La calidad educativa se refiere a los efectos positivamente valorados por la sociedad del proceso de formación de las personas y implica una búsqueda constante de mejora en los recursos, procesos de enseñanza y logros estudiantiles. Para lograr esta mejora continua, es necesario orientar, apoyar, monitorear y proveer información a familias, actores del sistema educativo y autoridades educativas.