Los Juegos Olímpicos comenzaron en el 776 a.C. en Grecia y se celebraron cada cuatro años hasta el 393 d.C., cuando fueron prohibidos por el emperador romano Teodosio. Incluían competiciones atléticas como carreras, lucha, boxeo y pentatlón, así como carreras de caballos y carros. Los vencedores recibían coronas de olivo como premio y gran prestigio para sus ciudades.