El documento discute los desafíos que enfrenta la escuela en la sociedad de la información. Señala que la revolución informática ha traído cambios en qué y para quién se enseña, cómo se transmite el conocimiento, y los roles de los estudiantes y maestros. También ha cambiado la ética del trabajo y la forma en que los medios transmiten información. La escuela ya no tiene el monopolio de la reproducción del conocimiento y debe adaptarse a estos cambios.