La mitología mesopotámica incluía muchas deidades que variaban según la ciudad-estado. Los dioses sumerios fueron adoptados por los pueblos semitas que llegaron a la región y se añadieron nuevos dioses, dando lugar a dos grupos principales de deidades. La mitología mesopotámica cambió a lo largo del tiempo y los dioses ganaban o perdían importancia dependiendo de la fortuna de cada reino.