2. Los dos ámbitos más constitutivos de toda persona son la
familia y su trabajo. Algunos han llegado a sostener que
ambas constituyen el nicho ecológico más básico de
actuación del ser humano, porque son mutuamente
dependiente
3. Una de las realidades más complejas que vive la familia es su
relación con el mundo del trabajo.
La creciente incorporación de la mujer al mercado laboral y
su opción cada vez más decidida por el desarrollo profesional,
han estimulado cambios en la familia: disminución del
número de matrimonios, retraso en la edad de casarse y
disminución del número de hijos, con mal pronóstico
demográfico futuro.
4. La solución implica dos vías: políticas públicas que hagan
compatible y sinérgica la relación trabajo-familia y un cambio
cultural que haga más equilibrados los roles parentales hacia
esos dos ámbitos de desarrollo.
5. Las mujeres han contribuido a la economía familiar a través
de su trabajo, pero los hombres no han asumido de manera
equivalente su corresponsabilidad en las tareas domésticas.
6. Frente a una tradición milenaria que establece el cuidado de
la familia como la actividad propia de las mujeres, las
actuales condiciones demandan que las mujeres
profesionistas se integren al mercado laboral.
Esto puede generar conflictos psicológicos en las mujeres que
terminan una carrera profesional dado que se enfrentan a
demandas que, por un lado, les señalan que deben de formar
y/o cuidar de sus familias, mientras que por el otro generan
expectativas respecto a su desarrollo profesional
7. Una de las condicionantes sociales que influye para que las
mujeres vivan el dilema “profesión-familia” es el hecho de
que, dentro de esta sociedad, mientras las mujeres se han
incorporado a realizar actividades en el ámbito público, los
varones no se han integrado, en su gran mayoría, a
desarrollar actividades en el ámbito doméstico.
8. Las aportaciones de los planteamientos psicológicos que
recuperan la categoría de género han permitido el
cuestionamiento de las nociones patriarcales que han
considerado como algo “natural” y propio de las mujeres las
condiciones de sumisión e inequidad que las enfrentan a
tener que elegir entre su familia y su desarrollo profesional.