El documento describe los elementos fundamentales del patrón urbano barroco, como los ejes y plazas concebidos bajo la premisa de simetría y perspectiva. El urbanismo barroco se desarrolló para ordenar las ciudades y expresar el poder del estado y la iglesia a través de la arquitectura monumental. Se caracterizó por el uso libre del léxico arquitectónico clásico y la fantasía desbordante.