La alta dirección debe demostrar liderazgo y compromiso con el sistema de gestión de calidad asegurando que los requisitos del cliente, legales y reglamentarios han sido determinados y satisfechos para garantizar la satisfacción del cliente, estableciendo procesos para revisar y abordar riesgos asociados con la entrega de productos y servicios, e involucrándose con los clientes para atender información solicitada y revisar comentarios.