El documento discute cómo los niños de hoy en día se interesan más por las nuevas tecnologías como Internet y juguetes electrónicos que por los juegos tradicionales, debido a la pérdida de instituciones sólidas como la familia y la escuela. También explica que los niños necesitan estímulos constantes y rápidos para no aburrirse, y que lo que aprenden fuera de la escuela se debe más a la eficacia operativa que a un aprendizaje consciente, lo que los satura de estímulos.