El documento argumenta que el trabajo es un derecho para todos y que la plena ocupación debe ser un objetivo para todo sistema económico. Además, sostiene que el sistema educativo debe proporcionar formación técnica y humana para que las personas puedan adaptarse a los cambios en el mercado laboral y asumir nuevos empleos. Finalmente, señala que la discriminación contra la mujer en el lugar de trabajo se debe a condicionamientos perjudiciales que han marginado y reducido a esclavitud a las mujeres.