1. Lágrima perdida
Lágrima que te pierdo
con los dedos de la mano,
ni te cuento ni te llanto,
volando por lo alto
hasta la comisura de mis labios.
Ni te cuento ni te llanto,
cabalgando cicatrices a lomos
de un retrato espinoso
abrazado por su barro.
No eres agua ni burbuja,
eres piedra en avalancha,
hazme caso si te digo:
se me vierte la labranza.
Nunca entras cuando sales,
los rincones de mi alma,
los atuendos de fantasmas
te enladrillan cuando cantan;
hasta el lecho ya no es cama,
el aroma con escaras.
Ni te cuento ni te llanto,
a mi lágrima perdida,
no se cuenta ni se llanta
con los dedos de la mano.
Miércoles, 22 de enero de 2020
Félix Sánchez
Un ciudadano más.