1. Más allá del verano
guárdate…
A que el fuego se refleje a mi lado,
y mirarnos desde dentro
vestidos de hambre, y raíces,
para cantarle a un sueño arrebatado.
Sopla mis manos…
Cuando arden de escalofrío
en ese temblor si el aire
abriga tu deseo y el mío.
Es la hoguera la mirada,
y la noche el suspiro,
duradero hasta el alba amarillo
coloreando de estambres
los pasos sedientos del camino.
Se ha llevado los silencios
y han salido florecidos,
como héroes del destino,
los roces más perdidos.
Aguárdate…
A que mis cicatrices
se parezcan a tu boca,
sean inmunes a un pasado
cuando tus labios me tocan.
Espera a que sequen mis penas,
a que los cristales se marchen
filtrados entre rocas blandas,
regando una sequía que derribe
una caída de hojas oculta
en el musgo todavía.
Aguárdate…
A que nos persiga
un coro de golondrinas
acercando el estío
de un trino enamorado;
hasta que la llama de luz y calor,
esa que prende nuestra sangre,
sea la que nos aguarde a ambos
después del verano.
Jueves, 16 de enero de 2020
Félix Sánchez
Un ciudadano más.
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