDUCARE/article/view/6092
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Consejo Nacional de Fomento Educativo. (2010). Guía de estimulación y psicomotricidad en la educación inicial. https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/106809/guia-edu-inicial.pdf
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Cabezas, H. (2008). Intervención conductual para la adquisición de lenguaje en dos niños con autismo (estudio de casos). Revista Electrónica "Actualidades Investigativas en Educación", 8 (1), 1-17. http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=44780119
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Aprendices con deficiencia mental leve o moderadaSelene Catarino
Bauer, A., M. y Shea, T. M. (2000). Aprendices con deficiencia mental leve o moderada. En Educación especial: un enfoque ecológico (pp. 321-337). Mc Graw Hill.
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Las capacidades sociomotrices son las que hacen posible que el individuo se pueda desenvolver socialmente de acuerdo a la actuación motriz propias de cada edad evolutiva del individuo; Martha Castañer las clasifica en: Interacción y comunicación, introyección, emoción y expresión, creatividad e imaginación.
ACERTIJO DE CARRERA OLÍMPICA DE SUMA DE LABERINTOS. Por JAVIER SOLIS NOYOLAJAVIER SOLIS NOYOLA
El Mtro. JAVIER SOLIS NOYOLA, crea y desarrolla ACERTIJO: «CARRERA OLÍMPICA DE SUMA DE LABERINTOS». Esta actividad de aprendizaje lúdico que implica de cálculo aritmético y motricidad fina, promueve los pensamientos lógico y creativo; ya que contempla procesos mentales de: PERCEPCIÓN, ATENCIÓN, MEMORIA, IMAGINACIÓN, PERSPICACIA, LÓGICA LINGUISTICA, VISO-ESPACIAL, INFERENCIA, ETCÉTERA. Didácticamente, es una actividad de aprendizaje transversal que integra áreas de: Matemáticas, Neurociencias, Arte, Lenguaje y comunicación, etcétera.
ROMPECABEZAS DE ECUACIONES DE PRIMER GRADO OLIMPIADA DE PARÍS 2024. Por JAVIE...JAVIER SOLIS NOYOLA
El Mtro. JAVIER SOLIS NOYOLA crea y desarrolla el “ROMPECABEZAS DE ECUACIONES DE 1ER. GRADO OLIMPIADA DE PARÍS 2024”. Esta actividad de aprendizaje propone retos de cálculo algebraico mediante ecuaciones de 1er. grado, y viso-espacialidad, lo cual dará la oportunidad de formar un rompecabezas. La intención didáctica de esta actividad de aprendizaje es, promover los pensamientos lógicos (convergente) y creativo (divergente o lateral), mediante modelos mentales de: atención, memoria, imaginación, percepción (Geométrica y conceptual), perspicacia, inferencia, viso-espacialidad. Esta actividad de aprendizaje es de enfoques lúdico y transversal, ya que integra diversas áreas del conocimiento, entre ellas: matemático, artístico, lenguaje, historia, y las neurociencias.
Asistencia Tecnica Cartilla Pedagogica DUA Ccesa007.pdf
Lectura 2. unidad 1 (1)
1. MÓDULO 0403- PROPEDÉUTICA EN EL CAMPO DE LA PSICOLOGÍA CLÍNICA 1
L e c t u r a 1
Sarason, I.G. & Sarason, B.R. (1996) Psicología
Anormal: El problema de la conducta
inadaptada. México: Prentice Hall. pp. 31 – 52.
Introducción....................................................................................2
Panorama histórico de la conducta anormal ..................................2
El mundo occidental antiguo.......................................................3
La edad media ............................................................................5
El renacimiento ...........................................................................6
La edad de la Razón y la Ilustración...........................................7
El movimiento de Reforma..........................................................9
El movimiento de reforma en América......................................10
Puntos de vista psicológicos en comparación con los puntos de
vista orgánicos de la conducta anormal .......................................11
Enfoque psicológico..................................................................11
Enfoque orgánico......................................................................12
Convergencias de los enfoques................................................12
El escenario está listo ..................................................................13
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UNIDAD I. Antecedentes Históricos de la Psicología Anormal
2. MÓDULO 0403- PROPEDÉUTICA EN EL CAMPO DE LA PSICOLOGÍA CLÍNICA 2
UNIDAD I. Antecedentes Históricos de la Psicología Anormal
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Para comprender en realidad a las personas, necesitamos saber lo que
ha sucedido en sus vidas. para comprender en realidades las ideas y
prácticas actúales con respecto de la psicología anormal, necesitamos
aprender sobre su origen e historia.
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Es probable que alguien observe que las técnicas modernas son
ciertamente más efectivas, instruidas y complejas, que aquellas que se
utilizaban en la antigüedad y pregunte ¿Por qué no concentrarse en
éstas en lugar de ocuparse de las cosas del pasado. El problema con
este planteamiento es que pierde lazos importantes entre el pasado y el
presente. Mucho de lo que parece moderno es consecuencia del
pasado, no una negación de éste. En la psicología normal, como en
otras áreas de estudio, existen menos ideas nuevas de las que
imaginamos. Una revisión de la historia de la psicología anormal,
proporciona un contexto dentro del cual se puede entender lo mejor de la
disciplina moderna.
La gente siempre se ha preocupado por su bienestar físico, sus
relaciones sociales y el lugar que ocupa en el universo. Ha formulado
varias preguntas sobre estos aspectos y ha desarrollado teorías al
respecto. Algunas de esas teorías parecen casi universales. Se pueden
observar en muchas partes del mundo y durante diversos periodos de la
historia humana. Tal vez el mayor beneficio de estudiar la historia de la
psicología anormal, es el descubrimiento de que ciertas teorías de la
conducta desadaptativas se han presentando una y otra vez.
Una antigua teoría que todavía se encuentra en la actualidad, sostiene
que la conducta anormal se puede explicar mediante la operación de
fuerzas sobrenaturales y mágicas. Como los espíritus malignos o del
demonio. En las sociedades que creen en esta teoría, la terapia por lo
general comprende el exorcismo, es decir, expulsar el demonio que vive
dentro del individuo por medio de la magia y la oración. A pesar que este
punto de vista prevalece con más frecuencia en las culturas iletradas,
todavía se le encuentran en sociedades industrializadas al mismo tiempo
que planteamientos más modernos. Por ejemplo, muchas personas que
utilizan los servicios de los curanderos también buscan la ayuda de los
profesionales en el cuidado de la salud. Estos últimos pueden mejorar la
efectividad de la ayuda que ofrecen al comprender lo que hacen los
curanderos y por qué sus pacientes los buscan.
En muchas sociedades, el chamán o curandero, un mago que se cree
que tiene contacto con fuerzas sobrenaturales, es el médium a través del
cual los espíritus se comunican con los seres humanos. Por medio del
chaman, una persona afligida puede conocer qué espíritus son los
responsables de su problema y lo que necesita hacer para aplicarlos.
Para lograr esto, el chamán conduce una sesión espiritista en la cual
despliega una intensa excitación y con frecuencia imita la conducta
anormal que desea curar. Mediante expresiones místicas, movimientos
violentos y la representación de sus sueños, el chamán revela los
mensajes de los espíritus. Con frecuencia, la liberación de un espíritu
maligno del cuerpo del paciente se expresa, con un juego de manos, por
medio de lo que parece ser la expulsión real de un objeto, como una
piedra, del oído o la boca del paciente. Estos rituales se basan en
teorías específicas sobre las fuerzas sobrenaturales o los poderes
malignos como la causa de la conducta anormal y como base del cambio
terapéutico.
Es tentador considerar las creencias en apariencia primitivas sobre las
enfermedades mentales como parte de un pasado muerto. Pero le hecho
es que, incluso en una sociedad relativamente avanzada e ilustrada
como Estados Unidos existe una amplia variedad de puntos de vista
acerca de las causas de los problemas personales. El caso siguiente,
reportado en 1977, involucra a un hombre de 33 años de una zona rural
cerca de Little Rock, Arkansas: el paciente había tenido ataques
recientes y cada vez se mostraba más irritable y aislado de su familia.
Cuando ya no se le pudo tener a salvo en el servicio de neurología, lo
transfirieron a pabellón psiquiátrico, donde estaba cada vez más agitado,
confuso y casi delirante. Sentí un gran temor cada vez que la gente se
acercaba a él y empezó a tener alucinaciones. Finalmente se tranquilizó
después de que la administramos 1,000 mg. De corpromacina (un
tranquilizante), pero debía permanecer en cama. Todos los estudios
neurológicos, que incluían un mapeo cerebral, parecían normales.
Depuse de dos semanas de hospitalización, el paciente surgía un paro
cardiaco y fracasaron todos los esfuerzos por revivirlo. La autopsia no
mostró ninguna razón para el fallecimiento. Después de que murió, la
esposa del paciente dijo a los miembros del personal que su esposo
había visto una “bicéfala”, una mujer mayor que la comunidad
consideraba como bruja que hechizaba y curaba a las personas. La
3. MÓDULO 0403- PROPEDÉUTICA EN EL CAMPO DE LA PSICOLOGÍA CLÍNICA 3
UNIDAD I. Antecedentes Históricos de la Psicología Anormal
viuda afirmó que su esposo había hecho enojar a la bicéfala y ella había
provocado su muerte.
Los informes sobre “bicéfalos” en África y otros lugares los descrien
como personas con poderes de vudú que pueden provocar enfermedad,
locura y muerte. En apariencia, el poder de estos seres se relaciona con
la creencia de la víctima en ellos. El efecto de la conducta del chamán
tanto para curar los trastornos como para provocarlos ilustra las
interrelaciones de las creencias de la gente en las reacciones
emocionales con su salud física y psicológica.
En la actualidad, los chamanes siguen activos en muchos países. En
Taiwán hay chamanes profesionales, en tanto que en China los
chamanes son prácticamente de medio tiempo de una actividad ilegal.
Aproximadamente 70% de los chinos que viven en zonas rurales y
tienen alguna enfermedad mental consultan a los chamanes (Shengxian
y Phillips, 1990). Muchas de las familias de estas personas ni siquiera
están conscientes de la existencia de los hospitales mentales. Ya que
con frecuencia consideran la conducta desequilibrada como el resultado
de la intervención del mundo de los espíritus, busca la ayuda de los
chamanes.
Un tema que se repite en la historia de la conducta anormal es la
creencia de que los individuos se comportan en forma extraña porque su
cuerpo no trabaja de manera correcta. Se cree que estas personas
tienen algo mal, un defecto orgánico que afecta un órgano especifico en
lugar de todo el cuerpo. La fuente del presunto defecto varía de acuerdo
con la naturaleza de la anomalía, las creencias culturales de la sociedad
y, sobre todo en la época moderna, el conocimiento científico.
El hallazgo de cráneos antiguos con orificios que no fueron por heridas
hechas en batalla ha llevado a que algunos antropólogos hagan
conjeturas de que, en ocasiones, la conducta anormal se trataba por
medio de un procedimiento que se conoce como trepanación. En esta
técnica se utilizaba una herramienta con filo, como una piedra, para
hacer un orificio en el cráneo de dos centímetros de diámetro
aproximadamente. En los países del norte de África y el este del
Mediterráneo se han encontrado evidencia de que la trepanación se
realizaba desde el año 3,000 al 2,000 a. C. Los estudios de estos
cráneos sugieren que, muy seguido, la operación no era fatal; un logro
muy importante dada la dificultad del procedimiento. Es probable que la
trepanación se realizara para permitir que escaparan los espíritus
malignos. Sin embargo, debido a la ausencia de registros escritos y el
hecho de que nuestra única información son los cráneos trepanados,
debemos ser precavidos al especular acerca de su significado.
Otro planteamiento general de las causas de la conducta anormal refleja
lo que se puede llamar la perspectiva psicológica. De acuerdo con este
punto de vista, lo inadecuado en la forma en que un individuo piensa,
siente o percibe el mundo son la causa de los trastornos conductuales.
De acuerdo con la perspectiva psicológica, la menos las personas son
potencialmente capaces de analizar su propio pensamiento y modificar
su conducta a la luz de esa análisis. Muchos psicoterapeutas modernos
consideran su labor como ayudar a las personas para que aprenda a
pensar de manera más racional sobre sí mismas y sus relaciones
sociales. Estas tres perspectivas: mística, orgánica y psicológica, se han
repetido lo largo de la historia de la civilización occidental, empezando
desde los griegos.
El mundo occidental antiguo
Los filósofos de la antigua Grecia fueron los primeros en escribir sobre
los enfoques psicológico y orgánico d la desviación. En la cúspide de su
civilización, los griegos enfatizaron el análisis racional del mundo natural.
Los conceptos de motivación e inteligencia se encontraban entre
aquellos que inventaron en su esfuerzo por explicar la conducta que
observan en la vida cotidiana. A pesar que tenemos la tendencia de
considerar la era moderna como el periodo en el cual los seres humanos
han buscado extender los límites del entendimiento humano mediante la
aplicación e la razón, los escritos de los antiguos filósofos griegos
constituyen los cimientos para este periodo. La principal diferencia
entender nosotros y los griegos de la antigüedad es que nosotros
tenemos acceso a todo el conocimiento que se acumuló durante los
últimos 2 000 años, así como las herramientas del método científico.
Incluso en la Grecia antigua, el conocimiento evoluciono durante un
periodo de varios siglos. En la época en que Homero escribió la Iliada y
la Odisea (alrededor de 800 a. C.), la conducta desequilibrada o
psicótica se interpretaba como una forma de castigo para los ofensas en
contra de los dioses. (“A aquéllos que los dioses destruirán, pero primero
los vuelven locos”) En las escenas de las batallas en la Ileada , Homero
describe a los héroes como seres poseídos, repentinamente, por
sentimientos de poder que los dioses engendraron en ellos. Se creía que
los estados de locura se creaban de la misma manera. La terapia se
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UNIDAD I. Antecedentes Históricos de la Psicología Anormal
llegaba a cabo en un conjunto templos dedicado a Asclepio, el dios de
la medicina. Cada templo era una estructura con forma de laberinto en la
cual los pacientes mentales caminaban y dormían hasta que por fin
llegaban al centro. Se creía que durante el proceso, Asclepio se hacía
cargo de sus sueños y los curaba.
En los siglos que siguieron a Homero, la idea de que la vida de una
persona estaba en manos de los dioses despareció de manera gradual,
al menos entre los ciudadanos educados. Los filósofos griegos sintieron
cada vez más curiosidad por los aspectos del individuo que podían
explicar tanto la conducta normal como anormal. Las desviaciones y los
trastornos mentales extremos se llegaron a considerar como fenómenos
naturales para los cuales se podían desarrollar tratamientos razonables.
Los antiguos egipcios, al igual que los mesopotámicos y hebreos, creían
que el lugar donde estaba la mente era el corazón. Cuando
embalsamaba a los faraones, el corazón se veneraba, pero el cerebro se
sacaba y desechaba. Sin embargo, para los griegos el cerebro era el
lugar donde estaba la mente. A pesar de la falta de conocimientos
anatómicos, el médico griego Hipócrates (460-377 a. C.) tomaba en
cuenta el cerebro en sus esfuerzos por explicar por qué la gente se
comportaba como lo hacía. Describió el cerebro como el intérprete de la
consciencia y el órgano más importante del cuerpo.
Hipócrates describió los ataques epilépticos y llegó a la conclusión de
que los provocaba un cerebro enfermo. También escribió sobre la
depresión, los estados del delirio, la psicosis, los temores irracionales (lo
que ahora conocemos como fobias) y la histeria (síntomas orgánicos en
ausencia de desequilibrio orgánico. Él y sus seguidores se dieron a
conocer por su habilidad para reconocer y dar tratamiento a las
enfermedades mentales. Las técnicas terapéuticas consistían en
descanso, bao y dieta. Incluso existe un registro en el que Hipócrates
aparece como un testigo experto en el juicio de una persona demente.
Los médicos actuales siguen pagando tributo a Hipócrates al pronunciar
el juramento hipocrático cuando se gradúan de la facultad de medicina.
Otros filósofos griegos: Sócrates (470-399 a. C.), Platón (427-347 a. C.)
y Aristóteles (384-322 a. C.) también merecen mención por sus
contribuciones a la psicología anormal. Sócrates se interesó por la
autoexploración y consideró el razonamiento como la piedra angular de
la buena vida y la felicidad personal. Creyó en el uso de la investigación
para aumentar el conocimiento; su objetivo era enseñar haciendo
preguntas en lugar de dar respuestas. En la actualidad, este
procedimiento, que se conoce como el método socrático, es un
instrumento de enseñanza muy valioso, así como un componente del
método científico.
El alumno más famoso de Sócrates, Platón, desarrolló el punto de vista
orgánico. Consideró la conducta como un producto de la totalidad e los
procesos psicológicos. Como muchos autores modernos, Platón creía
que la conducta desequilibrada surgía de los conflictos entre la emoción
y la razón. En contraste con aquéllos que consideran que la conducta
anormal tiene una causa física, hizo énfasis en poder de las ideas,
llegando a decir que la mente es la única realidad de la existencia
humana. De acuerdo con Platón, el individuo ideal se guía sobre todo
por la razón. En sus Leyes, expresó la creencia de que las personas que
perdieron la razón deben estar separas de la sociedad: “A ningún
lunático se le debe tener en libertad en una comunidad grande; los
parientes de estas personas deben tenerlas bajo custodia segura en su
casa y procurarlos, su pena de ser sancionados, con los métodos que
puedan idear, por la calidad del bienestar”. La creencia de Platón es
similar a la que tenían muchas sociedades en el pasado. Sin embargo,
con el paso del tiempo, la separación de los enfermos mentales del resto
de la comunidad se convirtió en responsabilidad del gobierno más que
de la familia. Las grandes instituciones que se crearon para los enfermos
mentales se describen más adelante en esta capitulo. Desde los
mediados de la década de los años sesenta, el énfasis que se ha puesto
en los derechos civiles de estos enfermos ha dado como resultado el
cierre de estas instituciones y el regreso de muchos pacientes a la
comunidad y, para aquéllos que tienen una familia, al cuidado de los
miembros de ésta.
Aristóteles, alumno de Platón y maestro de Alejandro Magno, escribió en
forma muy extensa sobre la naturaleza del razonamiento y la conciencia
buscando analizar las emociones humanas. Describió y especuló acerca
de varios estados emocionales y motivacionales, que incluyen enojo,
temor, envidia, valor, odio y lástima. Creía que el enojo se presentaba
cuando una persona estaba sujeto a lo que consideraba una injusticia o
una maldad; consideraba el temor como la conciencia del peligro con
una expectativo de pérdida, derrota o rechazo. Como la mayoría de los
filósofos griegos, Aristóteles daba el valor más alto a la razón y la
dedicación. También pensaba que las distintas fuerzas en el cuerpo
necesitan estar en equilibrio para que prevalezca la razón.
5. MÓDULO 0403- PROPEDÉUTICA EN EL CAMPO DE LA PSICOLOGÍA CLÍNICA 5
UNIDAD I. Antecedentes Históricos de la Psicología Anormal
Galeno (130-200 a. C.), el médico romano más notable, consolidó y
amplió las teorías griegas de la mente y el cuerpo. Galeno amplió las
antiguas teorías sobre el papel de cuatro humores en el carácter y
temperamento personales. Los cuatro humores (fluidos del cuerpo) eran
sangre bilis negra, bilis amarilla y flema. Se creía que cada uno de éstos
se relacionaba con determinada cualidad del temperamento y se
pensaba que los desequilibrios entre los humores provocaban distintos
trastornos. Para Galeno, las características psicológicas eran
expresiones de los procesos corporales y como tales sufrían la influencia
de una combinación o equilibrio particular de los cuatro humores. Las
teorías de Galeno fueron populares durante todo el Medievo.
El enfoque racional de los antiguos filósofos estableció los cimientos
para la ciencia moderna. Se llevaron a cabo intentos por clasificar la
conducta anormal de acuerdo con algún esquema consistente. En forma
temporal, reemplazó las explicaciones mágicas y religiosas para la
conducta anormal con una búsqueda, mediante la observación y la
razón, de las causas naturales. A excepción de una interrupción durante
la Edad Media, esa búsqueda continúa hasta nuestros días.
La edad media
Una serie de cambios acompaño la caída de la antigua cultura griega y
el surgimiento y la caída del Imperio Romano. Quizá las dos causas más
obvias de estos cambios fueron las invasiones a Europa Occidental por
parte de las tribus bárbaras y, la extensión de la religión cristiana. Los
invasores, cuyas ideas eran primitivas en comparación con las de los
griegos y romanos, provocaron gran inquietud social, en tanto que la
religión cristiana sirvió para confortar a la gente en una pepota
problemática. La Iglesia también actuó como fuerza unificadora cuando
por fin cayó el gobierno civil de Roma.
La inquietud en la Edad Media se vio intensificada por un estado de
guerra casi constante, así como por la Peste Negra y otras epidemias
que llegaron si ninguna advertencia y mataron a cientos miles de
personas. Durante este periodo, el miedo y el terror se extendieron como
el fuego, dando lugar a muchos brotes de histeria colectiva. La
naturaleza de estos brotes era muy variada. Algunos grupos de
personas se comportaban como manadas de lobos y otros bailaban en
las calles, haciendo movimiento parecido a los de las arañas.
Durante los primeros años de la Edad Media, no podemos olvidar la
importancia del espíritu cristiano de caridad, sobre todo hacia los grupos
estigmatizados como los de personas con enfermedades mentales
severas. Por ejemplo, en Gheel, Bélgica, la Iglesia estableció una
institución especial para el cuidado de los niños psicóticos y con retraso
mental. Cuando su salud mejoraba, con frecuencia los recogían familias
de la localidad. También durante este periodo, se creía que la música y
la danza curaba la demencia porque restauraban el equilibrio químico en
el organismo.
Un personaje en los principios de la era Cristiana, el teólogo y filósofo
San Agustín (años 354-430), sobresale por su ayuda para sentar las
bases de las teorías psicodinámicas modernas de la conducta anormal.
Al escribir con detalle sobre los sentimientos, la aflicción mental y el
conflicto humano, fue quizá el precursor de los psicoanalistas actuales.
Lo que se parece al método psicoanalítico no son tanto los temas que
trabajó, sino la forma en que los abordó. San Agustín empleó la
introspección, o análisis de sus propios pensamientos, sentimientos y
motivaciones, para estudiar los procesos mentales como el conflicto
entre el placer y la disciplina. Trabajó arduamente por lograr un
autoanálisis completo, aunque doloroso, y en sus Confesiones reveló
sus pensamientos, tentaciones y temores más profundos.
Al demostrar que la introspección y la exploración de la vida emocional
de un individuo pueden ser fuentes valiosas de conocimiento
psicológico, San Agustín hizo una importante contribución a la psicología
anormal moderna. Por desgracia, estos esfuerzos no encontraron apoyo
durante los últimos años de la Edad Media. Conforme aumentó el control
y la influencia de la Iglesia, también se incrementó su participación e los
asuntos del gobierno y fue el dogma religioso, y no la ley civil, lo que s
convirtió en la autoridad suprema. La Iglesia llegó a controlar la práctica
de la medicina, definiendo sus objetivos y prescribiendo tratamientos
para las distintas condiciones. Hasta cierto punto, este control reflejó un
sentimiento de caridad hacia las personas que sufrían pensaba de
diferentes tipos donde la Iglesia tuvo un papel positivo. Sin embargo,
hasta el punto en que era intolerante, autoritaria y represiva, su papel fue
negativo.
El legado de la racionalidad que la Edad Media había heredado de los
filósofos griegos se abandonó con rapidez durante el último periodo
medieval. La demonología y la superstición adquirieron una importancia
6. MÓDULO 0403- PROPEDÉUTICA EN EL CAMPO DE LA PSICOLOGÍA CLÍNICA 6
UNIDAD I. Antecedentes Históricos de la Psicología Anormal
renovada en la explicación de la conducta anormal. Las autoridades de
la Iglesia sintieron la necesidad de crear un documento definitivo sobre
la aprehensión y encarcelamiento de brujos y hechiceros, a quienes
consideraban como los principales agentes del demonio. Esa necesidad
se crujió en 1484 con la publicación del Malleus Maleficarum (The
witches´Hammer) por los padres Henry Kramer y James Sprenger, obra
que tuvo gran influencia y se convirtió en un libro de referencia para los
investigadores de los fenómenos diabólicos.
A fines de la Edad Media, a pesar que muchas personas todavía tenían
un punto de vista benigno y natural de las enfermedades mentales,
aumentó el antiintelectualismo y la creencia en la magia y la brujería.
Muchas personas creían con firmeza en el exorcismo, la expulsión de los
espíritus malignos del cuerpo de una persona afligida. Sin embargo, es
difícil sacar conclusiones firmes sobre el estado mental de los brujos a
quienes se juzgaron durante la Edad Media, ya que la evidencia
disponible es escasa y confusa. No obstante, la investigación ha
demostrado que muchos de los “brujos” que se sometieron a juicio en
Nueva Inglaterra durante os siglos XVI y XVII eran parias de la sociedad
perseguidos y no personas que sufrían algún trastorno mental (Demos,
1982; Shoenman, 1984; Spanos, 1978).
La historia no transcurre de manera sencilla y sin complicaciones. El
Malleus Maleficarum describa el caso de un hombre joven que no podía
evitar sacar la lengua o gritar obscenidades siempre que trataba de orar.
Este problema se atribuía a una posesión del demonio. Sin embargo,
Paracelso (1493-1541) se opuso con vehemencia a esas creencias. Al
igual que los griegos antes que él, planteó que las desadaptaciones se
debían a fenómenos naturales; aunque, por su creencia en la astrología,
pensaba que esos fenómenos se encontraban entre las estrellas y los
planetas, no dentro del individuo. En el siglo XVI, otro pensador racional,
Juan Huarte (1530-1589), escribió uno de los primeros tratados sobre
psicología, Probe of the Mind. En éste, hizo una distinción entre teología
y psicología y apoyó con firmeza una explicación racional del desarrollo
psicológico de los niños.
Además de los pensadores como Paracelos y Huarte, existieron algunos
gobiernos relativamente ilustrados y varios esfuerzos serios por cuidar
de los individuos con problemas mentales. En Inglaterra, por ejemplo, la
Corona tenia el derecho y el deber de proteger a los enfermos mentales,
que se dividían en dos categorías: tontos naturales y personas non
compos mentis. Un tonto natural era una persona con retraso mental
cuya capacidad mental nunca progresó más allá de la de un niño. Las
personas non compos mentis (frase en latín para describir: “no en su
sano juicio”) no mostraban una incapacidad mental al nacer. Su
conducta desviada no era continua y podrían mostrar largos periodos de
recuperación. (Por razones que no son claras, para el siglo XV el término
“lunático” reemplazo a la frase “non compos mentis” e “idiota” tomó el
lugar de “tonto natural”.
También hay evidencias de que, desde el siglo XIII, se realizaban
audiencias para juzgar el estado mental y la competencia legal de una
persona (Neugebauer, 1979). Esas pruebas estaban diseñadas para
evaluar la orientación, memoria e intelecto de una persona. La
descripción siguiente de Emma de Beston, que data de 1383, es un
reporte típico que se basaba en esas pruebas.
A Emma, a quien se hizo comparecer ante ellos, se le preguntó de
dónde venia y dijo que no sabia. Cuando se le preguntó en qué ciudad
estaba, respondió que en Ely. Al preguntársele cuanto días tiene una
semana, dijo que siete pero no pudo nombrarlos. Cuando se le preguntó
cuantos esposos había tenido, dijo que tres, dando el nombre de uno
solamente y sin saber el nombre de los demás. Al preguntársele si había
procreado con ellos, dijo que había tenido un esposo con un hijo, pero
nos sabía su nombre. Cuando se le cuestionó cuantos chelines había en
40 peniques, dijo que tenían el mismo valor. La examinaron de todas las
formas que consideraron mejores y encontraron que no estaba en su
sano juicio, por no tener ni juicio, ni memoria, ni inteligencia suficiente
para tener un control de sí misma, de sus tierras y sus bienes. Según
parecía en la inspección tenía el rostro y la expresión de un idiota
(Donoghue, 1914).
El renacimiento
El Renacimiento fue un periodo en el cual se incrementó el humanismo,
la curiosidad por la naturaleza y el interés por el saber. No obstante, la
persecución de las personas que no agradaban a la sociedad continuó.
Muchas autoridades médicas dedicaron mucho tiempo al estudio de las
manchas en la piel, que se creía indicaban los puntos del contacto con
Satanás. La idea de curaciones mágicas que personifica el chamanismo
era evidente en la terapia popular de extraer las piedras de la cabeza.
7. MÓDULO 0403- PROPEDÉUTICA EN EL CAMPO DE LA PSICOLOGÍA CLÍNICA 7
UNIDAD I. Antecedentes Históricos de la Psicología Anormal
A pesar de que la influencia del Malleus Maleficarum se sintió durante
siglos, poco a poco obtuvo atención renovada la idea de que la conducta
irracional se podía explicar de manera racional. Después siguió la idea
de que eran necesarias descripciones detalladas de la conducta. Johann
Weyer (1515-1576) médico del siglo XVI, fue uno de los principales
contribuyentes en este desarrollo. En una época de supersticiones
desenfrenadas, Weywer enfatizó el conflicto psicológico y las relaciones
interpersonales desequilibradas como las causas de los trastornos
mentales. Sin duda, su ilustrado humanismo salvó de morir en la
hoguera innumerables enfermos mentales. Weyer tuvo el valor de insistir
en que los brujos eran individuos con desequilibrios mentales y no
criaturas de Satanás. Defendió con firmeza la necesidad de tratar a esas
personas mediante la medicina y no por medio de la teología.
Con base en el análisis psicológico minucioso de los pacientes mentales,
Weyer describió una amplia gama de conductas anormales, incluyendo
los trastornos que en la actualidad se conocen como paranoia, epilepsia,
psicosis, depresión y pesadillas recurrentes. En The deception of
demons atacó de manera especifica los reclamos absurdos del Malleus
Maleficarum. Argumentó que el tratamiento clínico se debe orientar hacia
la satisfacción de las necesidades de las personas enfermas en lugar de
limitarse a seguir las reglas de las instituciones clericales. Pasó mucho
tiempo platicando con sus pacientes y observándolos porque creía que
no podía dar tratamiento a la psicopatología sin tener un conocimiento
de primera mano. Este descubrimiento lo llevó a la conclusión de que las
experiencias internas (como los conflictos psicológicos) y las relaciones
desequilibradas con los demás eran causas importantes de las
enfermedades mentales. Los escritos de Weyer representan un paso
significativo hacia la separación de la psicología anormal de la teología.
La edad de la Razón y la Ilustración
El siglo XVII, que se conoce como la Edad de la Razón, y el siglo XVIII,
como de la ilustración, se llaman así porque durante estos dos siglos la
razón y el método científico reemplazaron a la fe y el dogma como
formas para comprender e mundo natural. Durante estos dos siglos, se
realizaron avances significativos en campos tan diversos como la
astronomía, la biología y la química. Los científicos y los filósofos por
igual enfatizaron la necesidad de apoyar las afirmaciones con
observaciones de los fenómenos naturales.
A pesar de que las emociones y motivaciones humanas son menos
accesibles para la observación directa que el sistema circulatorio del
hombre o las estructuras moleculares, muchos filósofos y científicos
centraron su atención en las experiencias subjetivas de los seres
humanos. Baruch Spinoza (1632-1677) anticipó los planteamientos
modernos de la psicología y la fisiología con el argumentó de que la
mente y el cuerpo son inseparables. Gran parte de los escritos actuales
sobre psicología son reminiscencias de los escritos de Spinoza, en los
que habla sobre la causalidad psicológica y el papel de las emociones,
las ideas y los deseos en la vida del hombre. Spinoza incluso se refirió a
los mecanismos inconscientes que ejercen una influencia sobre la
conducta. Su principal contribución a la psicología anormal fue su
argumento de que los procesos psicológicos, a pesar que no se pueden
observar de manera directa, tienen una importancia igual a la de los
procesos materiales del mundo natural. El médico inglés William Harvey
(1578-1657), mejor conocido por su trabajo sobre el sistema circulatorio
humano, también escribió sobre las relaciones entre los aspectos
psicológicos y fisiológicos de la vida.
Entre los observadores perceptivos de la experiencia humana en cada
época existen dramaturgos, novelistas y poetas. Durante la Edad de la
Razón, varios autores profundizaron en los problemas de la motivación y
las emociones humanas. Los ejemplos más claros se pueden encontrar
en muchas obras de William Shakespeare (1564-1616), sobre todo en
Hamlet, Hamlet desea vengarse de su tió pero, dudaba en hacerlo. Los
psicoanalistas han interpretado esta duda como una reflexión de los
conflictos neuróticos de Hamlet con respecto de su madre, quien se casó
con el tío después de la muerte de su padre. Otra obra literaria que trata
de las emociones humanas es The anatomy of Melancholy, de Robert
Burton (1577-1640). En este libro, Burton se enfocó en el centro
emocional de la depresión y llamó la atención hacia una observación que
los trabajadores clínicos han hecho con frecuencia: las personas
deprimidas tienden a estar muy enojadas no sólo con ellas mismas sino
con todos los demás. Burton, profesor de teología en Oxford, basó su
descripción y análisis en su propia experiencia.
Estos desarrollos literarios reflejan el conflicto prologando entre las
explicaciones psicológicas y físicas de la conducta anormal. Sin
embargo, durante los siglos, XVII y XVIII, ambos grupos, aquéllos que
analizaban la experiencia subjetiva y quienes traban de identificar los
defectos físicos, finalmente rechazaron la idea de que los demonios y las
8. MÓDULO 0403- PROPEDÉUTICA EN EL CAMPO DE LA PSICOLOGÍA CLÍNICA 8
UNIDAD I. Antecedentes Históricos de la Psicología Anormal
causas sobrenaturales les provocaban la conducta anormal. Como
consecuencia de ellos, a finales del siglo XVIII, la superstición había sido
remplazada casi en su totalidad por un compromiso con la racionalidad,
la observación científica y el trato humano de los enfermos mentales.
En Inglaterra, el movimiento hacia el trato humano tomó fuerza como
resultado del ataque psicótico que sufrió el rey Jorge III en 1756. este
evento precipitó una crisis constitucional e hizo que muchas personas
tomaran conciencia de que ni siquiera los individuos sobresalientes eran
inmunes al trastorno mental. Los manicomios existían en Inglaterra
desde hacía varios años, pero hasta 1774, Gran Bretaña legisló en su
primer acto parlamentario la autorización de esas instituciones y reguló
la admisión de pacientes en éstas.
A partir de fines del siglo XVII y hasta el siglo XIX surgió el interés por la
fisionomía, el arte de juzgar el carácter, la personalidad y los
sentimientos a partir de la forma del cuerpo, sobre todo del rostro.
Durante los primeros años del siglo XIX, surgió otro nuevo planteamiento
con respecto de la psicología anormal. Franz Joseph Gall (1758-1828),
médico, que estudió el cerebro de diferentes tipos de personas (jóvenes,
ancianos y trastornados) recopiló evidencias que sugerían que el tamaño
del cerebro y el desarrollo mental estaban relacionados. Con base en
estas evidencias, formuló la teoría de la frenología, de acuerdo con la
cual alas distintas “facultades” psicológicas se localizaban en áreas
específicas del cerebro. Gall creía que las protuberancias y hendiduras
en la superficie del cráneo eran reflejos precisos de las partes del
cerebro subyacentes. El interés en esta ahora desacreditada teoría, duró
por mucho tiempo: el diario de la Sociedad Frenológica del Estado de
Ohio se publicó hasta 1938 y la Sociedad Frenológica Británica existió
hasta 1967.
Dos ejemplos adicionales que ilustran el interés cada vez mayor por los
planteamientos físicos de la enfermedad mental, son las ideas de Cullen
y Mesmer. El médico escocés William Cullen (1712-1790) creía que la
conducta neurótica era provocada por los defectos físicos del sistema
nervioso. Los esfuerzos terapéuticos de Cullen parecían ingenuos, pero
eran consecuencia lógica de su orientación orgánica. Traba a sus
pacientes con baños fríos, sangrías, inducción de vómito, dietas
especiales, programas de ejercicio y fisioterapia. Como la mayoría de
sus contemporáneos, Cullen empleaba severas restricciones y camisas
de fuerza para controlar a los individuos violentos.
Un ejemplo aún más famoso de la búsqueda de explicaciones orgánicas
de la conducta anormal es la carrera de un médico vienés, Franz Antón
Mesmer (1734-1815). En 1774, Mesmer escuchó hablar del trabajo de
algunos médicos ingleses que trataban ciertas enfermedades con
imanes. Entonces, dio tratamiento a una paciente haciéndola ingerir una
preparación que contenía hierro y sujetando tres imanes a su cuerpo,
uno en el estómago y dos en las piernas. Después de su espectacular
recuperación, Memer especuló sobre los mecanismos que provocaron la
curación. Todos estaríamos de acuerdo con su primera conclusión: el
resultado favorable no se podría explicar de manera razonable por la
acción de los imanes por sí mismos. Pero Mesmer, un hombre
extravagante y ambicioso, afirmó que los imanes habían reforzado o
fortalecido la causa primaria de la curación: su magnetismo personal o
animal.
Mientras que, en la actualidad, la idea de Mesmer sobre el magnetismo
animal parece ridícula, concuerda con algunas de las creencias
científicas de su época. En el siglo XVIII, se creía que los planetas
ejercían una influencia en los aspectos psicológicos y fisiológicos de la
conducta. Mesmer sostenía que todos los seres humanos tenían un
liquido magnético especial, una clase de sexto sentido, que al liberarse,
podía curar y prevenir todas las enfermedades. Además, estaba
convencido de que poseía una abundancia de líquido fuera de lo común.
Mesmer pensaba que un además de sus manos era suficiente para
hacer que sus pacientes sintieran la transmisión de su fuerza magnética.
Los pacientes de Mesmer entraban en una habitación con una alfombra
gruesa, luz tenue, música suave y aire perfumado. Se tomaban de la
mano, formando un círculo alrededor de la baquet, una tina llena de
agua magnetizada. Mesmer entraba, vestido con una elegante capa
llevando una espada. Este ambiente dramático se creaba en forma
deliberada para lograr la crisis emocional necesaria para la curación.
Muchos testimonios aseguraban que el tratamiento de Mesmer era
benéfico. Sin embargo, el mecanismo de su terapia tenía que ver más
con el poder de la sugestión que con los líquidos magnéticos humanos.
Su magnetismo animal era precursor no de una curación orgánica, sino
más bien de un medio psicológico complejo para influir en las actitudes y
la conducta. Por tanto, Mesmer fue un personaje importante en la
historia de la hipnosis, una técnica clínica que, aunque lejos de la baquet
9. MÓDULO 0403- PROPEDÉUTICA EN EL CAMPO DE LA PSICOLOGÍA CLÍNICA 9
UNIDAD I. Antecedentes Históricos de la Psicología Anormal
de Mesmer, todavía se basa en la sugestión como media de influencia
en el estado de conciencia del paciente.
El movimiento de Reforma
El aumento de una actitud científica hacia los trastornos mentales que
comenzó en el siglo XVIII contribuyó a una incremento en la compasión
por las personas que los padecían. Esta nueva compasión se convirtió
en la base para el movimiento de reforma del siglo XIX. Philippe Pinel
(1745-1826), un líder en la reforma de los hospitales mentales francés,
expresó gran simpatía por la condición de los dementes. Creía con
firmeza que lo que necesitan, era cuidado humano y tratamiento. A
pesar de que, en la actualidad, la orientación es bien aceptada tanto por
los trabajadores profesionales como por el público, en su época las
ideas de Pinel estaban lejos de aceptarse. Él tuvo que luchar contra el
punto de vista de que las instituciones para los dementes eran más
necesarias para proteger a la sociedad, que para ayudar a los enfermos.
Un aspecto interesante del aumento del humanismo de Pinel fue la
influencia de Jean-Baptiste Pussin, antiguo paciente de un hospital
donde trabajó Pinel. Después de que lo dieron de alta, Pussin consiguió
un trabajo en el Hospice de Bicetre, el asilo más importante para
pacientes varones, donde más tarde logó a ser superintendente del
pabellón de los pacientes incurables. La investigación demuestra que fue
Pussin, y no Pinel, quien quitó las cadenas a los pacientes del Bicetre
(Weiner, 1979). Pussin prohibió la crueldad hacia los pacientes y
despidió a los asistentes que los trataban mal. Pinel aprendió mucho de
Pussin y, cuando lo designaron directo del Salpetriere, el asilo para
mujeres, insistió en que Pussin lo acompañara.
Otros reformistas en Europa y América también tuvieron que sostener
muchas batallas para lograr sus objetivos. Un ejemplo de los métodos
infrahumanos a los que se opinan eran los “barcos de tontos”, o barcos
en los cuales se le pagaba al capitán para que se llevara a los enfermos
mentales lejos de la comunidad afectada. Por lo general, a esta última
no parecía importarle que la vida de los pasajeros terminara con
frecuencia en el fondo del mar a miles de kilómetros del hogar.
Una paso importante hacia el trato humano de los enfermos mentales se
dio el 25 de mayo de 1815, cuando la Cámara de los Comunes Británica
ordenó una “Investigación Parlamentaria en los Manicomios de
Inglaterra”. Uno de estos, el Hospital of St. Mary of Bethlehem en
Londres, se había dado a conocer por el ruido y el caos que siempre
había adentro. Las actividades en este “manicomio” interesaron tanto al
publico, que los visitantes iban con frecuencia a observar las
extravagancias de los pacientes. Incluso se vendían boletos para esta
atracción turística tan popular, de la que se deriva la palabra bedlam
(casa de locos). Después de que un comité de ciudadanos reveló los
incidentes de abuso físico en el hospital, se inicio una investigación más
profunda y se pedía el apoyo publico para lograr una legislación en
beneficio de los enfermos mentales.
Uno de los líderes del comité de reforma de los ciudadanos fue William
Hone, un satirizador político. Él describió la formación del comité como:
Me encontraba sentado junto a Alderman Waithman en una cafetería de
Fleet Street, cuando el ilustrador George Cruikshank entró. Platicamos,
como lo hacemos con frecuencia, sobre el asunto de los manicomios, de
los abusos y la crueldad con los pacientes…después, propuse la
formación de un comité par investigar los Asilos para lunáticos. Con
nuestra propia autorización, llamamos a la puerta de un Asilo tras otro.
George Cruikshank hizo los dibujos y yo tomé las notas.
Las representaciones gráficas de las condiciones inhumanas que
soportaban los enfermos mentales fueron un factor importante en el
inicio de la reforma.
Para la mita del siglo XIX, la aceptación cada vez mayor de las ideas
humanitarias llevó a un mayor reconocimiento de la necesidad de
reformar las instituciones sociales. Se iniciaron movimientos enérgicos,
para establecer asilos protectores y benignos para los enfermos
mentales. El Treatise on Insanity de Pinel, escrito a principios del siglo
XIX pedía la aplicación de los principios científicos, en lugar de la
conjetura para lograr tratamientos para la conducta trastornada. Al
clasificar a sus pacientes de acuerdo con características que se podían
observar, como la melancolía y el delirio, Pinel buscaba la creación de
tratamientos específicos para ellos. Por ejemplo, aquí presentamos la
manera en que describió el tratamiento óptimo para la melancolía y la
depresión:
Paciencia, firmeza, sentimiento humanitario en la forma de guiarlos,
cuidado continuo en los pabellones para evitar los brotes de ira y las
exasperaciones, ocupaciones agradables que varían e acuerdo con las
diferencias en el gusto, distintos tipos de ejercicio físico, lugares amplios
10. MÓDULO 0403- PROPEDÉUTICA EN EL CAMPO DE LA PSICOLOGÍA CLÍNICA
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UNIDAD I. Antecedentes Históricos de la Psicología Anormal
entre los árboles, toda la alegría y tranquilidad de la vida en el campo y,
de vez en cuando, música suave y melodiosa, algo fácil de lograr ya que
casi siempre en estos establecimientos hay algún músico distinguido
cuyo talento necesita ejercitarse y cultivarse. (Pinel, 1809).
Los enormes asilos para los dementes que se construyeron en el siglo
XIX se crearon porque se pensaba que la única forma de curar a los
enfermos mentales, era aislarlos de las influencias dañinas de la familia,
loa amigos y la comunidad. Aunado a este punto de vista, estaba la
creencia en el tratamiento moral. Este planteamiento reflejaba el plan
de tratamiento de Pinel para la depresión. Buscaba controlar y rehabilitar
al paciente mediante un horario fijo que apoyara sus hábitos regulares,
un trato bondadoso con restricciones mínimas; una visita diaria por parte
del superintendente del hospital, quien asumía el papel de persuasor y
líder de inspiración; ambiente tranquilo y agradable; instalaciones que
separen a los pacientes con los distintos grados de trastorno; dieta
apropiada; algunos medicamentos; y actividades físicas y mentales
organizadas.
Los programas de los hospitales que empleaban estrategias de
tratamiento moral parecían ser los mas efectivos cuando los pacientes y
el personal compartían valores religiosos, étnicos y culturales comunes;
cuando la población se mantenía en una cantidad relativamente baja;
cuando el superintendente del hospital era carismático y ofrecía
inspiración; y cuando se tenían fondos disponibles adecuados para el
funcionamiento de los hospitales (Morrissey y Goldman, 1986).
Una característica importante del movimiento de reforma europeo, fue la
creación de instituciones para el tratamiento de niños con problemas
psicológicos. A principios del siglo XIX, la niñez estaba marcada con
una tasa de mortalidad infantil elevada y la muerte prematura de los
adultos que desempeñaban ciertos trabajos, como en las minas de
carbón, los molinos de algodón y otras fábricas. Hasta 1850, a los niños
se les internaba en las mismas instituciones que a los adultos. Se les
encarcelaba; en 1816, 3 000prisoneros de diferentes cárceles de
Londres tenían menos de veinte años y casi la mitad tenían menos de 17
años de edad. A muchos otros se les colocaba en correccionales. Las
instalaciones inadecuadas o inexistentes para los niños se debían en
parte, a la definición entonces estandarizada de demencia como perdida
de la razón. Sin embargo, para mediados del siglo XIX los libros de texto
que trataban de las anomalías psicológicas incluían secciones sobre los
niños, que utilizaban términos como “la demencia de edad temprana”.
Más adelante, se desarrollaron instituciones especiales no sólo para el
cuidado y tratamiento de los niños trastornados, sino también para
aquellos que padecían retraso mental.
El movimiento de reforma en América
El siglo XVIII no fue una buena época para los enfermos mentales en las
inexpertas colonias británicas; con frecuencia, morían lentamente en la
cárcel. En los primeros años de la Colonia, por lo general se ignoraba a
los enfermos mentales hasta que requerían de alguna acción porque se
consideraban una molestia o una amenaza para la comunidad. De esta
forma, los enfermos mentales se identificaron con los criminales y
mendigos. En algunas comunidades, un grupo de estas personas se
trasporta en una diligencia a mitad de la noche y se deshacía de ella en
la plaza principal de alguna localidad distante.
Sin embargo, un movimiento de reforma evolucionó en forma gradual en
las colonias. El gobernador real de Virginia, Fracis Fauquier, convenció a
la Cámara de los Burgueses para que se construyera una hospital para
“idiotas y lunáticos”; la institución se inauguró el 12 de octubre de 1773.
con frecuencia, se da el crédito de la fundación de la psiquiatría en
América a Benjamín Rush (1745-1813), uno de los personajes que firmó
la Declaración de Independencia. Creía que la “locura” se debía a un
engrosamiento de los vasos sanguíneos del cerebro. A pesar de que los
métodos para el tratamiento que utilizó (sangrías, purgas y curaciones
con agua) en la actualidad nos parecen más un castigo que una terapia,
llevó a cabo su labor en un hospital y no en una institución de custodia,
sus métodos intentaban reducir la presión sobre los vasos sanguíneos
del cerebro y disminuir así la enfermedad mental. El Pennsylvania
Hospital, donde Rush introdujo sus nuevos métodos para el tratamiento,
fue el primer hospital en América que admitió pacientes que padecían
enfermedades mentales. Su obra Medical Inquiries and Observation
upon the Diseases of the Mind, que se publicó en 1812, fue el primer
libro de texto en América sobre psiquiatría y se utilizó como referencia
básica durante más de 50 años.
La falta de trato humano e instalaciones dignas para los enfermos
mentales en América preocupó a Dorotea Dix (1802-1887), una maestra
de Boston que dedicó gran parte de su vida a la instituciones de reforma
para los indigentes. Para 1847 había visitado 18 penitenciarias, 300
11. MÓDULO 0403- PROPEDÉUTICA EN EL CAMPO DE LA PSICOLOGÍA CLÍNICA
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UNIDAD I. Antecedentes Históricos de la Psicología Anormal
prisioneros estatales y correccionales y 500 hospicios donde estaban
internados enfermos mentales. Gracias a sus esfuerzos personales se
construyeron 32 hospitales de salud mental.
En 1908, un hombre de negocios estadounidense llamado Clifford Beers
registró sus experiencias como paciente mental en su libro A MInd that
Found Itself. Después de su recuperación, Beers tomó la determinación
de realizar cambios en las condiciones de los hospitales mentales y su
libro le ayudó a obtener apoyo para un grupo de reforma de ciudadanos,
el Nacional Comité for Mental Higiene (que ahora se llama Nacional
Association for Mental Health, fundado en 1909. el grupo promovía
programas sociales que se dedicaban a la prevención de las
enfermedades mentales, así como al reforzamiento del trato humano
para los pacientes.
A pesar del progreso hacia un trato humano para los pacientes en el
siglo XIX, los enfermos mentales siguiente sufriendo la persecución
durante varios años del siglo XX. Un ejemplo lo da Albert Deutsch, quien
publico una exposición impresionante del maltrato a los pacientes en el
Philadelphia State Hospital for Mental Diseases durante la década de los
años cuarenta:
El pabellón de los “hombres que sufrían” incontinencia” era como una
escena tomada del Infierno de Dante. Trescientos hombres desnudos de
pie, en cunclillas o tendidos en el suelo en ese cuarto sin muebles…en
verano o en invierno, a estas criaturas nunca les daban ninguna
ropa…muchos paciente…tenían que comer con las manos. No había
suficientes cucharas ni otros utensilios para todos…400 pacientes se
aglomeraban en un cuarto para la estancia durante el día, que parecía
un establo y que estaba construido sólo para 80. Había sólo unas
cuantas bancas, la mayoría de los hombres tenían que estar de pie todo
el día o sentarse en el suelo lleno de astillas. No había ninguna diversión
supervisada, ninguna terapia ocupacional…en este pabellón, sólo
trabajan dos asistentes; por lo menos se necesitaban 10. los cerdos que
estaban en un chiquero cercano estaban mucho mejor alimentados y
tenían mucha más comodidad que estos seres humanos.
En la actualidad, es poco probable que existan condiciones así y muchas
instituciones proporcionan un cuidado de alto nivel. Mientras que la
calidad del cuidado en muchos hospitales mentales ha mejorado con el
tiempo, el movimiento de desinstitucionalización que comenzó hace más
de 25 años, ha dado como resultado un nivel de cuidado más bajo para
muchas personas que sufren de alguna enfermedad mental y en un
aumento del sufrimiento para algunas. Por ejemplo, la situación de
personas enfermas mentales sin hogar, en muchas formas recuerda el
trato menos humanos de los enfermos mentales en periodos anteriores
de la historia.
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Todavía es necesario determinar por completo las causas de la conducta
anormal y las discusiones sobre este aspecto se prestan en forma
continua. ¿La conducta anormal está causada por trastornos en el
funcionamiento corporal o por experiencias, pensamientos y
motivaciones subjetivas?. Esta pegunta ocupa un lugar importante en la
agenda de los clínicos e investigadores contemporáneos y, la forma en
como se considera en la actualidad, se debe en gran parte a la manera
en que se ha tomado a través de los años, en particular guante el siglo
XIX.
Enfoque psicológico
Las teorías del siglo XVIII enfatizaron el pensamiento racional como la
forma para lograr una adaptación personal y social. Sin embargo,
durante la primera mitad del siglo XIX, atrajo mucho más la atención el
importante papel del pensamiento irracional en la conducta normal y
anormal. Esa transformación tuvo lugar como parte de lo que se llamó
una reacción romántica contra el punto de vista de los filósofos y
científico que dieron poca importancia al papel de las emociones, las
motivaciones y los conflictos internos en la conducta del hombre.
Muchos trabajadores clínicos e investigadores empezaron a considerar
los conflictos internos, como una causa principal de infelicidad personal y
un fracaso para adaptarse en el aspecto social. Este enfoque hacia las
emociones y los sentimientos irracionales, estableció las bases para los
escritos de Sigmund Freud de principios del siglo XX, acerca de los
procesos mentales y su relación con la conducta perturbada.
La reacción contra el racionalismo puro prestó mayor atención hacia la
vida interna de la persona, que hacia otro cualquier aspecto de la
existencia humana. El psiquiatra alemán Johann Christian Heinroth
(1773-1843) elaboró la teoría de que las enfermedades mentales eran el
12. MÓDULO 0403- PROPEDÉUTICA EN EL CAMPO DE LA PSICOLOGÍA CLÍNICA
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UNIDAD I. Antecedentes Históricos de la Psicología Anormal
resultado de los conflictos internos entre impulsos no aceptados y la
culpabilidad que generan estos y que el individuo no esta consciente de
estos conflictos. Lo que distinguió la teoría de Heinroth de la de sus
predecesores, fueron sus intentos por proporcionar una explicación de
toda la persona, la vida interna y las tensiones mentales que están
detrás de la conducta observable. Esto contrasto con el punto de vista
racional de que el estudio científico de la conducta anormal requiere
sobre todo de la observación detallada y la descripción de las conductas
trastornadas, junto con la clasificación de las mismas.
Las ideas de Heinroth son similares de modo sorprendente a la noción
de Freud de que los impulsos al encontrarse con la conciencia dan como
resultados ansiedad, infelicidad y una conducta social inadecuada.
Freud, al igual que Heinroth, reconoció que este encuentro puede tener
lugar a un nivel inconsciente y que la consciencia de estos conflictos
constituían un medio para comprenderlos y resolverlos, y por tanto, una
forma de corregir la conducta desadaptada, a pesar de estas similitudes,
Freud parecía estar poco familiarizado con Heinroth y otros participantes
de la reacción romántica, una de las razones era que para mediados del
siglo XX mucho antes de que comenzara el trabajo de Freud el péndulo
se empezó a balancear en una dirección muy diferente, hacia la
búsqueda de las causas biológicas de la conducta anormal.
Enfoque orgánico
Al igual que Heinroth fue el líder del enfoque psicologico de la conducta
anormal, otro psiquiatra alemán, Wilhelm Griesinger (1817-1868), dirigió
la búsqueda de las causas orgánicas. Argumentó que la mayor parte de
los trastornos mentales eran a causa de la influencia directa o indirecta
de las alteraciones en el funcionamiento cerebral, en tanto que era un
firme defensor del trato humano y el mismo un observador sensible del
conflicto humano, Griesinger creía que predominaban los orígenes
orgánicos más que psicológicos, de la desadaptación e infelicidad
humanas. Su frase era “las enfermedades mentales eran enfermedades
cerebrales”.
Detrás de esta perspectiva se encontraba la suposición de que el
material (las neuronas) provoca casi siempre, la manifestación mental
(infelicidad personal). La principal implicación de este punto de vista es
que era necesario descubrir mas sobre la forma en que funciona el
organismo (en particular del sistema nervioso). Una manera de hacerlo
era disecar el cerebro de individuos con trastornos mentales después de
su muerte. Los investigadores llegaron a la conclusión poco común que
mostraban estos individuos, eran provocados por estructuras anormales
en el cerebro. Por medio de la observación directa de estos cerebros,
esperaba descubrir la relación entre el cerebro y la conducta. desde este
punto de vista la introspección era poco atractiva como una camino para
comprender los trastornos psicológicos. Tampoco había mucho interés
en la manera en que los pensamientos dirigían la conducta observable.
Emil Kraepelin (1856-1926), quién tuvo la influencia de Griesinger,
también creia que la conducta anormal se debía a los trastornos
orgánicos. La principal contribución de Kraepelin fue su intentó por
elaborar un sistema de clasificación que comprendiera la mayor parte de
los trastornos que requieren tratamiento y hospitalización. Distinguió
entre dos condiciones en especial graves y debilitantes, la demencia
precoz y la psicosis maniaco depresivo y, creyó que eran enfermedades
específicas con causas orgánicas específicas.
Convergencias de los enfoques
Hacia fines del siglo XIX tuvieron lugar importantes desarrollos tanto en
el aspecto físico, como el psicológico. El neurólogo francés Jean Martín
Charcot (1825-1893) siguió creyendo que los trastornos orgánicos tenían
una importancia crucial, pero empeló un enfoque psicológico al estudiar
y dar tratamiento a sus pacientes. Aquellos en quienes se interesaba
más eran los histéricos, personas que sufrían afecciones físicas para las
cuales no se podían encontrar causas orgánicas. Los histéricos se
quejaban de la perdida de sensibilidad de la piel, dolores en el cuerpo,
ceguera y otros impedimentos visuales, tics y contracciones musculares
que parecían ataques epilépticos, también dificultad para caminar o
parálisis. Además de esta amplia variedad de síntomas inexplicables
Charcot observó algunas consistencias psicológicas en los pacientes
histéricos, sobre todo lo que llamó la belle indiferencia: a pesar que se
podía esperar que una persona que padecía parálisis pudiera estar
deprimido por ello, a los pacientes de Charcot parecía no importarles su
condición, él también se dio cuenta de que los pacientes histéricos
tenían sus propias teorías del funcionamiento del organismo y, sus
síntomas físicos eran compatibles con esas teorías. Diagnostico mucho
de esos casos como “parálisis traumática”.
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UNIDAD I. Antecedentes Históricos de la Psicología Anormal
A pesar de su orientación a las causas orgánicas Charcot se sorprendió
con sus observaciones psicológicas y llegó a la conclusión de que los
estados mentales en realidad estaban relacionados con los síntomas de
la histeria. Por tanto, desarrollo una técnica para hipnotizar a los
pacientes histéricos, mientras se encontraban en tracen hipnótico les
sugería que sus síntomas (por ejemplo, parálisis de una parte del
cuerpo) desaparecerían. En muchos casos, los síntomas se
desvanecían por completo. Charcot también podía influir síntomas
histéricos en sujetos normales al darles la sugestión apropiada mientras
estaban bajo el efecto de la hipnosis. En la actualidad todavía se utiliza
la hipnosis en el tratamiento de algunos trastornos pero el enfoque es
mucho mas complejo que la confianza que Charcot depositaba en la
sugestión como una forma de eliminar los síntomas.
Charcot obtuvo gran prestigio en toda Francia y Europa; le llamaban el
“Napoleón de las neurosis”. Se dio a conocer como un médico clínico y
un maestro carismático. El relato siguiente describe algunas de sus
curaciones “milagrosas”:
A Charcot le llevaban pacientes de todo el mundo, paralíticos en camilla
o con aparatos complicados. El ordenaba que se le quitaran los aparatos
y les decía a los pacientes que caminaran. Por ejemplo, hubo una mujer
joven que había sufrido parálisis durante años. Charcot le pidió que se
pusiera de pie y caminara y ella lo hizo ante la mirada atónita de sus
padres y de la madre superiora del convento en el que había estado
internada. Le llevaron a Charcot otra mujer joven con parálisis en ambas
piernas. Charcot no encontró ninguna lesión orgánica, todavía no
terminaba la consulta cuando la paciente se puso de pie y camino hacia
la puerta y se dirigió a la puerta en donde el cochera que la espera en la
puerta se quitó el sombrero en señal de sorpresa y se antiguo
(Ellenberger, 1970, p, 95).
Uno de los alumnos de Charcot, Pierre Janet (1859-1947), amplió su
trabajo y llegó a la conclusión de que la histeria se debía a una
separación de la experiencia consciente de ciertas ideas que siguen
influenciando a la conducta. Observó, que bajo hipnosis muchos
pacientes recordaban sucesos molestos que parecían estar relacionados
con el comienzo de sus síntomas, descubrió que en algunos casos,
cuando los pacientes expresaban los fuertes sentimientos que
experimentaron en el momento en que tuvieron lugar los eventos
originales, sus síntomas se delimitan en forma temporal o desaparecían,
además de reforzar el punto de vista de que las causas psicológicas
desempeñan un papel importante en una cantidad significativa de
trastornos de la conducta, Charcto y Janet ayudaron a ampliar el
panorama de la conducta que estudiaba la psicología anormal. Sus
pacientes a pesar de que eran personas con problemas que necesitan
ayuda, no se consideraban dementes ni locos.
Uno de los muchos trabajadores clínicos que llegaron a Francia para
estudiar con Charcot fue Sigmund Freud (1856-1939). Freud había
recibido su instrucción médica como neurólogo y en un principio creía
que las causas fundamentales de la conducta anormal era biológicas sin
embargo, al igual que Charcot eligió explorar los aspectos de la vida
mental que parecían estar relacionados con la molestia psicológica y la
conducta desadaptada al igual que Charcot, Freud se interesó cada vez
más por las condiciones no catastróficas como la histeria y las fobias.
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La historia de la psicología anormal es la historia de la forma en que las
comunidades han respondido a las personas que eran diferentes y no se
adaptaban a estas. Las altas y bajas, avances y retrocesos nos dejaban
con un sentimientos de optimismo precavido, acerca del poder del
intelecto para comprender o generar formas para ayudar a los individuos
que no son capaces de adaptarse a las normas de la comunidad.
Las ideas sobre la condición anormal casi nunca son nuevas. Como
hemos visto, tienen una historia que la mayor parte de los casos es muy
extensa. Además con frecuencia son complejas. Las actitudes hacia los
individuos desviados han reflejado siempre la dinámica social que
prevalece en determinado tiempo. Los estudios del papel de la mujer en
el siglo XIX proporcionan un ejemplo entre la relación de lo que sucede
en una sociedad (valores, prejuicios, etc.) y la forma en que se
consideran las enfermedades mentales. Las teorías que afirmaban que
habían diferencias con base en el sexo en la tendencia con la conducta
anormal eran el resultado de los estereotipos culturales y la condición
social. No solo se consideraba que las mujeres eran subordinadas de los
hombres sino que además se creía que eran más propensas a los
trastornos nerviosos y emocionales. Se suponía que los factores
biológicos desempeñaban un papel en estas diferencias. Algunos de los
escritos de Sigmund Freud reafirman este punto de vista sexista. La
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UNIDAD I. Antecedentes Históricos de la Psicología Anormal
represión sexual que observó en las mujeres era la causas de lo que
consideró como su inferioridad intelectual (Elenberger, 1970).
Ya que estamos ligados a nuestra propio época presentamos una
tendencia a perder la perspectiva de muchas de las supocisiones y
creencias básicas que dirigen el pensamiento de nuestros
contemporáneos sobre una amplia variedad de temas. Si miramos había
periodos anteriores es más fácil ver estas suposiciones y creencias, que
con frecuencia parecen extrañas. Por ejemplo, durante los años 1880´s y
1890´s las teorías en desarrollo de Freud tenían que competir con ideas
que en la actualidad parecen extrañas. Una de estas es la noción de que
la masturbación era un símbolo de un trastorno grave de la personalidad.
Se describía a las personas que se masturbaban como degeneradas,
falsas, egoístas y sagaces. La masturbación en exceso se creía que
daba como resultado la “demencia por masturbación”, otra idea popular
era que existía una conexión entre sonrojarse y el funcionamiento
psicológico: sonrojarse en exceso indicaba fallas morales internas, en
tanto que la incapacidad para hacerlo reflejaba debilidad psicológica
(Skultans, 1979).
Las preocupaciones y prioridades de la gente ejercieron una influencia
en las políticas con respecto del tratamiento de la conducta anormal. Por
ejemplo, el publico estadounidense aprecia la velocidad y con frecuencia
parece sentir que una solución rápida es la mejor de modo que durante
las décadas 1960-1970 la opinión publica favoreció a una reducción
drástica en la cantidad de residentes en los hospitales mentales. Ya que
no se había establecido un sistema efectivo de estancias y otros
servicios de apoyo, muchos pacientes mentales que se dieron de alta
con rapidez tuvieron que enfrentarse solos a la sociedad hostil y sin
ninguna separación. Pocos pudieron realizar la transición con éxito.
Conforme el método científico descubre información en una variedad de
aspectos se hace más evidente la necesidad de reconocer la
complejidad de la mayor parte de las formas de desadaptación.