Este documento propone un plan de acción para recuperar la memoria histórica y la identidad nacional en el norte de México. Plantea dos proyectos educativos permanentes: un programa de lectura y educación política, y un programa de educación ambiental. Argumenta que se necesita un nuevo modelo educativo basado en la historia y geografía de México, en lugar de los enfoques actuales de "competencias" y "acreditaciones". Finalmente, invita a unirse a un frente estatal por la ciudadanía para luchar contra el olvido de la memoria