Este documento describe los principios fundamentales de la clasificación y evaluación de la conducta anormal en psicología clínica. Explica los sistemas de clasificación multiaxiales utilizados para diagnosticar trastornos mentales y proporciona ejemplos de técnicas de evaluación como entrevistas, pruebas psicológicas e inventarios. También discute los desafíos de clasificar la conducta humana y etiquetar a las personas, así como el balance entre comprender los casos individuales y aplicar principios generales.
Descripción del modelo medico psiquiátrico, tests, pruebas y características. Imagines de cada prueba, teorías y aplicaciones técnicas en psicología en niños y adultos.
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ACERTIJO DE CARRERA OLÍMPICA DE SUMA DE LABERINTOS. Por JAVIER SOLIS NOYOLAJAVIER SOLIS NOYOLA
El Mtro. JAVIER SOLIS NOYOLA, crea y desarrolla ACERTIJO: «CARRERA OLÍMPICA DE SUMA DE LABERINTOS». Esta actividad de aprendizaje lúdico que implica de cálculo aritmético y motricidad fina, promueve los pensamientos lógico y creativo; ya que contempla procesos mentales de: PERCEPCIÓN, ATENCIÓN, MEMORIA, IMAGINACIÓN, PERSPICACIA, LÓGICA LINGUISTICA, VISO-ESPACIAL, INFERENCIA, ETCÉTERA. Didácticamente, es una actividad de aprendizaje transversal que integra áreas de: Matemáticas, Neurociencias, Arte, Lenguaje y comunicación, etcétera.
Today is Pentecost. Who is it that is here in front of you? (Wang Omma.) Jesus Christ and the substantial Holy Spirit, the only Begotten Daughter, Wang Omma, are both here. I am here because of Jesus's hope. Having no recourse but to go to the cross, he promised to return. Christianity began with the apostles, with their resurrection through the Holy Spirit at Pentecost.
Hoy es Pentecostés. ¿Quién es el que está aquí frente a vosotros? (Wang Omma.) Jesucristo y el Espíritu Santo sustancial, la única Hija Unigénita, Wang Omma, están ambos aquí. Estoy aquí por la esperanza de Jesús. No teniendo más remedio que ir a la cruz, prometió regresar. El cristianismo comenzó con los apóstoles, con su resurrección por medio del Espíritu Santo en Pentecostés.
1. MÓDULO 0403- PROPEDÉUTICA EN EL CAMPO DE LA PSICOLOGÍA CLÍNICA 1
Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra:
Sarason, I.G. & Sarason, B.R. (1996). Psicología Anormal: El problema de la
Lectura 3
Sarason, I.G. & Sarason, B.R. (1996). Psicología
Anormal: El problema de la conducta
inadaptada. México: Prentice Hall. pp.
92-121
Clasificación y evaluación .............................................................. 2
Clasificación................................................................................ 2
Ventajas y desventajas de la clasificación .............................. 3
Estrés, vulnerabilidad y afrontamiento ....................................... 3
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El enfoque multiaxial.................................................................. 4
Elaboración De Un Sistema De Clasificación Multiaxial... 4
Las principales categorías de diagnóstico................................... 5
Categorías Del Eje I ............................................................ 5
Categorías Del Eje II........................................................... 7
Evaluación del enfoque multiaxial del DSM .............................. 7
Investigación sobre la clasificación ............................................ 9
Juicio Clínico ...................................................................... 9
Evaluación: la base de la clasificación...................................... 10
La entrevista.............................................................................. 11
Contenido De La Entrevista.............................................. 11
El Papel Del Entrevistador................................................ 12
La Entrevista Estructurada. ............................................... 15
El Programa De Entrevista Diagnóstica............................ 15
Pruebas de inteligencia.............................................................. 16
Las Pruebas De Wechsler.................................................. 18
Batería De Evaluación De Kaufman Para Los Niños. ...... 19
Evaluación de la personalidad................................................... 22
Inventarios De Personalidad. ............................................ 22
Escalas De Registro........................................................... 24
Técnicas Proyectivas......................................................... 25
Evaluación de la conducta......................................................... 28
El Enfoque De La Evaluación........................................... 29
Evaluación cognitiva................................................................. 29
Evaluación de las relaciones ..................................................... 30
Evaluación corporal .................................................................. 31
conducta inadaptada. México: Prentice Hall
UNIDAD II LA EVALUACIÓN DE LA CONDUCTA ANORMAL
2. MÓDULO 0403- PROPEDÉUTICA EN EL CAMPO DE LA PSICOLOGÍA CLÍNICA 2
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CLASIFICACIÓN Y EVALUACIÓN
Robert Frank, un hombre casado de 35 años de edad, asiste a un
centro mental comunitario porque le inquietan algunos de sus
pensamientos.
Hasta donde recuerda, ha sido introvertido y de alguna manera
temeroso de la gente. Ha deseado el contacto social, pero debido a su
temor, por lo general nunca tiene éxito al establecer relaciones. En la
época en que vino al centro, había tenido ciertos pensamientos
inquietantes. En el pasado, platicó sobre éstos con su esposa y con los
médicos clínicos de un hospital mental Piensa que lo espía un grupo
desconocido, cree que es una agencia de inteligencia del gobierno.
Además, siente que su televisor le transmite mensajes especiales y que
se hace un intento por controlar su voluntad y pensamiento. Ocupa un
puesto en una corporación importante. A juicio de su supervisor, en el
pasado se desempeñó bien, pero de un tiempo acá su trabajo se ha
deteriorado de alguna manera.
Frank ha sido hospitalizado en dos ocasiones, después de las cuales
parece haber tenido un buen ajuste al regresar a la comunidad. Hace
seis meses, la muerte de su madre lo perturbó en gran medida. Durante
los últimos meses ha restringido cada vez más sus actividades sociales
a los miembros de su familia e incluso se ha aislado de ellos. Asistió al
centro de salud mental comunitaria porque sus pensamientos se hicieron
más persistentes. Su nivel de inquietud aumentaba y se dio cuenta que
se volvía más incoherente; en lo posible, deseaba evitar otra
hospitalización.
La terapeuta que platicó con Frank deseaba obtener toda la
información sobre sus antecedentes, para poder recomendar el
programa terapéutico más práctico y efectivo. Realizó una serie de
pasos en los cuales recopiló e interpretó la información sobre Frank.
Para aumentar la exactitud de sus interpretaciones, los médicos clínicos
con frecuencia utilizan las experiencias de otros profesionales en la
evaluación de la conducta. Los sistemas de clasificación son en
particular valiosos, porque representan los intentos para organizar lo que
muchos clínicos saben acerca de los distintos tipos de problemas que
enfrentan.
La clasificación de los problemas personales, se basa en las
evaluaciones de lo que dicen los pacientes y la manera como se
comportan. Se toman en cuenta tanto las condiciones presentes de la
vida y las experiencias pasadas. Sin embargo, la clasificación no es sólo
un ejercicio intelectual. Tiene efectos de largo alcance en la vida de la
gente que presenta una conducta desadaptada y en las actividades de
los trabajadores clínicos.
Clasificación
Durante mucho tiempo, se ha reconocido la necesidad de clasificar
los distintos tipos de personalidad y de problemas personales. Desde la
época de Hipócrates, los sistemas de clasificación se han revisado de
manera continua para incluir nuevos conocimientos y puntos de vista
cambiantes. No obstante, la clasificación de la conducta anormal se
encuentra todavía en una etapa inicial de evolución, en parte, debido a la
naturaleza arbitraria del proceso de etiquetar a las personas. Por
ejemplo, no existe un punto preciso en el que un bebedor en exceso se
convierte en un alcohólico declarado o cuando la tensión que se siente al
estar solo en una habitación extraña, se convierte en un miedo intenso
conocido como claustrofobia.
Un informe de evaluación, o diagnóstico, coloca a un trastorno dentro
de un sistema de agrupaciones convencionales que se basan en
similitudes significativas de los síntomas. La mayor parte de los sistemas
de clasificación se organizan de manera jerárquica, igual que como lo
hacen en las ciencias naturales. De modo que, en el sistema que se
emplea para clasificar la vida animal, los seres humanos son miembros
de la especie Homo sapiens, género Homo, que es una subdivisión de la
familia de los homínidos, del orden de los primates, de la clase de los
mamíferos, del filum de los cordatos, del reino animal. En forma similar,
el episodio maniaco es una subdivisión del trastorno bipolar, que a su
vez es uno de los principales trastornos en la familia de los trastornos del
estado de ánimo.
En tanto que por lo general la clasificación se considera como un
instrumento científico y clínico, debemos recordar que todas las
personas emplean de manera continua una forma de clasificación en su
vida diaria. Las personas que conocemos, el clima del día y otras
experiencias cotidianas se agrupan con base en la similitud que tienen
con las experiencias pasadas u otras formas de clasificar los eventos. La
clasificación es una manera de tratar de entender y aprender de la
experiencia. Sin, un sistema de clasificación, todo lo que nos sucede
sería único y no podríamos prepararnos para el futuro en ninguna forma.
conducta inadaptada. México: Prentice Hall
UNIDAD II LA EVALUACIÓN DE LA CONDUCTA ANORMAL
3. MÓDULO 0403- PROPEDÉUTICA EN EL CAMPO DE LA PSICOLOGÍA CLÍNICA 3
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conducta inadaptada. México: Prentice Hall
UNIDAD II LA EVALUACIÓN DE LA CONDUCTA ANORMAL
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Ventajas y desventajas de la clasificación
El uso general de un sistema de clasificación reconocido es muy
importante. Si cada trabajador clínico desarrollara su propio sistema, los
problemas de comunicación serían enormes. Por ejemplo, sería difícil
utilizar los datos de las investigaciones, sobre los tratamientos efectivos.
Los sistemas de clasificación también son útiles para propósitos
estadísticos. El gobierno y otras oficinas de planeación necesitan
registros de la frecuencia con que se presentan los distintos tipos de
desadaptación. Sin esos registros, sería imposible decir si la incidencia
de ciertas formas de desadaptación aumenta o se reduce. Además,
dependiendo del grado en que las categorías que se emplean en la
clasificación establecida son distintivas y se pueden calificar de manera
confiable, contribuyen a la planeación de los programas e instalaciones
de tratamiento.
Aún así, el empleo de la clasificación para comprender las causas de
algunos trastornos y darles tratamiento es objeto de controversias, como
lo demuestran los siguientes comentarios por parte de un médico clínico
con experiencia.
Podría creer que después de trabajar durante 20 años con personas que
tienen problemas, sé cuáles son sus problemas principales y lo que debo
diagnosticar. Sin embargo, en realidad no estoy seguro de lo que es el
diagnóstico, lo que debe ser o cómo se puede emplear para algo más que
designar y clasificar. Clasifico los casos porque esto me ayuda a llevar los
registros y a comunicarme con otros clínicos. Al mismo tiempo, mi labor principal
es dar tratamiento a las personas, decidir qué puedo hacer para ayudarles a
planear lo que deben hacer para lograr que su vida sea más feliz y tenga más
valor. Las personas tienen más diferencias que similitudes. Es probable que dos
personas acudan a mí con un síntoma similar, como ilusiones de grandeza, pero
el mecanismo que lo produce puede ser diferente. Espero que el diagnóstico me
ayude a comprender mejor las bases para las condiciones que diagnostico.
Se ha criticado mucho la idea de clasificar las conductas de
desadaptación. Para muchas personas, lo más importante es el hecho
que un diagnóstico etiqueta a una persona. Con una etiqueta, puede ser
más difícil para un ex paciente conseguir trabajo, lograr la admisión a un
programa profesional, obtener la custodia de un niño y situaciones
similares. Otro argumento es que muchos diagnósticos no son útiles
porque las categorías de diagnóstico son imperfectas y se puede asignar
la misma etiqueta a conductas que parecen similares, pero tienen
distintas causas y diferentes tratamientos.
Al realizar un balance, el caso para la clasificación es considerable.
Es fácil defender la idea de que cada paciente es único; sin embargo, no
se puede hacer nada para ayudar al individuo sin referirse a los
principios generales. Lo que se sabe sobre el caso de un individuo,
aunque sea con detalle, se puede utilizar sólo si el caso se considera
dentro del contexto del conocimiento existente. Al mismo tiempo, los
principios generales ten titán validez sólo si se basan en la observación
de los individuos.
En el diagnóstico existen dos fuentes principales de falta de
confiabilidad. Una se refiere al juicio clínico: las diferencias en la
capacitación clínica de los terapeutas y la orientación teórica pueden
llevar a diagnósticos diferentes. La otra fuente importante de falta de
confiabilidad, es el hecho que se asignen etiquetas de diagnóstico a las
personas y, ninguna persona (ni sus problemas) es igual a otra. Es
probable que la misma persona describa sus problemas de manera
diferente en dos ocasiones, dependiendo de cómo se sienta en el
momento o qué eventos que se relacionan con el problema ocurrieron
hace poco tiempo. Los clínicos pueden cambiar su evaluación original de
un caso o, dos personas con problemas similares pueden describir su
condición de manera diferente y, por tanto, recibir una clasificación
distinta.
Las ambigüedades e inconsistencias surgen también porque la mayor
parte de las clínicas y hospitales tienen más casos de los que pueden
manejar. Con frecuencia, es imposible el estudio pausado y prolongado
que tiene como objeto la clasificación exacta. Otro factor en la dificultad
de la clasificación radica en la gama de problemas para los que ofrece
tratamiento una institución en particular. El personal de una institución
que ofrece tratamiento para un rango limitado de trastornos, puede
presentar una tendencia a describir e interpretar sus casos en forma
diferente que como lo haría el personal de una institución con bases más
amplias. Los métodos de diagnóstico lograrán una base científica más
firme conforme la evaluación se vuelva más estandarizada y menos
susceptible a la distorsión por esos factores. La tabla 4-1 menciona
algunas de las características importantes de un buen sistema de
clasificación. En la actualidad, para la mayor parte de los tipos de
conducta desadaptada, las características que se mencionan en el tabla
4-1 siguen siendo objetivos y todavía no son logros.
Estrés, vulnerabilidad y afrontamiento
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Sarason, I.G. & Sarason, B.R. (1996). Psicología Anormal: El problema de la
El enfoque de los autores hacia la psicología anormal tiene algunas
implicaciones definidas para el proceso de clasificación. Este enfoque
argumenta que la conducta anormal se debe entender en el contexto de
varios factores: los eventos estresantes recientes en la vida de una
persona, como el duelo o la pérdida del trabajo; las vulnerabilidades
generales de la persona, tales como una tendencia hacia la baja
autoestima que tal vez se genere por experiencias durante los primeros
años de la niñez o por un sistema nervioso muy reactivo; y aquello con lo
que cuenta el individuo, como las habilidades para el control, la
capacidad intelectual y la familia y los amigos que quieren y pueden
ayudar.
Tabla 4-1
Características de un buen sistema de clasificación
clínica
1. Proporciona información sobre la causa o causas de
una condición.
2. Ofrece un lenguaje común para la comunicación entre
los clínicos y los investigadores.
3. Permite a los clínicos dar a los pacientes y sus
familias un panorama a corto y largo plazo.
4. Proporciona claves para el tratamiento.
5. Sugiere formas para la prevención.
La clasificación de la conducta anormal debería consistir en crear el
perfil de una persona, en lugar de sólo marcar un punto en una gráfica.
Al clasificar a una persona que tiene un problema, deseamos conocer no
sólo cuál es el problema (por ejemplo, la creencia de Frank de que lo
espiaban), sino también el contexto del problema. En el caso de Frank,
el contexto incluye (1) experiencias recientes que pueden haber causado
estrés y llevar al empeoramiento de su condición, (2) sus
vulnerabilidades o debilidades y (3) sus puntos fuertes. El hecho de que
Frank haya experimentado largos periodos de buen ajuste (por ejemplo,
ser capaz de conservar su trabajo) es alentador y no se debe ignorar. De
manera óptima, la forma como clasificamos a las personas nos debe
decir algo sobre sus proyectos futuros y las respuestas probables a los
esfuerzos terapéuticos.
El enfoque multiaxial
A través de los años, la clasificación o diagnóstico ha tenido varios
significados, desde la simple designación de un nombre o etiqueta hasta
una afirmación que proporciona información sobre varios aspectos de un
caso en particular. (Las raíces de "diagnóstico" significan "conocimiento
detallado".) Las clasificaciones oficiales de las enfermedades mentales
se empezaron a usar en Estados Unidos en 1840, con la adopción de un
esquema de clasificación de un concepto. En el censo de ese año,
"idiotez" fue la única categoría que se dio a las enfermedades mentales.
Para el censo de 1880, existían ocho categorías para los trastornos
mentales.
En la actualidad, los practicantes utilizan un sistema de clasificación
multiaxial diseñado para resumir la información diversa importante para
el caso de un individuo, más que para ofrecer una simple etiqueta. En
lugar de sólo asignar un caso a una categoría (como la esquizofrenia),
los clínicos que emplean un sistema multiaxial, pueden describir a un
individuo en términos de un conjunto de factores importantes en el
aspecto clínico, o ejes. El sistema de clasificación multiaxial de la
Asociación Estadounidense de Psiquiatría se acepta tanto en la
actualidad, que es fácil olvidar el hecho que la característica multiaxial es
un desarrollo relativamente nuevo en la clasificación de los trastornos
mentales. El primer sistema muitiaxiai se presentó apenas en 1980, en el
Manual de Diagnóstico Estadístico de los Trastornos Mentales (que se
conoce como DSM-III). Una revisión del DSM-III, que se llama DSM-III-
R, se publico en 1987. Al igual que sus predecesores, el DSM-IV, que se
publicó a mediados de la década de los años 1990, tiene una naturaleza
multiaxial.
Los sistemas de diagnóstico multiaxial se concentran, sobre todo, en
la descripción de los problemas clínicos. Sus categorías toman en
cuenta la etiología, o causa, del trastorno cuando se puede identificar (a
pesar que algunos críticos del DSM sostienen que este sistema no
presta suficiente atención a la etiología), así como las experiencias
subjetivas de los pacientes (por ejemplo, qué tan preocupados o
enojados parecen estar) y sus factores favorables y desfavorables. El
sistema actual del DSM proporciona información sobre el contexto en el
cual se presenta la conducta anormal, así como una descripción del
mismo.
Elaboración De Un Sistema De Clasificación Multiaxial. El concepto
conducta inadaptada. México: Prentice Hall
UNIDAD II LA EVALUACIÓN DE LA CONDUCTA ANORMAL
5. MÓDULO 0403- PROPEDÉUTICA EN EL CAMPO DE LA PSICOLOGÍA CLÍNICA 5
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multiaxial básico del DSM es que es necesario evaluar en forma integral,
diferentes áreas de información sobre los aspectos biológicos,
psicológicos y sociales de la condición de una persona. Los cinco ejes
del sistema del DSM ilustran este enfoque.
• El Eje I contiene la clasificación primaria o diagnóstico del
problema que requiere atención (por ejemplo, el miedo a las alturas).
• El Eje II clasifica cualesquiera de los trastornos del desarrollo o
de la personalidad que empiezan en la niñez o la adolescencia y que,
por lo general, continúan de manera estable hasta la edad adulta.
Algunos ejemplos son el retraso mental y los trastornos de la
personalidad como una tendencia injustificada a interpretar las acciones
de los demás como una amenaza.
• El Eje III se refiere a cualesquiera de los trastornos fisicos que
parecen ser pertinentes para un caso (por ejemplo, los antecedentes del
paciente con respecto de los ataques cardiacos).
• El Eje IV califica la severidad de los causantes psicosociales de
estrés en el pasado inmediato del paciente que pueden haber
contribuido al problema clínico y, quizá tengan una influencia sobre el
curso del tratamiento (por ejemplo, divorcio, muerte de un pariente,
pérdida del trabajo). También se hace notar si el estrés es agudo o
crónico.
• El Eje V contiene una evaluación global del funcionamiento
psicológico, las relaciones sociales y las actividades ocupacionales que
presenta el paciente. Se califican tanto el funcionamiento actual como el
nivel más elevado del funcionamiento durante el año anterior. Es
probable que el comportamiento de dos personas que presentan
trastornos severos, se interprete de manera diferente e incluso se le dé
tratamiento distinto si una tiene antecedentes de buenas relaciones con
los demás y un registro de trabajo excelente mientras que la otra tiene
antecedentes de inadaptacióni social e incapacidad de conservar un
trabajo.
El caso de Robert Frank, que se presenta al principio del este
capítulo, se puede clasificar como sigue:
• Eje I: Esquizofrenia paranoíde
• Eje II: Trastorno de la personalidad por evitación
• Eje III: Sin problemas médicos aparentes
• Eje IV: Extremo
• Eje V: Deterioro grave en varias áreas
Una innovación del sistema del DSM es que ofrece criteríos para
codificar de manera cuantitativa los factores relativamente subjetivos de
los Ejes IV y V. El Eje IV proporciona una guía para calificar la severidad
total de los eventos recientes (por ejemplo, la muerte de un hijo, la
jubilación) y las circunstancias perdurables (por ejemplo, el desempleo o
una enfermedad crónica grave). Los lineamientos para el Eje V
pertenecen al nivel del funcionamiento (por ejemplo, violencia contra sí
mismo o los demás, conflictos con los compañeros de trabajo).
Mientras más completa sea la información disponible sobre un caso
determinado, serán más confiables la clasificación y los registros. Con
frecuencia, sobre todo en casos agudos o de emergencia, la clasificación
se realiza aunque existan grandes lagunas de información. En estos
casos, se considera que la clasificación es tentativa y quizá deba
revisarse cuando se tengan más datos.
Las principales categorías de diagnóstico
Empezando con el DSM-III en 1980, se realiza un esfuerzo especial
para que sea tan específico como sea posible al describir las principales
categorías de diagnóstico y, al enlistar los síntomas y factores
pertinentes para los trastornos en particular. Estos incluyen las
características típicas del trastorno, la edad en la cual por lo general se
desarrolla, su probable pronóstico o resultado, el grado de deterioro
social y ocupacional que comprende, las posibles complicaciones (por
ejemplo, los intentos de suicidio por parte de los individuos deprimidos),
los aspectos de la vida de una persona que aumentan el riesgo de un
trastorno severo, las diferencias sexuales y los patrones familiares
implicables. La tabla 4-2 menciona indicadores como éstos, a los cuales
presta atención el clínico para realizar las clasificaciones.
Categorías Del Eje I El Eje 1 incluye todos los trastornos clínicos
principales, excepto trastornos específicos del desarrollo y la
personalidad.
Trastornos en la infancia, la niñez o la adolescencia. Las condiciones
que son evidentes primero en estos periodos incluyen: la conducta
problemática, trastornos de identidad del género y ciertos trastornos de
la alimentación.
conducta inadaptada. México: Prentice Hall
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6. MÓDULO 0403- PROPEDÉUTICA EN EL CAMPO DE LA PSICOLOGÍA CLÍNICA 6
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Tabla 4—2
Observaciones clínicas y síntomas que se utilizan en la
clasificación del DSM
Aun cuando un síntoma determinado puede ser parte de varias
imágenes clínicas diferentes (por ejemplo, los dolores de cabeza se
pueden presentar en casos marcados por ansiedad elevada,
hipocondriasis o molestias somáticas), esta lista sugiere las ciases
de datos a los que los clínicos prestan atención y que llevan a un
diagnóstico psiquiátrico. La presencia de grupos de síntomas
característicos de un trastorno en particular, aumenta la
probabilidad, de una clasificación acertada.
Actividad motriz
Ansiedad
Apariencia personal
Conducta
Contenido del pensamiento
Estado de ánimo
Forma de hablar
Funcionamiento cognitivo (atención, memoria)
Impedimento ocupacional y social
Nivel de energía
Rasgos de personalidad
Síntomas físicos
Trastorno de la alimentación
Trastorno de la percepción
Trastorno del sueño
• Trastornos mentales orgánicos. La disfunción cerebral transitoria
o permanente que se atribuye a factores como el proceso de
envejecimiento o la ingestión de una sustancia que afecta el cerebro; por
ejemplo, la psicosis que se debe a los efectos del consumo excesivo de
alcohol, la dificultad para enfocar la atención, la pérdida de la memoria.
• Trastornos por el uso de sustancias psicoactivas. Problemas
personales y sociales por el uso de ciertas sustancias; por ejemplo, la
dependencia y el abuso de la heroína, la mariguana y el tabaco.
• Trastornos del sueño. Insomnio o dificultad para dormirse o
permanecer dormido, somnolencia excesiva durante el día, quejas de
problemas, trastornos del sueño sin evidencia objetiva, incapacidad de
respirar mientras se está dormido, trastorno del horario de sueño-vigilia,
sonambulismo, terrores nocturnos.
• Esquizofrenia. Conducta desorganizada crónica y pensamiento
con proporciones psicóticas (delirios, alucinaciones), incoherencia y
aislamiento social.
• Trastorno delirante (paranoide). Sistema de delirios bien
organizado (con frecuencia de persecución) sin la incoherencia,
conductas poco comunes, ni el aislamiento social que se presenta en la
esquizofrenia.
• Trastornos psicóticos no clasificados en otros apartados. Incluye
los trastornos esquizofreniformes (similares a la esquizofrenia, pero con
una duración menor a los seis meses), psicosis breve como reacción
ante un estrés en particular y trastornos esquizoafectivos (una
combinación le desorganización y conducta delirante con sentimientos
de depresión y exaltación).
• Trastornos del estado de ánimo (afectivos). Depresión o
excitación maniaca, o ambas.
• Trastornos por ansiedad. La ansiedad, la tensión y la
preocupación son aspectos importantes de un perfil clínico, en ausencia
de los rasgos psicóticos (delirios, alucinaciones). También se incluyen
los trastornos postraumáticos (reactivo, que causa el estrés). Estos
pueden ser breves o crónicos.
• Trastornos somatoformes. Síntomas físicos para los cuales no
se pueden encontrar causas médicas. En apariencia, estos síntomas no
se encuentran bajo el control voluntario y se relacionan con factores o
conflictos psicológicos.
• Trastornos disociativos. Cambio repentino y temporal en las
funciones normales de la conciencia (por ejemplo, pérdida de la
memoria).
• Trastornos sexuales. Pensamientos y conductas sexuales
desviadas, ya sea que provoquen ansiedad personal o desadaptación
social.
• Trastornos ficticios. Síntomas físicos o conductuales que
produce el individuo en forma voluntaria, en apariencia con el objeto de
representar el papel de paciente y que, con frecuencia, comprenden la
mentira crónica y flagrante.
• Trastornos del control de los impulsos que no están clasificados
en ninguna otra parte. Desadaptaciones que se caracterizan por la falla
para resistir los impulsos (por ejemplo, los apostadores patológicos, el
robo crónico de objetos deseados, el encendido habitual de fuego).
• Trastornos adaptativos. Reacciones desadaptadas ante
circunstancias o sucesos de la vida que se pueden identificar y que se
espera disminuyan y cesen al desaparecer el causante de estrés. Las
reacciones pueden estar dominadas por un estado de ánimo depresivo,
ansiedad, retraimiento, trastorno de la conducta como la haraganería o
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UNIDAD II LA EVALUACIÓN DE LA CONDUCTA ANORMAL
7. MÓDULO 0403- PROPEDÉUTICA EN EL CAMPO DE LA PSICOLOGÍA CLÍNICA 7
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mal desempeño en el trabajo.
• Factores psicológicos que afectan el estado físico. Se emplean
para describir lo que se conoce como trastornos psicofisiológicos o
psicosomáticos. Algunos ejemplos comunes incluyen los dolores de
cabeza migrañosos, la menstruación dolorosa, el asma y la úlcera
duodenal.
Categorías Del Eje II. Los trastornos que se mencionan en el Eje II
empiezan en la niñez o la adolescencia y continúan hasta la edad adulta
sin sufrir muchos cambios. Los Ejes I y II están separados de modo que,
cuando se evalúan los adultos, se toman en cuenta estas características
continuas, que pueden afectar las habilidades de la personalidad,
cognitivas, sociales o motrices. El Eje II contiene dos categorías
principales, Trastornos del Desarrollo v Trastornos de la Personalidad En
algunos casos, las afirmaciones de clasificación del Eje II se emplean
para proporcionar información adicional sobre el diagnóstico primario del
Eje I. En otros, el trastorno al que se hace referencia en el Eje II es el
problema principal del individuo.
• Trastornos del desarrollo. Estos incluyen retraso mental,
funcionamiento intelectual que se encuentra en un nivel muy por debajo
del promedio; trastornos generalizados del desarrollo, en los cuales
existe una incapacidad para la interacción y comunicación social que
está acompañada por una conducta extraña v estereotipada; y los
trastornos específicos del desarrollo, en los cuales hay problemas, por
ejemplo, en aspectos particulares del lenguaje, las habilidades
académicas, como la lectura o la aritmética, o la coordinación física.
• Trastornos de la personalidad. Estos se caracterizan por patrones
duraderos, inflexibles e desadaptados para relacionarse, percibir y
razonar acerca del ambiente y de sí mismo. Estos patrones erróneos
provocan deterioro en el funcionamiento social y ocupacional. Los
trastornos de la personalidad se pueden parecer a las características de
la personalidad que se presentan en personas que funcionan de manera
adaptada. Quizá también se asemejen a muchas conductas diferentes
que se relacionan con los trastornos de ansiedad, psicosis o trastornos
del estado de ánimo.
Es probable que el Eje II no distinga con suficiente claridad entre los
estilos y rasgos de la personalidad que por lo regular se ven en la
población en general, pero que parecen provocar pocos problemas para
el individuo y los estilos rígidos y desadaptados en forma evidente que
llevan a la infelicidad o ineficacia personal. Sin embargo, con todas sus
imperfecciones, el intento por incluir los factores de la personalidad en la
clasificación psiquiátrica es un avance.
Evaluación del enfoque multiaxial del DSM
El DSM-III, DSM-III-R y DSM-IV difieren de los manuales de
clasificación anteriores en el énfasis que dan a la descripción de los
problemas clínicos, en lugar de interpretarlos y al enlistar los criterios
específicos para cada categoría diagnóstica. Este cambio se presentó
como resultado de la preocupación que los diagnósticos psiquiátricos
con frecuencia son poco confiables porque se basan en suposiciones
sobre las causas subyacentes de los problemas. Una revisión de los
sistemas de diagnóstico anteriores ilustrará el curso que los clínicos si-
guen al clasificar la conducta anormal.
El DSM-I, se publicó en 1952, y el DSM-II, que se publicó en 1968,
eran volúmenes bastante más pequeños que el DSM-III, el DSM-III-R y
el DSM-IV. Los DSM recientes son mucho más extensos porque cubren
un panorama más amplio de las desadaptaciones, utilizan más ejemplos
de las clasificaciones particulares y, por el hecho que el propósito de los
DSM recientes son una descripción confiable y ciara de los trastornos. El
lenguaje tanto del DSM-I como del DSM-II tenia gran influencia de la
teoría psicoanalítica y los manuales centraban:; la atención en procesos
internos que no se pueden observar Como resultado de ello, con
frecuencia los diagnósticos de los clínicos variaban mucho. Por el
contrario los DSM recientes: utilizan un lenguaje mucho más preciso.
Otra razón para superioridad de los DSM más recientes es que en su
desarrollo, se llevaron a cabo extensas pruebas de campo. Estas
pruebas, que incluyeron a miles de pacientes y cientos de clínicos,
hicieron posible revisar los DSM para facilitar su uso y aumentar la
confiabilidad, así como para corregir las deficiencias antes de la
publicación.
A pesar que representan avances en la clasificación clínicas, nadie
cree que os DSM recientes sean definitivos en materia de diagnóstico.
Entre sus limitaciones se encuentran la confianza continua en los juicios
clínicos basados en la impresión. del clínico (por ejemplo, al calcular la
severidad de un trastorno). Quizá sea mejor considerar los DSM
recientes como conjuntos de lineamientos para caracterizar los
problemas clínicos y se preocupan principalmente de la descripción de
estos problemas.
conducta inadaptada. México: Prentice Hall
UNIDAD II LA EVALUACIÓN DE LA CONDUCTA ANORMAL
8. MÓDULO 0403- PROPEDÉUTICA EN EL CAMPO DE LA PSICOLOGÍA CLÍNICA 8
Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra:
Sarason, I.G. & Sarason, B.R. (1996). Psicología Anormal: El problema de la
Los intervalos de tiempo entre las distintas versiones del DSM se
hacen cada vez más cortos. Esta aceleración se debe a los rápidos
avances en el conocimiento sobre los diferentes tipos de conducta
desadaptada, que se deben tomar en cuenta en el diagnóstico y a los
esfuerzos por mejorar la confiabilidad del sistema de diagnóstico. En
tanto que el primer DSM multiaxial (el DSM-III) representó una
innovación importante en el concepto de la clasificación, el DSM-IV
refleja la necesidad de detallar bien el sistema de diagnóstico y de
nuevas posibilidades de acceso para sus usuarios, más que de nuevos
conocimientos. Otra razón importante para producir el DSM-IV poco
tiempo después del DSM-III-R, es la conveniencia de un sistema inter-
nacional estandarizado. Las extensas investigaciones alrededor del
mundo sobre los trastornos mentales, requieren que los sistemas de
diagnóstico mundiales sean tan similares como sea posible si se desea
que los investigadores en todos los países puedan aprovechar la nueva
información. La décima edición de la Clasificación Internacional de
Enfermedades de la Organización Mundial de la Salud (ICD-10), que
incluye la conducta desadaptada como una subsección y que se utiliza
bastante en gran parte del mundo, se publicará a mediados de la década
de los 90. A través de los años, quienes desarrollaron los sistemas ICD y
DSM han cooperado y compartido información en un esfuerzo por hacer
que los sistemas sean más parecidos. El trabajo en el DSM-IV se ha
acelerado de manera que ambos sistemas tendrán disponibles versiones
actualizadas y similares más o menos al mismo tiempo.
El DSM-III y sus sucesores buscan ser muy específicos acerca de los
criterios para emplear cada categoría diagnóstica. Parece ser que estos
manuales logran con éxito este objetivo. Al enfatizar las descripciones de
la conducta en lugar de las ideas teóricas sobre su causa, el enfoque del
DSM redujo la cantidad inferencias necesarias para realizar un
diagnóstico en particular y aumentó la confiabilidad. Además de
incrementar las pensiones para describir trastornos particulares, los
manuales, recientes tienen mayor cobertura del rango de los trastornos.
Este aumento es especialmente evidente en la extensa cobertura de los
trastornos de la niñez. A pesar que se requieren muchas más
investigaciones para realizar una evaluación definitiva del enfoque
multiaxial del DSM, los practicantes están de acuerdo en que ha tenido
éxito al facilitar la comunicación entre los clínicos y al contribuir con una
clasificación más confiable. Por ejemplo, antes del DSM-III los clínicos
con frecuencia se quejaban de la dificultad para distinguir entre ciertos
trastornos afectivos y la esquizofrenia, al emplear los criterios de
clasificación disponibles. Además, como consecuencia de criterios
demasiado vagos, los diagnósticos de esquizofrenia se realizaban con
mayor frecuencia, con la que en realidad se presentaba este trastorno en
la población. Desde la introducción del DSM-III, la evidencia sugiere que
se redujo esta sobrepresentación de los diagnósticos de esquizofrenia
(Adamson, 1989).
Es posible que la comprensión del enfoque multiaxial, presente
aspectos positivos y negativos. Los clínicos presentan un alto nivel de
concordancia al clasificar a los pacientes en amplias categorías
diagnósticas generales, como depresión y delincuencia juvenil y, menor
consistencia al clasificar las subdivisiones más pequeñas dentro de
estas categorías generales (Rurter y Shaffer, 1980). Son necesarias
muchas investigaciones a fin de determinar la extensión y especificidad
que se necesitan para aumentar al máximo el valor de los enfoques
multiaxiales recientes.
Los críticos argumentan que los DSM actuales prestan demasiada
atención a la apariencia de una persona en un momento en particular
(por ejemplo, durante la admisión a una clínica u hospital) y no dan
suficiente atención a sus antecedentes y desarrollo de la crisis. El
sistema DSM también ha sido objeto de críticas por proporcionar poca
información sobre las causas de la conducta anormal. Varios escritores
argumentan que desde la publicación del DSM-III, se ha prestado poca
atención a la etiología en la clasificación y que son necesarias, tanto la
descripción como las inferencias sobre los procesos que participan en la
conducta desadaptada (Vaillant, 1984).
A pesar de estas críticas, la mayoría de los practicantes reconoce el
valor único del enfoque multiaxial. Al introducir ejes que se refieren a la
severidad del estrés y al nivel de adaptación anterior, así como a
patrones de personalidad que perduran, el DSM-III reconoció la
necesidad de integrar lo que se conoce sobre las vulnerabilidades,
puntos fuertes y eventos estresantes de las personas con lo que se
observa en su conducta. Continúan los esfuerzos por mejorar los ejes
existentes a la luz, tanto de los descubrimientos de la investigación,
como de las necesidades de los clínicos practicantes.
A pesar de las deficiencias del sistema de ejes, no parece haber
dudas de que el DSM como se presenta en la actualidad, se ha
perfeccionado con respecto a los sistemas de diagnóstico anteriores.
Muchas de sus limitaciones surgen de las limitaciones en nuestra
comprensión de lo que son los trastornos v la salud mental. Ningún
sistema de clasificación, puede ser mejor que el conocimiento disponible
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9. MÓDULO 0403- PROPEDÉUTICA EN EL CAMPO DE LA PSICOLOGÍA CLÍNICA 9
Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra:
Sarason, I.G. & Sarason, B.R. (1996). Psicología Anormal: El problema de la
y las acritudes con respecto de lo que se clasifica. Como veremos más
adelante en este mismo capítulo, los expertos que han dedicado toda su
carrera a estudiar un rema específico, como la esquizofrenia, presentan
grandes diferencias de opinión acerca de qué tipos de conducta se
deben analizar. Es probable que las principales contribuciones del DSM-
III, DSM-III-R y DSM-IV resulten ser el conocimiento nuevo, creado por
los argumentos que han estimulado.
Investigación sobre la clasificación
La investigación sobre la clasificación de la conducta anormal, se
enfoca hacia el papel del juicio clínico en la clasificación y en los efectos
del proceso de etiquetamiento. También se necesita información sobre lo
complejo que debe ser un sistema de clasificación. ¿Cuántas categorías
debe tener? ¿Qué variables se deben evaluar al realizar un diagnóstico?
¿Cuáles deben ser opcionales? En qué forma se deben tomar en cuenta
los antecedentes de la vida de un individuo, al evaluar su conducta
actual? Es probable que la perspectiva psicoanalítica, nos lleve a la
conclusión de que la información sobre los primeros años de la niñez es
esencial para la evaluación, en tanto que un punto de vista conductista
tal vez haga énfasis en una descripción detallada de la conducta actual.
Un diagnóstico no es sólo una etiqueta que da un clínico a un paciente;
es un producto complejo del conocimiento y la opinión actual sobre la
conducta desadaptada. Como tal, el diagnóstico no es un proceso
inmutable. En vez de ello, cambia con los avances en el conocimiento y
las alteraciones de lo que la sociedad define como un problema.
Con anterioridad, mencionamos la importancia de lograr un acuerdo
entre los clínicos en la clasificación de los casos. Hasta hace
aproximadamente 20 años, el diagnóstico estaba en desventaja por la
poca confiabilidad en el acuerdo sobre éste. La confiabilidad se ocupa
de si una decisión de clasificación se puede reproducir, ya sea por parte
del mismo clínico en un momento diferente o por clínicos distintos. Con
el objeto de tener mayor confiabilidad, se deben precisar con claridad las
características que definen a una clase o los criterios que se deben
cumplir a fin de establecer la inclusión de la clase. Por ejemplo, se debe
especificar con claridad qué síntomas específicos tendrán en común
todos los pacientes en esta clase y qué síntomas darán lugar a su
exclusión de la misma. La confiabilidad se puede evaluar con varios
instrumentos estadísticos específicos. Con frecuencia, la confiabilidad se
evalúa simplemente por el grado de acuerdo, cuando el mismo paciente
recibe el diagnóstico de varios clínicos diferentes. Sin embargo, utilizar
sólo el porcentaje de acuerdo deja de lado la posibilidad de que ocurra el
acuerdo clínico por el azar. Un clínico que detecta esquizofrenia en un
porcentaje elevado de sus casos, demostrará una gran probabilidad de
estar de acuerdo con otros clínicos al utilizar la etiqueta de
esquizofrenia. Un índice de confiabilidad, la estadística kappa, corrige la
cantidad de acuerdo observado por la cantidad de acuerdo de
probabilidad. Esta corrección se basa en la información sobre la
frecuencia total con la que los clínicos utilizan clasificaciones
particulares. Al corregir los acuerdos de probabilidad, el uso de la
estadística kappa, proporciona una estimación real de la confiabilidad del
diagnóstico y se ha convertido en el método estándar para establecer el
acuerdo en los estudios con respecto de la clasificación.
La validez se ocupa del hecho de si el sistema de clasificación agrupa
o no a personas cuyos síntomas tienen las mismas causas v responden
a tratamientos similares. Una demostración ideal de la validez del
diagnóstico, es la identificación de las causas similares y los
mecanismos subyacentes detrás de los síntomas de todas aquellas
personas que tienen el mismo diagnóstico. Una forma más común de
considerar la validez, es el poder de la inclusión de clase que se asigna
para predecir el curso clínico y el resultado, así como el tratamiento más
efectivo. Las descripciones específicas de la mayor parte de las cate-
gorías del DSM, aumentan en gran medida la confiabilidad de los
diagnósticos que se realizan usando el sistema, pero todavía es
necesario establecer la validez de muchas de las clasificaciones del
DSM. Una de las razones es que no se conoce suficiente sobre las
causas de muchos trastornos. Por ejemplo, es probable que algunas
categorías del DSM, contengan trastornos con causas muy diferentes a
pesar de los síntomas similares que constituyen la base para la
clasificación. Otro problema es que el sistema del DSM permite un
diagnóstico, si la persona tiene cierta cantidad de síntomas de una lista
mucho más extensa. Esto significa que dos personas que presentan el
mismo diagnóstico pueden tener sólo unos cuantos síntomas en común.
En la actualidad, determinar más acerca de la similitud de las causas
dentro del mismo grupo de diagnóstico es uno de los principales
intereses de la investigación.
Juicio Clínico En las afirmaciones de clasificación intervienen una
gran variedad de datos. Para lograr el diagnóstico, el clínico pasa por
una serie de pasos de resolución de problemas y toma de decisiones.
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Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra:
Sarason, I.G. & Sarason, B.R. (1996). Psicología Anormal: El problema de la
Mientras más completos y estandarizados sean os datos y más
explícitos los pasos cognitivos que intervienen, el diagnóstico tendrá
mayor confiabilidad. Esto es verdad, ya sea que hablemos de un clínico
que realiza un diagnóstico en dos ocasiones diferentes, utilizando los
mismos datos o, de dos clínicos que realizan diagnósticos indepen-
dientes con base en la misma información.
Se han realizado estudios del juicio clínico con objeto de determinar
la forma como el papel del clínico afecta la confiabilidad de la
clasificación. Cuando los criterios de diagnóstico se describen con
claridad y se ofrece un entrenamiento intensivo en su uso y, cuando los
clínicos que los aplican emplean métodos comparables, la confiabilidad
del diagnóstico aumenta significativamente. Factores adicionales
también afectan los juicios clínicos. Uno de éstos, es el hecho que
ciertos trastornos se clasifican con mayor facilidad que otros (por
ejemplo, la confiabilidad del diagnóstico de los síndromes orgánicos
cerebrales es más elevada que el de la esquizofrenia). La información
improcedente o tangencial, como las etiquetas, pueden desviar el curso
del clínico. Además, las actitudes y características de los clínicos, con
frecuencia ejercen una influencia en los juicios que realizan.
La investigación sobre el juicio clínico sugiere que, a pesar: que quizá
no lleven a cabo proyectos de investigación formal, los clínicos emplean
un proceso de investigación al realizar sus, diagnósticos. Al igual que los
científicos orientados hacia la investigación, los clínicos hacen
observaciones, las integran y derivan conclusiones con base en la
evidencia que recopilaron.
La evidencia que se recopila en la investigación formal con base en el
juicio clínico, ayuda a identificar os factores qué contribuyen al
desacuerdo y el error en la investigación clínica de todos os días. Entre
éstos se encuentran los siguientes:
1. Factores del cliente. El cliente no es una constante. De hecho,
puede contribuir a las diferencias en la opinión clínica, al comportarse en
formas diferentes en distintas ocasiones. Si un clínico evalúa a un
individuo que se encuentra en pleno delirio alcohólico, en tanto que la
evaluación de otro clínico se realiza varios días después de que pasó el
delirio, no deberían sorprendernos las diferencias en la clasificación.
2. Factores del método. Los clínicos que emplean distintas técnicas
de evaluación, pueden describir como diferentes a las personas que en
realidad son similares.
3. Factores de criterios. Los clínicos que tienen distintos es-
tándares para clasificar los casos pueden diferir en sus diagnósticos.
4. Factores de los clínicos. Los clínicos difieren en la forma como
evalúan los datos. Las diferencias de personalidad, así como las
diferencias en el entrenamiento y la orientación teórica, tienen una
influencia en el procesamiento de la información por parte del clínico.
Los clínicos difieren en la forma como procesan la información y en
qué tanto pueden seguirla. Tal vez las computadoras sean de gran
ayuda para la evaluación clínica, porque son capaces de rastrear y
conservar mayores cantidades de información que una persona. Ya sea
que los clínicos se ayuden con computadoras o no, el proceso mediante
el cual realizan los juicios y toman las decisiones es parte importante de
la investigación sobre la clasificación.
Evaluación: la base de la clasificación
Mientras se esfuerzan por mejorar los sistemas de clasificación, los
clínicos deben emplear en su trabajo los métodos disponibles en la
actualidad. Los métodos principales que se emplean para evaluar la
conducta en los ambientes clínicos incluyen las entrevistas, las pruebas
psicológicas y la evaluación de la conducta. También se han
desarrollado evaluaciones de otros aspectos de la conducta de un
individuo y se analizan más adelante en este capitulo.
Las entrevistas estructuradas se emplean sobre todo en dos
escenarios, en los cuales la información que se obtiene de manera
estándar es de particular importancia. Uno de estos escenarios son las
grandes instituciones en donde al paciente se asigna un tratamiento,
sólo después de que se reúne la información inicial y un grupo de
profesionales analiza un diagnóstico y llega a un acuerdo sobre un plan
de tratamiento inicial. En este tipo de escenario, es de especial
importancia que la información sobre todos los pacientes se obtenga de
una manera uniforme; de modo que la conferencia con respecto del plan
de tratamiento se vea lo menos afectada por la persona que recopiló los
datos, y así sea probable que se obtenga toda la información necesaria.
El otro escenario en el cual se emplean las entrevistas estructuradas es
aquél donde se realiza la investigación. Una vez más, es de gran
importancia la capacidad de obtener los datos sobre un paciente que se
puedan comparar con los datos de otros individuos. A diferencia de
estas situaciones, los clínicos que llevarán a cabo el programa de
tratamiento, con frecuencia desarrollan estrategias individuales para
recopilar los datos. Quizá, encuentren que una entrevista estandarizada
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Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra:
Sarason, I.G. & Sarason, B.R. (1996). Psicología Anormal: El problema de la
haga más difícil que se empiece a establecer una relación con el
paciente. Además, tal vez ajusten su propia estrategia de entrevista con
su personalidad y con la información que consideran importante al dar
tratamiento a otros pacientes.
A pesar que hay acuerdo en la necesidad de desarrollar formas
válidas para caracterizar a los individuos, los clínicos no están de
acuerdo en cómo lograr esto de la mejor manera. Ya que ningún
instrumento de evaluación se considera infalible, la evaluación casi
siempre se realiza en más de una forma, con el objeto de que ofrezca
una descripción más completa y exacta del individuo.
Las pruebas psicológicas difieren de las entrevistas que limitan la
libertad de expresión del paciente. Al igual que es más fácil cuantificar y
comparar las calificaciones en una prueba de opción múltiple que una
prueba de ejecución, las respuestas que se obtienen en las pruebas
psicológicas se pueden cuantificar y comparar con mayor facilidad que
las respuestas más abiertas y sin estructura que se obtienen en las
entrevistas. Para lograr un perfil más definido del individuo, la mayoría
de los clínicos interpretan los resultados psicométricos cuantificados con
base en las observaciones conductuales que realizan en situaciones
menos limitadas.
La entrevista
La entrevista sigue siendo el instrumento de evaluación que se
emplea con mayor frecuencia. Las entrevistas clínicas son de dos tipos:
de evaluación y terapéuticas. El propósito de la entrevista de evaluación
o diagnóstica es recopilar información y evaluar la conducta. Con base
en la conducta verbal y no verbal del paciente durante la entrevista, el
entrevistador trata de comprender la razón por la cual el paciente busca
ayuda y qué se puede hacer desde un punto de vista terapéutico. La
entrevista terapéutica (o sesión de terapia) ocurre después de que se
realizó una evaluación preliminar. Su objetivo es la verdadera
modificación de la conducta y las actitudes desadaptadas.
Por lo general, en las entrevistas participan dos individuos, el
entrevistador y el cliente, aunque en ocasiones se incluyen a otras
personas, como los miembros de la familia. Estos últimos también
pueden entrevistarse por separado. Con frecuencia, las decisiones del
tratamiento se basan en gran medida en los datos que se recopilan
durante la entrevista de evaluación, que puede comenzar como una
llamada telefónica y continuar después con un encuentro personal. La
tabla 4-3 menciona cuatro componentes importantes de la entrevista
clínica.
Contenido De La Entrevista La entrevista de evaluación busca
identificar los problemas y determinar la naturaleza y extensión de la
conducta desadaptada. Por lo regular, los entrevistadores comienzan por
tratar de descubrir la forma como el cliente describe, entiende e
interpreta su propio problema. En algunos casos, la queja no es
específica, como: "Me siento tenso y preocupado todo el tiempo". En
otros casos, puede parecer demasiado clara, como: "Mi hijo es
hiperactivo; no puedo controlarlo". Entonces, el entrevistador puede
incursionar en los antecedentes del problema. Mientras obtiene esta
información, el entrevistador puede obtener una mejor comprensión de
los agentes desencadenantes de estrés que estaban presentes en la
vida del cliente mientras se desarrollaba el problema.
Tabla 4-3
Cuatro componentes de la entrevista clínica
Aunque estos componentes se encuentran en casi todos los
tipos de entrevistas clínicas, en especial son adecuados para la
entrevista de diagnóstico.
1. "Rapport" Se refiere a la forma como el entrevistador y el
paciente se relacionan entre sí. Para lograr el "rapport", el
entrevistador busca hacer que el paciente se sienta
cómodo y muestra interés por el problema que se analiza.
2. Técnica. Dependiendo del paciente y el problema, el
entrevistador elige técnicas para crear el "rapport" y
obtener información. Estas técnicas van desde las
preguntas abiertas hasta el desafío con mucho tacto de
algo que dice el paciente.
3. Estado mental Para determinar el nivel mental en el cual
funciona el paciente, el entrevistador debe evaluar las
respuestas que da a las preguntas. ¿Son claras o
confusas, agradables o con enojo, orientadas hacia la
realidad o llenas de ideas extrañas?
4. Diagnóstico. El entrevistador revisa en forma continua su
formulación de los problemas y la personalidad del
paciente. Este proceso incluye un diagnóstico.
Casi siempre las entrevistas iniciales no son estructuradas.
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Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra:
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Dependiendo del problema v la forma como se describa, es probable
que el entrevistador tenga que avanzar v retroceder entre varios temas.
Sin embargo, se hace un intento por responder las siguientes preguntas:
1. ¿Quién es el cliente? Es decir, cuál es el nombre, edad,
antecedentes étnicos culturales, estado civil y ocupación? ¿Qué lo
llevó a tomar la decisión de buscar ayuda profesional?
2. ¿Qué piensa y siente el cliente de la vida en este momento?
¿Cuáles son las preocupaciones y sentimientos del cliente?
3. ¿Cuál es la historia del problema y los antecedentes del desarrollo
del cliente? Dependiendo del problema en particular, se puede
realizar una investigación sobre el ambiente físico y emocional del
hogar durante la infancia y niñez del cliente, así como los patrones
de sueño de éste, el desarrollo físico y motriz y el desarrollo social
y sexual.
4. ¿Cuál es el estado psicológico actual del cliente? ¿Qué es ne-
cesario hacer notar sobre el lenguaje, pensamiento, juicio,
disposición para cooperar y habilidades sociales del paciente?
Durante una entrevista de evaluación, se deben observar y hacer
notar muchos aspectos de la conducta. Estos incluyen la apariencia y el
arreglo general del cliente, su voz y patrones de lenguaje, el tipo de
pensamientos que describe, así como la expresión del rostro, la postura
y el estilo de sus movimientos.
Las personas que tienen problemas serios expresan hechos,
opiniones, actitudes y, en algunos casos, pensamientos distorsionados y
mentiras. Se comportan en varias formas: tal vez suspiren, gesticulen,
aparten la mirada, golpeen con los pies, sonrían o hagan muecas al
entrevistador. Como consecuencia de estas respuestas, por lo general el
entrevistador puede extraer y utilizar sólo un pequeño porcentaje de los
datos que obtiene de la entrevista. Por otra parte, algunos clientes dudan
en hablar de los problemas en forma abierta y proporcionan muy poca
información. Las respuestas a preguntas como, "¿Cómo lo hace enojar
su esposa?" pueden diferir en gran medida en honestidad, claridad y
sentimiento. También se deben tomar en cuenta las reacciones no
anticipadas del cliente.
Es necesario que los entrevistadores observen la relación entre las
conductas verbales y no verbales del cliente. Con frecuencia lo que los
entrevistadores escuchan se contrapone con lo que ven. La forma verbal
del cliente puede ser tranquila y desapasionada, aun cuando la tensión
sea evidente en los signos no verbales como la sudoración y el
movimiento nervioso de las manos. En algunos casos, los gestos,
movimientos y expresiones del rostro ofrecen claves sobre la fuente de
ansiedad del cliente. Los clínicos con experiencia tienden a observar
matices de la conducta de los que el cliente no está consciente o cree
ocultar con éxito, como se puede ver en la entrevista siguiente:
Durante la entrevista la cliente tenía en el regazo a su hijo pequeño. El
niño empezó a jugar con sus órganos genitales. La madre, sin ver al niño de
manera directa, retiró su mano y la sostuvo durante un rato. Más adelante, en
la misma entrevista se le preguntó a la madre qué hacía por lo general cuando
el niño jugaba con su cuerpo. Ella contestó que nunca lo hacía, que era un
niño muy "bueno". Era evidente que no estaba consciente de lo que había
sucedido en presencia del entrevistador.
—Maccoby y Maccoby, 1954, p. 484
Otro entrevistador registró la frecuencia con que una cliente se jalaba
la blusa durante una entrevista de evaluación (véase la figura 4-1). En
ese momento, la cliente describía cómo, a los 8 años, les habían dicho a
ella y a su hermana gemela que habían "matado a su madre" durante su
nacimiento.
El Papel Del Entrevistador Todos los tipos de evaluación comprenden
la toma de una muestra de la conducta con el propósito de predecir la
conducta futura. Gran parte de la conducta que se observa en una
entrevista constituye una autodescripción. Para facilitar la planeación del
tratamiento, el entrevistador debe establecer las relaciones válidas entre
las respuestas que se dan durante la entrevista y la conducta del cliente
en situaciones de la vida actual o futura. Si la conducta en la entrevista
no es representativa de las tendencias de respuesta características del
cliente, se pueden tomar decisiones de tratamiento equivocadas. El
entrevistador intenta crear una situación que, dentro de un periodo corto,
ofrezca reflexiones de patrones complejos de toda la vida.
Figura 4–1 Frecuencia de una respuesta no verbal (jalar la blusa)
durante una entrevista.
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Para profundizar en este
En la mayor parte de las situaciones que se aplican, los
entrevistadores toman notas escritas y mentales, y se interpreta de
manera subjetiva la muestra de la conducta conforme se presenta. Sin
embargo, una evaluación en verdad objetiva de una entrevista no puede
centrar la atención sólo en el cliente. Cada entrevista comprende el
desarrollo de una relación distintiva entre el entrevistador y el cliente, y
sus características ejercen una influencia sobre lo que sucede durante la
entrevista. La investigación apoya las impresiones clínicas de que los
entrevistadores son un factor importante en la entrevista. ¿Son
observadores exactos de la conducta del paciente? ¿Tienen una influen-
cia perturbadora en la conducta de la persona que se entrevista? Estas
preguntas surgen con frecuencia en los análisis sobre las entrevistas.
Los entrevistadores no siempre anotan o interpretan de manera correcta
lo que sucede en una entrevista. La conducta del entrevistador puede
tener una influencia sobre los datos que se obtienen en una entrevista,
así como en la forma como se analizan esos datos. Esto es cierto tanto
para las entrevistas de evaluación como para las terapéuticas. Las
siguientes son algunas características del entrevistador que pueden
influir en el curso de una entrevista y su contenido (Beutler y otros,
1986):
• edad
• género
• grupo étnico
• antecedentes profesionales
• estilo para entrevistar
• patrón de personalidad
• actitudes y valores
• expectativas
Como sugiere el caso siguiente, las características y estilos únicos
que tanto el cliente como el entrevistador ofrecen en la situación clínica,
dificultan estandarizar a la perfección las entrevistas clínicas.
La entrevistadora no sabía nada sobre Robert Hatton, excepto que
tenía 19 años, que acababa de empezar sus estudios en una
universidad importante y tenía un problema en la piel que en apariencia
era de origen reciente. Esta condición de la piel incluía enrojecimiento,
presencia de ronchas grandes y comezón. Hatton acudió al Servicio de
Salud para Estudiantes por la condición de la piel, pero el ungüento que
le recetaron ofreció sólo un alivio menor y temporal. Ya que el médico
que lo atendió sospechó que el problema podía ser el resultado, al
menos en parte, de factores psicológicos, le recomendó que platicara
con una psicóloga clínica que era consultora del personal del Servicio
de Salud para Estudiantes, para que investigara sí algún factor
psicológico tenía algo que ver con sus síntomas.
Lo primero que Hatton mencionó a la psicóloga fue la condición de
la piel, lo molesta que era debido a la comezón constante y la confusión
que sintió cuando lo enviaron con un psicólogo. Durante la entrevista
inicial sudó mucho, en ocasiones tuvo que contener el aliento y golpeó
con los pies de manera continua. Al notar el estigma que Hatton
parecía experimentar por platicar con lo que llamaba "un especialista
mental"; la psicóloga realizó el siguiente análisis interno de la situación:
"Si la condición de la piel de Robert sí tiene un componente psicológico,
debe aprender que está bien hablar conmigo. Por el momento, mi labor
principal es escuchar y no hacer muchas preguntas que hagan pensar
a Robert que está loco".
La psicóloga sí hizo algunas preguntas (¿Has tenido problemas de
la piel en el pasado? ¿En qué circunstancias?" "¿Te gusta la
universidad?'), pero sobre todo escuchó con paciencia, evitando hacer
juicios rápidos sobre lo que el cliente tenía que decir, y observó con
detenimiento lo que éste dijo e hizo, así como los temas que parecían
molestarlo. Aunque evitó la indiferencia, la psicóloga mantuvo una
actitud distante pero amigable. Cuando Hatton expresó preocupación
sobre su capacidad para tener éxito en la universidad, el clínico no dijo,
"Es obvio que eres lo suficientemente inteligente para tener éxito en
esta universidad", a pesar que el vocabulario de Hatton y la forma de
expresarse eran sobresalientes. (Reflexionó para sí misma, "¿Qué bien
14. MÓDULO 0403- PROPEDÉUTICA EN EL CAMPO DE LA PSICOLOGÍA CLÍNICA 14
Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra:
Sarason, I.G. & Sarason, B.R. (1996). Psicología Anormal: El problema de la
podría hacerle si le dijera lo que le dicen todos sus amigos y parientes?
Lo que dice es que teme y en verdad le preocupa fracasar en los
estudios. Debo hacerle saber que me doy cuenta por lo que pasa. La
seguridad frívola que le dan otras personas no le hace ningún bien")
La entrevista fue incómoda para Hatton y la psicóloga. Hatton
estaba tenso y existieron pausas prolongadas durante las cuales no
parecía poder pensar en nada que decir. Cada una de estas pausas
representaron un conflicto para la entrevistadora. (Si la pausa es
demasiado larga e incómoda, es probable que decida no volver a
verme. Por otra parte, lo que los pacientes dicen después de las
pausas casi siempre es muy importante. Tengo que seguir el camino
correcto con Robert".) La entrevistadora aumentaba su nivel de
actividad siempre que detectaba que su cliente experimentaba
demasiada ansiedad o percibía que necesitaba que demostrara interés
y apoyo.
La psicóloga clínica había visto muchos casos en los cuales los
problemas físicos (como los de la piel) se relacionaban con el estrés de
la vida universitaria. Pero no quería clasificar a Hatton. Su objetivo
principal en la entrevista inicial era establecer una relación de confianza
mutua con él. Le agradaba, deseaba ayudarlo y creía poder hacerlo.
Pero su primera tarea era aceptarlo como una persona agradable y
única y deseaba que él quisiera regresar. En apariencia, su estrategia
funcionó porque Hatton regresó cuatro veces y como resultado de ello
se recopiló mucha información y el panorama clínico se hizo más claro.
Quien surgió fue una persona con potencial excepcional para quien la
universidad provocaba un estrés intenso por la necesidad que sentía de
merecer todos los sacrificios que su familia hacía por él. Mientras
deseaba recompensar a sus padres por la ayuda, también se sentía
muy molesto por la forma como suponía que sería miembro de la
sociedad de estudiantes universitarios con grandes méritos si evitaba
ser flojo.
Con base en la serie de entrevistas, la psicóloga reunió las piezas
del caso de una reacción de estrés intensa por todas las presiones a
las que Hatton sentía que lo sometían. La psicóloga no sabía con
seguridad qué había provocado la condición en la piel, pero creía que
podía ser una combinación de los pensamientos de ansiedad que se
relacionaban con asistir a la universidad. La recomendación para
Hatton y su médico fue que podía ayudar la psicoterapia. Ya que el
Servicio de Salud para Estudiantes no ofrecía sesiones de psicoterapia,
la psicóloga recomendó a Hatton que consultara a un psicoterapeuta
que le ayudara a decidir sobre sus objetivos en la vida, en lugar de
aceptar sin protestar los objetivos que sus padres tenían para él
Después de una serie de 20 sesiones de terapia, Hatton estaba mucho
menos ansioso, el problema de la piel había desaparecido y sentía
mayor aceptación por sí mismo y sus padres.
Una habilidad importante para las entrevistas es la capacidad para
evaluar una situación con rapidez y desarrollar una estrategia clínica
apropiada con base en esa evaluación. En el caso siguiente, el
entrevistador captó de inmediato la negación por parte del paciente de
que tenía un problema y centró su atención en la forma como los demás
tal vez lo percibían. El, paciente era un hombre de 25 años de edad a
quien se le diagnosticó un episodio maniaco, condición que marca un
estado-hiperactivo y eufórico, así como el juicio deteriorado.
Paciente: Por cierto, antes de empezar, quisiera decirle que
cualquier cosa que exprese no es mentira. Es la verdad.
Entrevistador: ¿Por qué no empieza por decirme con exactitud la
razón por la que ingresó al hospital?
Paciente:Me transfirieron del City Hospital. Entrevistador: Muy bien,
¿por qué lo internaron en ese hospital?
Paciente:Fingía ser un policía secreto. Entrevistador: ¿Fingía ser un
policía secreto? ¿Por qué?
Paciente:¿Por qué? Acababa de ver la película Serpico y sabía que
podía hacer un mejor trabajo.
Entrevistador: ¿Hace poco que vio la película? Paciente:
Hace más o menos dos meses. Entrevistador: Entonces,
¿le ha sucedido durante algún tiempo?
Paciente:Sí.
Entrevistador: Bueno, ¿hace cuánto fue la última vez que se sintió
bien?
Paciente:¿Que me sentí bien? ¡Ahora mismo!
Entrevistador: Entonces, ¿se siente bien?
Paciente:Oh, sí. Me sentí bien en el pasado. . . Me he sentido bien
durante mucho tiempo.
Entrevistador: Sin embargo, que lo internaran en el hospital significa
que otras personas no están seguras de que esté bien.
conducta inadaptada. México: Prentice Hall
UNIDAD II LA EVALUACIÓN DE LA CONDUCTA ANORMAL
15. MÓDULO 0403- PROPEDÉUTICA EN EL CAMPO DE LA PSICOLOGÍA CLÍNICA 15
Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra:
Sarason, I.G. & Sarason, B.R. (1996). Psicología Anormal: El problema de la
Paciente:¡Desde luego! Eso es lo que he tenido que enfrentar.
Entrevistador: Bueno, entonces cambiemos la pregunta. ¿Desde
hace cuánto tiempo los demás sienten que algo le sucede?
Paciente:Empezó hace aproximadamente tres meses. Le dije a mi
hermana que podía consumir cualquier cantidad de cianuro o mezcalina
o de cualquier otra droga y que no me haría ningún efecto. No me
creyó.
La Entrevista Estructurada. Anteriormente hicimos notar que los
procedimientos estandarizados aumentan la confiabilidad de las
clasificaciones de la conducta anormal. Esta afirmación tiene sentido, ya
que la estandarización garantiza que los clínicos al menos harán las
mismas preguntas a todas las personas que entrevisten. Un argumento
contra las entrevistas estandarizadas es que no ofrecen al médico clínico
la flexibilidad necesaria para establecer una relación productiva con un
cliente. No obstante, no hay ninguna razón por la que un trabajador
clínico no pueda utilizar un formato estándar en una entrevista y uno
más flexible en otra.
Las entrevistas estructuradas o estandarizadas, utilizan una serie de
preguntas estándar para determinar si están presentes algunos síntomas
específicos. La estandarización se logra al proporcionar al entrevistador
un glosario de definiciones de síntomas, una serie de preguntas que son
pertinentes a los síntomas, un conjunto de temas sobre los cuales se
debe obtener información y puntos de interrupción que indican cuándo
dejar de insistir en un tema particular. Además, el clínico recibe
instrucciones para evaluar la presencia y severidad de los síntomas en
términos numéricos. La mayor parte de las entrevistas estructuradas
permiten que el entrevistador inicie con una forma estandarizada en
circunstancias específicas. El entrevistador también tiene la opción de
seguir líneas de encuesta (que incluyen el regreso a una línea anterior
de preguntas o el cambio a una sección totalmente distinta) sugeridas
por las respuestas del paciente.
El Programa De Entrevista Diagnóstica. El Programa de Entrevista
Diagnóstica (DIS) ilustra el potencial de la entrevista estructurada
(Robins y otros, 1981). El DIS está diseñado para permitir el diagnóstico
de trastornos seleccionados, como el de pánico. Una persona que sufre
este último tiene ataques de ansiedad recurrentes que con frecuencia
son impredecibles, a pesar que ciertas situaciones, como viajar en
autobús, pueden llegar a relacionarse con un ataque de pánico. Los
ataques de pánico son notorios por su frecuencia, severidad y síntomas,
que incluyen sudoración, temblor, desmayo y palpitaciones cardiacas. La
sección del DIS que se refiere al trastorno de pánico, ofrece las
preguntas siguientes y los procedimientos para interpretar las respuestas
y derivar la clasificación apropiada.
• ¿Se presentó un ataque de pánico?
• ¿Cuántos ataques de pánico se han presentado?
• ¿Cuáles son los síntomas?
• ¿Los ataques son recurrentes en lugar de aislados?
• ¿Los ataques son característicos de la vida de la persona en vez de
estar limitados a un periodo breve y atípico?
• ¿A qué edad empezaron los ataques?
• ¿Los ataques se pueden explicar como síntomas de otro trastorno?
• ¿La persona está tensa, nerviosa o muy sensitiva entre cada
ataque?
El. DIS sigue evolucionando y ahora incluye procedimientos,
encuestas y criterios apropiados para emplearlos con grupos específicos
de síntomas. En forma periódica, se agregan grupos nuevos. Las
preguntas se formulan no sólo acerca de los síntomas, sino también
sobre las experiencias recientes y pasadas que se relacionan con la
aparición de éstos. Por ejemplo, en el caso de la bulimia, cuyo síntoma
principal es comer en exceso, las preguntas se hacen con respecto de
los tipos de alimentos que se consumen, el estado de ánimo que
presenta la persona durante y después de la comida excesiva, el
ambiente en el que se come, cómo terminan estos periodos, el aumento
de peso relacionado y los esfuerzos por evitar el aumento de peso. La
aparición v presencia más reciente del trastorno se determinan a partir
de las fechas del primero y el más reciente periodo cuando se comió en
exceso.
Los entrevistadores profesionales y no profesionales pueden emplear
el DIS si recibieron capacitación sobre su uso. La tabla 4-4 menciona
ejemplos de algunos de los tipos de preguntas que se utilizan. Para el
uso del DIS, se recomiendan capacitación (un curso de una semana),
supervisión, control de calidad en la aplicación de la entrevista y
sesiones periódicas de actualización. Están disponibles programas de
computación para calificar los datos de las entrevistas. Se realizan estu-
dios para determinar la posibilidad de utilizar computadoras, ya sea para
administrar el DIS en forma directa o para ayudar al entrevistador a que
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UNIDAD II LA EVALUACIÓN DE LA CONDUCTA ANORMAL
16. MÓDULO 0403- PROPEDÉUTICA EN EL CAMPO DE LA PSICOLOGÍA CLÍNICA 16
Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra:
Sarason, I.G. & Sarason, B.R. (1996). Psicología Anormal: El problema de la
lo aplique.
Tabla 4-4
Ejemplos de preguntas que se utilizan
en las entrevistas estructuradas
¿Qué edad tenía cuando estos miedos particulares se
presentaron por primera vez?
¿Alguna vez ha pasado un periodo de dos semanas o
más cuando siente que no tiene valor, que es
pecaminoso o culpable?
¿Ha participado en peleas mientras bebía?
¿Ha experimentado, durante semanas, meses o años, el
hecho de no interesarse en una actividad que antes
significaba mucho para usted?
¿Ha experimentado un periodo de dos o más semanas en
que ha tenido mayor dificultad para concentrarse que lo
normal?
¿Ha experimentado el deseo de morir durante un periodo
de dos semanas o más?
Las investigaciones demuestran que los usuarios del DIS
profesionales y no profesionales, por lo general concuerdan entre sí y
con las impresiones que los clínicos obtienen en las entrevistas
psiquiátricas que no se basan en el DIS (Helzer y otros, 1985). Mientras
que el objetivo de un instrumento como el DIS es evaluar la ocurrencia
de síntomas específicos, determinar si se logra esta meta no es sencillo,
ya que no existe ninguna norma objetiva y absoluta con la cual se midan
los resultados. No obstante, la especificación clara de las definiciones
del diagnóstico, es un logro importante porque hace posibles métodos de
diagnóstico uniformes para distintos lugares y poblaciones.
Los instrumentos como el DIS que se basan en criterios clínicos
específicos, tienen el potencial de hacer realidad la comparación de los
estudios. Sin embargo, será necesaria mucha más investigación para
determinar si el potencial se puede aprovechar por completo. La tabla 4-
5 presenta algunas fuentes comunes de error en el uso del DIS. Las
investigaciones sobre el DIS y otros instrumentos similares se realizan
con rapidez. Uno de los descubrimientos de esas investigaciones es que
los entrevistadores legos (es decir, no profesionales) pueden utilizar el
DIS de modo confiable y que sus juicios tienden a concordar con
aquéllos de los profesionales (Helzer y otros, 1987).
Pruebas de inteligencia
Las pruebas de inteligencia fueron los primeros instrumentos de
evaluación psicológica que tuvieron gran aceptación. Durante la última
parte del siglo XIX, la inteligencia fue igualada con reflejos rápidos y
sensibilidad al ambiente. De modo que los esfuerzos por evaluar la
inteligencia, dependían en gran parte de las actividades sensoriales y
otras tareas de discriminación. El científico inglés Francis Galton buscó
evaluar la inteligencia al medir aspectos como el tiempo de reacción, la
capacidad para discriminar entre dos pesos, la sensibilidad al dolor y la
habilidad para diferenciar tonos.
Conforme ha evolucionado el estudio de la inteligencia, se ha
considerado que ésta tiene dos componentes: la inteligencia general,
que se demuestra mediante una capacidad global para resolver
problemas, y las habilidades específicas, como la percepción espacial.
Al analizar la inteligencia, los psicólogos centran su atención en dos
áreas de interés principales. Un tipo de interés es teórico y se divide en
tres categorías generales: qué es la inteligencia, de dónde proviene y
cómo funciona. La segunda ciase es práctica: el objetivo de crear
pruebas para medir la inteligencia que se pueden emplear para predecir
los logros futuros. Las p
ruebas que los psicólogos elaboran se relacionan
con sus teorías sobre la inteligencia. Por ejemplo, las teorías sobre la
relación entre el daño cerebral y las habilidades percepcuales y motrices
dan como resultado esfuerzos por medir los déficit de estas habilidades
(véase la figura 4-2).
Las pruebas de Binet A finales del siglo XIX y principios del XX, el
psicólogo francés Alfred Bines desarrolló una serie de pruebas que
difieren en gran medida de aquéllas que se usaban con anterioridad para
medir la inteligencia. Bines consideró la inteligencia como algo que
aumenta con la edad; los niños más grandes son, en promedio, más
inteligentes que los pequeños. Buscó medir el razonamiento, la habilidad
para comprender y seguir instrucciones, y el ejercicio del juicio o el
sentido común. En la prueba de Bines original, la calificación del niño se
expresaba como un nivel mental que correspondía a la edad de los niños
normales cuyo desempeño alcanzaba el mismo nivel.
Más adelante, el término "
edad mental" se sustituyó por "
nivel mental"
y se calculó un cociente intelectual (Cl) al dividir la calificación de la
persona en la prueba, o edad mental (EM), entre su edad cronológica
(EC) y al multiplicar el resultado por 100. En forma de ecuación.
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17. MÓDULO 0403- PROPEDÉUTICA EN EL CAMPO DE LA PSICOLOGÍA CLÍNICA 17
Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra:
Sarason, I.G. & Sarason, B.R. (1996). Psicología Anormal: El problema de la
La prueba actual, que se llama escala de Stanford-Binet, se ha
sometido a revisiones periódicas. Las calificaciones de Stanford-Binet
ahora se derivan de las normas que se basan en qué tanto se desvía la
calificación del individuo de la media para una edad en particular.
Tabla 4-5
Fuentes de error (desinformación) en las entrevistas estructuradas
1. Falta de especificidad en las preguntas que se
2. Preguntas que son demasiado complejas (por
ejemplo, más
Estructura de la entrevista
3. Demasiadas preguntas que producen efectos de
fatiga.
1. La necesidad del cliente de dar respuestas
socialmente
2. Falta de comprensión de las preguntas.
3. Lapsos de memoria.
El cliente
4. Ansiedad y excitación emocional que dan como
resultado una falta de atención a todas o algunas de
las preguntas.
1. Incapacidad para establecer rapport con el paciente.
El entrevistador
2. Poco entrenamiento en la aplicación de la entrevista
Figura 4–2a Desempeño perceptual en un caso de daño cerebral
orgánico. La Prueba Gestáltica de Percepción Visomotriz de Bender
(1938) es una labor que parece sencilla, en la cual se pide al sujeto que
copie formas geométricas corno éstas.
(De la Prueba Gestáltica de Percepción Visomotriz de Bender, que publicó la American
Orthopsychiatric Association, 1938)
Figura 4—2b Registro de la prueba Bender de un paciente que sufre
de daño cerebral orgánico. (De Lacks [19841, p. 34. Derechos
reservados 1984 por John Wiley & Sons. Reimpresión bajo autorización)
En sus primeras tres ediciones, la prueba de Binet produjo una
calificación general. El uso de las pruebas del tipo de las de Binet se
redujo a principios de la década de los años 60, debido en parte a que
las tareas en las escalas de Binet no se prestaban para el análisis
separado, confiable y cuantitativo. Quizá la razón más importante para la
reducción relativa en el uso de las escalas de Binet, era que estaban
diseñadas sobre todo para trabajar con niños. Como resultado de estas
críticas, la cuarta edición (Stanford-Binet, 1985) produce varias
calificaciones distintas y muchos de los reactivos se volvieron a redactar
para aplicarse tanto a adultos como a niños. La nueva edición se parece
más a las pruebas de Wechsler que las anteriores que se aplican con
mucha frecuencia y que analizamos a continuación.
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UNIDAD II LA EVALUACIÓN DE LA CONDUCTA ANORMAL
18. MÓDULO 0403- PROPEDÉUTICA EN EL CAMPO DE LA PSICOLOGÍA CLÍNICA 18
Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra:
Sarason, I.G. & Sarason, B.R. (1996). Psicología Anormal: El problema de la
Las Pruebas De Wechsler David Wechsler (1955, 1958) consideró
que las pruebas de Binet eran deficientes porque producían sólo una
calificación. Creía que la inteligencia es un conjunto de habilidades y se
debe medir como tal. La versión actual de la prueba de Wechsler para
las personas de 16 años o más, la Escala de Inteligencia de Wechsler
para los Adultos, versión revisada (WAIS-R), que se publicó en 1981,
consiste en 11 subpruebas, de las cuales seis son orales y cinco no
v
erbales. Una ventaja importante de una prueba como el WAIS es que,
además de producir una calificación conjunta, cada una de las
subpruebas se puede calificar por separado.
En las escalas de Wechsler se obtienen tres CI's. El Cl Verbal refleja
el nivel de logro de las subpruebas que tratan de la información general,
la comprensión, la capacidad de razonamiento en términos abstractos y
la aritmética. El Cl de Ejecución refleja un nivel de logro de las tareas
que requieren de la solución de rompecabezas, sustitución de símbolos
por dígitos y reproducción de diseños con cubos. Por último, el Cl de
Escala Total representa la calificación completa de la prueba. La WAIS-
R es la prueba más popular para evaluar la inteligencia de los adultos.
Se emplea en evaluaciones clínicas, educativas y vocacionales de
individuos de 16 años en adelante (Kaufman, 1990).
El éxito de las Escalas de Inteligencia de Wechsler para Adultos llevó
al desarrollo de la Escala de Inteligencia de Wechsler para los Niños
(WISC). El WISC se desarrolló como una extensión del WAIS en versión
para niños (véase la figura 4-3). Emplea las mismas categorías de
subpruebas y muchos reactivos similares que el WAIS, además de
algunos más fáciles que se agregaron. Al igual que el WAIS, ofrece un
Cl Verbal, un Cl de Ejecución y un Cl de Escala Total. Además, estas
medidas del Cl, se desarrolló un nuevo grupo de escalas por factores
para el WISC-III. Estas escalas dividen las subpruebas en cuatro grupos
que ofrecen calificaciones de la comprensión verbal, la organización
perceptual, la libertad de distracción y la velocidad de procesamiento de
información. Se trata de que estas escalas hagan que la prueba sea más
útil como instrumento de diagnóstico para señalar la fuente de las
fortalezas y debilidades intelectuales del niño. La edición más reciente
del WISC, el WISC-III, que se publicó en 1991, actualizó y revisó
muchos reactivos, además de que estandarizó el instrumento con una
muestra demográfica representativa de 2 200 niños entre las edades de
6 y 16 años, con una cantidad igual de hombres y mujeres.
Figura 4–3 Esta niña realiza una de las actividades de rompecabezas que
constituyen una subprueba de ensamble de objetos del WISC.
Para utilizarse con niños aún más pequeños, se desarrolló la Escala
de Inteligencia de Wechsler para Preescolar y Primaria (WPPSI). La
revisión de esta prueba en 1989 (WPPSIR) mejoró el contenido del
instrumento, amplió su panorama y actualizó las normas. Al igual que la
mayor parte de las subpruebas en el WISC son extensiones para edades
menores y adaptaciones del WAIS, la mayor parte de las subpruebas del
WPPSI son extensiones para edades menores de las pruebas del WISC.
Las subpruebas adicionales cubren las mismas habilidades generales
que las subpruebas en el WAIS y en el WISC, pero el material se
presenta en forma diferente debido a la edad de los niños a quienes se
les aplica. Por ejemplo, en lugar que se le pida que utilice bloques para
reproducir una serie de diseños, al niño se le pide que copie diseños
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UNIDAD II LA EVALUACIÓN DE LA CONDUCTA ANORMAL
19. MÓDULO 0403- PROPEDÉUTICA EN EL CAMPO DE LA PSICOLOGÍA CLÍNICA 19
Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra:
Sarason, I.G. & Sarason, B.R. (1996). Psicología Anormal: El problema de la
sencillos con un lápiz de color. Al igual que el WAIS y el WISC, el
WPPSI ofrece calificaciones de escala verbal, de ejecución y total que
después se pueden convertir en calificaciones de CI. La revisión de 1989
tiene normas que se basan en un muestra de 1 600 niños, que incluyen
100 niños y 100 niñas en cada medio año del nivel de edad. La muestra
se seleccionó para que concordara con la información del censo de 1980
en términos de distintas variables que incluyen el área geográfica, la
educación de los padres y la proporción de niños inscritos en programas
preescolares. La elaboración de normas para las pruebas que se
emplean en el WPPSI representa el avance más complejo hacia el
desarrollo normativo que se emplea hasta ahora en cualquiera de las
pruebas Wechsler. El rango de edad del WPPSI-R se amplía desde los 3
hasta los 7 años de edad. De modo que existe una super-posición de un
año entre el WPPSI-R y el WISC-R. El WIPPSI-R se debe utilizar como
una medida de la capacidad intelectual en una amplia variedad de
ambientes educativos y clínicos. El recuadro 4-1 describe una situación
en la cual se recomendó la aplicación de pruebas y ofrece un ejemplo de
un informe que se basa en la sesión de prueba.
Batería De Evaluación De Kaufman Para Los Niños. La Batería de
Evaluación de Kaufman para los Niños (K-ABC) se utiliza con frecuencia
debido a la preocupación por los efectos de las experiencias culturales
de un niño sobre los resultados de las pruebas. La K-ABC está diseñada
para incorporar las ideas de la psicología cognitiva y la neuropsicología
en la evaluación de la inteligencia (Kaufman y Kaufman, 1983). La K-
ABC consiste en 16 subpruebas, algunas para niños grandes y otras
para más pequeños. La prueba incluye varias categorías: procesamiento
secuencial, como recordar una serie de dígitos o movimientos de la
mano; procesamiento simultáneo, como acomodar una serie de
ilustraciones relacionadas en el orden correcto; y pruebas que miden la
experiencia escolar en forma más directa, como nombrar ilustraciones
de lugares y objetos muy conocidos (véase la figura 4-4). Muchas de las
pruebas no requieren de una respuesta verbal y aquéllas que la
requieren no necesitan más que unas cuantas palabras. En la mayor
parte de los casos, el niño puede responder al señalar un objeto o con
otros medios no verbales. La prueba ilustra la forma como el niño
aprende a resolver problemas y el aprendizaje de tareas.
Algunos críticos han puesto en duda el énfasis que se ha dado en la
prueba de la memoria a corto plazo, pero sus autores argumentan que lo
que se evalúa no es la memoria como tal, sino las habilidades de
procesamiento secuencial y simultáneo que los psicólogos cognitivos
definen como inteligencia.
Figura 4–4 Algunas de las actividades de la prueba Kaufman-ABC. En la
subprueba del Reconocimiento del Rostro, al niño se muestra un retrato de uno o
dos rostros, como durante cinco segundos. Después, se pide al niño que elija el
rostro o rostros de a) fotografía de un grupo, como b). La subprueba de Cierre de
Gestait, que se ilustra en c), consiste en una serie de dibujos incompletos. La labor
del niño es nombrar el objeto, que en este caso es una bicicleta. En la subprueba
del Orden de las Palabras d) al niño se le muestra un grupo de ilustraciones y se le
pide que las toque en el orden en que se nombran. Más adelante, la prueba se
dificulta cuando la persona que aplica la prueba nombra los objetos y después pide
al niño que realice otra actividad antes de señalar las lustraciones en ie secuencia
correcta.
A pesar que las pruebas K-ABC se describen como justas para niños
de una minoría, las calificaciones, muestran las mismas diferencias
entre blancos y negros que se observan en las otras pruebas de
inteligencia. Sin embargo, las pruebas K-ABC demuestran que si se
toma en cuenta la educación de los padres, existe muy poca
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UNIDAD II LA EVALUACIÓN DE LA CONDUCTA ANORMAL
20. MÓDULO 0403- PROPEDÉUTICA EN EL CAMPO DE LA PSICOLOGÍA CLÍNICA 20
Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra:
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diferencia racial o étnica en muchas actividades verbales que no
emplean el razonamiento. Cuando se toma en cuenta la educación de
los padres, los negros en edad preescolar y los hispanos en edad
preescolar y escolar presentan un desempeño tan bueno como el de
los sajones. Estas similitudes se deben sobre todo al énfasis que da la
prueba a la memoria a corto plazo.
RECUADRO 4-1 Pruebas de inteligencia y redacción del reporte
Tabla 4-6
Información obtenida a través
de las observaciones conductuales, por quien aplica la
prueba
¿Qué perciben las personas que aplican las pruebas? Además de las mismas
respuestas de la prueba, quienes aplican las pruebas prestan atención a la
manera como consideran sus clientes las tareas, sus reacciones emocionales y
cómo se relacionan con ellos. Estas son algunas de las observaciones
conductuales que la persona que aplica la prueba puede anotar y utilizar para
redactar un reporte de caso.
1. ¿Qué tan persistente es el cliente?
2. ¿El cliente es capaz de concentrarse en la tarea que se realiza?
3. ¿Cuál es la actitud del cliente hacia la prueba? ¿Informal o seria?
¿Competitiva?
4. ¿Cuál es el estilo del cliente para resolver problemas? ¿Metódico?
¿Razonado? ¿Impulsivo? ¿Fragmentado?
5. ¿Qué emociones muestra el cliente? ¿Siente ansiedad por realizar una
prueba? ¿Enojo? ¿Depresión?
6. ¿Cómo reacciona el cliente al fracaso o al posible fracaso? ¿Se altera por
los fracasos? ¿Espera fracasar?
7. ¿Cómo reacciona el cliente hacia la persona que aplica la prueba? ¿Cómo
ante una figura de autoridad? '
¿Cómo ante un adversario?
8. ¿Qué tan expresivo es su cliente al hablar? ¿Se explaya? ¿Responde con
monosílabos?
Las pruebas de inteligencia dan resultados cuya interpretación depende de las
características de la persona que se somete a prueba (por ejemplo, ¿está
deprimida?) y de las observaciones conductuales del individuo por parte de
quien aplica la prueba (si la persona presta atención o tiene problemas para ver
o escuchar las instrucciones de la prueba). Un reporte útil de los resultados de la
prueba contribúve a que la persona que evalúa ésta, sitúe las calificaciones en el
contexto de la situación actual del individuo. La tabla 4-6 menciona algunas de
las preguntas aue se puede considerar al aplicar una prueba de inteligencia.
Aparte de que presenta información cuantitativa, un reporte de una prueba de
inteligencia utiliza las observaciones conductuales del aplicador, interpreta las
calificaciones de la prueba y ofrece 'recomendaciones pertinentes. El siguiente
informe es representativo de un reporte con base en un WPPSI-R que se aplica
a un niño de preescolar.
Blue Grove Community School Corporation Reporte de la prueba WPPSI-R
Fecha: 7 de mayo de 1990
Nombre: Aaron James
Fecha en que se aplicó la prueba: 13 y 28 de abril de 1990
Fecha de nacimiento: 6 de junio de 1984
Edad cronológica: 5 años, 10 meses, 7 días
Sexo: Masculino
Escuela: Blue Grove Elementary
Grado: Preescolar
Profesor: Señora Davis
Padres: Señor y señora Michael James Domicilio; 123 Oak Drive, Blue Grove, IN
Teléfono: 996-7291
Recomendado por: Profesor
Persona que aplicó la prueba:
Dr. Theresa Stark
Razón para la recomendación
La profesora de Aaron recomendó que se sometiera a la prueba debido a
dificultades de aprendizaje. De acuerdo con su profesora, tiene periodos breves
de atención y se frustra con facilidad. Ella quiere saber por qué el niño no puede
comprender instrucciones verbales y por qué necesita explicaciones
personalizadas.
Antecedentes
Aaron es un niño de 5 años, 10 meses que vive con su madre, su padre y dos
hermanos mayores. Cursó un programa preescolar y actualmente asiste al jardín
de niños. Los resultados de la evaluación del curso previo al jardín de niños no
indican ningún problema en su preparación. Desde octubre, Aaron recibe de su
maestra ayuda individual adicional para el reconocimiento de letras e imágenes.
Según su madre, los acontecimientos importantes del desarrollo como sentarse
solo, gatear, pararse solo y caminar tuvieron lugar en la edad adecuada. Las
primeras palabras y enunciados cortos las pronunció tarde. De acuerdo con su
madre, Aaron parecía menos maduro que sus hermanos mayores cuando
comenzó el jardín de niños. No hay un historial clínico considerable en su
registro de salud o que sus padres indiquen.
La madre de Aaron lo describió como un niño excelente para llevarlo a cualquier
parte porque se sienta en silencio y con paciencia. Su padre lo describió como
triste y muy callado. Su profesora lo describió como falto de confianza en sí
conducta inadaptada. México: Prentice Hall
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21. MÓDULO 0403- PROPEDÉUTICA EN EL CAMPO DE LA PSICOLOGÍA CLÍNICA 21
Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra:
Sarason, I.G. & Sarason, B.R. (1996). Psicología Anormal: El problema de la
mismo, porque con frecuencia busca que otros niños confirmen que está
haciendo algo en forma correcta.
En relación con su conducta social, la profesora de Aaron señaló que se lleva
bien con los demás. Su madre también indicó que se lleva bien con otras
personas.
Observaciones conductuales
La prueba se aplicó a Aaron los días 13 y 28 de abril de 1990 en Blue Grove
Elementary. Aaron asistió a la prueba con una actitud positiva y cooperó con la
persona que la aplicó. Durante la prueba prestó atención. En las tareas difíciles
fue persistente. Durante la aplicación, la actitud de Aaron hacia quien aplicó la
prueba fue de tratar de ser complaciente. La actitud de Aaron hacia su propio
desempeño se caracterizó por tener confianza y respondió a las instrucciones de
manera apropiada. Parecía disfrutar tanto las tareas de ejecución como las
verbales. Fue fácil establecer una relación y mantenerla.
La madre de Aaron señaló que el niño no presenta impedimentos motrices,
visuales o auditivos y que no estaba tomando ningún medicamento que pudiera
afectar el desempeño en la prueba. El idioma materno de Aaron es el inglés y en
su casa se habla inglés. Durante la prueba demostró dominio de la mano
izquierda. Su lenguaje se observó fluido y articulado. No se observaron
conductas inusuales.
Al considerar estas observaciones, se piensa que los resultados de esta
evaluación representan una estimación precisa del nivel actual de desempeño de
Aaron.
Resultados de la p r u e b a
Compuesto CI Clasificación
Ejecución 104 Promedio
Verbal 86 Inferior al promedio
Escala total 94 Promedio
Interpretación de la prueba
Aaron obtuvo un Cl de 94 +/-6 en la Escala de Inteligencia Wechsler para
Preescolar y Primaria-Revisada. Las posibilidades de que el rango de
calificaciones de 88 a 100 incluyan su Cl real son de 95%. De acuerdo con la
clasificación de las calificaciones para las Escalas de Wechsler, Aaron se
encuentra en el nivel promedio de inteligencia.
Existió una diferencia significativa (p<.05 entre la Calificación de Ejecución de
104 y la Verbal de 86). Aproximadamente 20 de cada 100 niños de
la misma edad que Aaron presentarían esas diferencias en las calificaciones.
Esta diferencia indica que Aaron se desempeñó mejor en las actividades qué
requerían organización perceptual y respuestas no verbales que en as
actividades que comprendían la comprensión verbal y una respuesta oral.
La calificación de Aaron en la sub-prueba de Ensamble de Objetos fue bastante
más alta (p<.05) que sus promedios en la Calificación de Ejecución y la
Calificación de Escala Total. Esta actividad le pidió armar un rompecabezas con
la imagen de un objeto común. Su alta calificación podría sugerir una habilidad
para ver el todo a partir de sus componentes visuales. Su calificación en la
subprueba de Semejanzas fue bastante más baja (p<.05) que sus promedios en
la Calificación Verbal y de Escala Total. En esta actividad debía formar analogías
y demostrar una comprensión del concepto de similitud. Su baja calificación
podría sugerir una debilidad para expresar las relaciones en forma oral.
Al observar los patrones de las calificaciones en las distintas subpruebas de la
WPPSI-R, se presupone que los puntos fuertes de Aaron son con las actividades
que requieren de la integración de numerosas fuentes de información en un todo,
la percepción visual de dibujos significativos (autos, personas, animales, etc.) y
un estilo flexible para resolver los problemas. También se cree que los puntos
menos fuertes de Aaron se relacionan con las actividades que comprenden
conceptos verbales, capacidad para razonar con categorías abstractas,
definiciones de palabras, habilidad para comparar/contrastar y dividir en
categorías las palabras, comunicación verbal y habilidad para razonar con
palabras.
Resumen
Aaron es un niño de cinco años con inteligencia promedio a quien se le aplicó
una prueba debido a sus dificultades de aprendizaje. El niño parece tener más
éxito con las actividades que comprenden la organización perceptucl que con
aquéllas que requieren de la comprensión verbal.
Recomendaciones
Las recomendaciones siguientes se basan en la información de los antecedentes
y los datos de la prueba actuales.
1. A pesar que no se reportó ningún impedimento auditivo, se sugiere un
examen auditivo y una revisión del historial médico de Aaron para detectar
posibles infecciones en el oído, debido a la discrepancia entre los resultados de
las pruebas verbales y de ejecución.
2. Un clínico especialista en el lenguaje debe evaluar a Aaron para conocer sus
habilidades receptivas y de expresión.
3. Se recomiendan más pruebas con una medida de los logros individuales y
una evaluación del conocimiento conceptual básico.
4. Trabajar con los padres de Aaron para ayudarles a que alienten sus ha-
bilidades para la comunicación. Por ejemplo, Aaron puede platicar los sucesos
durante su día escolar en la mesa durante la cena. La repetición de historias
cortas o juegos de palabras sencillos se puede realizar mientras van en el auto.
5. Practicar nuevas habilidades en casa y en la escuela de diferentes maneras.
Por ejemplo, con el objeto de aprender los nombres de las letras, Aaron puede
pintarlas con los dedos, escribirlas con marcadores o crayones, formarlas con
plastilina, practicarlas con tarjetas y señalarlas en las cajas de cereal y los
conducta inadaptada. México: Prentice Hall
UNIDAD II LA EVALUACIÓN DE LA CONDUCTA ANORMAL