Los números se originaron de la necesidad del hombre primitivo de contar cantidades de objetos. Diferentes culturas desarrollaron sus propias formas de representar números, como los romanos, babilonios y griegos. Más tarde, los indios introdujeron la diferenciación entre números positivos y negativos, así como el cero, expandiendo el conjunto de números naturales al de enteros. Sin embargo, los números negativos no fueron universalmente aceptados hasta el siglo XVIII.