1. LA VIDA EN LAS AULAS
Autor: Ph. W. Jackson
Curso: Observación y análisis de la práctica escolar
Carmen Edith Tirado Ulloa
María de Jesús Vizcarra Pasos
Claudia Gpe. García Lizárraga
1º “E”
Domingo 02 de Abril del 2014
2. LOS AFANES COTIDIANOS
La asistencia de los niños a la escuela es, en nuestra sociedad una
experiencia tan corriente que pocos de nosotros nos detenemos apenas a
considerar lo que sucede cuando están allí. Desde luego, nuestra
indiferencia desaparece ocasionalmente.
Sin embargo desde el punto de vista de dar forma y significado a nuestras
vidas, estos hechos sobre los que rara vez hablamos pueden ser tan
importantes como los que retienen la atención de quien escucha.
3. CAPITULO I
La escuela es un lugar donde se aprueban o suspenden exámenes, en
donde suceden cosas divertidas, en donde se tropiezan con nuevas
perspectivas y se adquieren destrezas.
Para aprecias el significado de los hechos triviales del aula es necesario
considerar con la frecuencia de su aparición, la uniformidad del entorno
escolar y la obligatoriedad de la asistencia diaria.
La cantidad de tiempo que los niños pasan en la escuela puede ser
señalada con una precisión considerable, aunque el significado psicológico
de los números en cuestión sea materia eternamente distinta.
Otro modo de estimar lo que significan todas esas horas en clase consiste
en preguntar cuanto costaría acumularlas en otra actividad familiar y
recurrente.
La comparación con las iglesias es espectacular y quizá excesiva. Pero
nos permite detenernos a reflexionar sobre el posible significado de unas
cifras que, de otra manera, nada nos dirían.
Además, tanto si el alumno va del primero al sexto curso sobre suelos de
losetas o de madera, como si pasa el día frente a una pizarra negra o
verde, eso no es tan importante como el hecho de que sea muy estable el
entorno en donde transcurren para el seis o siete años.
4. La clase no es solo un entorno físico relativamente estable; proporciona
además un contexto social bastante constante. Tras las mismas mesas se
sientan los mismos alumnos, frente a la pizarra familiar junto a la que se
halla el no menos familiar profesor.
Una característica adicional de la atmosfera social de las clases de
primaria merece, al menos, un ligero comentario. Existe en las escuelas
una intimidad social que no guarda parangón con cualquier otro lugar en
nuestra sociedad.
Pese a la diversidad de contenido de las materias, las formas identificables
de actividad en clase no son muy numerosas. Las denominaciones:
“trabajo individual”, “debate en grupo”, “explicación del profesorado” y
“preguntas y respuestas”.
Así, cuando nuestro joven alumno acude a la escuela por la mañana, se
introduce en un ambiente con el que esta excepcionalmente familiarizado
gracias a una larga permanencia.
En suma, las aulas son lugares especiales. Lo que allí sucede y la forma
en que acontece se combina para hacer estos recintos diferentes de todos
los demás.
5. CAPITULO II
Un intento de catalogar los intercambios entre alumnos o los movimientos
físicos de los miembros de la clase contribuiría, sin duda, a la impresión
general de que la mayoría de las aulas, aunque aparentemente placidas al
contemplarlas a través de una ventana de pasillo, son mas semejantes por
su actividad de la proverbial colmena.
Otro tarea que consume tiempo del profesor, al menos en la escuela
primaria, es la de servir como proveedor. El espacio y los recursos
materiales del aula son limitados y debes distribuirlos juiciosamente.
La tarea de distribuir los recursos materiales se halla estrechamente
relacionada con la de otorgar privilegios especiales a alumnos que los
merecen.
Las cosas que este hace cuando opera dentro de los limites físicos,
temporales y sociales del aula poseen un efecto limitado sobre los
acontecimientos que podría ocurrir si se diese rienda suelta a los impulsos
individuales.
6. Los alumnos interactúan con el docente en un orden fijo , con el resultado
de que cada estudiante ha de aguardar a que le llegue su turno de hablar y
luego esperar a que el profesor regresa en la próxima vuelta.
En las aulas donde los alumnos gozan de una considerable libertad para
desplazarse durante el trabajo individual y en los periodos de estudio, el
propio profesor se convierte a menudo en centro de pequeños grupos de
alumnos que aguardan.
El rechazo de un deseo es el resultado ultimo de muchas de las demoras
que tienen lugar en el aula. A veces se ignora la mano alzada, en algunas
ocasiones no se atienden a la pregunta formulada al profesor y en otras se
niega el permiso solicitado.
Es muy posible, por supuesto, que no exista alternativa a esta situación
antinatural. Si los profesores guardasen siempre a que hubieran terminado
los alumnos una actividad antes de empezar otra, la jornada escolar
resultaría interminable.
7. Al comenzar a centrarnos en las formas de abordar estas exigencias
institucionales, debería reconocerse de inmediato que las estrategias de
adaptación dependen de las idiosincrasia de cada uno de los alumnos.
El hecho de que un determinado alumno adquiera o no el deseable
equilibrio entre la acción impulsiva y el retraimiento apático depende en
parte, como se ha indicado, de unas cualidades personales que rebasan al
marco del presente análisis.
8. CAPITULO III
Como todos sabemos, la escuela no es el único lugar en donde se intenta
que un estudiante tome conciencia de su fuerza y de su debilidad. Sus
padres le evalúan en el hogar y sus amigos hacen otro tanto a la hora de
jugar.
La diferencia mas potente entre la forma en que se produce la evaluación
en la escuela y en otras situaciones estriba en que los exámenes se
aplican en ella con mas frecuencia que en cualquier otro sitio.
La fuente principal de evaluación en el aula es, sin duda, el profesor. Se le
exige continuamente que formula juicios sobre el trabajo y la conducta de
los alumnos y que los comunique a estos y a otras personas.
Existe un tercera fuente de evaluación en el aula que es mas difícil de
describir que los comentarios positivos o negativos de profesores y
compañeros.
La escritura es un medio aun mas privado que la expresión oral de
comunicar las evaluación. El comentario escueto en el margen del trabajo
de un alumno es la forma clásica de evaluación por escrito.
9. Naturalmente, el profesor no es la única fuente de juicios no académicos.
Es probable que la evaluación centrada en las cualidades personales del
estudiante proceda tanto de los compañeros como de cualquier otra
persona.
La distinción entre evaluaciones en clase referidas al logro académico, las
de adaptación institucional y las relativas a cualidades personales no
debería hacer olvidar que, en muchas situaciones, se producen al mismo
tiempo los tres tipos de estimación.
Las practicas escolares relativas a comunicar evaluaciones positivas son
probablemente menos consecuentes que las que informan de
evaluaciones negativas.
Aunque las practicas docentes corrientes facilitan la adaptación del
estudiante a la evaluación, aun le resta a este una tarea.
La mayoría de los alumnos aprenden pronto que los premios se otorgan a
los que son buenos. Y en la escuela ser bueno consiste principalmente en
hacer lo que manda el profesor
10. La mayoría de los alumnos aprenden pronto que los premios se otorgan a
los que son buenos. Y en las escuelas ser bueno consiste principalmente
en hacer lo que manda el profesor.
Antes de abandonar el tema de la evaluación en el aula, conviene señalar
una distinción que ha logrado un gran interés en los debates educativos.
La noción de motivación intrínseca comienza a perder parte de su poder
cuando se aplica a conductas que no supongan un conocimiento
académico o unas destrezas.
11. CAPITULO IV
Una de las primeras lecciones que debe aprender un niño es el modo de
cumplir con los deseos con los deseos de los otros. Poco después de
advertir en que mundo se halla, el reciendo nacido se hace consciente de
uno de los rasgos principales de ese mundo: la autoridad del adulto.
La relatividad impersonalidad y limitación de la relación profesor-alumno
tiene consecuencias en el modo en que se ejerce la autoridad en clase.
Quizá una de las diferencias principales entre la autoridad de padres y de
profesores, aunque no sea la mas obvia, radique en los propósitos que
utiliza el poder.
Otra concepción de la autoridad del profesor puede centrarse en el
proceso de sustitución porque el que los planes de acción del profesor
reemplazan a los del propio alumno.
La inflexibilidad de la diferencia de poder entre los profesores y alumnos
puede reforzarse o aminorarse en función de la política de la escuela y de
las predilecciones personales de los docentes.
12. Pero no todos los alumnos llegan a ser buenos trabajadores e incluso los
que lo consiguen se ven obligados a veces a recurrir a practicas “turbias”
respecto a la autoridad del profesor.
Una segunda táctica en algunos aspectos la inversa de la primera, supone
la practica de ocultar palabras y hechos que pudieran desagradar a las
autoridades.
Pero los hábitos de obediencia y docilidad producidos en las clases poseen
un valor muy estimable en otros ambientes. Por lo que a la estructura del
poder se refiere.
13. CAPITULO V
Como ya se ha indicado en el análisis del elogio en clase, el sistema de
gratificaciones de la escuela esta ligado al éxito en ambos curricular.
Quizá parezca cínico este modo de hablar de los asuntos educativos y tal
vez se interprete como una critica a los profesores o como un intento de
infravalorar las virtudes del orden, la puntualidad y el comportamiento
adecuado en general.
De la misma manera que la conformidad con las expectativas
institucionales pueden conducir al elogio, su ausencia puede determinar
conflictos.
Las exigencias del curriculum oculto acechan en el fondo incluso cuando
consideramos dificultades mas profundos que suponen claramente un
fracaso académico.
Puede predecirse con seguridad que la capacidad general o inteligencia
constituye un capital a la hora de atender a todas las exigencias de la vida
escolar, tanto académicas como institucionales.
14. Pero las cualidades personales que desempeñan un papel en el dominio
intelectual resultan muy diferentes de las que caracterizan el sumiso. La
curiosidad resulta que es el mas fundamental de todos los rasgos
escolares.
Las exigencias de la vida en el aula examinadas en este capitulo plantean
problemas tanto a alumnos como a profesores. Como ya hemos visto,
existen muchos métodos de hacer frente a estas demandas y resolver los
problemas que crean.