Una profesora les contó a los niños un cuento sobre una castaña, una paya y una brasa que cruzaban un río. La paya transportaba a la castaña y la brasa, pero la brasa quemó a la paya y esta las tiró al río. La castaña se rio pero se le cayeron las patas. Un sastre le puso un parche de otro color, por lo que la castaña quedó de dos colores. Los niños comprobaron el parche y luego hicieron una castaña de papel. Finalmente celebraron el Día del Magosto