La artesanía y el folklore aportan valores culturales y económicos a las comunidades. La artesanía recupera oficios tradicionales a través de talleres y exposiciones, fomentando la creatividad y el trabajo cooperativo. El folklore conserva las tradiciones locales a través de fiestas y celebraciones que mantienen vivo el patrimonio cultural y la identidad de un lugar. Ambos enseñan sobre el pasado de una comunidad y estimulan el desarrollo y la comprensión entre culturas diferentes.