El método Lean Startup propone que las startups deben realizar experimentos constantes para probar sus hipótesis fundamentales a través de productos mínimos viables. Estos experimentos permiten medir el progreso y determinar si es necesario perseverar o hacer un "pivote" drástico en la estrategia. El aprendizaje validado a través de mejoras en los indicadores clave es la unidad de medida del progreso de una startup.