El documento presenta varias citas sobre la individualidad e inconfundibilidad de la grafía y la influencia del cerebro en la escritura. Argumenta que cuando se escribe, el yo está en constante intensidad y debilidad, siendo máxima al inicio y mínima al final, y que modificar voluntariamente la escritura natural introduce el esfuerzo en el trazo. También sostiene que ante circunstancias difíciles se trazan formas de letras más habituales o simples.