1. “La asistencia de los niños a la escuela es, en nuestra sociedad,
una experiencia tan corriente que pocos de nosotros nos
detenemos apenas a considerar lo que sucede cuando están allí”.
(Jackson, P.; 1991, p. 43)
El objetivo de este capítulo es reflexionar sobre los aprendizajes que
dejan en nosotros algunos aspectos de la vida escolar, los cuales se
aprenden con más rigurosidad y permanencia en el tiempo que los
contenidos conceptuales.
2. Para Philip Jackson la escuela es el lugar donde se aprenden contenidos,
aunque también es el lugar donde las personas permanecen sentadas,
aguardan, forman filas. Estos aspectos pasan inadvertidos y resultan
familiares; pero es necesario prestarles más atención.
Tres hechos merecen reflexión:
- El largo tiempo de permanencia de los estudiantes en el espacio
escolar.
- La uniformidad del espacio.
- Los estudiantes están allí tanto si les gusta, como si no.
Estos hechos merecen reflexión porque posibilitan pensar en cómo los
estudiantes sienten y abordan la experiencia escolar.
3. Si bien cada espacio escolar y cada aula guardan su
particularidad, contienen –más o menos- lo mismo: bancos,
pizarrón, personas. Sin embargo, la clase nos es sólo un entorno
físico, proporciona un contexto social bastante estable y con
regularidad considerable: la disposición física es constante y cada
persona tiene un lugar asignado también constante; lo que le
permite al profesor comprobar la asistencia de cada alumno con
sólo una ráfaga de miradas.
4. El contenido escolar cambia, aunque las formas de identificar las
actividades en la clase son bastante similares: trabajos
individuales y/o grupales, explicación del profesor, preguntas
respuestas, exámenes.
En este contexto las normas permanecen estables: se esperan los
turnos para hablar, se levanta la mano, en fin los objetos físicos,
las relaciones sociales y las actividades principales son poco
variables día tras día.
5. Respecto a la vida del alumno, existe un hecho importante que
no podemos obviar: la escuela es obligatoria y los alumnos
deben estar allí, tanto si quieren como si no.
El alumno desarrolla estrategias para aprender a lidiar, por un
lado entre sus deseos e intereses naturales; y las expectativas
institucionales por el otro.
Vivir en la escuela y en el aula, implica conocer aprender tres
palabras clave: masa, elogio y poder.
6. Masa: La Clase
¿Cuáles son las tareas que tiene el profesor?
¿Cómo responden las tareas del profesor a la condición de
hacinamiento en el aula?
¿Qué sucede con el tiempo y su distribución?
¿Qué implica para los alumnos esperar?
¿Qué significa que los alumnos están solos en el seno de una
masa?
7. Elogio: La Evaluación
¿Qué lugar ocupan los exámenes en la vida escolar?
¿Por qué el profesor es la fuente principal de la evaluación?
¿Qué relevancia adquiere el discurso y los gestos del profesor como
evaluación?
¿Quiénes otros evalúan en el aula?
¿Cómo influye la autovaloración?
¿Cómo constituye la evaluación la identidad de los alumnos?
¿Se evalúa aprendizajes de contenidos conceptuales o aprendizajes de
comportamiento?
¿Qué significa aprender a desenvolverse en la escuela?
8. Poder: La desigualdad
¿Cómo opera la diferencia de autoridad entre profesor y alumnos
en el aula?
¿Cómo se dan las relaciones de poder entre alumnos en el aula?
9. De esta manera…
Masa, elogio y poder forman colectivamente el curriculum
oculto. El alumno exitoso no será aquel que aprende
contenidos del curriculum oficial, sino aquel que domine –a
la perfección- el curriculum oculto de la institución.